Clara y su hermano (4) Me gusta calentarlo

Me gusta calentar a mi hermano y a él le pasa lo mismo. Cada día que pasa estoy mas excitada y se lo voy haciendo saber

Al otro día, intenté sin éxito evitar a mi hermano durante toda la jornada, aunque fuera muy difícil, casi imposible.

Ramiro no salió de su habitación mientras todos desayunábamos, lo que me puso un poco más fáciles las cosas en las primeras horas del día. Lo primero que hice fue decirle a Sebastián que yo llevaría a los chicos al colegio porque después tenía que ir a llevar unas cosas al correo.

Acá hago la salvedad de aclarar que trabajo vendiendo cosas a través de una página de ropa y decoración que armé, y la mayoría de los envíos son por correo. Salvo en contadas excepciones en donde los envíos los hago yo personalmente. Le dije que después iba a comprar cosas para vender y era verdad, aunque mi principal motivación era evitar a mi hermano

Así me fui a Tigre a recorrer unos talleres, comprar unas flores secas y otros objetos para armar y vender. Decidí tomarme más tiempo de lo habitual y mue fui al Puerto de Frutos a recorrer sus calles y muelles. Como lo imaginaba, estaba vació de gente y solo se veían trabajadores cargando y descargando los barcos que van a las islas y algún que otro proveedor perdido recorriendo los locales. Aproveché ese tiempo y esa soledad para intentar aclarar mis pensamientos. Estar en un lugar al que solía ir cuando está repleto de gente y encontrarlo totalmente vacío del ruido me trasmitía una paz mental que me envolvía.

No podía dejar de pensar en lo vivido con Ramiro. Por instantes dudaba si se trataba de un sueño o si lo había vivido en la galería de mi casa de noche y con mi familia dentro, tal como había ocurrido

Después de recorrer el puerto seguí caminando y me fui a almorzar a un restaurant con vista al río al que siempre me gusta ir. El día estaba espléndido y por el río pasaban kayaks y canoas. Se podía ver claramente la costa de enfrente, también con los trabajadores habituales. En un momento, reparé en un chico de unos 25 años que estaba trabajando con el torso descubierto y tenía un cuerpo impresionante, como el de mi hermano y no pude evitar el recuerdo de él. Seguí almorzando y pensando y de a poco la culpa que sentía se iba disipando. Quise convencerme de que todo había sido un juego, peligroso, sí, pero un juego al fin.

Cuando estaba pagando la cuenta para irme, veo que en una de las canoas que pasan iba el joven que había estado mirando. Iba junto a dos compañeros más y al verme se para haciendo equilibrio en la canoa y me grita “Adiós hermosa” yo me sonrío ampliamente y lo saludo con la mano. Veo mientras se alejan como él y sus compañeros se codean.

-        Son simpáticos los chicos de Tigre, me dijo la moza

-        Si, muy simpáticos y muy lindos, le dije

-        Si, sobre todo ese, me dijo con una sonrisa cómplice

-        Ah, lo conoces? Le pregunté curiosa

-        Si, si, pasa todos los días

-        Ah

-        Está bárbaro, reconoció la moza

-        La verdad que sí, dije confesándome

La moza, como estaba todo el restaurant vacío y yo era la única cliente se dedicó a contarme más sobre este chico, se llamaba Luca y como era. No quise ser indiscreta, pero me dio la sensación de que alguna vez había pasado algo entre ellos. Me enteré que ella se llamaba Sabrina y que trabajaba ahí por las mañanas y estudiaba diseño gráfico. Después de un rato de charla me fui para el lado de mi casa e hice un poco de tiempo para pasar a buscar a los chicos por el colegio. Misión cumplida. Había evitado todo contacto con mi hermano. O al menos eso creía

Cuando llegamos con los chicos, Ramiro estaba en el living tirado en short y remera mirando su teléfono con la TV encendida de fondo.

