Clases particulares 2: Manolo y Raúl.
He recibido muchos correos que me animaban a seguir contándoles la historia con mi alumno de clases particulares. Llamé a Manolo y me autorizó a que publicase otro relato sobre nuestra relación y a que les hablase de Raúl.
Clases particulares 2: Manolo y Raúl.
He recibido muchos correos que me animaban a seguir contándoles la historia con mi alumno de clases particulares. Llamé a Manolo y me autorizó a que publicase otro relato sobre nuestra relación y a que les hablase de Raúl.
Nuestra peculiar relación académica había continuado una vez comenzado el nuevo curso. Manolo venía por mi casa tres veces a la semana y preparábamos algunos trabajos para su instituto o repasábamos temas que le habían resultado difíciles. Casi siempre, por no decir siempre, acabábamos enrollados y en más de una ocasión ni siquiera abríamos los libros.
Recuerdo una tarde que Manolo venía hecho un torbellino, traía zapatillas deportivas y camiseta, además de unos vaqueros agujereados que dejaban ver su ropa interior de color negro. Después de estamparme un profundo beso, me contó que venía muy excitado. Había entrado en los lavabos de un centro comercial y se había metido en una de las cabinas. Al intentar salir se había dado cuenta de que la puerta tenía un pequeño agujero. Me dijo que se había asomado y que dejaba ver los urinarios desde uno de los laterales. Se había quedado sentado media hora en la cabina mirando a través de aquel agujero las diferentes pollas que se le iban ofreciendo. Había visto la polla de un tipo que vestía vaqueros y sudadera roja y que estaba completamente empalmado, pero que cuando fue a abrirle la puerta, el tío se largó sin darle tiempo a ver su cara. Mientras me contaba todo esto Manolo me había quitado mi camiseta y con una gran velocidad me había despojado de mis pantalones de chándal dejándome desnudo, ya que yo no llevaba slip. Cuando reaccione, le dije pregunté que estaba haciendo. Se echo a reír y me dijo que si estaba tonto y no me daba cuenta de que pensaba violarme. Entonces fui yo el que se río y le dije que fuera un poco más despacito.
Nos sentamos en el sofá y le dije que en ese tipo de sitios podía encontrar sexo rápido pero en condiciones poco satisfactorias y sin muchas oportunidades de llegar a conocer de verdad a otras personas. Mientras hablábamos Manolo de entretenía sobando mi polla. Le pregunté que como le iba en el Instituto y me dijo que muy bien. Me habló de un compañero llamado Raúl. Era un chico de 17 años, moreno con ojos verdes y bastante guapo. Según Manolo tenía a todas las chicas locas y Raúl picaba de flor en flor. Manolo y Raúl pertenecían al equipo de lucha del Instituto. El chico me contó que en los entrenamientos del día anterior le había tocado a Raúl como compañero y que a duras penas pudo contener la erección cuando luchaba con el sobre una colchoneta. En uno de los movimientos de la lucha Raúl había puesto la polla y los huevos en el culo de Manolo. Manolo se había distraído sintiendo a su compañero pegado a sus nalgas y Raúl lo había aprovechado para ganar la pelea. Al final los entrenamientos habían ido juntos a los vestuarios. Manolo me contó como no se había perdido detalle de Raúl mientras se desnudaba. Había observado que su compañero de entrenamiento tenía un culo fuerte y bien formado. Ya en las duchas, se habían situado en cabinas enfrentadas, lo cual había permitido a Manolo seguir mirando.
Raúl tenía una polla y unos huevos bastante considerables rodeados de una fina mata de vello. Estaban solos en las duchas y Raúl le había tenido que prestar el champú ya que el lo había olvidado. Al agacharse para enjabonarse los pies Raúl había ofrecido una hermosa vista de su culo, de sus huevos y del caminito de vellos en la parte interior de las nalgas. Mientras se duchaban, Raúl había estado presumiendo de sus conquistas, agarrándose la polla mientras hablaba de las chicas. Manolo me dijo que cuando llegó a su casa se había hecho una paja de campeonato mientras recordaba a su amigo en la ducha. Cuando se corrió había tenido una sensación de frustración ante la imposibilidad de lograr tirarse a este chico, ya que evidentemente era heterosexual. Le dije que creía que estaba algo enamoradillo, lo negó pero dijo que Raúl estaba buenísimo y que le daba mucho morbo y le ponía malo.
