Clases de guitarra II

Esta vez Lucia nos cuenta como se van calentando las clases.

Iba camino a casa pensando en lo que acababa de hacer. Desde la primera clase con Alex, tenía claro lo mucho que me ponía, y al verlo mirarme el escote de ese modo, sabía que a él también le ponía cachondo yo.

La situación del baño me había puesto muchísimo, y mi orgasmo en el baño mientras se la comía no había sido suficiente, seguía muy cachonda, pero tendría que esperar a la siguiente clase.

Los dos días hasta la próxima clase se me hicieron demasiados largos, tuve que masturbarme un par de veces, por el calentón de recordar lo ocurrido en el baño hasta correrme como una loca cuando estaba sola en casa.

Llegó el martes, casi no presté atención en clase, pensando en mis clases de guitarra por la tarde. No sabía cómo iba a progresar. ¿Estará arrepentido? No lo creo, se fue al baño a tocarse por mí.  Aún así, sabía que me esperaba una charla sobre lo sucedido esa tarde, solo esperaba que acabase al menos igual de bien que ese día.

Ess tarde decidí ponerme algo sexy, así que escogí una blusa con bastante escote y una faldita no demasiado larga; eran las 16:40 y salí de casa, directa a tomar mis clases de guitarra, aunque sinceramente, la guitarra era ya lo que menos me interesaban de las clases. Iba caminando mientras jugaba con el pelo, recordando a Alex… me estaba mojando, esperaba poder follar con Alex esta tarde. Me había depilado bien para él.

Llegué, entré en clase pero Alex no estaba. Eran las 17:03, se retrasaba. A los pocos minutos  entró, con su guitarra colgada a la espalda, muy serio. Se sentó en frente mía sin decir palabra.

  • Tenemos que hablar acerca de lo que pasó el otro día en el baño.
  • Lo sé, espero que no te molestase, me pusiste mucho al acercarte así el otro día, y al verte irte así no puede evitar seguirte.
  • No debiste seguirme y mucho menos hacer lo que hiciste, no está bien, eres mi alumna.

Esto no iba bien, me esperaba esta reacción suya, pero tenía que hacer algo, tenía que hacerle ver que esto no estaba tan mal, así que moví mi silla, me puse a su lado y le puse la mano en el muslo.

  • Lo hice porque me apetecía y tanto tú como yo sabemos que a ti también te apetecía.

Empezaba a ponerse nervioso, yo también lo estaba.

  • Pero Lucía… esto no está bien, soy tu profesor… ( Empezábamos a acercarnos mucho, y no paraba de mirarme el escote que al estar tan cerca de él, podía ver en su plenitud, la blusa hacía efecto, y como recordaba lo mucho que le ponía verme con las piernas cruzadas, lo hice y al llevar falda esta se subió los bastante con para que dos tercios de mis muslos quedasen a su vista, cosa de la que se percató pues condujo su mirada a mis piernas.)
  • Mirate Alex… ( he de decir que Alex iba ese día muy guapo, con una camisa y unos vaqueros que le hacían un culo espectacular), no paras de mirarme…

Dicho esto no dejé ni que me respondiese, me acerqué aún más a él y lo besé apasionadamente. Nos fundimos en un beso largo, yo pasé mi mano por paquete y Alex puso una de sus manos en mi escote entre mis tetas. Pero de imprevisto se levantó de golpe y se dirigió hacía la puerta con gesto serio. La abrió y se quedó mirándome fijamente. Había fracaso, entendí que eso era una invitación a que me fuese. Asique me levanté y me disponía a salir cuando de repente cerró la puerta con llave.

Me pilló desprevenida, me quitó la guitarra, la dejó en el suelo y de un golpe me arrinconó para besarme a la vez que pasaba sus manos para agarrarme del culo y acercarme aún más a él.

A los pocos minutos de este largo beso, me cogió de la mano, me condujo hasta la mesa del profesor, de un golpe me sentó encima de la mesa y él se sentó en su silla. Esta posición le dejaba la cabeza a la altura de mis caderas.

