Clases de guitarra III

Invito a Lucí a mi casa despues de nuestros encuentros en clase.

Después de nuestra aventura en clase yo aún apenas podía creerlo, la situación había sido de lo más morbosa y Lucía me volvía completamente loco nunca imaginé que me podría pasar esto con una alumna. Al día siguiente estuvimos hablando por Whatsapp y era evidente de que todavía no habíamos resuelto la tensión sexual entre nosotros, la conversación se volvía muy caliente por momentos hasta que le propuse quedar pero esta vez en mi casa. Ella contestó de que estaría encantada de que quedáramos a solas y en un sitio más privado así que le mandé mi dirección y quedamos a las 19:00. Se me ocurrió preparar un baño relajante para ella y para mi, puse una velas, cogí unas sales de baño y comencé a llenar la bañera. A la hora convenida llamaron a mi puerta y me apresure a abrir, era Lucía, casi me quedé boquiabierto al verla, llevaba un vestido negro corto, su pelo caía sobre sus hombro y su pecho para dejar paso a un escote tan apetitoso como siempre y lo corto del vestido dejaba ver unos muslos redondos y apetecibles. Después de decir hola me besó directamente y pasó, la llevé hasta el salón y nos sentamos uno frente al otro, yo me hice un cigarro nervioso no sabía muy bien que decir, esta chica me dejaba siempre sin palabras y lo peor de todo es que ella lo sabía. Le ofrecí algo de beber y me pidió una Coca Cola y yo me puse otra poco a poco fue surgiendo conversación, hablamos de muchos temas y mientras ella me lanzaba miradas sugerentes al tiempo que se apartaba el pelo de su escote para dejarlo más a la vista. Entre la conversación me interrumpió y me dijo:

  • No se porque te has sentado tan lejos de mí

Me senté a su lado y seguimos conversando de temas totalmente aleatorios mientras cada vez estábamos más cerca el uno del otro hasta que nos acabamos besando suavemente en silencio, sentía la ternura de sus labios con los míos mientras con una mano empezaba a acariciar el muslo que tenía cruzado sobre la otra pierna, ella puso su mano en mi cuello cuando nuestras lenguas empezaron a jugar entrelazándose. Mi mano empezaba a explorar por debajo de su falda sintiendo la calidez de su piel en la yema de mis dedos. Ella bajó su mano hasta mi entrepierna y empezó a acariciarla por encima de los pantalones y yo empecé a hacer lo mismo por encima de sus bragas y pude notar que estaba bien caliente, ella empezó a desabrocharme el pantalón y siguió acariciándome por encima del bóxer con más intensidad notando como se me iba poniendo cada vez más dura. Empecé a besar su cuello con besos húmedos y lentos, ella inclinaba su cabeza como pidiendo más y poco a poco iba bajando por su pecho hasta besar y lamer entre sus tetas, después seguí hasta uno de sus pezones y lo lamí con la punta de la lengua, solo con eso empezó a erizarse y poco a poco fui lamiéndolo con más intensidad mientras Lucía empezó a gemir suavemente. Sus gemidos hacían que me excitara aun mas hasta que apreté su pezón con mis labios y mis dedos que ya habían apartado sus bragas a un lado y se humedecían adentrándose poco a poco entre sus jugosos labios la hicieron gemir más fuerte.

Quitó las manos de mi entrepierna y se bajó los tirantes y sacó los brazo se quitó el sujetador y dejó sus preciosas tetas al aire, la imagen de ella con la parte de arriba del vestido bajada y la falda subida sentada en el sofá era muy morbosa y no pude resistirme a quitarle las bragas, subió las piernas al sofá ofreciéndome su sexo y fuí directo deseoso de lamerlo y saborearla. Metí la cabeza entre sus piernas y empecé a darle profundos lengüetazos de abajo arriba, ella gemía aún más fuerte mientras se acariciaba las tetas y tiraba de sus pezones. Apretaba con mis labios su clítoris y ella agarraba mi cabeza mientras movía sus caderas disfrutando de mi lengua, me separe de ella y me quité los pantalones y el bóxer dejando mi miembro duro y húmedo de la excitación a su vista, ella me miraba con la boca entreabierta respirando agitadamente sin moverse. Empecé a pasar mi glande por toda su raja como hacía con mi lengua y ella volvió a gemir, rozaba mi glande con su clítoris moviendo mi miembro con la mano y ella mordía su labio inferior disfrutarlo. De repente bajó las piernas y me la cogió con su mano y le dio un lametazo desde los testículos hasta la punta  mientras me miraba y después se relamió los labios, acto seguido se la metió en la boca y empezó a mover su cabeza adelante y atrás agarrada a mis caderas, no parábamos los dos de gemir y yo empecé a mover mis caderas un poco sintiendo extasiado como me follaba su boca.

-Córrete- me dijo sacando mi polla de su boca y después volvió a meterla

Cuando ella notó que estaba a punto de correrme la sacó de su boca y hizo que me corriera en su pecho pajeandome.

Me derrumbé en el sofá y nos dimos un profundo beso. Se levantó del sofá y dejó caer el vestido que llevaba todo arrugado en la cintura.

-Tengo que ir a limpiarme, ¿donde esta el baño?- me preguntó con esa mirada tan sugerente con al que me miraba siempre.

-Ven conmigo, tengo algo que te gustará.

Fuimos al baño y abrimos la puerta, entramos y estaba solo iluminado por las velas y la bañera llena con una buena capa de espuma. Ella se quedó bastante sorprendida y no sabia que hacer. Me metí en la bañera y la invite a que se metiera conmigo. Entró en la bañera y se sentó recostandose sobre mi pecho. Nos quedamos en silencio un rato, yo acariciaba su pecho y ella jugaba con el agua sin decir nada.

Al poco de estar ahí relajados seguía teniendo ganas de ella y mis caricias por el pecho empezaban a bajar a agarrar sus tetas con mis manos, ella giró la cabeza sonriente y nos volvimos a besar. Cogió una de mis manos y la puso entre sus piernas pidiéndome que le diera placer y así empecé a hacerlo, con una mano mis dedos volvían a jugar y con la otra acariciaba sus tetas, empezaba a gemir de nuevo y yo notaba sus fluidos debajo del agua, echó sus brazo hacia atrás dejándose hacer y empecé a meter un dedo dentro de ella mientras con la otra mano seguía en su clítoris. Mi polla volvía a estar dura y ella la podía notar perfectamente, hizo que nos levantáramos subió una pierna al bordillo de la bañera y apoyó la espalda en la pared en la pared.

-Follame- me dijo

Así que me puse delante de ella y estaba tan mojada que entre con suavidad en ella y empecé a mover mis caderas cada vez más rápido mientras la agarraba de las muñecas contra la pared y nos besábamos salvajemente, nuestros cuerpos seguían húmedos y nuestras caricias resbalaban. Me separó y hizo que me sentara en el bordillo y ella se sentó de cara a mi metiéndosela de golpe y comenzó a moverse de arriba abajo con mucha rapidez saltando sobre mi.

-No puedo más- le dije

-Y yo tampoco

Nos corrimos a la vez en un gemido fuerte, ella se quedó relajada por unos instantes sobre mi y luego se levantó. Abrí el agua caliente de la ducha y jugamos enjabonandonos en uno al otro entre risas y besos. Salimos de la ducha y nos pusimos el albornoz  pensando en qué hacer después.