Clases de Educación Sexual, 1º curso
Creo que a todo el mundo le gustaría recibir esas clases de eduación sexual, y ahora, ser los profesores para darlas.
He escrito este relato para reivindicar el derecho que tenemos todos a recibir una Educación Sexual, como parte de lo que debería ser la formación integral que recibimos en los Colegios para formarnos como personas y tener la máxima información sobre algo que va a ser básico para nuestra felicidad futura y una mejor relación con nuestras parejas, pidiendo que no demos un paso atrás ante todos esos que intentan coartar nuestra libertad y nuestros derechos fundamentales.
A causa del trabajo de mi marido tuvimos que trasladarnos a otra ciudad, por lo que nuestra hija tuvo que cambiar de Colegio con los consiguientes nervios al empezar el curso por tener que hacer nuevas amigas y adaptarse las nuevas circunstancias.
Después de los primeros días ya estaba muy contenta porque ya tenía su grupo de amigas, contándome que en ese Colegio tenían una clase de Educación Sexual, lo que la tenía muy expectante y excitada por lo que podría aprender allí.
En la reunión a la que tuvimos que ir los padres, ya nos habían explicado que iban a tener esas clases, pareciéndoles muy bien a todos, porque es muy necesario que desde pequeños se reciba este tipo de Educación.
Para que la clase fuera más instructiva, decidieron juntar dos cursos de distintas edades y el primer día de clase estaban todos con mucha curiosidad por cómo iban a ser esas clases.
El primer día que llegó la profesora, vieron que era una mujer morena, de unos 40 años, muy atractiva, vestida con una minifalda y camiseta ajustada que dejó a los chicos boquiabiertos, sólo atreviéndose a decir una de las chicas:
.- ¡Qué guapa!
Presentándose seguidamente:
.- Hola a todos. Yo me llamo Eva y os voy a dar las clases de educación sexual con las que espero que aprendáis todos mucho y lo pasemos muy bien. Lo primero, deciros que dejéis atrás la vergüenzas, complejos y miedos que podáis tener. Antes de empezar, lo que tenéis que saber es que sois todos iguales, hombres y mujeres, pero a la vez diferentes, cada uno con sus cualidades y personalidad, pero en el sexo nadie es más que otro y todos somos complementarios dentro del respeto que nos tenemos que tener unos a otros. En las relaciones sexuales no mandan los hombres ni las mujeres; habrá momentos en los que los chicos llevéis la iniciativa y en otros serán las chicas y eso va a ser muy bueno para los dos, porque cada uno debe buscar su propio placer, pero también preocuparse de estar dando placer a tu pareja. El sexo es para disfrutar, y nunca debe utilizarse para hacer daño ni humillar a nadie. Y antes de pasar a la parte práctica, sólo deciros que podéis hacerme todas las preguntas que queráis o las dudas que tengáis sin ninguna vergüenza, porque aquí todos venimos a aprender.
.- ¿Cómo va a ser la parte práctica?
.- Eso ya lo iréis viendo poco a poco. Lo primero que vais a hacer es desnudaros todos para que veamos las diferencias que hay entre unos cuerpos y otros y como van cambiando rápidamente a vuestras edades.
Al decir eso, se oyó un murmullo entre comentarios y risas nerviosas por lo que tenían que hacer, debido al lógico pudor de quien no está acostumbrado a mostrarse desnudo ante los demás.
.- ¡Vamos, chicos!, el cuerpo es algo natural y no debe avergonzarnos mostrarlo. Todos vamos a estar igual.
Poco a poco, todos fueron desnudándose, costándoles un poco más quitarse las bragas y los calzoncillos.
.- ¡Venga, rápido, toda la ropa fuera, que se pasa el tiempo y hay que dar más cosas.
Finalmente, todos se quedaron desnudos, mirándose de reojo unos a otros y tapándose el sexo con las manos, algunos todos rojos.
.- Sí, venga, no tengáis vergüenza de miraros…..
