Clara y su hermano (2) Mi hermano me calienta

Ramiro se empieza a soltar con su hermana iniciando un juego peligroso. Ella se calienta mucho y no puede negarlo

Almorzamos con Ramiro y evité en todo momento sacar el tema de parejas, sexo o cualquier cosa. Por suerte él estaba muy suelto para hablar y me contó de mil cosas, de su carrera, de lo bien que le había ido y de sus pocas ganas de volver a Argentina por el momento. Cuando le pregunté porque, me dijo que la calidad de vida de ese país es otra cosa, Si bien yo lo sabía, me costaba entenderlo y me decía que una vez que te vas y vivís sin miedo a un robo, con estabilidad económica y conseguís trabajo relativamente fácil, son cosas que no queres soltar más. Me gustaría que papá, mamá y vos vengan más seguido, me decía. Ya estoy trabajando muy bien y me voy a terminar comprando una casa como esta en poco tiempo. Esto es hermoso, pero vivís encerrada, el tema es que te acostumbraste. Está bien, me decía

El resto del día estuvimos un rato en la pileta y tomando un poco de gaseosa cola sin azúcar, con hielo, que siempre me encantó y yo le pasé el vicio a él. Esas horas de la pileta me dediqué a observar a mi hermano que realmente tenía un cuerpo hermoso. Entendí a Jessica la madre de su amigo, porque si a mí me aparece un pendejo así, no dudo en bajármelo

Fui a buscar a los chicos al cole y él se quedó en su cuarto. Por la noche vino a cenar mi mamá y mi papá (si bien no lo era, yo lo llamaba así) Jorge, el padre de Ramiro.

La cena y la sobremesa con mi marido y los chicos fue todo risas y anécdotas de Ramiro en Australia y algunas nuestras de la construcción accidentada de la casa en la que estábamos. Nos fuimos a dormir con mi marido y los chicos y Ramiro se quedó hasta tarde hablando con papá y mamá.

Al otro día bajamos a desayunar con Sebastián mi marido y los chicos. Puedo ver la puerta del cuarto de Ramiro cerrada y le pido que no hagan mucho ruido que el tío estaba durmiendo al lado. Los chicos hablaban en voz muy baja y todos empezamos a reírnos sin parar. Fue muy divertido porque nos íbamos tentando de uno en otro.

Después de desayunar Sebastián se lleva a los chicos al colegio y yo me quedo en casa ordenando y limpiando un poco la casa.

En eso estoy cuando estoy volviendo a la cocina veo que ahí estaba mi hermano, sin remera, en bóxers y con un bulto tremendo. Me quedé congelada y él no se dio cuenta de mi presencia porque estaba mirando su celular, por lo que decidí, no sé por qué, quedarme escondida mirándolo. Se notaba que tenía un paquete tremendo, más grande que Ramón y más grueso también. Como desde su posición era muy poco probable que me vea me dediqué a mirarlo por completo. Sus pectorales eran perfectos, sus abdominales también. Las piernas eran musculosas y largas. Y su pene, aún en erección matinal, de veía enorme

Por temor a ser descubierta, preferí entrar en la cocina y sin disimulo lo miré al bulto y le dije:

-        Nene, ¿podes tapar un poco eso?

-        Que pasa? Si no está mi sobrina! Dijo él intentando justificarse

-        Pero estoy yo, y no podés andar en calzoncillos y con esa carpa

-        Epaaa, como miraste, eh! Me dice atrevido

-        Como para no mirar, ¡con semejante cosa! Le digo sin achicarme

-        Bueno, Bueno, no es para tanto, dice él

-        Te juro que sí, le digo y sin querer vuelvo a mirárselo

-        Bueno, mejor me voy a poner un pantalón, me dice y se va a su habitación

Volvió cambiado y con una remera. Volví a dirigir mi mirada hacia su paquete, ahora más chico, y le pregunté

-        ¿Ya se calmó?

