Clara pone a su amiga a mi disposición

Tras el “incidente” Clara y yo nos hicimos muy íntimos como ya conté anteriormente, pero nada me podía haber hecho adivinar que su amiga Vero se nos uniese...

Uno de los días en que estuve ayudando a mi tío a arreglar el patio Clara apareció con una amiga que acababa de conocer en el nuevo barrio, era una chica bastante linda, morena, de pelo corto y un cuerpecito juvenil que me llamó mucho la atención, no tenía mucho que ver a simple vita con Clara, sus pechos no eran grandes y sus curvas no eran tan pronunciadas como las de Clara.

Además Vero parecía bastante tímida, cuando entraron en la casa yo estaba removiendo la tierra con una azada, apenas crucé un hola con ella, pero noté que pasó rápido y su hola fue bastante flojito, como si le avergonzase algo.

Yo seguí a mi tarea por un rato hasta que mi tía nos hizo entrar para tomar algo y descansar un poco, hacía mucha calor y el trabajo del patio era duro por lo que aún estando con una camiseta de tirantas estaba sudando y ese descanso junto con la cerveza fresquita se antojaba muy apetecible. Ya casi no me acordaba de que Clara y Vero estaban dentro cuando me topé con la chica en el pasillo, ella bajó la vista y se escabulló hacia el cuarto de Clara.

Llegó la noche y me quedaba allí a dormir, Vero ya se había ido y nos fuimos a ver una peli al cuarto de Clara, era una comedia romántica y terminé quedándome dormido, me desperté un momento, la película mostraba ya los créditos del final y Clara estaba dormida junto a mi, no llevaba más que una camiseta que le quedaba grande y las braguitas, su canalillo se dejaba ver por el cuello de la camiseta y eso me despertó casi por completo.

Metí la mano por el cuello de la camiseta y acaricié sus pechos suavemente empezando a pellizcar sus pezones con delicadeza, en ese momento ella se puso boca arriba dejando aún más expuesto su cuerpo a mis caricias así que separé un poco sus piernas y comencé a acariciar el interior de sus muslos acercándome poco a poco a su entrepierna. Noté que ella aún sin saberlo parecía disfrutar aquello así que me puse entre sus piernas y besé su coñito a través de las braguitas, luego masajeé un poco clítoris por encima de la tela y empecé a lamer y chupar hasta empapar la tela.

Ella estaba disfrutando bastante aunque me extrañaba que no despertase, aparté las braguitas y metí un dedo en su coñito y volví a lamer y chupar su clítoris, en esta ocasión sentí como una mano sujetaba mi cabeza contra su sexo y levantaba las caderas mientras me mojaba la mano con sus jugos, se había corrido y yo estaba en disposición de lamerlo todo así que no me hice de rogar y empecé la tarea.

Cuando hube lamido y tragado sus jugos, ella se puso a 4 patas encarándose con los pantalones de mi pijama, los cuales bajó rápidamente liberando mi miembro que tras aquello estaba a rebosar e incluso ya había soltado algo de líquido preseminal que nada más ver ella lamió. Agarró mi polla hacía arriba y empezó a chupar mis testículos con ganas mientras me pajeaba, su boca succionaba mis huevos mientras su lengua los acariciaba entro de ella, era una sensación magnífica y no pude contener mi corrida la cual cayó toda encima de ella, Clara me devolvió la limpieza de miembro con una estupenda mamada que revitalizó la erección más incluso de lo que la tenía antes.

Tras esto y para terminar pude follarla durante un buen rato en varias posturas gracias al aguante de haberme corrido con su estupenda chupada a mis testículos. Menos mal que mis tíos dormían en el dormitorio de abajo y no sospechaba ni por asomo lo que arriba ocurría.

Nos quedamos dormidos y a la mañana siguiente volví al patio para intentar terminarlo aquel día ya que tenía que sembrar algunas plantas y el césped.

A la hora de la comida subimos un rato a descansar en el cuarto, Vero había estado allí aquella mañana y las dos habían estado todo el tiempo en su cuarto. Clara empezó a contarme lo que habían hecho durante la mañana:

  • Te has dado cuenta de que Vero es algo tímida, ¿no?