Y dirigiéndose a una de las más pequeñas:
.- Rebeca, ven, ponte aquí delante de todos. Ella está empezando lo que se llama la pubertad. Su cuerpo empieza a tomar formas femeninas, como el crecimiento de los pechos que podéis ver como ya tiene unos bultitos con los pezones en punta empezando a desarrollarse. Fijaros en su vagina, la tiene todavía cerradita y sin ningún vello todavía. Permíteme un momento, cariño.
La profesora separó con sus dedos los labios vaginales de la niña mostrando a los demás su interior rosado con el pequeño agujero, que al abrirlo más, se podía ver su himen intacto, demostrando su virginidad. Los chicos miraban sin pestañear y escuchaban atentamente las explicaciones que les daban, estando ellas también muy interesadas en conocer su anatomía.
.- ¿Os fijáis en esta telita de piel? Se llama el himen y al introducir el pene u otro objeto en la vagina, se rompe, produciéndose lo que se llama “perder la virginidad”, lo que sucede normalmente en la primera relación sexual. Cómo veis, Rebeca todavía es virgen, aunque es normal, porque es muy pequeña todavía (provocando las risas picaronas de los demás).
Diciendo uno de los chicos:
.- Pero seguro que se mete el dedo…. (Con más risas todavía, ante la vergüenza de Rebeca).
.- Bueno, eso no nos importa, cada una hace lo que quiere con su cuerpo, y si la apetece, hace muy bien. Tú no hagas caso, Rebeca, que ellos también harán de las suyas. Ahora vamos a ver a una chica algo mayor, Elisa, ponte aquí, por favor.
Elisa se puso delante de todos, mostrando su incomodidad ante las miradas que se fijaban en ella.
.- En Elisa vemos la diferencia con Rebeca. Ella ya tiene los pechos formados, aunque son todavía pequeños, pero ya veis como los pezones se han agrandado y su aureola rosada alrededor. También han empezado a crecerle estos vellos finos que cubren su pubis y como vemos, su rajita se ve un poco más abierta que la de Rebeca, viéndose claramente la diferencia entre los labios externos ya formados y los internos, que si la abrimos un poco con los dedos, podemos verlos perfectamente. Túmbate en la mesa, Elisa, para que lo veamos mejor.
Todos se pusieron alrededor de la mesa donde se había colocado Elisa con las piernas abiertas para que la profesora mostrara a los demás el interior de su vagina, llevándose la sorpresa de que al abrirla más, vio que ya tenía el himen roto:
.- ¡Vaya! Parece que ya has perdido la virginidad. ¿Os fijáis como tiene el agujero más grande, sin restos de esa tela que tenía Rebeca? (Levantando las exclamaciones y risas de los demás).
.- ¡Bueno, silencio!, no pasa nada. Muchas chicas a vuestra edad ya pierden la virginidad. Hay algunas que son más precoces que otras. No te pregunto con quien fue, Elisa, porque eso es tu intimidad. (Que estaba toda avergonzada con lo que se había descubierto).
Diciendo uno de los chicos:
.- A Elisa la follan los mayores. Es una puta.
Levantándose otra vez el murmullo entre todos.
¡Vale, ya está bien! ¿Qué os dije antes del respeto que nos teníamos que tener entre todos? No voy a tolerar que digáis esas cosas. Sigamos y centrémonos en la clase, porque ahora os preguntaréis como es la vagina de una mujer adulta.
.- Yo ya sé cómo es, se la vi a mi madre. La tenía llena de pelos.
.- Bueno, me parece muy bien, pero habrá muchos que no habrán visto ninguna, así que yo os voy a enseñar la mía para que lo veáis bien.
El ruido en la clase volvió a elevarse con las exclamaciones y comentarios de todos.
.- ¡¡Silenciooo!! Ya sé que no estáis acostumbrados a estas cosas, pero tenemos que empezar a verlo con normalidad y no asustarse por todo. Vamos, acercaros a la mesa.
