Cine pornográfico
Una tarde solo en mi casa, estaba intranquilo, deseoso, llame a un amigo para reunirme con él, estaba ocupado,recordé que en el cine porno podría conocer a un hombre, me arreglé y fui a comprar mi boleto de entrada
Cine pornográfico.
Había pasado mucho tiempo sin tener sexo con un hombre, esa tarde estaba solo en casa, muy excitado, no conocía a nadie, le llamé por teléfono a un amigo, me contestó estaba en medio de un compromiso, recordé que recientemente había descubierto por casualidad una sala de cine pornográfico, donde se reunían hombres para buscar otro con quien hacer travesuras. Me arreglé con ropa informal y me fui al cine xxx de la calle de Morelos, había muy poca gente, era como las cuatro de la tarde. En un rato comenzaron a entrar más hombres, ocupé un asiento en la parte posterior junto al pasillo, desde ese punto vi desfilar hombres buscando con quien hacer pareja.
Un hombre se sentó a mi lado, comenzó a poner su pierna junto a la mía, yo la retire, el insistió, una y otra vez, hasta que acepté su cercanía, no tardo en poner su mano sobre mi pierna, me acarició, y me dijo… ¿Te gusta mamar? No contesté, me limité a poner mi mano entre sus piernas, ya tenía la pija de fuera, estuve acariciando, abrió bien el pantalón para que pudiera acariciar su verga y sus huevos. Era un pene pequeño, metí mi mano bajo sus testículos. Chúpalo –Me dijo—me agaché hacia él, lo metí a mi boca, estuve lamiendo, chupando. ¡Me voy a venir! –dijo—rápidamente me hice a un lado y salió el chorro de semen. No hubo ninguna satisfacción de mi parte, me levanté me cambié de lugar sin decirle nada.
Ocupé un asiento dos filas arriba, dos hombres se besaban y acariciaban a mi lado, Un hombre bien vestido se paró recargado en la pared, la poca luminosidad permite ver lo que sucede. El hombre se acariciaba visiblemente su pene sobre el pantalón, no lo pensé me levanté me puse a un lado de él y comenzamos a besarnos
Yo le abrí l bragueta y se la saqué acariciándola de buen tamaño, me dijo al oído, Estás bien bueno, me gustas, ¿Te gusta mamar? -bájate- y si, hice caso me hinqué frente a él, me lo metí en la boca y se la estuve mamando, una y otra vez, para ese momento ya teníamos mirones cerca de nosotros. Lo estuve haciendo por un buen rato, su pene estaba bien erecto, sentí más de una mano invasora mientras lo hacía, las retiraba, pero insistían, yo en lo mío.
Fue entonces que me levantó y me dijo, quiero cogerte, le pregunté traes condón sí, me lo pongo, acepté que traía, estaba tan deseoso de sentir que me penetrara que no puse atención en ello, me jaló hasta el rincón próximo, yo mismo me bajé el pantalón y me agaché. Sus manos acariciaban mis nalgas, un dedo se posó en mi orificio, me acariciaba con gusto. Pronto sentí la presión de su glande sobre mi entrada, -Despacio le dije- -despacio- hizo presión y por fin, entró con cuidado, oh, que sabroso, comenzó a meterlo, más y más, después comenzó a moverse, lento, muy lento, de momento la sentía toda adentro y ahí se paraba, y otra vez comenzaba el movimiento. En ese momento ya teníamos mirones, yo me daba cuenta, más de uno con la verga en la mano, o tocando mi cuerpo, queriendo que se las mamara, pero me concentré en lo que el hombre me hacía, me penetraba fuerte, lo sentía bien caliente, se agarraba de mis caderas y me lo metía todo, permanecía un momento y volvía a moverse, aún se tomó su buen tiempo para eyacular, sentí como me agarró por las caderas, se metió hasta el fondo y se vino.
Todavía siguió dándome duro un buen rato, hasta que sentí como se salía de mí, y estaba húmedo, el maldito no se había puesto condón, me la metió a pelo. Solo me agradeció me dejo su tarjeta con su nombre y teléfono y se fue. Me subí el pantalón y me fui a sentar.
2
Estuve viendo la película, muy aburrida, nada interesante, aún me sentía excitado, a pesar de haber estado con un hombre, mi me obligó a seguir esperando otra oportunidad. Me levanté de ese lugar y fui a dar una vuelta por algunas filas. Para ese momento ya el número de personas en el cine había aumentado. Me acerqué a un hombre maduro parado casi al final de la fila de asientos, puse mi mano sobre su rodilla, el hombre me la retiró, continué viendo la película, e insistí, una vez más me hizo a un lado mi mano.