  • Bueno, apenas he podido verla mucho, pero algo si que he notado.

  • Pues eso es porque no sabe que hacer cuando hay chicos cerca. Conmigo se comporta de otra forma.

  • Normal... Sois amigas, si fuese igual de tímida contigo no pasaríais tanto tiempo juntas. Digo yo...

  • Hoy hemos estado haciéndonos fotos.

  • Seguro que son fotos chorras, conociéndote....

  • Pues... Si quieres te las enseño.

Yo la verdad es que pasaba, no me interesaba cuando las chicas se ponen con la guasa y a hacerse fotos.

  • Ven al ordenador, venga.

  • Bueeenooooo... ¡¡¡Hostias!!!

La primera foto era de Clara, con un impermeable amarillo de los que se transparentan y ¡¡¡No llevaba nada debajo!!!

  • Has cambiado de parecer, ¿verdad primito?

Pasó a la siguiente, era también suya, con el mismo impermeable , pero esta vez entreabierto y con uno de sus pechos fuera mientras se pellizcaba el pezón con cara de niña mala.

  • Clara, sabes que pasaría si esas fotos caen en manos de alguien extraño, no? Terminarán colgadas en internet para que todos se pajeen a tu costa y puede que te reconozcan y eso te puede hacer la vida imposible...

  • No te preocupes, estas fotos serán borradas hoy mismo, se han hecho con un solo fin y para que las vea una sola persona.

  • ¿Que?

  • Como Vero es muy tímida con los chicos la he engañado diciéndole que las borraría, pero te las iba a enseñar porque quiero que te la folles delante mía.

Empezó a poner las siguientes fotos, ya no aparecía más Clara, eran todas de Vero, pero esta vez no llevaba el impermeable sino ropa interior de aspecto bastante infantil, eso unido a su aspecto me puso a mil. Conforme pasaban las fotos la lencería iba cambiando y pasó a ser más de mujer y con aspecto más y más sensual hasta que ya no llevaba sujetador y jugaba con sus pechos cuya bronceada areola parecía deliciosa pues ella era bastante morena y sus pezones además estaban completamente erectos. Tu culito muy prieto y deseable pedía a gritos una polla.

En las fotos nunca llegaba a quitarse la parte de abajo, eso me dejó con muchas ganas de más.

  • Jajaja!!! Carlos, desde aquí siento como tu polla late de ansiedad, pero no hay más fotos, quería dejar lugar a la sorpresa. Ella no será capaz de decir nada, pero esas fotos se las he podido hacer porque empezó a preguntarme por ti y a decir las cosas que querría que le hicieses, se puso muy caliente y le enseñé mis fotos para que viese lo que hacía yo cuando me pasaba lo que a ella. Claro que hay fotos más fuertes mías, pero creo que a ti que ya me conoces muy bien te iban a interesar mucho más éstas.

  • Pues a ver como lo haces para rebajar esto. ¿O acaso esperas que se me note a primera vista? Si estoy así de caliente cuando la vea no podré disimular.

  • Eso lo hago encantada y lo sabes.

Sacó mi polla del pantalón y me masturbó mientras lamía la punta, sin llegar a metérsela en la boca hizo que me corriese en tiempo récord abriendo la boca solo cuando mi leche empezó a salir y sin dejar ni gota se la tragó toda. Desde luego cada vez me sorprendía que aquella fuese mi prima pequeña. Era toda un viciosa.

Aquella misma tarde ya me iba, pero mi prima me dijo que había llamado a Vero y que sus padres no iban a estar en toda la tarde ya que iban a un concierto con unos amigos así que podríamos hacer de las nuestras sin problemas. Pero yo debía esconderme un rato hasta que ella me avisase y fingir que estaba dormido en el cuarto de mis tíos.

Cuando sonó el timbre me fui al cuarto de mis tíos y cerré la puerta, me puse a escuchar tras la puerta.

  • ¿No hay nadie?