Le dije que el si que me estaba poniendo malo a mi con sus historias y sus continuas atenciones a mi polla. Nos dimos un profundo beso.
Le invite pasar a mi dormitorio. Manolo me llevo por el pasillo hasta mi cuarto agarrándome por la polla y tirando de ella. Al llegar a la habitación el chico me dio un cachete en el culo y me empujo a la cama. Yo me tumbé boca arriba, mientras Manolo se despojaba de sus zapatillas y de los vaqueros. El chico salto a la cama y se puso encima mía vestido con su camiseta y los slip negros que traía puestos. Empezamos a morrearnos, mientras Manolo frotaba su paquete contra mi polla. Ambos estábamos completamente empalmados y el roce con el slip aumentaba nuestra excitación. Manolo frotaba su poya, sus huevos y su culo contra mi polla en un movimiento continuo. El chico comenzó a morder y mi cuello y poco a poco fue bajando chupando todo mi cuerpo. Cuando llegó a la zona genital se entretuvo lamiendo mis ingles y mis huevos. Comenzó a comer mi polla desde los huevos hasta que finalmente se la introdujo hasta la garganta. El chico había aprendido a mamar y lo hacía con verdadera maestría. Tras un rato tragándose mi polla, yo ya no podía con la excitación. Le saqué la camiseta y arranqué su slip. Me introduje la polla del chico en mi boca y nos colocamos en posición de 69. El chico soltaba lubricante de forma abundante y yo no desperdiciaba ni una sola gota, poco a poco comencé a comerme sus huevos y a lamer toda la zona que llevaba hasta su agujero. Olía y sabía a sudor juvenil. Manolo mientras tanto había llegado a mi culo y lo se lo estaba comiendo. Poco a poco note como la lengua del chico se abría camino en mi ano.
Cuando Manolo estimo que estaba suficientemente dilatado me pidió que colocara las piernas sobre sus hombros y me penetró con suavidad y de una sola vez. Cuando la tuvo entera en mi culo comenzó un vaivén con sus caderas mientras me comía la boca. Después de un rato bombeando el chico eyaculó en mi interior. Sacó su polla y dejo descansar mi agujero. Estábamos empapados en sudor y nos quedamos abrazados.
Dos días después Manolo volvió a mi casa para seguir con las clases. Venía compungido y triste. Le pregunté que le pasaba y me contó que el día anterior había vuelto a ir a los servicios del centro comercial. Había estado el la cabina del agujero y otra vez apareció el tipo de los vaqueros y la sudadera roja. Le había estado mostrando la polla con insistencia a través del agujero e incluso lo había hecho por dos veces ya se retiró cuando entraron unos tipos. Manolo me dijo que se decidió a abrirle la puerta a aquel tipo y que se llevó una tremenda sorpresa. El tipo de los vaqueros y la sudadera roja era su amigo Raúl. A Raúl se le había puesto la cara blanca y ninguno de los dos había sido capaz de articular palabra. Raúl se había marchado corriendo de los servicios dejando a Manolo con muy mal rollo.
Esta misma mañana se habían visto en clase. Raúl había mirado a Manolo con desprecio y cara de pocos amigos. Manolo estaba amargado y asustado. A la hora del recreo habían coincidido solos en los servicios. Entonces hablaron. Raúl le dijo que no quería saber nada de un maricón y que no se le ocurriera decir nada. Manolo le había contestado que lo había visto varias veces por allí y que ambos buscaban lo mismo. Raúl se había puesto rojo de ira y había hecho un gesto de inicio de agresión, pero se detuvo y le dijo que se mantuviese alejado de el.
Abrace a Manolo y le dije que no se preocupara y que su amigo, el terror de las chicas del Instituto, entendía y estaba tan asustado como el. Le recomendé que no dijese nada y que pasara de Raúl.
Pasó una semana y Manolo estaba ya más tranquilo con el tema de su compañero. No se hablaban más que lo imprescindible y ninguno de los dos había dicho nada. En clase de ciencias habían mandado hacer un trabajo por parejas. El profesor había hecho un sorteo. A Manolo le toco hacerlo con Raúl. Al salir de clase Raúl con cara seria, pero ya más tranquilo, había hablado con Manolo para quedar por lo del trabajo. Manolo le había sugerido hacerlo en casa de Nacho, su profesor particular y Raúl había aceptado. Manolo me llamó por teléfono para contarme todo esto. No me convencía del todo la situación pero le dije que de acuerdo y los cite para un día después.