-        Si, son las erecciones matinales que son tremendas, me dijo

-        Ya pude darme cuenta, le dije

-        Veo que si…

-        Es que con ese bóxer no queda lugar para la imaginación

-        Bueno, perdón

-        No pasa nada, es que es muy grande y se me van los ojos, jajá, le dije divertida

-        Por mí no te reprimas

-        Sos mi hermano, nene

-        Bueno, es una miradita nada mas

Ramiro salió a correr de nuevo, me preguntó si quería salir con él y le dije que no, que prefería quedarme. Se calzó su ropa deportiva y salió a dar una vuelta por el barrio. Volvió como a la media hora todo transpirado, se duchó y se puso una malla para tirarse en la pileta. Yo subí a mi habitación y desde la ventana lo observaba nadando. Salió y se tiró en una reposera a colocarse protector. En Australia hay una campaña muy intensa contra el cáncer de piel y él tomó el hábito de ponerse protector cada 2 horas. Había traído varios productos de protección y todos de muy buena calidad. Miraba sus manos recorriendo sus pectorales y no podía dejar de imaginarme a Jessica la madre de su amigo cogiéndoselo. Me había quedado con ganas de saber más detalles, quizás en otra oportunidad, pensé. Ahora me estaba empezando a calentar, por lo que decidí ponerme la malla para meterme en la pileta, para así evitar tocarme mirando a mi hermano. No podía ser, eso no.

Me puse un bikini blanco súper sexi y cavado, si caminaba mucho la parte de abajo sola se metía en la cola lentamente. Así fue que fui a la pileta y me tiré sin dudar sabiendo que mi hermano me estaría observando. Nadé un poco y me metí yo misma la bombacha en la cola para salir y sentarme a su lado. Pasé por delante de él moviendo mi culo y sé que me lo miró, aunque no pude verlo.

-        Me pasas el protector? Le dije para que me lo entregue

-        ¿Por dónde?  me dijo él y me di cuenta que pasas no es lo mismo que alanzas

-        No no, te preguntaba si me lo prestas

-        Ah, sí sí, tomá

-        Gracias, le dije con una sonrisa

Me puse una buena cantidad en la mano y comencé a pasarme por la cara con mis ojos cerrados. Después seguí por mis piernas, mi vientre, mis hombros y los bordes del corpiño. Vi que me estaba mirando cómo me ponía protector y decidí ir un poco más lejos. Levanté apenas el borde del corpiño para pasarme protector sabiendo que desde su lugar podría verme el pezón perfectamente. Lo hice por unos segundos y lo busqué con la mirada.

-        A vos también se te van los ojos, le dije

-        Jeje, es verdad lo reconozco

-        Me parece muy bien que te hagas cargo

-        Es que te quedaron muy bien, y me las vuelve a mirar

Sentirme observada directamente por mi hermano me hacía sentir más sexi y más caliente. No sé qué me pasaba, sabía que estaba mal mirarle el bulto a mi hermano y provocar que me viera un pezón por un instante, pero no lo podía evitar. ¿Cómo voy a hacer para no seguir avanzando? Era evidente que mi hermano me gustaba. Tan evidente como que era mi hermano y no podía pasar nada entre nosotros. Bueno, en realidad era mi medio hermano. Jaja. Estaba pensando justamente que nunca lo había sentido medio hermano y ahora lo quería poner en ese lugar para justificar mi calentura. Que hipócrita puede llegar a ser el ser humano cuando el deseo se interpone en sus sentimientos.

-        Cuando te las hiciste? Me sacó de mis pensamientos

-        Hace 3 años, dije resuelta

-        En general no quedan tan bien, pero las tuyas sí

-        Viste, tienen caída, dije sopesándomelas con ambas manos

-        Si, y buen tamaño y forma

-        Sí, me gustan dije y me las volví a acariciar esta vez de manera más sensual

Vi un movimiento en el pantalón de mi hermano, apenas perceptible, pero me encanto. Ramiro me miró como pidiendo permiso y me dijo:

-        ¿Te puedo hacer una pregunta un poco íntima?

-        Claro, le dije, después de lo que me contaste de Jessica….

-        No, pero esto es diferente, es personal…

-        ¿Qué me vas a preguntar?