Me levanté un tanto frustrado, el hombre estaba bien. me fui a parar a un rincón al final de la sala, esperando que alguien se acercara, poco rato después un joven, alto, fornido se paró a un lado mío, esta vez yo no iniciaría el acercamiento. Sentí su mano tocar ligeramente mi pierna, permanecí quieto, una vez más ahora la subió y tocó ligeramente mis glúteos, di un pequeño giro para facilitar su caricia, y si, otra vez más ahora con más seguridad.
¿Te gusta la verga? -preguntó- Si, mucho, me encanta -contesté- giré para quedar frente a él, me abrazó con cierta fuerza, en un abrazo íntimo, puso sus labios sobre los míos, y permaneció ahí, los abrió, yo lo imité, y nos fundimos en un beso profundo que duro mucho tiempo, sus manos exploraron mi espalda, bajando poco a poco hasta tomar el elástico de mi pantalón deportivo y bajarlo, para acariciarme las nalgas firmemente. Dos tres nalgadas, luego caricias para poner dos o tres dedos entre ellas, acariciando, mientras nos besábamos, tomé su pene que ya había dejado fuera de su ropa, bien erecto, descubrí su glande, lo estuve masturbando.
Me dijo al oído… Bájate, chúpala, bájate, con sus manos tomando mis hombros me empujó hacia abajo, y sí, puse una rodilla en el suelo, hincado al hombre, apliqué mis labios a su glande, le di de besos, y lamidas, con mi lengua comencé a lamer a lo largo del tronco, bien erecto. ¡Mételo en tu boca cabrón! Mi idea era prolongar la caricia, pero el tipo tenía prisa, deseaba que lo hiciera, que se la mamara; así lo hice me la puse en la boca y me la fui metiendo poco a poco hasta tenerla toda, con sus manos me tomó de la cabeza y me obligo a metérmela toda, me llegaba a la garganta, comencé a mamar una y otra vez, volví mi vista y vi a dos tipos cerca de nosotros, no me importó, mas bien me agradaba que me estuvieran mirando.
El tipo me levantó ¡Quiero cogerte! -Me dijo- ¿traes condón? -contesté- No traigo ¿Te importa? --me dijo, en realidad ya poco interesaba, el anterior me la había metido así a pelo. Me di vuelta me agaché, el tipo me abrió las nalgas, comenzó a jugar entre ellas con su verga, me tomó de las caderas y me la metió de una sola estocada. Wuuuuauuu. Sentí como me penetraba, como pegaba su pelvis a mí, sus testículos golpeaban mis nalgas. ¡No te vaya a venir en mí! -Le dije- El me siguió dando entraba, salía, dos tipos mirando lo que me hacía, por fin sentí que me la metía toda, ahí se quedó y se vino en mí. Todavía se estuvo moviendo entrando saliendo, hasta que su pene se le bajó completamente y se salió. Un tipo de los que miraban me jaló, me deshice de su presión, subí mi pantalón, no dije nada más, era momento de salir del cine.
3
Luego de esa segunda vez, determiné que era momento de retirarme, me despedí del chico con quien había estado, me dirigí al baño, necesitaba lavar mi cara, lavar mi boca, fue entonces que entró un hombre se puso en el mingitorio, y me miró directamente.
--Te estuve observando desde que llegaste, me gustas mucho, ¡Qué bárbaro! ¡Qué mamada diste, y qué cogidas te pusieron! -No dije nada, terminé de lavar mi cara mis manos, ¿Te gustaría probar esta? -Me dijo mostrando su pene de muy buen tamaño, moreno, grande- No, gracias -Contesté- ya tengo que irme, tengo prisa. -Mentí, en realidad nadie me esperaba estaba solo en casa- me metí a un cubículo para lavar mi ajetreado ano, cuando salí ahí continuaba el hombre.
¿Te ánimas? Vamos a la sala, te va a gustar. No, gracias. -Contesté, mirando su hermosa verga bien erecta- me dirigí a la salida del baño, me tomó por mi brazo y me insistió, Anda, no te vas a arrepentir. Deshice la presión de su mano, salí del baño y me dirigía a la salida de la sala de cine.
En la puerta del cine antes de salir volví la vista, ahí estaba el hombre, alto, corpulento, una barba bien cuidada, unas manos muy grandes, me hacía señas para que regresara. Y si, sin pensarlo más regresé, me puse a su lado, me tomó del brazo, caminamos rumbo a la sala, subimos las escaleras hasta la parte más alta, mientras buscábamos un lugar adecuado me acarició las nalgas, por fin nos sentamos, mientras mi curiosa mano buscaba su herramienta, el individuo olía agradable, nunca me han agradado las personas con barba, pero la traía recortada y bien cuidada.