-        Hola, le dije y evité mirarlo

-        Hola, me dijo

-        ¿Cómo estás?

-        Bien, vos? Me preguntó y sentí que esa pregunta iba más allá de la formalidad

-        Bien, un poco rara, le confesé

-        Si, de eso te quería hablar, me dijo él

-        Ahora no, le dije porque los chicos estaban aún dando vuelta

-        Si queres después salimos a caminar, me dijo él

-        Si si, le dije

Me pareció perfecto el plan para hablar del tema, sin nadie que anduviera revoloteando y nos pudiera escuchar y al aire libre.

Fue así que nos fuimos a trotar un rato y a los 20 minutos empezamos a caminar y a hablar

-        Sobre lo de ayer, empezó él

-        Fue una locura, lo corté

-        Si, fue loco, pero tampoco es para hacer de eso todo un tema

-        ¿Porque lo decís?

-        Porque hoy te fuiste todo el día para evitar verme

-        Nada que ver, tenía que hacer cosas, ir a Tigre y…

-        Y yo no te podía haber acompañado? Me dijo él

Dio en el clavo, porque en su momento lo pensé porque es el lugar muy lindo, pero en realidad lo que quería era evitarlo

-        Si, perdóname, no te voy a mentir a vos

-        Eso me gusta que nos digamos la verdad

-        Es verdad, quería evitarte, fue fuerte lo que hicimos

-        Mmm, sí, pero tampoco es para tanto

-        A vos te parece que no es para tanto? Le pregunté sincera

-        Si, mirá, te voy a hablar con total sinceridad

-        Decime…

-        Estábamos los dos muy calientes…, me dijo directo

-        Si, reconocí

-        Y bueno eso nos llevó a jugar un poco

-        Si si, le dije como aceptando su justificación

-        Y no pasó de ahí

-        Si, si, es verdad, dije yo

En un momento fuimos al house y nos sentamos en una mesa al aire libre con sombrilla y vino una chica a decirnos si queríamos tomar algo. Pedimos la famosa cola con hielo y una rodaja de limón. Esperamos a que volviera con las bebidas para seguir hablando sin interrupción

-        Ahora nos conocemos más en profundidad, dijo él divertido

-        Jaja, si

-        Lo que no quiero, es que esto dañe nuestra relación, me dijo y noté la preocupación en su voz

-        No no, le dije para tranquilizarlo

-        Bueno, entonces la próxima vez invítame a ir a Tigre con vos

-        En 15 días voy y vamos juntos, te lo prometo, le dije con una sonrisa

Nos quedamos en silencio unos diez minutos y al rato apareció la chica a preguntarnos si no queríamos algo más y cuando se fue le lanzó a mi hermano: Si queres algo, me decís y se fue

-        Ah bueno, dije al borde de la indignación

-        ¿Qué pasa?

-        Viste como se te regaló y conmigo al lado

-        No te entiendo, qué tiene de malo

-        No sé, estabas conmigo y aun así…

-        Pero vos no venís con Seba y los chicos siempre acá

-        SI, le dije

-        Bueno, sabe que no somos nada y se tiró un tirito…dijo mi hermano divertido

-        Jaja, que bárbaro

-        ¿Qué pasa? Estas celosa?

-        No, dije mintiendo

-        Un poquito si, dijimos que no íbamos a mentir, me inquirió

-        Un poquito, sí, le reconocí

-        Jaja, viste! Te dije

-        Igual ella no te vio como yo te vi, le dije divertida

-        Claro, vos me conoces mejor, me dijo

-        Si ella supiera lo que tenés, se hubiese lanzado mas

No sé porque hice ese comentario tan subido de tono. Me pareció fuera de lugar, pero el recuerdo de su verga fue más fuerte

-        ¿Te gustó?

