Clara-mente desatada

Una silla, unas ataduras, y un final que ella no esperaba...Espero que os guste...se aceptan comentarios y/o sugerencias

Ahí estaba ella, en esa silla, desnuda, todavía no sabía exactamente bien porqué, con las piernas atadas a las patas y los ojos vendados mientras se masturbaba para su novio. ¿Cómo había podido acceder a eso? A ella siempre le había gustado el rollo sumiso, pero manteniendo el control de la situación, pero ahora...atada y con los ojos vendados estaba completamente a la merced de él. No sólo no controlaba la situación, sino que no tenía ni una mínima oportunidad de modificarla.

Tenía el cuerpo sudado por el calor de esa noche de agosto en el mediterráneo, pero no solo por eso, no sabía porqué, pero estaba extrañamente excitada. Clara era una chica bajita, de unos 1.60 m, delgada pero bien formada, sus 55 kg le permitían una talla 95 de sujetador, y pese a ser de cintura ancha, un culo pequeñito, pero redondo. Su cara de niña buena, acompañada de su idea de teñirse el pelo rubio y de sus ojos azules, le había traido problemas para que alguna vez la tomaran en serio, pero le había facilitado las cosas (y mucho), en la cama.

Notaba como sus pezones se ponían duros cada segundo que pasaba. Como al notar su aliento en su oido, sus manos habían acelerado inconscientemente el ritmo y estaba llegando al orgasmo. Le pidió que la soltara, pero no era convincente. Nadie se podía creer que quisiera que la soltara mientras estaba desatada masturbándose para el y gimiendo cada vez más fuerte. Dios santo, su mente le decía que no, pero su cuerpo estaba desatado, hacía tiempo que no se encontraba tan excitada.

Has sido una niña buena - dijo el - córrete rápido que tengo una sorpresa para ti.

No se lo podía creer, que había cambiado en ese chico que hace un mes sólo estaba dispuesto a follarla en la posición del misionero los sábados por la  noche, para tenerla en esa posición sin venir a cuento...cuando terminaran se iba a enterar...No podía más, su cuerpo empezó a contraerse en esa silla, él tuvo que sostener la silla, porque de los envites casi se va al suelo con ella encima. Sus dedos no podían parar de moverse lo más rápido que ella recordaba en una masturbación y después de un grito como si le arrancaran el hígado le sobrevino la paz que llega después del orgasmo.

No!, no lo hagas!, no, otra vez no cabrón - No se lo podía creer, el hijo de puta de su novio había aprovechado su estado, para atarle las manos detras de la silla. Ahora sí que la había liado, ya no podría evitar hacer lo que él quisiera con ella, ¿Quién le mandaba meterse en aquel jueguecito que parecía inofensivo?

Por favor, no seas malo mi vida, desataugggg noggg - Joder, joder y joder, ahora le acababa de atar un pañuelo en la boca. Ya no podía ni pedir auxilio, puto pervertido, se iba a enterar cuando terminara.

Así me gusta mi amor, que seas una niña buena y te dejes hacer - Maldito cabrón, encima con cachondeo. Él es un cabrón y yo soy una puta, no puede ser que encima, en estas condiciones, este cada vez más excitada - pensó.

Y es que su cuerpo no estaba de acuerdo con su mente. Ésta le decía que eso no estaba bien, que tenía que intentar terminarlo, pero su cuerpo...se estremecía con esa situación, su chochito chorreaba más cuanto más atrapada en el juego se sentía. No entendía nada, pero estaba bajando la guardia y dejando de oponer resistencia.

Y entonces lo notó, su boca iba subiendo de sus piernas hacía arriba, besando cada centímetro de ellas hasta llegar a su clítoris. Bueno, al menos que lo haga bien mientras le dura la perversión ésta y que terminemos cuanto antes-pensó. Y vaya si lo hacía, su lengua se movia con maestría por su mojado y pelado clítoris, lo rodeaba y lamía bajando hasta la entrada de su coño para introducirse en él. El roce de su barba de tres días sin afeitar la estaba matando. Al final esto me va a acabar gustando, habrá que repetirlo, pensó. Sus manos tocaban sus, para entonces, durísimos pezones. Estaba al borde de otro orgasmo, no se lo podría creer, si él pudiera verle ahora los ojos, estarían en blanco. JAMÁS se había excitado tanto, estaba llegando a límites que siempre pensó que no llegaría, pero joder, en este momento, que más daba. Le estaba encantando. Pero de repente...

Mierda y ahora porqué para, no me lo puedo creer, vaya un gilipoyas. -Clara estaba confundida, no entendía el porqué de ese parón, estaba tan cerca de volver a reventar...