Eva, la profesora, se bajó las bragas, sentándose en la mesa con las piernas flexionadas para que se viera perfectamente su vagina:
.- Mirar, como es muy diferente de las de Rebeca y Elisa. A partir de la adolescencia empieza a cambiar haciéndose más grande y pudiéndose ver completamente formados los labios externos, los internos, todos los pliegues que se forman en su interior y ya se puede observar muy bien el clítoris, que siendo niñas, lo tenéis más oculto.
.- ¿Y sus tetas como son, profe? (preguntó el más descarado)
.- Tenéis razón, tendré que enseñároslas, aunque supongo que habréis visto muchas tetas ya.
La profesora se quitó la camiseta y el sujetador quedando sus tetas a la vista de todos. Eran de un tamaño grande con las aureolas y los pezones oscuros.
Los chicos miraban con los ojos como platos, asombrados de lo que estaban viendo, a su profesora desnuda mostrándose ante todos ellos, para muchos sería la primera vez que veían a una mujer desnuda tan cerca, con la vagina completamente abierta ante sus ojos, con un poco de vello recortado en su pubis y lo mojados que se ponían sus dedos al pasarlos por su abertura para descubrir su clítoris, haciéndolo más visible a los demás, a algunos les había provocado una erección que ya no podían disimular, de lo que se dio cuenta Eva, diciéndoles:
.- ¿Os fijáis como se han puesto los chicos al verme? De eso hablaremos en la próxima clase, porque se nos ha acabado el tiempo.
Después de una clase como esa, los ánimos de todos estaban bastante alterados, como pude ver en mi hija cuando llegó a casa y empezó a contarme detalladamente todo lo que había pasado en ella, muy entusiasmada, y que os acabo de relatar, esperando con muchos nervios la próxima clase porque iba a tratar sobre los chicos y eso la tenía muy interesada, jaja..
Llegó ese día y nuevamente les mandó desnudar a todos para dar la clase, haciendo ponerse delante de todos a uno de los más pequeños, Fernando, empezando a explicar.
.- Cómo veis, a Fernando tampoco le ha salido todavía nada de vello y su pene y testículos todavía son pequeños teniendo su glande cubierto por la piel, pero si se lo tocamos un poco (con permiso, Fernando), vemos como enseguida aumenta de tamaño poniéndose muy duro totalmente levantado hacia arriba y quedando su glande al descubierto. Si esto no pasara, es que habría un problema que habría que corregirse por el médico haciendo una pequeña operación que permita a la piel bajar del prepucio, que es esta pielecita pequeña que vemos en su parte inferior.
En esta ocasión fueron las chicas, las que más exclamaban con una risa nerviosa, aunque todavía les faltaba alterarse más con el siguiente chico que se puso delante de todos. Esta vez le tocó a Carlos, uno de los más mayores, en el que se apreciaban claramente esas diferencias que iba a explicar la profesora:
.- Al igual que vimos el otro día, con las chicas, a Carlos ya le ha crecido el vello bastante, sus testículos más grandes ya le cuelgan más y su pene ya tiene un buen tamaño como podéis ver, que al estimularlo va a crecer mucho más.
La erección de Carlos se hizo evidente enseguida, con la pequeña masturbación que le estaba haciendo su profesora, a la que se notaba más entusiasmada que con el pene de Fernando, diciendo finalmente:
.- ¡Es un pene hermoso!. Fijaros como se notan ya estas venas más oscuras a lo largo de su tronco. Se ha puesto así porque se ha llenado de sangre, que es lo que le hace estar duro y aumentar de tamaño, con el glande brillante y humedecido porque le ha empezado a salir el líquido preseminal, que es anterior al semen que se eyacula posteriormente cuando se le estimula.
Eva no dejaba de tocar el pene de Carlos, pasando su mano una y otra vez por él, dejando ver su excitación al hacerlo y escapándosele el comentario.
.- Está muy apetitoso. Casi dan ganas de chuparlo, ¡eh!, chicas…… (Provocando sus risas y nuevos murmullos).