-        No empecemos…le dije

-        Bueno, decime solo eso, si te gustó o no

-        Si, contesté lacónica

-        A mí también

-        ¿Qué cosa? Pregunté para saber

-        Las dos cosas, dijo él

-        Mis dos lolas? Le pregunté

-        No no

-        Como? No entiendo

-        Las dos cosas me gustaron, tus tetas y que mostrarte la pija

Creo que casi me caigo de la silla cuando me dijo eso

-        Ay Rami, no me digas esas cosas

-        ¿Por?

-        Sabes…

-        Te calientan? Me preguntó

-        Si, le dije poniéndome de pie para cortar la conversación y me fui para adentro a decir que me pongan la cuenta a mi nombre

Volvimos a la casa hablando de boludeces y él se reía a cada rato. Cuando íbamos llegando nos cruzamos con Lorena que venía en su auto. Se detuvo, dejó el auto y se bajó.

-        Hola, dijo divertida, ¿Ramiro?

-        Si, dijo él mirándola

-        Soy Lorena, y le dio un beso

-        Hola Lorena, dijo él

-        ¿Cómo andan?

-        Bien, contestamos los dos

-        Fuimos a caminar y a tomar algo al house

-        Bueno, cuando quieran me invitan, nos dijo

-        Por supuesto, dijo mi hermano, por mí no hay problema

Noté cierto tono en ese “por supuesto” de mi hermano y no me gustó. Lo confieso

-        Bueno, chau Ramiro

-        Chau dijo él

-        Después te llamo, me dijo a mí y me dedicó una mirada que afortunadamente mi hermano no vio

-        Chau Lorena, volvió a decirle mi hermano

-        Dejá de hacerte el simpático con las MILF del barrio

-        Ya estás celosa de vuelta

-        No, de Lorena no. Le dije

-        ¿Porque?

-        Porque es mi amiga

-        Muy bien, muy bien de tu parte dice él

-        Pero ni se te ocurra, eh! Le dije divertida

-        Bueno, cuando quieras la invitas a casa

-        Nene, es casada y con hijos, como yo

-        Y como Jessica, dijo él

-        Ufff no empecemos con Jessica que terminamos mal, le dije

-        Bueno, no sabes las cosas que me falta contarte

-        Igual no te creo, lo de ayer lo inventaste para podes verme las tetas

-        Te juro que no, me dijo él

-        No sé, no se… le dije divertida

-        Y si te cuento otras cosas que hicimos, te morís

-        Mmmmm, me da curiosidad

-        Bueno, hoy a la noche nos tomamos algo en la galería y te cuento

Que estaba haciendo mi hermano? ¿Quería repetir la escena de la noche anterior? Era una locura

-        Mejor no, no quiero que vuelva a pasar lo mismo, le dije

-        No tiene que pasar lo mismo, solo te contaría

-        Bueno, vemos

Al final esa noche no pasó nada, busqué excusas para que Sebastián se vaya a dormir, pero como no toma vino entre semana, se hizo imposible. Estábamos en la sobremesa los cinco, con los chicos y nos pusimos a hablar de todo un poco. Se estiró hasta las 11 con los chicos y hasta las 12 con mi marido y mi hermano y en un momento Sebastián me mira y me dice, ¿vamos a acostarnos?  y nos fuimos. Estoy segura que Ramiro se quedó con las ganas, como yo

Al día siguiente, misma rutina y le pregunté a mi hermano si no quería hacer algo especial. Me dijo que no tenía nada pensado, salvo ir a comprar algunos libros que solo se conseguían en papel en capital federal, le dije que lo acompañaba y fuimos juntos a recorrer viejas librerías de la calle Corrientes y después nos fuimos a Plaza Italia y a los bosques de Palermo a caminar un poco. Me desafió a comer un choripán en uno de los carritos y obviamente acepté el desafío. Estábamos comiendo y a mí se me cayó un poco de chimichurri en una de mis tetas. No faltó el comentario de él:

-        Queres que te limpie?