No sabía qué me iba a preguntar, pero quería que me lo pregunte, me excitaba su interés y saber que si había tanto preámbulo era porque era una pregunta caliente

-        ¿Cómo las sentís?

-        Bien, muy bien. Esa era la pregunta tan íntima

-        No, me refiero a… se calló

-        Dale nene, preguntá tranquilo

-        Quería saber si habías perdido sensibilidad

-        Ah, eso…muy poca

Supuestamente cuando te pones lolas, como lo hice yo, normal perder sensibilidad en los pezones, pero en mi caso eso prácticamente no sucedió

-        Ah porque dicen que perdés sensibilidad en los…se interrumpió

-        Los pezones, le dije

-        SI, eso

-        Podes decirlo, no pasa nada

-        Bueno, eso

-        Perdí muy poca lo que pasa es que siempre fui muy sens… ahora fui yo la que me detuve antes de seguir

-        ¿Qué pasa que ahora paraste vos?

-        Es que me parece que no es algo que deba contarte, le dije

-        Como prefieras, me dijo

-        Es que…

-        Yo te podría contar con un poco más de detalle de lo que pasó con Jessica esa vez y otras para estar a mano

Eso me derritió, y se notó en mi cara. No podía con ese chantaje al que me sometía mi hermano, por dos motivos: primero, porque quería escuchar de su boca las cosas que había hecho con esa MILF que tenía mi edad y segundo, porque estaba muy caliente y quería contarle lo que sucede con mis pezones.

-        Eso es chantaje, pero lo acepto, le dije

-        Bueno, Contame

-        No hay mucho para contar, solo decirte que antes de operarme y desde adolescente que mis pezones son muy sensibles, estaba diciendo esto y se me pararon notándose perfectamente

-        Se nota, me dijo mirándome alternativamente los pezones

-        Y bueno, como siempre fueron muy sensibles, como podras notar, dije esto y me los miré y se pararon aún mas

-        Son hermosos, dijo totalmente desubicado

-        Gracias

-        Es la verdad, pero seguí

En eso vi otro movimiento, esta vez más evidente en su short y ya se veía una carpa de costado

-        Bueno, como te decía eran muy sensibles antes de la operación, perdí muy poca y me quedaron casi igual, pero con unas tetas mejores

-        Si, ya veo que te quedaron mucho mejores

-        Y siguen siendo muy sensibles, en ese momento me rocé un pezón por encima del bikini mirándolo y él se mordió el labio

-        Ufff, dijo, tremendos

-        Viste! Dije y me lo volví a rozar

-        Perdón, pero…se acomodó el paquete por afuera de la malla y juro que casi acabo en ese instante

-        Ramiiii, que haces? le dije

-        Me acomodo

-        Pero, ojo que estoy acá al lado

-        Ya me viste en bóxers y no pasa nada

-        Bueno, ¡pero ahora estoy muy cerca nene!

-        Bueno, perdón entonces, me dice arrepentido

-        No, está bien, es que con el paquetazo que tenés…

-        Bueno, gracias

-        Ahora Contame un poco más de Jessica la MILF australiana

-        Que queres que te cuente

Iba a decir “todo” Contame todo, si le te la cogiste, si te la chupó, donde le acabaste, como es tu pija, pero no. Solo me salió decirle

-        Contame, aunque sea como siguió eso que no se me ocurre

-        Que poca imaginación…

-        Jaja, no, tengo mucha imaginación, pero también tengo mucha curiosidad por saber

-        ¿Que queres saber?

-        Contame todo lo que pasó en ese cuartito y si bajó tu amigo en algún momento

-        Bueno, te cuento

-        Dale, y me acomodé para escucharlo atentamente

-        Empezamos a besarnos en el cuarto, como te conté las tetas fuera del corpiño y la remera levantada. Le chupé las tetas un ratito y ella metió la mano en mi pantalón y empezó a pajearme. No me iba a aguantar mucho, así que traté de acomodarme para que ella no me toque y yo poder tocarla a ella, que estaba súper húmeda. Le empecé a meter unos dedos y me dijo para se bajó el short y se sacó una pierna para poder abrirla mejor, vi que detrás había una mesa y la acosté ahí y bueno…se detuvo mi hermano

-        No, seguí contando

-        Es que ahí lo que hice fue hacerla acabar….