Y añadiendo:
.- Bueno, habrá chicos a los que les apetezca también, aquí no se discrimina a nadie.
Como otra vez se le alteraba demasiado la clase, la profesora decidió pasar a otra cosa, que iba a ser más emocionante todavía para el género femenino.
.- El otro día vimos cómo era la vagina de una mujer adulta, así que esta vez vamos a ver el pene de un hombre, por lo que he llamado a Pablo, el conserje, para que nos ayude con esta clase.
Este comentario provocó las caras de asombro de las chicas, y algunas se tapaban la cara de vergüenza, por lo que la profesora, ya con el Conserje en clase, un hombre de unos 50 años, que siempre estaba mirando de forma libidinosa a las alumnas, continuó:
.- Supongo que alguna de vosotras ya habréis visto el pene de un hombre mayor, probablemente a vuestro padre, así que ya sabréis como son, pero otras puede que no tuvierais la ocasión de verlos, así que fijaros bien.
El Conserje, a indicación de la profesora, se bajó el pantalón, mostrando su pene ya casi en semierección, lo que la sorprendió, aunque supongo que comprendería que su excitación por mostrarse así ante las alumnas, lo habría provocado y antes de que ella empezara a explicar, ya tenía una erección completa, mirando las más atrevidas fijamente, mientras otras se tapaban la cara mirando entre sus dedos:
.- Jaja, causa impresión verlo, la verdad, pero este es el pene de un hombre adulto, perfectamente formado, grueso y largo, con todas las venas muy marcadas, como veis y el glande, enorme también, en forma de bellota. No sé si os parecerá bonito o quizás prefiráis el de los chicos de vuestra edad, pero cuando seáis un poco mayores, algo así os llevará a la gloria.
Interviniendo el Conserje:
.- Las que quieran pueden tocar también.
Diciendo la profesora:
.- Bueno, no sé si alguna se atreverá, pero pueden hacerlo, claro.
Una de ellas, llamada Ana, fue la primera que se acercó y alargó su mano hasta agarrarlo bien, haciendo Pablo que se lo moviera pasando su mano de arriba abajo ante la cara de curiosidad de la niña que parecía entusiasmada por tenerlo en la mano, lo que animó a las demás que también se acercaron a pasar su mano por él, ante la alegría del Conserje, que nunca se imaginaría que algo así le pudiera pasar y viendo la profesora que ya se estaba excitando demasiado, quiso terminar la clase ante la decepción de todas las que rodeaban al Conserje, que dijo demasiado animado:
.- Bueno chicas, ya tendréis otra ocasión, lo que daba a entender que muchas de ellas no sería la última vez que se la tocarían.
Después de explicar en las anteriores clases las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres, en la próxima clase ya se avanzó un poco más en lo que es la sexualidad propiamente dicha y se empezaron a dar clases prácticas de cómo se pone un preservativo:
.- Muchos ya sabréis lo que es esto (enseñándoselo a la clase), es un preservativo, también llamado condón y se utiliza en las relaciones sexuales para evitar embarazos no deseados y el contagio de enfermedades relacionadas con la práctica del sexo. Hay que ponerlo en el pene de los chicos y tanto ellos como nosotras tenemos que saber cómo debe ponerse, así que hoy vamos a practicar eso. Nicolás, por favor, acércate aquí.
Nicolás era uno de los chicos que tenía el pene más grande y por eso Eva se había fijado en él para poder explicar mejor como se ponía el preservativo.
.- Antes de poner el preservativo, el chico tiene que tener el pene bien duro para que no se salga, así que lo primero que vamos a hacer es que Nicolás se empalme bien, tocándoselo y masturbándolo un poco….. ¡Vaya!, qué rápido, Nicolás, que maravilla. Está perfecto ya.