-        Jaja, zarpado! Bien que te gustaría, le dijo jugando fuerte

-        Claro que sí, no lo voy a negar

-        Me gusta que no me mientas me dijo ella

-        Nunca te mentí, no como vos

-        Cuando te mentí? Le dije

-        Cuando me dijiste que no me habías querido evadir ayer

-        Es verdad, reconocí

-        Bueno, prométeme decirme la verdad siempre, me dijo él

-        Te prometo, le dije como una novia

-        Me vas a decir que a vos no te gustaría limpiarme si se me cayera a mi acá, y se tocó el bulto que ya se adivinaba en estado expectante

-        Es que…

-        Si o no.

-        Sabes que sí, le dije

Nos volvimos a casa después de conseguir los dichosos libros y como hacía mucho calor nos fuimos a la pileta. Tardé más de la cuenta eligiendo que malla ponerme. Descarté el modelo escandaloso que había comprado recientemente y dudaba entre uno blanco y uno celeste. Me puse el bikini celeste y bajé cuando él ya estaba metido. Me estaba por meter y el me detuvo

-        Pará ¿qué haces?

-        ¿Qué pasa?

-        Ponete protector, me ordenó

-        ¿Vos te pusiste?

-        Claro, es lo primero que hice cuando llegué

En ese momento se me ocurrió hacer algo desvergonzado y me paré al lado de la pileta mientras hablaba con él y comencé a pasarme protector en todas las piernas.

-        En la cara primero, me dijo

-        Estas obsesionado con el tema, le dije

-        Es muy importante

-        Bueno, le dije para que no me aburra con sus clases de protección solar

Seguí pasándome el protector y después de ponerme en toda la cara seguí por el resto del cuerpo, mi abdomen, mi pecho y mis tetas por los bordes del corpiño del bikini. Yo me demoraba más en esa zona para calentarlo, lo reconozco.

-        Pasate bien ahí me dijo

-        Tenés miedo de que me queme?

-        Si, dijo

-        Bueno dije y metí una mano dentro del corpiño y me pasé por el pezón sin que él pudiera ver nada

-        Ufff, dijo

-        ¡Como te gusta mirar, eh!

-        Siiiii, es que estás tremenda!

-        Ramiro! Intenté que se calmara con los comentarios

Ahí me giré y me puse de espaldas a él y me empecé a pasar por las piernas subiendo por la cola, me metí la malla dentro mis nalgas de una manera descarada. Me giré a mirarlo y estaba embelesado

-        No te estás pasando bien, me dijo en un tono pícaro

-        Lo que queres es pasarme vos, ¿no?

-        Sí, me dijo con honestidad

-        Bueno, Esperá, le dije y fui a buscar una toalla para que se seque las manos y me pase protector

-        Ok

-        Vení, le ordené y me acosté en el borde de la pileta, boca abajo

-        Bueno,

-        Donde me puse mal? Le pregunté

-        EN la cola, me dijo

-        ¿Seguro?

-        Seguro

-        Bueno, pásame bien entonces

Ramiro, sin propasarse en ningún momento me pasó protector por la cola y luego subió a mi espalda. Lo hizo con una suavidad y delicadeza dignos de un profesional. En eso estaba cuando tiró suavemente del nudo del corpiño

-        Puedo? Preguntó respetuoso

-        Sí, dale, le pedí

Tiró del nudo y me paso en toda la espalda y en un solo momento su mano se movió por el costado de una de mis tetas

-        Mmmmm, se me escapó

-        ¿Te gusta cómo te paso protector?