Y otra vez volvió a notar una lengua subiendo hacia su sexo. No, no y no, no podía ser, no estaba segura, pero esa lengua no parecía la de su novio. Por favor, que sea él, que sea él, esto no se lo perdono, me esta emtregando a otro hombre sin consultarlo. Llevamos cuatro años juntos y hoy es nuestro último día, ésto no se lo perdono. Entonces llegó su mayor sorpresa, una mano suave rozaba sus pezones, se puso pa´lida, quería llorar, esas manos, esa lengua no eran de un hombre, era otra mujer, maldito desgraciado, ella siempre le había dicho que no cuando habían hablado de hacer un trio, era completamente heterosexual, jamás se había fijado en otra mujer y jamás había fantaseado con practicar sexo con una. Cuando terminaran se iban a enterar, esto rozaba la violación, no podía consentirlo.

Intentó moverse, apartar su clítoris de esa boca pero no podía, la chica sujetaba la silla contra el suelo, y cada movimiento pélvico que hacía aproximaba más su sexo a la boca de aquella mujer, que, por cierto...lo estaba haciendo bastante bien. No me está gustando, no me está gustando, no me está gustando - Se repetía ella para autoconvencerse, pero joder, que coño, le estaba encantando, era increible, pero esa mujer le estaba comiendo su húmedo clítoris como ninguno de sus novios había hecho. Clara era un mar de dudas, pero no sabía que esto sólo había empezado, el show debía continuar...

Cuando vió que los movimientos de Clara para intentar zafarse cesaron, las manos de aquella chica subieron por su cuerpo, tocando sus senos, recreándose en ellos y subiendo hacia su cara. Uff, por fin voy a saber quien es la hija de puta que está participando en este juego, sabré a quien abroncar cuando terminen - Pensó Clara mientras las manos de esa chica se disponían a quitarle el pañuelo de los ojos.

Los ojos de Clara volvían a acostumbrarse a la luz, pero no podía creerse lo que estaba viendo, hijos de la gran...de entre sus piernas asomaba la cabeza de Blanca, completamente desnuda arrodillada en el suelo, su mejor amiga de toda la vida, con la que había compartido secretos y confidencias desde la infancia. La miraba con una sonrisa pícara y unos ojos llenos de lascivia, pero eso no era lo peor, detrás de ella estaba el culpable de todo esto, el cabrón de su novio, de rodillas en el suelo, sujetándola por la cintura, mientras se la follaba sin piedad. Joder, atada, vejada y cornuda, esto era increible, pero lo más increible de todo es que no sabía porqué, pero mientras sus ojos miraban con enfado a aquellas dos personas, su coño estaba deseando que aquella chica volviera a depositar su lengua en su entrepierna.

No nos mires con esa cara Clarita. -Dijo él. Entiendo tu sorpresa, pero piénsalo bien, a mi no me engañas, este juego te está gustando, nunca te había visto disfrutar así. ¿De verdad quieres que paremos? -Dijo él mientras aumentaba el ritmo con el que se follaba a su amiga. Clara asíntió con la cabeza. Clara que quería que pararan con aquel juego, es más, no quería volver a verlos en la vida. Los gemidos de Blanca se podían oir en todo en vecindario, sus grandes pechos se tambaleaban con cada embestida, en ese momento y como pudo, Blanca le dijo: "Es una lástima Clarita, llevo años deseando poseer ese cuerpo que tengo ahora a mi merced, pero bueno, me tendré que conformar con la polla de tu novio, uhmmm!". Dijo esto mientras con su dedo rozaba la entrada a su cuevita, encharcada de tanta excitación.

Clara ahora empezaba a entender, ahora comprendía porqué desde la adolescencia, en las duchas del instituto, Blanca siempre piropeaba su cuerpo mientras le echaba miradas furtivas. Ella siempre pensó que sería curiosidad juvenil, pero ahora sabía que no, esa chica la miraba a escondidas porque había deseado su cuerpo desde que se conocieron. Ya entendía porqué se picaba con ella cuando salía con algún sitio y porqué, desde hace algún tiempo, empezaba a llevarse mejor con su novio, había urdido un plan para follarsela sin que su novio sospechara que era por ella. Menudo gilipoyas -pensó- todavía se creerá que es por él por lo que Blanca le ha prepuesto este juego. Aunque, mirándole a los ojos, no parecían importarle los motivos de Blanca, seguramente él también haya fantaseado con clavársela más de una vez...