Las chics, como siempre, estaban especialmente atentas cuando la clase trataba sobre los chicos y con sus risas y comentarios nerviosos no podían estar en silencio:
.- Bueno, chicas, un poco de calma. Fijaros todos ahora bien como se hace. Para sacar el preservativo de la bolsita hay que hacerlo con cuidado para no rasgarlo, haciéndolo por esta marca que veis aquí. Se abre un poco y sacamos el preservativo que está todo enrollado, lo desplegamos un poco y ahora ponemos los dedos en la punta y con la otra mano vamos metiendo el preservativo en el pene manteniendo apretada la punta del preservativo para que no nos quede un bolsa de aire ahí y vamos llevándolo hacia atrás del pene desenrollándolo hasta quedar completamente puesto. Como Nicolás tiene el pene grandecito, el preservativo se queda perfectamente ajustado a él, que es como tiene que quedar. También hay varias tallas para adaptarse a todo tipo de penes. Ahora quiero que os pongáis en parejas y que ellas se los pongan a los chicos.
Empezó a formarse un pequeño revuelo entre todos para ponerse en parejas, hasta que finalmente quedaron todos emparejados, diciendo la profesora a las chicas:
.- Ya sabéis, lo primero ponérsela dura al chico.
Todas empezaron a masturbar a los chicos riéndose nerviosamente, porque aunque muchas de ellas sería la primera vez que tocaban el pene a un chico, otras ya tenían más experiencia y sabían hacerlo mejor.
.- Ahora ponerles los preservativos, a ver como lo hacéis…… Muy bien, Lorena, así se hace. Silvia, acuérdate de sujetar la puntita para que no quede aire dentro. Bien ¿Habéis terminado todas ya?
.- Sí……. Pero a Fran se le sale.
.- Es que la tiene pequeña todavía y el preservativo es grande para él, pero está muy bien, Carla. Bueno, ahora pasemos a otra cosa. Ya sabéis como se masturba a un chico, ¿no? Lo habéis estado haciendo ahora un poco para ponérselas duras, pero eso puede seguir haciéndose hasta que el chico se corra, o sea, que le salga el semen, cuando se tiene, claro, porque a alguno de vosotros todavía no le debe de salir nada. Pero fijaros, vamos a hacer la demostración con Carlos, que es de los mayores y ya te saldrá semen ¿no?
.- Sí, ya me sale, profe.
.- Perfecto, vamos a ello. Fijaros, empezamos poco a poco moviendo el pene y sacando el glande fuera. Tener cuidado al rozarlo con los dedos, porque es muy sensible y podéis hacerles daño. También podéis echar un poco de saliva para que la mano resbale mejor en el pene y para que ellos tengan una mejor sensación hasta que empieza a salirles este líquido transparente y pegajoso, ¿lo veis?, como se moja la mano… y así ahora ya se la podemos pasar mejor por el glande sin que sea molesto, siendo más placentero para ellos. ¡Atención, chicas! Este líquido transparente que sale al principio ya os puede embarazar, porque tiene espermatozoides, así que cuidado con las penetraciones que hagáis sin preservativo.
Las chicas, sobre todo, seguían sin perderse ojo de lo que hacía su profesora con Carlos, pasando una y otra vez su mano por su pene, cada vez más hinchado y con el glande rojo y brillante. De pronto, Carlos empezó a gemir más fuerte y un chorro de semen salió disparado de su pene, causando el asombro de las crías:
.- ¡¡Aaahhh!! Cuanto le sale, jaja. Me ha manchado……
.- Bueno, ya habéis visto como se hace. A cada chico le gustará de una manera, más rápido, más despacio……., pero la forma de hacerlo es esta. Ahora vamos con las chicas, una voluntaria para hacer la demostración……
Como nadie salía:
.- Venga, Marga, tu misma, túmbate en la mesa y abre las piernas.