-        Sí, realmente sos muy bueno

-        Gracias dijo, y otra vez su mano rozó el costado

-        Mmmmm, esta vez lo hice a propósito y él lo supo interpretar

-        Me alegra que te guste dijo y ahora sus dos manos rozaron los costados

-        Ayyyy Ramiiii, sollocé

-        Relajate, me dijo y sus dos manos se concentraron en los costados de mis tetas

No sé por qué lo hice, pero en ese momento levanté mi cuerpo apoyando mis codos para darle acceso a sus manos. Él entendió, pero no se animó a ir de golpe. Siguió por el costado cada vez más cerca de mis pezones

-        Mmmmm, que bueno dije

-        Y puede ser mejor, me dijo como pidiéndome permiso

-        Siiiiii? Le dije

-        Sí, me dijo él mucho mejor

-        Como le hacías a Jessica? Le dije

-        Jessica, como te dije, no las tenía tan lindas como vos

-        Mmmmm, gracias

-        Es la verdad

-        ¿Y cómo le hacías a Jessica?

-        Así, y sus dedos de ambas manos rozaron mis pezones erectos

-        Aghhhhhh

-        Así, y volvió a hacerlo deteniéndose en mis erizadas puntas

-        Mmmmm, le gustaba?

-        Siiiii, mucho, y a vos?

-        Me encanta, dije ya dejándome masajear las tetas descaradamente por mi hermano

-        ¿Sabes que más hacíamos con Jessica?

-        ¿Qué más? Quise saber

-        Ella me tocaba también, me dijo

-        Uffff, Nooooo

-        ¿NO te animas?

-        La verdad que no…le dije con sinceridad

-        No importa, dejame seguir y en un momento sacó una de sus manos se la metió en su short para sacar afuera la pija

-        ¿Qué haces?  dije mirándolo

-        Me duele de lo dura que la tengo

-        Guardá eso…

-        Dejame, por favor, dijo y volvió al masaje

-        No, atame la malla, dije y levanté y me tiré a la pileta para enfriarme

Lo hizo, me ató la malla y me tiré sin durarlo. El baño de agua fría hizo recomponerme un poco. Ne acerco a la parte baja, donde estaba él

-        ¿Qué pasó? Me preguntó aun con su verga afuera debajo del agua

-        Ramiro, ¡guardá eso!

-        Dale, mirala que te gusta

-        Sí, pero no

-        Dale, y se empezó a pajear debajo del agua lentamente

-        No Ramiro, no, decía yo, pero me acercaba

-        Dale, ¿me mostrás un poco como la otra noche?

-        Mmmmm, no sé, dije con poco convencimiento

-        Dale, por favor dijo el arrodillándose dentro de la pileta para quedar con su mirada a la altura de mis tetas

-        Me paré delante de él a un metro y corrí ambos triángulos de la malla para mostrarle mis tetas

-        Mmmmm, decía sin dejar de pajearse

-        ¿Te gustan?  decía yo al tiempo que me arrodillaba también por el temor incipiente de tener mis tetas tan cerca de su cara

-        ¡Me encantan! Son hermosas, decía él y continuaba su paja

-        ¿Te gustan más que las de Jessica? Volvía sobre el tema. Él lo entendió y me dijo

-        Queres que te cuente y vos representas a Jessica?

-        Si no es muy zarpado, si…le dije totalmente caliente

Los dos estábamos arrodillados en la pileta, el con su short bajado y masajeándose la verga y yo con mis tetas al descubierto y también ya me las estaba tocando

-        A Jessica le gustaba verme como me masturbaba

-        ¿Si?

-        ¿A vos?

-        Siiii, también

-        Ella me dejaba que le toque las tetas para motivarme mas

-        Ya me las tocaste

-        Pero ahora es para que pueda masturbarme… me dijo en un hilo de voz

-        Y vos queres tocármelas? Le dije caliente

-        Es lo que más quiero en este momento

-        Bueno, entonces…le dije

-        Mmmmm, El soltó su verga para apretar mis tetas y masajearlas

-        Mmmmm, murmuré y mis manos se apoyaron sobre las suyas para ayudarlo en el masaje

Estaba al borde del orgasmo, cuando él me dice

-        Jessica estaba muy caliente

-        Como yo

-        Y se quería tocar, pero no se animaba

-        Mmmmm, Ramiro

-        Ella necesitaba tocarse

-        Mmmm si

-        Ella no se pudo resistir y se metió la mano dentro de la bombacha, me dijo jugando

-        Asiii? Le dije y me metí la mano

-        Siiii asíiiiii

-        Aghhhh dije mientras me masturbaba

-        Mmmmm quiero verte, me dijo y me descolocó

-        Mmmmm, siiiii?