-        Ah, ¿y cómo? ¿De qué manera?

-        Ah bueno, ¿queres que te lo diga?

-        Quedamos en que me contabas todo, ¿o no?

-        Se la chupé hasta hacerla acabar

-        Mmmmm, mi cuerpo tembló

-        ¿Qué pasó? Me dijo divertido

-        Me calentó lo que me contaste

-        Esta vez vos también te vas a dar una ducha larga, ¿no?

-        Siiiii, dije completamente excitada

-        Bueno, dijo él acomodándose nuevamente el paquete

-        Seguí contando dije y le miré el bulto al pasar

-        Bueno ella acabó enseguida y la di vuelta y se la metí. Sabía que no iba a durar mucho, y se lo dije. Mientras estábamos en eso empecé a mirar si había un papel o algo, pero nada. Entonces le hice saber que estaba por acabar. Y lo que hizo me sorprendió.

-        ¿Qué te hizo?

-        Me la chupó hasta que acabé

-        Mmmmm, me retorcí

-        ¿Te gusta lo que te cuento?

-        Me encanta, le confesé

-        Bueno le acabé en la boca, me dijo muy suelto de cuerpo

Juro que en ese momento la humedad de mi vagina era total, Si me hubiera tocado, habría acabado en el instante

-        ¿Y se la tragó? Pregunté inquieta

-        Jaja, no. Esa vez, no

-        Ah ¿hubo otras veces?

-        Si varias

-        ¿Y qué hizo, donde escupió?

-        En un lapicero que había sobre la mesa, en un movimiento rápido sacó los lápices y escupió ahí. Vestite rápido y volvé a la computadora. me dijo y salió disparada a la cocina a lavar el lapicero me contó después. Jaja.

-        ¡Qué bárbaro! Dije yo

-        Siiii, ¿viste?

-        ¿Pero no me dijiste que casi aparece tu amigo?

-        Si eso fue después…

-        ¿Otro día?

-        No ese mismo día, a la hora más o menos

-        Como?!!! Otra vez se trenzaron con la MILF

-        Siiiii, jaja, se reía mi hermano

-        Sos terrible, eh

-        SI si, otro día te cuento como estuvimos a punto de que nos enganche mi amigo

-        ¿Qué calentones que eran con la mujer esta no?

-        Si, tremendo, vivimos dos meses de mucha intensidad

-        Ah ¿dos meses?

-        Si, y varias veces en ese mes

-        Contame

-        Hicimos de todo y en todos lados

-        Uffff, que hot la mami, ¿no?

-        Tremenda, me enseñó mucho

-        Jaja, mirá vos

-        Me acuerdo y… se volvió a acomodar el paquete metiendo la mano dentro de su malla y casi me da un infarto

-        Noooo, dije mirándole la forma de la pija a través del bañador

-        Ups, me dijo divertido

-        Voy a subir a ducharme, me parece, y me fui levantando y yéndome

-        Que disfrutes de tu baño…me dijo el atrevido

-        Quedate tranquilo que lo voy a disfrutar como vos disfrutaste de Jessica hijo de mil…le dije y me estaba yendo cuando escuché

-        Yo voy a hacer lo mismo que vos…me dijo

-        ¿Te vas a duchar? Dije riéndome

-        No, chau

-        Chau y me perdí dentro de la casa

Fue llegar a mi cuarto y empezar a masturbarme, juro que los dedos no me alcanzaban. Por primera vez sentí que necesitaba de un consolador, un dildo o algo. Todo era producto de la verga de mi hermano que no podía sacármela de la cabeza. Volví a imaginarme en el lugar de Jessica, pero esta vez no reprimí el pensar que era mi hermano el que me cogía o me chupaba. Total, no pasaba de una fantasía. No llegué a rozar mi clítoris 10 veces que acabé como loca imaginando la lengua de Ramiro y yo acostada en ese escritorio de Australia

Continuará….

Espero que les haya gustado, pueden escribirme sus comentarios a reybaco2005@hotmail.com