Ella obedeció y se dejó hacer por la profesora:
.- Fijaros, tiene la vagina ya un poco mojada, supongo que será por todo esto que hemos estado haciendo, jaja, pero bueno, así lo tenemos más fácil. Tenemos que empezar a acariciarla abriendo la rajita según se vaya mojando, cada vez más, pero al igual que con los chicos, hay que esperar hasta que estén excitadas para que las caricias no sean molestas, haciéndolo poco a poco al principio. Mirar, Marga ya se ha mojado bastante y los dedos resbalan fácilmente por su entrada. Fijaros ahora en este capuchón en la parte superior. Ahí está el clítoris, el órgano de máximo placer en las mujeres. No tenéis que tocarlo directamente al principio, porque puede ser molesto también. Hay que esperar hasta que se hinche, porque en realidad es una especie de pene que tenemos las chicas, pero que está oculto y puede llegar a ser bastante grande, pero solo vemos este botón que sobresale al abrirlo ¿lo veis?
Esta vez eran los chicos los que miraban con más atención, sin querer perderse detalle de lo que hacía la profesora, ya que todo eso que estaba explicado era desconocido para ellos.
.- Ahora podéis empezar a meter los dedos, cada vez más adentro, primero uno, luego dos y los que entren, acariciando también el clítoris por encima muy suavemente observando cómo le gusta a la chica, si más fuerte o más suave y si la estamos dando placer. A algunas las gusta más que las metan los dedos y otras prefieren acariciarse el clítoris para llegar al orgasmo. Ella empezará a gemir cada vez más fuerte hasta que consiga llegar a él, lo que será muy placentero. Algunas pueden tener varios orgasmos seguidos y otras tendrán uno, pero más intenso. Ya sabéis que cada persona somos distintas y tenemos que conocer nuestro cuerpo y el de los demás para saber cómo darnos más placer.
Ante los toqueteos de su profesora, Marga acabó corriéndose entre sus dedos entre los aplausos de los chicos entusiasmados por lo que habían visto.
.- Para terminar hoy la clase, ahora podéis practicar entre vosotros, pero esto es voluntario, sólo los que queráis. Os volvéis a poner un chico con una chica y os masturbáis mutuamente hasta que os corráis.
Al principio, pocos se pusieron a ello, pero fueron sumándose los demás, unos con más acierto y otros con menos, presentando la clase el momento más morboso desde que habían comenzado estas clases de Educación Sexual, perdiendo un poco el control de la profesora sobre la clase por el alboroto que se estaba formando, así que decidió dar por terminada la clase.
El siguiente día que hubo clase, antes de empezar, la profesora nos preguntó:
.- ¿Qué os han parecido los primeros días de clase? ¿Habéis aprendido mucho?
.- Sii…, nos gustan mucho.
.- Me alegro. Hoy vamos a avanzar un poco más en las clases prácticas. Vamos a tratar el sexo oral. Muchos habréis oído ya algo sobre eso de chupar pollas y puede que alguna de vosotras ya se lo haya hecho algún chico.
Algunas de ellas se rieron mirándose unas a otras, señal de que algo habían hecho ya.
.- No pasa nada. Es normal. De todas formas vamos a explicarlo para las que no sepan y para que lo hagamos mejor. Primero se lo voy a hacer yo a uno de los chicos y luego lo hacéis vosotras. A ver, un voluntario para salir aquí.
Varios se apresuraron a levantar la mano. Estaba visto que a todos les apetecía que la profesora les chupara la polla.
.- Bueno, tranquilos. Dejarme ver quien tiene un buen pene para que podamos verlo todos bien. Oye, Jorge, a ti no se te puede descubrir el glande. Te duele si tiro hacia atrás, ¿no? Tienes que decírselo a tus padres para que te lleven al médico y podértelo corregir. Bueno, ven tú mismo Iván, que la tienes muy bonita.
Iván se adelantó orgulloso y se puso al lado de la profesora, que se agachó para empezar a darle sexo oral.
.- Para empezar este tipo de práctica, no es necesario que el pene esté en erección, porque con la boca ya podemos estimularlo para que crezca, pero las mujeres creo que preferimos empezar a chupar cuando está bien duro. Cada una puede hacerlo como le guste más o como se lo pida el chico, pero está bien empezar lamiendo el glande pasando la lengua alrededor para luego meterlo en lo boca causándonos una sensación muy rica al estar mojado con nuestra saliva. Podemos seguir jugando con el pene en nuestra boca, metiéndolo y sacándolo como si fuera una masturbación, cada vez más adentro hasta llegar a nuestra garganta, dándole al chico una sensación parecida a la de estar penetrando un coño. Voy a hacérselo a Iván para que lo veáis en la práctica.