-        Siiiiii, quiero ver cómo te tocas y acabás me dijo

-        Siiiii, mirá le dije

Ya había llegado hasta ahí y ahora no iba a detenerme. Me paré mientras él seguía arrodillado masturbándose y me corrí la malla para mostrarle mi concha y como me masturbaba frente a él, mi propio hermano

-        Aghhhhh Dijo él

-        Mmmmm, si mirá! Le dije

-        Me encanta tu concha, me dijo y acabé

-        Aghh ah ah aha ah ah acabooooooo, ah

-        Mmmmm, mírame a mi ahora y se fue a uno de los escalones para que su verga quedara afuera y masturbarse

-        Mmmmm, siiii, dije acompañándolo y sin dejar de tocarme

-        Me encanta mirarte como te tocas me dijo él

-        Y a mí mirarte a vos

-        Te gusta mi pija? Me dijo envalentonado

-        Me encanta… dije

-        Si? ¿Te gusta?

-        Es hermosa… ¿qué le harías?

-        Mmmmm, de todo

-        Aghh Aghh ah ah ah acabo Clari

Un chorro salió disparado con fuerza e impactó en mi hombro, el segundo lo dirigió a mis tetas y yo ayudé poniéndome más cerca y los recibí con placer. Me masajeé las tetas con su semen. EN ese momento no me importó nada. Él acercó su enorme verga para tocar una de mis tetas y cuando lo hizo una nueva convulsión recorrió mi cuerpo en otro orgasmo

-        Aghh ah ah acabo de vuelta

-        Mmmmm, siiiii, te gusta?

-        Mmmmm, si, dije y seguí frotándome la pija

-        Mmmmm, me pasó la cabeza de su verga por mis tetas nuevamente

-        Bueno, ya está, le dije y fui saliendo de la pileta para limpiarme

-        Me encantó dijo mientras me iba

-        A mí también, no te voy a mentir, le dije

Salí de la pileta y me fui a su baño a ducharme para sacarme los restos de semen. Él se quedó en la pileta y volví a meterme. Estábamos charlando de lo que habíamos hecho ya un poco más calmados cuando entraron al jardín Sebastián al jardín con mis hijos. Pero, ¿cuánto tiempo había pasado? ¿Qué hora era?

-        Ah bueno, dijo Sebastián, yo preocupado porque no contestabas y la señorita en la pileta con su hermano

-        Es que nos pusimos a hablar y se nos pasó el tiempo, dijo mi hermano salvándome

-        Te juro que me asusté porque no contestabas, dijo mi marido

-        Perdoname, no me di cuenta, dije

-        Menos mal que por las dudas pasé a buscar yo a los chicos.

-        Sí, menos mal

Mi familia volvió a entrar en la casa y le dije a Ramiro:

-        Tenemos que ser más cuidadosos

-        Es que estábamos muy calientes, me dijo

-        Siiii, como se pasó el tiempo

-        Con vos se me pasa volando me dijo recorriendo mi cuerpo nuevamente

-        Como me encendés le dije

-        Y vos a mi

-        Bueno, tengamos más cuidado

-        Sí, me dijo y me apretó una nalga

-        Jaja, como se te van las manos, eh!

-        Siiii, dijo

Salí de la pileta y me fui al encuentro de mi familia y de mi vida normal

Continuará….

Espero que les haya gustado, pueden escribirme sus comentarios a reybaco2005@hotmail.com