  • Pues no, mi primo se iba por la tarde y mis padres están con unos amigos. Yo en verdad me he quedado dormida y cuando he bajado esto estaba desierto.

  • Fiusss.... Al menos así puedo estar tranquila, tu primo me pone muy nerviosa.

  • ¿Solo nerviosa pillina?

  • Jajaja. Solo no, me hace mojar las bragas cada vez que pienso en como estaba con la camiseta de tirantas y todo sudado.

  • Jajaja, mojar las bragas dice.... Serás pervertida...

  • Ojalá fuese tan atrevida con los chicos cerca, no sé que me pasa.

  • Muy fácil, que te da vergüenza que un chico te vea con ganas de sexo. ¡¡¡Seguro que eres virgen!!!

  • Si.....

  • ¿De verdad? No jodas...

  • Eso quisiera yo. Joder, no sé como voy a conseguirlo si no soy capaz de acercarme y decir más de dos palabras.

  • ¿Te gustaría perder la virginidad con mi primo o que?

  • Desde luego seguro que sería inolvidable.

  • Si quieres lo llamo y viene en nada, ¿eh?

  • ¡No No! Que vergüenza por Dios, ¿Que le vas a decir? ¿Que tu amiga la virgen quiere que le meta la polla? Diosss.... Solo de pensarlo me chorrea el coño, pero a la vez me da mucha vergüenza. No tengo remedio.

  • ¿Hacemos lo de esta mañana y te desquitas un poco? Pero esta vez termina lo que empezaste y libérate del todo, tranquila, de eso no haré fotos.

  • Bueno, a ver si al menos haciéndome un dedo me quedo a gusto... Por cierto, tu te fuiste un rato mientras me cambiaba, ¿no?

  • Me has pillado...

  • ¿En quien pensabas zorita?

  • Pues... En Manuel.

  • Que guarreara... Está buenísimo el cabrón, pero es muy creído.

  • Si, pero en mi mente da igual su personalidad, solo importa el contenedor, ¿no?

  • Pues si, vamos, ¡¡¡al lío!!!

Se subieron para arriba al cuarto de Clara y al cabo del rato Clara abrió la puerta del cuarto de mis tíos con solo el impermeable amarillo encima. Mi polla empezó a despertar nada más verla y tras la conversación anterior casi me tiro encima de ella, pero me pasó y me dijo que subiese como buscándome a su cuarto.

Subí las escaleras despacio, como quien se ve solo en casa, cuando llegué a la puerta del cuarto ésta estaba abierta de par en par, pero no se veía a nadie dentro así que entré poco a poco y ahí estaba Vero mirándose al espejo, solo con un tanga puesto y haciendo posturitas en plan chica Playboy en una sesión de fotos, la imagen era muy excitante.

En ese momento Clara habló:

  • ¿Carlos?

Vero se giró de repente, me vio y se tapó corriendo, se puso roja como un tomate y yo fingí el sentir vergüenza.

  • Perdón.... No lo sabía, me desperté y estaba buscando a Clara, pero..... ya me iba....

  • No sabíamos que estabas aquí Carlos, creía que te habías ido.

  • No, me fui a dormir un poco al cuarto de tus padres para luego irme a casa ya descansado. ¿Que haces con eso puesto Clara? ¿Estás....?

Vero no era capaz de hablar, estaba muda, se había puesto la camisera por encima de cualquier manera, Clara se acercó a ella.

  • Pues vaya sorpresa, ¿no Vero? Nosotras aquí haciendo el tonto y resulta que Carlos si que estaba. Y creo que a el al contrario que a nosotras su sorpresa ha sido muy, pero que muy grata.

En ese momento Vero miró claramente a mi entrepierna y cuando se percató del bulto en mis calzonas se puso aún más roja y giró la cabeza rápidamente como si pensase que no me había dado cuenta.

Clara le dijo algo al oído, no alcancé a oír nada, pero Vero se recompuso un poco y Clara la guió hacía mi, cuando estaban a menos de un metro Clara me indicó que hiciera yo el resto del camino y cuando me acerqué mi prima me besó apasionadamente, ese beso me terminó de activar, llevé mis manos a su culo y lo sobé bien a gusto. Ese impermeable me ponía a mil y el hecho de tener a Vero allí mirando aún más.