La profesora empezó a chupar la polla de Iván tal como había indicado, dándole un gran placer al chico que sujetaba su cabeza para que no parara, metiendo su polla hasta el fondo y después de varias veces haciendo eso, dio un grito corriéndose saliendo parte del semen por la boca de Eva, tragándose parte de él, y diciendo a la clase:
.- Cuando se corra el chico, a la que le guste se puede tragar el semen, que es muy rico y sano, pero a la que no le guste puede escupirlo o pedir al chico que la avise cuando se vaya a correr para no recibirlo en la boca y la resulte desagradable. Bueno, ya lo habéis visto, ahora poneros en parejas y lo practicáis vosotros.
Al final, parece que se quedaron dos chicos solo, diciéndola a la profesora:
.- Nosotros no tenemos pareja.
.- Pues si no os importa, os la podéis chupar uno al otro.
Los chicos se quedaron sorprendidos por lo que les decían, quedándose parados……
.- Bueno, sino queréis no pasa nada. A lo mejor os podéis cambiar por otros a los que les gustaría más.
Preguntando a los demás, dos de ellos se ofrecieron para chuparse la polla mutuamente y así quedó arreglado el problema.
.- Pues venga, chicas, a empezar……..
Todas se pusieron a chupar la polla de sus parejas, algunas en principio con algún recelo, al no haber lo hecho nunca, pero enseguida se notó que las gustaba y todas disfrutaron de ello haciendo disfrutar a los chicos también. La mayoría de ellos acabaron corriéndose, excepto los que todavía no les salía semen, pero disfrutaron igualmente de la felación recibida.
Al terminar, la profesora les recordó:
.- El sexo oral no sólo para los chicos. También lo podemos recibir nosotras y aunque haya algunos a los que no les gusta o no saben hacerlo bien, tienen que aprender también a darnos gusto con la lengua, jaja. Vamos, Julia, túmbate en la mesa. Te lo voy a hacer yo para que los demás vean como se hace.
Después de dar unas explicaciones, la profesora empezó a lamer la vagina de Julia, pasando la lengua por su abertura, metiéndola cada vez más adentro y entreteniéndose luego en su clítoris que ya sobresalía ligeramente por la excitación, provocándole los gemidos más fuertes a la niña hasta el grito final que indicaba que había tenido un orgasmo.
.- Ya habéis visto como se hace. Vamos, ahora los chicos a comerles el coño a las niñas, a ver como lo hacéis.
Ellas se fueron colocando como pudieron dejando que los chicos metieran la cabeza entre sus piernas para empezar a lamerlas. Algunos empezaron a hacerlo torpemente teniendo que corregirlas la profesora, pero al final todos fueron aprendiendo a hacerlo bien, empezando a darles gusto a ellas, manifestándolo algunas más que otras.
Al terminar la clase, la profesora les advirtió:
.- El próximo día seguiremos con las clases prácticas y empezaremos ya con las penetraciones. Como habrá niñas que todavía sean vírgenes o que sus padres no quieran que ya empiecen a follar, las que queráis hacerlo tenéis que venir con un permiso firmado de vuestros padres, para que luego no haya problemas.
Como la mayoría de ellas querían empezar a follar ya, alguna de ellas que no se atrevieron a preguntárselo a sus padres o que sabían que no las darían permiso, planearon entre ellas falsificar los permisos, imitando la firma de sus padres, por lo que en la siguiente clase, casi todas acabaron presentando el permiso de sus padres que les había pedido la profesora, no poniendo objeción a ninguna.