Sin saber porqué, Clara dejó bajar su cuerpo hacia el dedo de Blanca para que entrara de lleno en su coño, joder, sí que lo sabía, el juego en el que la habían metido contra su voluntad, la estaba matando de excitación, había decidido que era su momento, ya arreglaría cuentas con aquellos dos, pero iba a dejarse llevar como nunca y disfrutar de esto.

Oye, a la perrita de tu novia, parece que esto empieza a gustarle. - Dijo Blanca mientras Clara como podía, movía su pubis de arriba a abajo para entrar y salir de el dedo de ella.

¿Has visto Clarita?- Le dijo el muy mamón. Sabía que te estaba gustando, ¿vas a ser buena y me vas a dejar que te quite el pañuelo de la boca?

Clara asíntió mirándole a los ojos con una mezcla de enfado y preversión en su mirada, él se levantó y procedío a quitarle el pañuelo de la boca mientras Blanca aceleraba el movimiento de su dedo dentro del clítoris de Clara. Cuando se lo quitó, le acercó el pene a su boca. Desatame las manos, o te juro que no te toco, cabrón. -Dijo Clara. Él le desató las manos y se volvió a acercar a ella. No me toques idiota, -Le respondió mientras lo tiraba en la cama. Clara levanto a su amiga Blanca y le plantó un besazo que ella no se esperaba. La tumbó en la cama, lejos de donde estaba su novio y comenzó a lamerle su clítoris, iba a devolverle todo el placer que le había dado.

Blanca estaba tan excitada como Clara, su humedad era brutal, la lengua de Clarita se movía rapido rozando los labios de su amiga, pero no daba para recoger tanto fluido, tenía un sabor extraño, pero no era desagradable. Sus pechos eran más grandes que los de Clara, ella siempre la había envidiado por eso, al final no iba a tener los pechos tan grandes como su amiga, pero en fin, al menos los iba a hacer suyos aunque fuera por un rato. Los pezones eran grandes y estaban duros como piedras, las manos de su amiga, se depositaron encima de las suyas, apretándolas contra sus pechos, Clara nunca se había comido un coño, pero viendo la reacción de su amiga, no lo debía estar haciendo nada mal...

De repente, notó como el pene de su novio entraba en ella. Ese idiota había aprovechado el momento para follársela. En ese momento no era lo que más deseaba, pero tampoco le estaba molestando, es más, estaba dándole tan fuerte, que le estaba gustando más que nunca.

"Diosssss, sigueee, madre mía Clara, no sabía que te iba a gustar tanto", "Me voy a correr, me voy a correr, que lengua por dios, no pares, siiiii" - Dijo Blanca mientras llenaba la boca de Clara con sus fluidos, ella no estaba dispuesta a que terminara tan rápido, apartó a su novio de detrás sentó a su amiga en la cama y se sentó ella entrelazando sus piernas. Era una sensación extraña pero placentera, notar como sus sexos, húmedos y sin un solo pelo se rozaban, le estaba gustando más de lo que ella esperaba.  Su novio le acercó la polla a su boca, pero ella no quiso, así que se tuvo que conformar con la de Blanca, que de alguna manera tenía que devolverle el favor,en parte gracias a él, tenía ahora mismo a la mujer de sus sueños rozando su sexo contra el suyo. Clara tenía a 10 cm de su cara la de su amiga y ahora veía como la polla de aquel desgraciado, se abria sitio en la boca de su amiga. Él no tardó demasiado en terminar, el muy cabrón sacó su rabo de la boca de su amiga y masturbándose, terminó en la cara de ambas, que una vez se habían librado de él, estaban mirándose a los ojos mientras frotaban sus sexos con pasión sin importarles el fluido que estaba virtiendo encima suyo.

Notar el semen de ese chico en el lateral de su cara, puso todavía mas cachonda a Blanca, que agarró de la nuca a Clara, la atrajo hacia sí, y la besó con la pasión del que encuentra al ser amado después de años de espera. No importaba estar tragando parte del semen del chico, no importaba que hubiera sido con mentiras y engaños, tenían que disfrutar ese momento, y abrazadas apretando sus cuerpos y sus sexos, enterlazaron sus lenguas en un enorme beso hasta que, juntas y revueltas, les sobrevino el orgasmo.

Cayeron las dos rendidas a la cama, Blanca, no podía soportar ver el semen de aquel intruso manchando la bella cara de su amor de la infancia, así que con su lengua, fue limpiándo esa carita angelical que, por fin y después de tantos años de anhelo, había sido suya.

Clara, aun sin haber recuerado la respiración, había tomado una decisión y iba a llevarla a las últimas consecuencias: "Cabrón, recoge tus cosas y vete de mi casa, no quiero volver a verte, y tú...Blanca, esto no se hace, ya hablaremos".