Vero puso los ojos como platos y yo dejé de besar a Clara para dirigirme hacía ella, besarla y acercarla los más posible a mi de modo que notase mi erección , en un principio se resistió durante unos segundos, pero cedió rápidamente entregándose por completo. Una vez que su resistencia hubo terminado y ella me besaba como si no hubiese un mañana pude acceder a tu trasero el cual no tenía nada cubriéndolo, era suave y prieto, delicioso al tacto.

La eché en la cama y la contemplé unos segundos, aún con la camiseta puesta de aquella manera su cuerpo era de lo más deseable, tenía unas piernas fuertes y bien torneadas, su camiseta no era precisamente de las anchas con lo que podía ver como sus pezones se marcaban y parecían estar muy erectos, me tumbé junto a ella y la volví a besar mientras empecé a acariciar sus pechos por encima de la camiseta.

Cuando metí mi mano entre sus piernas ella ya estaba muy húmeda, aparté un poco las braguitas y acaricié su coñito, primero suavemente y luego subiendo el ritmo, ella cambió su forma de besar y se volvió mucho más apasionada de tal modo que ya se atrevió a tocar mi polla a través de la tela que la cubría. Metí un dedo en su cueva y ella dio un respingo y acto seguido metió su mano en mis calzonas y empezó a masturbarme.

Se notaba que no tenía mucha experiencia y eso me excitaba más aún ya que poder desvirgar a esa chica era sin duda un privilegio. Yo no iba a dejar que todo quedase en una paja desde luego así que introduje un segundo dedo en su coñito. Vero paró y sacó su mano, momento que aproveché para ponerme de rodillas junto a su cara sin dejar de acariciar el interior de su cueva y con la otra mano liberar mi miembro por completo.

Parece que entendió muy bien lo que quería pues empezó a lamer mis testículos. Su lengua se sentía maravillosa, ella subía y bajaba su lengua por toda mi verga desde los huevos hasta la punta, repitió aquello varias veces consiguiendo que yo llegase a pedirle que se la metiera en la boca de una vez. Para no tener experiencia no lo hacía nada mal, parece que había visto alguna película porno e intentaba imitar. Aprendía bastante rápido y a pesar de estar siendo masturbada y no poder concentrarse del todo en aquella mamada me daba mucho placer y ganas de soltar toda mi leche en su boca. Dejé de masturbarla para que no tuviese distracción alguna y sujeté su cabeza de tal modo que cuando fuese a correrme no pudiese apartarse, quería con todas mis ganas correrme en aquella boquita virgen así que llegado el momento mantuve su cabeza de tal forma que mi polla derramó todo su jugo dentro de su boca.

Tras aquello ella se apartó completamente sorprendida y con algo de fatiga, tosió varias veces y escupió parte de la leche que no había tragado.

  • ¡¡¡Joder!!! Podías haber avisado, al menos que estuviese preparada.

  • Si te aviso te apartas, quería que vieses lo bien que lo habías hecho y la cantidad jugo que tenía para ti.

  • Ya, ya... no solo lo he visto... Un segundo y si quieres te la vuelvo a levantar, pero dame un segundo...

Pero no le dí mucho descanso, me situé entre sus piernas.

  • No hay tiempo, ahora Vero, te voy a compensar con creces.

Le quité las braguitas y empecé a lamer el interior de sus muslos, tenía la piel muy suave y sabía deliciosa, mientras lamía acariciaba suavemente su clítoris e iba pasando de una pierna a otra acercándome poco a poco a su entrepierna, ella jadeaba, parecía deseosa de que llegase a mi destino, pero cuanto más ansiosa parecía más demoraba mi llegada, quería que lo pidiera, quería que fuese su único deseo, cuando estaba más cerca me detuve en sus labios externos, lamiéndolos durante al menos un minuto. Ella me sujetó la cabeza casi igual que yo le había sujetado antes la suya y supe que ese era el momento, que ya no podía pensar en nada más y metí mi lengua en su cálido y mojado coñito saboreando sus jugos, deleitándome ante la idea de follarlo en breve.