.- Hoy vamos a ver las diferentes posiciones en las que se puede hacer la penetración. Las más comunes son con la chica tumbada y el chico encima, que es el que tiene que moverse para darse placer él y dárselo a la chica. Esta es la más clásica y suele llamarse la del “misionero”, pero tiene otros nombres según el país. Otra bastante común y cómoda, según donde estemos es con el chico sentado y la chica encima, de forma que ella es la que puede marcar el ritmo de la penetración, haciéndolo más rápido o despacio y colocándose de forma donde sienta el mayor roce de placer. En esta posición, el chico puede tocar el pecho de la chica, el culo y todo su cuerpo, teniendo algunas variantes en las que los dos disfrutan mucho. Otra que suelen llamarla a cuatro patas o la del “perrito” es muy habitual también, porque suele ser la preferida de muchas chicas y chicos, donde él tiene libertad de movimientos para hacer la penetración con la vista del culo de la chica, que recibe una penetración muy profunda y una buena estimulación en su clítoris. Hay muchas más, como habréis visto en los vídeos porno que hayáis tenido oportunidad de ver y ya es cuestión de cada uno utilizar una u otra, pero normalmente cada pareja suele utilizar las que le facilitan llegar al orgasmo con más facilidad, o la más cómoda para ellos, aunque en algunas hay que tener una buena forma física.
.- ¿Cuándo empezamos, profe?
.- Si, ahora mismo, pero primero quiero ver como lo hacéis y los chicos lo van a hacer conmigo para indicarles como tienen que moverse, pero eso sí, quiero veros a todos con el preservativo puesto, porque cuando vayáis a tener sexo con una chica o varias en grupo, es muy importante usar preservativo para cuidarnos.
Los chicos miraban a la profesora sorprendidos y excitados a la vez, porque iban a poder follar a su profesora, algo que seguramente estarían deseando desde que empezaron las clases de educación sexual.
La profesora se sentó en la mesa, con las piernas dobladas para dejar a la vista su coño y facilitarles la penetración.
.- Bueno, ir pasando de uno en uno y me la metéis, pero un ratito sólo, ¡eh!
Los chicos formaron una fila para ir metiéndosela a la profesora, y una vez iniciaban la penetración, ella les indicaba el ritmo al que debían hacerlo, ocasionándoles un gran placer a todos, tanto que algunos no podían aguantarse y se corrían en el poco tiempo que ella les dejaba estar dentro.
.- Eso es normal, las primeras veces es difícil controlarse, pero luego iréis aguantando más.
La profesora, desde luego, estaba disfrutando de lo lindo, con todos los chicos follándola, llegando ella también a varios orgasmos con ellos y una vez que terminaron todos:
.- Ahora, como siempre poneros en parejas y escoged la posición que más os guste para hacer la penetración. Para hacer esta práctica, va a venir el Conserje otra vez, para que lo haga con las más mayores, y las que se atrevan, para que notéis como la vagina se acaba adaptando al pene que la penetra, pudiéndose dilatar mucho, aunque a veces puede doler si es demasiado grande y no disfrutar como debiéramos.
El Conserje volvió a entrar en la clase, para ayudar a la profesora, que comentó:
.- Como os dije, con él mejor que sólo lo hagan las más mayores y las que ya no sean vírgenes, para que no sea doloroso, ¿de acuerdo?
En principio, cuatro de las chicas se pusieron a su lado para probar lo que se sentía con una polla de ese tamaño, así que el Conserje fue follándolas un rato a cada una, para evitar correrse demasiado pronto y que todas pudieran probarla, aunque después de haberles hecho la segunda penetración, ya se corrió en una de ellas, dentro del preservativo, claro, quedándose las demás un poco decepcionadas por no poder seguir haciéndolo, al tener que descansar un rato para recuperarse.
Entre los demás, muchos escogieron la posición del perrito, otros se sentaron en una silla para que ellas se sentaran encima y otras se tumbaron en el suelo. Así estuvieron durante un rato follando toda la clase, pero eso solo fue el principio, porque en las siguientes clases fueron perfeccionando todas las técnicas del sexo que les iba explicando la profesora.