Clases de repaso
Porque todas tenemos esa adicción a enamorarnos de personas imposibles, aunque aveces te sorprende el resultado.
Empezaba a hacer calor.. ya que se acercaba el verano.
Iba hacia su casa con un vestido azul de flores ceñido a mi cuerpo, cortito por el calor y con la carpeta de estudios para trabajar.
Llegué a su casa como hacía tres veces por semana ya que en breves llegaban mis exámenes finales y necesitaba más clases de repaso.
Piqué al timbre, a lo que directamente sin preguntar me abrió.
Subí tres pisos de escaleras (me gustaba ejercitarme las piernas), toque la puerta dos veces y oí como abría el cerrojo con la llave, ya que siempre
dejaba cerrado, entré y me saludó de modo normal con una cálida sonrisa y diciendo parece un día de pleno verano eh, ya que me vio toda la cara sonrojada y ya se me empezaba a ver morena. La saludé con otra de mis encantadoras sonrisas (una de mis mejores cualidades) y entré, rápidamente percibí el olor de ella mezclado con el de su casa, cosa que me volvía extremamente loca..
Caminé directa a la mesa mientras ella cerraba con llave.
Todavía no me había atrevido a observarla toda, ya que eso me hacía enloquecer hasta un extremo muy grande. Me ofreció un café o cualquier cosa que quisiera y le dije que sí, pero que el café fuera con hielo ya que aún se me notaba muy acalorada y el estar en su casa me subía más el tono.
Me dijo que la acompañara a la cocina y así lo hice. Vi como puso en la maquina expresso una capsula de ristretto y le dio al botón, ella ya sabía como me gustaban y lo hacía mientras yo la observaba apoyada en la pared. Sacó el hielo del congelador y lo puso en un vaso y luego me miró mientras se acababa de exprimir la cápsula y me dijo:
Profesora: ¿Sabes que? Envidio tu piel.. desde que eras pequeña la envidio, es tan suave y tan perfecta.. tu tono de piel es perfecto y en verano te da un aire... espectacular, no tienes ninguna mancha, ningún signo de imperfección.
(No era la primera vez que me decían eso de mi piel, la heredé de mi abuela y siempre ha sido muy envidiable para los demás, en verano es extrema porque me pongo muy pero muy morena).
Yo: Si bueno no es la primera vez que me lo dicen, tampoco la veo nada del otro mundo.
Profesora: Créeme que cualquier persona ansiaría con tenerla.
Entonces la maquina dejó de sonar, cogió la taza, le puso azúcar y rápidamente lo vertió al vaso. Me lo dio y ella cogió un vaso y se puso hielo y Coca Cola. Nos dirigimos de nuevo a la mesa y nos pusimos mano a la obra primero con química. Dado que yo soy nula con los números me lo explicaba con tranquilidad y siempre le iba rozando el brazo cosa que no hacía más que desconcentrarme.
Odiaba cuando me ponía un ejercicio y mientras lo hacía, de reojo notaba su mirada en mi aprovechando que hacia la tarea y aprobechaba para ojearme entera.
Concluidas las dos horas:
Profesora: bueno no se tu pero mi cabeza está al límite y por hoy es mejor dejarlo.
Yo: estoy de acuerdo porque se me empieza a mezclar la información.
Profesora: hace mucho calor fuera si quieres quédate un rato aquí vemos la tele.
Yo: bueno mientras no resulte ninguna molestia me quedo. –con una sonrisa adornando mis labios.
Me senté en el sofá no muy cerca de ella ya que odiaba tener que notar como desprendía calor su cuerpo y no podía hacer nada más que aguantarme.
Profesora: alguna sugerencia de que canal quieres ver? – dijo mirándome fijamente.
Yo: pues no se, a estas horas nunca hacen nada la verdad..
Profesora: dejaré este canal de música y así hablamos.
En ese momento sonaba una canción de jazz.. ese ritmo que me vuelve loca y hace que tan solo oírlo siempre se me acelere el corazón.
Yo: me parece perfecto. –volviendo el color rojo a mis mejillas.
Profesora: dime Gemma cómo van los amores?
Yo: pues la verdad que ninguna novedad.. siempre me atrae la gente a la que veo imposible.. es un vicio que tengo jajaja
Profesora: -se rió-. Bueno nunca se sabe hay que lanzarse y ya tienes una edad.. que hace que cualquiera se pueda fijar en ti, tenias exactamente? 20 puede ser?