Posó sus manos en mis caderas, yo ya estaba muy cachonda y a juzgar por el tamaño del bulto de su pantalón él también lo estaba. Se acercó a mí, me quitó el jersey y me pasó las yemas de los dedos por encima de sujetador, mientras se mordía los labios, hasta que decidió morder mi labio inferior.  Mientras hacía esto me quitó el sujetador y condujo su boca a mi pecho, me ponía mucho, empezó a lamerme, besarme mis pezones. Estaba muy cachonda así que le saqué la camisa, quería tenerlo dentro de mí ya y quería hacérselo saber.

  • Me pones mucho,Alex, te quiero dentro de mí- le susurré.
  • Joder Lucía, no sabes lo cachondo que me pone que me susurres estas cosas…
  • ¿ qué cosas? ¿Cosas como que te quiero follar? ¿Cosas como que quiero que te corras dentro de mí?
  • Puff… Lucía, me pones muy burro.
  • Tú a mí también, profe.

Dicho esto, volvimos a fundirnos en un beso y puso su mano en mi entrepierna, a lo cual solo pude responder con un gemido. Alex se levantó y tumbandome en la mesa, sumergió su cabeza en mi entrepierna. Comenzó dándome mordiscos en los muslos antes de darme el primer lengüetazo en mi raja, seguido de un segundo, tercero… puff estaba super cachonda y él lo sabía, abrió mis labios vaginales y se centró en mi clítoris, no tardé mucho en correrme en su boca.

Inmediatamente me levanté, le bajé los pantalones juntos a los calzoncillos, su polla estaba ya muy dura, el otro día en el baño todo pasó tan rápido que no me percaté de su enorme tamaño, me quedé unos segundos mirándola y acto seguido le cogí la polla por la base, a la cuál le di una lamida desde la base hasta el grande, seguida de un beso en su glande. Volví a repetirlo un par de veces antes de introducirla poco a poco en mi boca a lo que él respondía con tenues gemidos. Comencé a introducirla más hondo y a un ritmo mayor, mirándolo de vez en cuando a los ojos.

  • Como sigas así me voy a correr.

Hice caso omiso y se le comí con más jamás, quería sentir su leche calentita en mi boca y no pensaba dejar que saliese nada. Aceleré aún más mi ritmo y puse una de mis manos en su base pues no podía con toda ella en mi boca de la grande que era mientras con la otra le acariciaba los huevos. Alex estaba a punto, se le notaba en su forma de gemir. A los pocos segundos unos chorros de semen emergieron a mi boca, a la vez que lo escucha gemir fuertemente, me tragué todo su semen y se la lamí hasta dejársela bien limpita.

Alex me cogió y me levantó, sin esperar nada, me dio media vuelta me echó hacia adelante y con el cuerpo apoyado en la mesa, me la metió desde atrás sin compasión, entera de golpe. Empezó a follarme rápido y fuerte, agarrandome del pelo con una mano y la otra en mi espalda evitando que me levántese, lo que me ponía muy cachonda. Seguimos en esta posición un rato largo, en el cual mi querido profesor no me habla aminorado su ritmo y dejaba que me pusiera recta. Al rato Alex paró y se sentó en su silla invitándome a sentarme encima de él, cosa que hice sin dudarlo, pero dándole la espalda. Comencé llevando yo el ritmo, algo más lento y pausado que el que llevaba Alex antes. Cambié a unos golpe profundos y secos lo que me ponía mucho… empezaba a estremecerme de nuevo, iba a correrme de nuevo. Alex tenía sus manos entre mis caderas y mis tetas. Y al ver que iba a correrme se puso a besarme el besarme el cuello, lo que acabó de encenderme y me corrí encima de su polla.

Paré por un momento, lo necesitaba. Pero enseguida Alex retomó el control aún en la misma posición, y a ver con lo rápido que respiraba no iba a tardar en correrme así que me levanté, y me puse mirándolo, y comencé a follarlo moviendo mi culo a la vez que lo miraba a los ojos. No tardó nada en correrse, cosa que hizo dentro de mí.

Nos levantamos, nos vestimos y nos dirigimos cada uno al baño a asearnos. Volvimos a la clase y tomé mi clase de guitarra entre algún roce que otro. Aprendí una canción nueva, con algún nuevo acorde, pasada ya la hora me fui a casa, tras volver a besarnos y darnos personalmente nuestros números de teléfono.