Cita con el placer. Una espera que valió la pena.

Detalles de un encuentro con el hombre que inspira mis relatos.

Era día de vernos, por lo general aprovechamos las horas de la mañana para poder disfrutarnos uno del otro. 9 de la mañana y ya me está esperando en la cancha donde juega básquet.

Bajo del carro enfundada en un vestido negro y tacones, lentes de sol y el cabello suelto. Quería sorprenderlo y lo hice.. Pero no fue sino cuando le entregué el hilo que traía puesto cuando realmente la sorpresa y el placer tomaron su turno. Yo ya venía excitada de sólo imaginar nuestro momento,así que cuando lo tomó en sus manos y lo aspiró sentí como si una descarga eléctrica se apoderara de mi cuquita.

Provocaba en plena cancha aun meter la mano por dentro de su short, sacar su güevo y darle una rica mamada mientras el hundia sin piedad sus dedos en mi cuquita. Pero ganó la razón y subimos al carro, no sin antes entregarnos en un beso ardiente, sus manos estaban en todos los rincones de mi cuerpo a la vez, me manoseaba como queriendo en un solo momento tocarme toda y mi excitación se disparaba al infinito, levante un poco mis nalgas y con su mirada llena de morbo me decía todo cuanto quería, aspiro una vez mas mi hilo como si de droga se trátase y hundió sus dedos en mi cuquita que ya parecía un río, no había tiempo para mas, debía arrancar y manejar hasta el hotel que estaba a unos metros de distancia.

No quería sacara sus dedos de mi cuquita mojada, me revolvía en el asiento loca de deseo,  no dejaba de agarrar su güevo mientras que el semáforonos daba la luz de paso.. Par de morbosos en un carro locos por llegar y satisfacer sus deseos. Así llegamos a la entrada, había que pagar y en la espera nos deleitábamos con las caricias, su güevo todo erecto reclamaba el placer de mi boca, y así lo hice mientras esperábamos la llave sin importar si la cajera nos veía o no. Su güevo siempre ha sido objeto de mi más ardiente deseo, y mamárselo algo que disfruto muchísimo, una mamada rápida no hizo sino enloquecernos aun más.

Tomé la llave y fuimos directo a la habitación de la parte superior, al subir le ofrecí la vista de mi culo grande y sin esperarlo enseguida lo tenía detrás de mi agarrando mis nalgas subiéndome el vestido y metiendo sus manos mientras su güevo presionaba ansioso por coger a su puta, es un hombre más alto que yo lo que me hacía pensar en una perra cuando se la estan cogiendo, su perra.. Besabami cuello y agarraba mis grandes tetas mientras yo me restregaba buscando sentirlo aun mas sentía mi cuca a punto de estallar en un orgasmo, con mis manos agarré sus nalgas presionando más quería me pusiera en cuatro y allí mismo me penetrara, giré buscando sus besos, su boca daba y recibía en la misma proporción, sulengua jugaba con la mía, incitándola a dar todo lo que tenía, besarnos se convertía en una batalla por la rendición que ambos ganábamos mordía mis labios y enredaba su lengua con la mía yo succionaba la de él como si de su guevo se tratase dandole un abreboca de lo que sería la mamada de guevo que le esperaba, mi mano lo despojaba del short y así como imaginé debajo sólo estaban esos centímetros que me enloquecen, su güevoerecto sólo para mi merecía la mamada que desde hace días deseaba.

Lo tomé de la mano, abrí la puerta, cerré y bajé su short mientras el se quitaba la franela, aun vestida y con los tacones puestos me recosté en el sofá y el parado frente a mi me ofrecía su güevo, acariciando con mi lengua la babita que me regalaba, lo tomé en mis manos masturbándolo y con un gesto me dijo que sólo quería con la boca, como buena puta complaciente así lo hice, su güevo entraba y salía de mi boca como si se tratase demi cuquita mientras yo con mis labios apretaba como si fuesen anillos retardando al máximo el placer de sentirlo estallar en mi boca mientras sus dedos entraban sin pudor en mi cuca provocando que se lo mamara con más fuerza, lo saqué de mi boca notando lo enrojecido de tanto mamárselo, con una sonrisa de satisfacción me tranquilizó y multiplicó mis ganas, sin más espera se lo mamaba rítmicamente acomodándolo  para que no maltratara mi garganta mientras él me tomaba por el cabello marcando su propio ritmo, enloquecida de deseo no había orden que acatar sólo las ganas de hacerlo acabar. Unaúltima mamada y lo miré a la cara mientras me convertía en la más sumisa de las putas, esperando el chorro de semencaliente en mi boca.. Sus gemidos me indicaban estaba por acabar, su güevo palpitaba en mi boca y a los pocos segundos su leche corría por mi garganta.

Subió mi vestido abrió mis piernas y con todas sus fuerzas metió de un empujon su güevo grité enloquecida queria mas todo no era suficiente me cogia como nunca antes, parecía taladrarme y yo no quería soltarlo apreté aún más los musculos de mi cuquita cual cangrejera casi queriendo exprimirlo dentro de mi. Tan intenso fue que sentía como un chorro de mi orine nos mojaba a ambos para luego mezclarse con su semen y mis fluidos de hembra satisfecha por su hombre..

Aun encima de mi sonreímos.. Un beso más y un pensamiento común: La espera había valido la pena. Murmurando un "Tuya" lo tomé de la mano y fuimos a la cama donde sucedería lo que será mi próximo relato.