Clara (2)
La vida de Clara tras el viaje a la isla.
CONTINUACION VIAJE DE CLARA, QUIERO ACLARAR QUE CLARA CONTARÁ SUS VIVENCIAS EN PRIMERA PERSONA EN ESTE RELATO.
Tras varios meses, Clara no había llamada todavía a Amelia y Sergio continuaba viviendo en su apartamento, se sentía como si volviera a sus orígenes y como si el viaje solo fuera un bonito sueño que estaba pasando. El trabajo la saturaba y no le daba tiempo a pensar en nada y los encuentros con Sergio habían sido poco fugaces. Clara decidió solucionar su situación existencial, quería cambios, todos los que pudiera asumir, estaba harta de la vida monótona que había llevado hasta ahora.
El viernes Clara llamó a Amelia y le preguntó si podía pasar con ella el fin de semana en algún lugar, Amelia le dijo que iba a una casa de campo que tenían sus padres, así que acordaron verse allí el viernes por la noche. Clara no llamó a Sergio para contarle lo del encuentro, decidió hablar primero con Amelia y contarle toda la situación.
Clara llegó al pueblo de Amelia, era un lugar pequeño, rodeado de vegetación y donde se respiraba mucha tranquilidad. Ya era de noche, había una luz encendida sobre la puerta de la casa, llamó y Amelia le abrió, se saludaron efusivamente y entró con su maleta de viaje. Amelia le enseño la casa a Clara y le mostro su habitación, "me tumbé sobre la cama, la verdad es que es cómoda. Me di cuenta que había alguien más allí, miré a Amelia, y ella me dijo que esperara, que iba a presentarme a alguien. Ante mí pareció una chica alta muy sensual, llevaba una camiseta de tiras, sin sujetador, saltaba a la vista, y unos vaqueros ceñidos, que guapa era, pensé. Amelia me la presentó como una amiga suya llamada Carlota. Mi cabeza empezó a funcionar, no íbamos a estar solas.
Salimos a cenar algo a un bar que había en el pueblo, cuando llegamos solo había cuatro señores de mediana edad jugando al dominó y fumando sus cigarros, como no!!!, al entrar nos siguieron con la mirada, me gustaría saber que estaba pasando por sus aburridas cabezas. Nos sentamos en una mesa apartada y pedimos algo para picar.
Después de tanto tiempo, mi cabeza empezó a funcionar, y la verdad es que mi excitación sexual despertó de un letargo, aquella situación me estaba poniendo cachonda, recuerdos del viaje vinieron a mi mente, estoy segura que aquella amiga de Amelia nos iba a dar mucho juego.
Mientras comíamos algo en el bar, Amelia se dio cuenta que la gente que nos rodeaba nos miraba de reojo, así que nos propuso un juego, darles más para ver. Las dos aceptamos. Como primera medida, Carlota dejo que una de las tiras de su camiseta callera por su brazo y con un hielo de su coca-cola sus pezones se pusieron de punta, las tres no reímos y miramos de reojo a los "caballeros" que nos observaban, yo me levanté de la mesa y contoneé mi cuerpo hasta el cuarto de baño, donde me quité el sujetador y volví a la mesa. Todo aquello creo que nos estaba poniendo más cachondas a nosotras que a la gente que nos rodeaba.
Amelia, sabiendo que los de la mesa de contigua estaban más atentos a nosotras que a la partida de cartas, paso su mano por debajo de la mesa y me toco la pierna a la vez que me levantaba la falda y deja entrever mis bragas, yo me puse un poco nerviosa, no quería ser tan descarada, así que para desviar un poco la atención empecé a hablar con Carlota. Amelia ya tenía un de sus dedos tocándome el clítorias y con otro me frotaba el coño. Estaba sudando, me estaba poniendo a cien, abrí un poco mis piernas para dejarle movilidad, no quería que parara, no ahora, deje que mi mente volara y me olvidé de todo lo que rodeaba. Ella introdujo su dedo en mi lo que provocó que yo empezará a moverme complacidamente, en ese instante noté que Carlota se estaba masturbando, lo que me excitó más si cabe. Estaba a punto de correrme, Amelia se me acercó y me besó en la boca, yo le devolví el beso si importarme nada. Cuando terminé note que mis bragas estaban empapadas, y que mucha gente del bar ya se había ido, con suerte toda la situación había quedado en un prolongado beso entre dos chicas. Decidimos irnos a casa y recompensar a Amelia por el buen rato que ella nos había hecho pasar.
Cuando llegamos a casa, Carlota dijo que se iba a su habitación, que estaba cansada y que iba a leer un rato. Amelia y yo, dormíamos junta en la habitación de ella, así que nos fuimos hacia ella, me quité la ropa delante de ella y por último las bragas, le dije "Nunca las había mojado tanto, eres genial con esos dedos", me fui al baño y me dí una ducha. Cuando salí ella ya estaba en la cama, parecía que me estaba esperando, así que me acerque a ella, desnuda, tal y como estaba y me senté a horcajadas sobre ella, le toque las tetas y acerque mi boca para chuparle los pezones que tenía de punta, ella estiró sus brazos y se agarró al cabecero de la cama. Ella estaba excitada, notaba bajo mi cuerpo como se estremecía a cada paso que yo daba, me dí la vuelta y le ofrecí mi coño para que me lo chupara mientras yo hacía lo mismo con el de ella, me día cuanta de que estaba totalmente rasurada, así que sus labios se abrieron a mi, le pasé la lengua por el clítoris, todo aquello me estaba sabiendo a gloria, le introduje un dedo como si fuera una polla, ella la cogió con fuerza y la hizo suya. Mi coño estaba húmedo con las lamidas que me daba, pero noté algo extraño, notaba como me introducía un dedo por el ano después de chupármelo, era la primera vez, no me sentía muy cómoda, ella se debió dar cuenta porque paró, continuó lamiendo mi coño y me introdujo un vibrador que cogió de la mesilla, nos corrimos las dos varias veces. Después de un rato nos dimos cuenta que Carlota estaba viendo, no sabíamos cuanto tiempo llevaba observando, me levanté de la cama y me acerque a ella, le besé en la boca, y me di cuenta de llevaba mucho tiempo, ya que estaba muy excitada. Amelia también se acercó a ella, le quitó la camiseta del pijama y le tocó las tetas. Amelia me miró, me besó y nos repartimos los pezones de Carlota, uno para cada una, la tumbamos en la cama y $$$$$$