Al día siguiente Manolo y Raúl se presentaron en mi casa. Me quede impresionado con la belleza de Raúl. Manolo no exageraba y su compañero era un niñato que estaba buenísimo. Pasamos al salón y nos pusimos a preparar el trabajo de ciencias. Al rato Raúl pidió ir al baño. Aprovechamos el momento y le dije a Manolo que el cabrón de su amigo estaba de muerte y que iba a intentar hacer algo. A Manolo le brillaron los ojos y se mostró de acuerdo.
Estuvimos un buen rato dedicados al trabajo de ciencias hasta que lo dejamos encauzado. Paramos un rato para tomar un refresco y Raúl me dijo que le gustaba mi estilo de dar clases. Me preguntó que cuanto cobraba y se lo comenté. Le dije que podía hacer un precio especial si venía con Manolo, así a los dos les saldría más barato. Me dijo que se lo preguntaría a sus padres. Le comenté que había una condición para pasar a ser mi alumno y que esta era pasar un breve examen. Raúl se mostró sorprendido y le dije que el examen era muy fácil y que para hacerlo tenía que desnudarse. La cara de Raúl cambio, se puso serio y miró a Manolo. Le dije que Manolo y yo hacíamos algo más que dar clases particulares y que sabía el problema que habían tenido. Le dije que estaba a tiempo de marcharse y que si no aceptaba no pasaría nada y que tanto Manolo como yo seguiríamos guardando su secreto. Nos dijo que se iba y empezó a recoger sus cosas. Manolo y yo permanecimos sentados.
Cuando estuvo listo nos miro y nos dijo que se iba. Le señale el camino de la puerta. Raúl se dirigió a la salida. Me levante y junto a la puerta le dije que si estaba seguro de no querer examinarse. Me contestó que estaba muy confuso y nervioso. Le quite la carpeta de las manos y lo empuje de nuevo a la sala. Le dije a Manolo que se levantase y que desnudara a Raúl. Manolo obedeció inmediatamente. Raúl estaba quieto en medio de la sala. Manolo empezó a quitando los zapatos y los calcetines de su amigo, siguió con la sudadera y los pantalones. Raúl quedó en calzoncillos en medio de la sala. De un solo golpe Manolo le arrebató el slip de color gris y la polla de Raúl lució absolutamente empinada. Era delgada pero muy larga, por lo menos de 17 Cm. Raúl intentó tapar su erección pero le señalé que nos dejase ver su polla. Le dije a Manolo que no había mentido y que su amigo estaba realmente para follarlo. Ordene a Manolo que se desnudara también. Manolo no tardo ni un minuto en estar desnudo luciendo su polla de 19 Cm. en todo su esplendor. Le dije a Manolo que quería ver el culo de su amigo. Manolo se acerco a Raúl y lo giró, al tiempo que le indicaba que se agachase. La cabeza de Raúl quedo a la altura de las rodillas de Manolo y este se inclino sobre su espalda y agarró las nalgas de su amigo. Manolo abrió el culo de Raúl y pude observar el agujero virgen del muchacho. Ensalive uno de mis dedos y acaricie suavemente la entrada de Raúl.
Les dije a los muchachos que comenzaba la segunda parte del examen de Raúl. Este me miro y yo le señale la polla de Manolo. Raúl asintió y se puso de rodillas y comenzó a mamar la polla de mi alumno. Mientras tanto yo aproveché para desnudarme. Raúl estaba tragándose el nabo de Manolo mientras acariciaba los huevos de mi amigo. Me acerque y uní mi polla a la de Manolo. Raúl intentó tragarse las dos pero tuvo que conformarse con ir cambiando de una a otra. Manolo y yo comenzamos a morrearnos y nos miramos con complicidad. Raúl estuvo mamándonos las pollas un buen rato. Se le notaba más relajado y que estaba disfrutando con el examen. Manolo se corrió en la boca de Raúl sin avisar. Este detuvo la mamada. Le indique que siguiera y que dejara bien limpia la polla de Manolo. Raúl obedeció. Poco después fui yo el que descargo su semen en la boca del chico. Raúl se lo tragó todo y nos miro. Le dijimos que se levantara y nos abrazamos los tres. Estuvimos morreando un buen rato. Los lleve al dormitorio y le dije a Raúl que ahora nos tocaba a nosotros hacerle gozar.