Yo: bueno los hago de aquí unos meses. –más roja no podía estar.
Ella se acercó de manera que me fastidió mi plan de mantenerme alejada de su cuerpo.
Profesora: Cualquiera puede sentirse atraído por ti.. lo primero que se puede ver en esa cara perfecta que parece diseñada por alguien tan perfeccionista, es la mirada que tienes, puedes volver loco a cualquiera.
Eso si que era otro punto fuerte mío.. la mirada, no se porque, tampoco tenia unos ojos de escandalo, eran verdes con una fina línea azúl cerca de la pupila y al otro lado otra fina de color marrón. Una mezcla extraña pero que todo el mundo se derretía o se acojonaba ante mi mirada.. podía resultar muy sensual, o muy terrorífica, me dijeron que siempre tuve una mirada muy penetrante.
Yo: Tampoco te quedas corta eh Maggie. –empecé a aprovechar esa mirada sensual que tengo para observarla con ansias a ella.
Maggie: Pues debe ser que solo hago ese efecto en ti, porque jamás nadie me lo ha dicho.
Yo: pues espero que ahora te haya quedado claro. –le guiñé un ojo.
Ella se sonrojo por primera vez, al menos delante de mi.
Su cercanía empezaba a enloquecerme, de manera que empecé a ponerme nerviosa y el corazón me latía muy fuerte, no rápido pero si como si quisiera salir de mi pecho.
Entonces se movió solo para subir el volumen de la música y en ese gesto me vino una fragancia tan fuerte que perdí los papeles, e hice lo que había estado evitando des del principio.
La observé entera, lo que llevaba puesto. Lo primero como siempre observe que no llevaba sostén, en su casa nunca se lo ponía, cuando venia a la mía si.
Llevaba unos pantalones cortos, nada exagerados, de lo contrario hacia que tuviera ganas de ver más. Le rocé la pierna a lo que ella inmediatamente se tensó y me miró. Hice como que fue sin querer y cogí rápido el móvil para disimular.
Era tarde ya, empedaba a tener hambre y ella me invito a comer ya que tenia un camino largo hasta el coche y hacía un calor exagerado. Acepte solo porque el calor era demasiado sofocante.
Maggie: que te apetece comer? –levantándose del sofá.
Yo: cualquier cosa que quieras, mientras sea fresquita.
Maggie: pues primero haremos una ensalada bien complementada y de segundo.. un poco de lomo a la plancha.
Yo: me parece muy bien. -levantandome detras de ella.
La ayudé a cocinar, preparamos la mesa y nos sentamos a comer.
Ella se puso una salsa extraña en la ensalada a lo cual me dijo si quería y me dijo pruébalo antes.
Cogió su tenedor y pinchó la ensalada con un trozo de manzana y cuando fui a cogerla la parto de manera que me la pudiera dar ella directamente.
Yo: mmm.. me encanta, me pondré un poco.
Maggie: te conozco demasiado y se lo que te gusta. –me guiño un ojo.
Yo: ¿hay algo para beber? que me muero de sed.
Maggie: Sí, pero si te parece abro un poco de vino blanco.
Y se fue sin esperar mi respuesta, trajo dos copas y me sirvió.
Terminando de comer ya el vino se me había subido ya que cada sorbo que daba ella me rellenaba de nuevo la copa.
Maggie: ven, vamos al sofá ya recogeremos luego.
Nos sentamos y se fue a la cocina rápido y trajo un bol lleno de fresas con nata, pero para mi sorpresa fue que no me trajera tenedor ni cuchara.
Se metió una en la boca, de manera que sin querer me mordí el labio inferior a modo de envidia, envidia por una fresa.. me sentí estúpida.
Maggie: acércate y cierra los ojos.
Lo hice y me espere a que me diera una siguiente orden y mientras el corazón dándome vuelcos.
Maggie: abre la boca.
Esas tres palabras me succionaron por dentro y sin enviar yo la orden mi boca se abrio sola.
Me empezaban a sudar y temblar las manos, a la espera de que me diera una fresa.
Se me hizo eterno el momento, hasta que de golpe sentí calor y frio a la vez cerca de mis labios. No entendía nada quería abrir los ojos pero el deseo me lo impedía, de modo que directamente me avance para meter la fresa en mi boca, pero choqué, contra la fresa pero había algo más..