Tentaleaba su entrepierna y sacaba al aire su duro instrumento. En ese momento pensé, que ya había prolongado mucho mi tiempo en el cine, pero ya era tarde, había aceptado la invitación de ese tercer hombre para refocilarme con él, ya con su falo en mi mano lo estuve masturbando, de verdad en ese momento me dije. Que linda verga, me abrazaba, acariciaba mi espalda, puso su boca sobre la mía e introdujo su lengua, abrí mi boca para facilitar la caricia, pasé mi brazo por su espalda para quedar abrazados, besándonos profundamente, su mano siguió con su caricia bajo mi camisa, descendiendo hasta llegar a acariciar mis nalgas. –Bájate, mámame la verga—Me dijo, estuve acariciándola, aquella linda verga, y me bajé a mamar, una y otra vez, el tipo se cogió de mi cabeza obligándome a metérmela toda.
Sentados como nos encontrábamos, me dijo… --Quiero cogerte, ven ponte sobre mi pija— Me puse de pie, el tipo en su deseo me bajó el pantalón, me senté sobre él, me acomodó su pene en la entrada, a pesar de lo incomodo me entró, sentí como me iba penetrando, como se introducía en mí esfínter. Agarrado de mis caderas hacía que me moviera hacía arriba y hacia abajo, la verdad estábamos muy incomodos, aún así continuamos.
--Ven me dijo obligándome a levantarme, vamos atrás, allá podemos coger mejor. Me levanté, subí mi pantalón, salimos de la fila de asientos donde comenzamos a coger y nos subimos dos o tres escalones que nos separaban de la parte mas alta. Dos hombres estaban besándose dos escalones abajo, así que quedamos muy cerca. Nos abrazamos, nos besamos, mi pantalón quedó abajo, sus manos sobre mis nalgas, acariciando una, metiéndola en mi raja, acariciando mi ano. También bajó su pantalón, nuestras vergas se pegaban, ambas bien erectas. Mientras nos besábamos sentí otra mano, uno de los hombres me estaba acariciando, se la retiré, pero insistió, una vez más se la retiré. –deja que te cachondee—me dijo mi hombre, ¿Te molesta? No, --contesté-- ¡Déjalo! Mientras seguimos besándonos, acariciándonos, le tomé la verga y comencé a masturbarlo, luego me puse de rodillas a mamar, me la metí toda, la besaba, la chupaba, me la metía hasta la garganta. Uuufff, una y otra vez, No te vaya a venir –Le dije sacándome la verga por un momento— ¡Tu sigue mamando! –contestó-- y continué.
Para ser franco amigo Sergioh, yo estaba muy deseoso, siempre he sido muy caliente, y en esa ocasión estaba deseoso, además no me había venido.
Uno de los tipos que estaban besándose se separó del otro, el que se quedó se acercó a ver donde estaba mamando a mi hombre. Párate y agáchate, ¡Voy a cogerte! Lo hice, me agaché delante del hombre, me la pegó entre mis nalgas, estuvo jugando, por fin me lo apuntó, hizo presión y sentí como me penetraba, como entraba en mi hasta lo mas profundo de mi ser. Ahí permaneció un rato, luego comenzó a moverse, la sacaba casi toda para luego meterla de una sola estocada, que bárbaro. El otro tipo se acercó a mí con su falo de fuera por delante. Lo retiré, quería que se la mamara, insistió, volví a retirarlo, ¡Deja que te la meta! Me dijo mi hombre. ¡Mámalo! Así lo hice, comencé a mamar al otro tipo mientras por atrás tenía al otro penetrándome, una y otra vez, los dos, no se cuanto tiempo duramos así hasta que sentí como me penetraba mi hombre hasta el fondo
Se paró un momento, se estaba viniendo en mí, el otro también no tardó mucho se corrió en mi boca, se guardo la pija, y se retiró, el otro poco a poco se le fue bajando hasta que se salió.
UUUUffff que cogida te metí que bárbaro. Se arreglo la ropa. Me dio las gracias y se retiró, igual yo subí mi pantalón y me dirigí al baño a lavarme, estaba cansado. Salí del cine, y me fui a mi casa.
Por la noche solo estuve recordando todos los acontecimientos.
Espero sus comentarios, a mi cuenta juanfuldos@hotmail.com