Raúl se tumbo en la cama boca arriba. Manolo fue el siguiente en subir, enchufó su polla en la boca de Raúl y se tragó la de su compañero. Yo me dedique a lamer los huevos de Raúl y a pelearme con Manolo por el rabo de su amigo. Manolo y yo estuvimos un buen rato dedicando nuestras atenciones a la polla de nuestro nuevo amigo. Nos besábamos mientras nos tragábamos el nabo de Raúl. Este no había perdido tiempo y se había estado comiendo la polla, los huevos y el culo de Manolo. Notamos que los huevos de Raúl de endurecían y poco después el chico se vino abundantemente. Manolo y yo rivalizamos para ver quien tragaba más semen y no paramos hasta dejar bien limpia la polla de Raúl.
Les dije a los chicos que cambiáramos de postura. Le pedí a ambos que se pusieran a cuatro patas uno junto al otro. Quería comparar sus culos y decidir cual me follaba primero. Los muchachos obedecieron. La vista ofrecida era maravillosa y yo no sabía por cual empezar. Agarré las pollas y los huevos de los chicos, una en cada mano. Comencé lamiendo el culo de Raúl. Era un agujero virgen y estaba muy rico. Pasaba mi lengua desde su culo a los huevos y finalmente me metía su polla. El chico se estremecía de gusto y se morreaba con Manolo. Fui cambiando de un culo a otro. El de Manolo, se abría con facilidad en cuanto le rozaba mi lengua y a pesar de que estaba sobradamente preparado para ser follado, decidí follarme primero a Raúl.
Raúl se tumbo en la cama boca arriba y Manolo se sentó sobre el dando la espalda a su cara y poniendo el culo en la boca de Raúl. Manolo alzó las piernas de Raúl dejándome el culo del muchacho completamente expuesto. Me dedique un rato más a lamer el culo de Raúl y cogí un poco de crema lubricante. Embadurne bien el agujero del chico y comencé a introducir primero un dedo y luego dos. Raúl empezó a gemir de forma ahogada porque se estaba comiendo los huevos y el culo de Manolo. Cuando el culo de Raúl estuvo suficientemente abierto le ensarté mi polla de una sola vez. El chico gritó de dolor pero dijo que no se la sacara. Empecé a bombera despacio y mi nabo se fue acomodando en el interior de Raúl. Poco a poco aumenté la velocidad de mis embestidas logrando dilatar a Raúl todavía más. Mi polla comenzó a entrar y salir del culo del chico con total facilidad. Raúl se estremecía y gemía de placer. Poco antes de eyacular avisé a Manolo para que se pusiese a mi lado. Me corrí inundando el culo de Raúl y saque mi polla. El agujero del chico seguía completamente abierto y chorreaba semen. Manolo no perdió mucho tiempo e introdujo su polla en el culo de Raúl de un solo golpe. Las embestidas de Manolo eran absolutamente salvajes. Se estaba vengando del sufrimiento que le había provocado Raúl. La polla de Manolo, que era mucho más gorda y larga que la mía entraba en el agujero de Raúl hasta el fondo. Raúl dejo escapar alguna lágrima pero pidió a Manolo que no parara. Finalmente Manolo eyaculó en el culo de su amigo y ambos se fundieron en un largo beso. Yo había contemplado la escena manteniéndome al margen. Me tumbé junto a ellos y abrazamos nuestros cuerpos. Raúl estaba exhausto y dolorido. Nos dijo que nos agradecía lo que habíamos hecho y pidió perdón a Manolo por su comportamiento. Manolo y yo llevamos a Raúl a la bañera y lo enjabonamos entre los dos. Después de lavarlo y secarlo lo dejamos en el sofá descansando. Manolo y yo nos dimos una ducha rápida y acudimos al salón. Al llegar vimos a Raúl que nos sonreía. Nos dijo que era la mejor encerrona que le habían hecho en su vida. Le hicimos una paja y el chico derramó su semen en nuestras bocas.
Raúl fue el primer novio de Manolo. No llego a ser mi alumno pero venía por casa con frecuencia para acostarse con Manolo. A veces me invitaban a participar. Raúl siempre consintió mi relación con su novio.
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