Tras unos instantes pasé a chupar su clítoris mientras le metía dos dedos en su cueva, ella se corrió pues mis dedos estaban empapados y yo aproveché sus jugos para ir metiendo poco a poco un dedo en su culo, esa vez no podría hacerlo mio seguramente, pero iba a empezar a introducirle la idea de lo placentero que podía llegar a ser ser follada por atrás.

Conseguí que se corriese por segunda vez e incluso introducir uno de mis dedos en su estrecho culito, pero tras esto ella hizo que saliese de su entrepierna pasando de sujetar mi cabeza para mantenerme allí abajo a casi tirar de ella para subir.

Subí poco a poco levantando su camiseta y recreándome en sus pechos, sus pezones eran una delicia, erectos y sabrosos se erguían sobre sus pechos, que lejos de ser grandes eran una maravilla a la vista y al tacto. Seguí subiendo y llegué a su boca la cual besé con pasión mientras guiaba mi miembro hacía adentro de ella desflorandola por fín.

Dio un pequeño gritito de dolor aún haciéndolo suavemente y estando muy mojada, pero rápidamente pasó a pedir toda mi polla dentro de ella. Yo obedecí y la metí rápidamente ante aquella petición, entró con mucha facilidad. Con la polla metida hasta el fondo y sin sacarla más que unos milímetros empecé a moverme dentro de ella, ella jadeaba y yo disfrutaba como un enano de su cuerpo pues mientras acometía suavemente lamía y jugaba con aquellos preciosos pezones.

Entonces la saqué del todo y de un golpe la volví a meter, eso la sorprendió y pareció encantarle pues agarró mi trasero y me guió para volverlo a hacer repetidas ocasiones. Cada vez que la sacaba con más fuerza tiraba ella mientras apretaba las piernas hasta que una de las veces pegado a ella giré y la dejé arriba.

  • Ahora te vas a enterar Carlos, te voy a dejar seco, quiero toda tu leche en mi coño, quiero sentir tu polla explotar dentro de mi.

Entonces, Clara volvió a hacer su aparición.

  • Bueno, ahora creo que también me toca a mi disfrutar un poco, ¿no? No todo va a ser para ti guarrilla....

Sin quitarse el impermeable amarillo que tanto me ponía puso su coñito bien rasurado en mi boca, de espaldas a Vero. De esta forma Vero me follaba mientras yo agarrando bien el culo de mi prima lamia su rajita jugosa y caliente, había estado haciéndose un dedo mientras follábamos y parecía haberse corrido al menos dos veces haciendo que su coño y piernas estuviesen muy mojados. Aquello era una delicia, un coñito bien rasurado para lamer y jugar con mi lengua mientras otro coñito estrecho y caliente se tragaba mi polla con gran entusiasmo.

Cuando ya no podía aguantar más sentí como Clara tenía un orgasmo y mojaba mi cara con sus jugos y mi miembro no pudo aguantó más soltando lo que me quedaba dentro de Vero la cual al sentir toda mi leche se corrió terminando de exprimir con sus contracciones mis testículos.

Clara se quitó de encima mía y me besó exhausta tras varios orgasmos y ambas terminaron de limpiarme el miembro con sus lenguas entre besos lésbicos.

  • Creo que voy a tener que venir más a verte primita, sufrir en el patio es gratamente recompensado.

  • Sabes ya que mi coñito está a tu disposición y creo que Vero estará dispuesta siempre a pagar con el suyo ese trabajo que haces.

  • ¿Cuando dices que será el próximo día que vienes Carlos? Estoy deseando repetir :D

  • Lo antes posible, pero la próxima vez vas a probar cosas nuevas que te harán llegar hasta límites que nunca pensaste sobrepasar

El siguiente fin de semana volví a trabajar en el patio, pero esta es una historia que contaré en mi próximo relato...