Cinco días (2)
Continua el relato de las tres parejas, 2 de ellos hermano y hermana
Al final nos vestimos con César y nos fuimos en su auto hacia la quinta. Íbamos por Autopista Richieri, yo con la ventanilla del auto baja y recordando los últimos orgasmos que habían venido con diferencia de 12 horas y en tres momentos diferentes. En mi cabeza daban vuelta un montón de imágenes muy eróticas: las tetas de Patricia mi cuñadita, su mirada de trola chupándose los dedos mojados de flujo, la roja y enorme cabeza de la pija de mi hermano asomada por su calzón. Todo acudía a mi mente golpeándome y excitándome. En eso estaba cuando Cesar me saca de mi ensimismamiento diciendo:
Euuu que te pasa nena?!!!
Nada, me colgué pensando en el lindo polvo que nos acabamos de echar.
Jaja, me encantó
A mi también.
En realidad no le mentí totalmente. Pero no me animaba a decirle que su hermanita, que él creía una santita, era flor de trola y me había re calentado mirarla pajeándose. Era muy fuerte.
Así transcurrió el corto viaje hasta llegar a la casa de fin de semana. Bajamos los bolsos nos acomodamos en la habitación matrimonial ya que en la otra que tenía 4 camas la habían tomado mi hermano con su novia y la otra pareja.
Buenísimo, dice Cesar vamos a poder coger de lo lindo
Yo lo miro con una sonrisa mientras con la mano le agarro el paquete, lo beso en la boca y le digo: preparate porque sabes que vengo muy caliente y este fin de semana lo estaba esperando mucho
Salimos al jardín y ahí estaban los cuatro: mi hermano Ignacio con su novia Mariela y su amigo Hernán con una chica que a todas luces acaparó toda mi atención ya que estaba con una biquini violeta que no dejaba nada a la imaginación. Estaba parada poniéndose protección solar. De atrás tenía una colaless que le marcaba un culo de perfección y de frente dos pequeños triángulos que apenas cubrían unas tetas espectacularmente duras y bronceadas con todo el aspecto de operadas. Se notaba que le gustaba el sol porque estaba muy bronceada. Lo miro a Cesar y estaba de piedra mirándola. Saludo a todos, salvo a mi hermano, con un beso y me siento con Cesar en una de las reposeras.
Pasamos un rato entre conversaciones agradables. Lucía, así se llamaba la voluptuosa chica del biquini violeta, contrariamente a lo que imaginé desde un principio me pareció súper simpática, agradable y divertida ya que en dos horas conversábamos los seis como si nos conociéramos de toda la vida.
En ese momento Ignacio dice que se va a preparar el fuego para el asado y por cortesía su amigo y mi novio lo acompañan. Ok dice Lucía después nosotras nos encargamos del resto: ensaladas y poner la mesa. Vamos ahora a la pileta un rato?
Las tres estábamos de acuerdo y nos metimos en la pileta y al rato ya había surgido entre nosotras una confianza total.
Lucía hace un movimiento y casi se le escapa una teta a lo que yo intervengo diciendo:
Escondé eso que no quiero que mi novio te mire mas de lo que te miró hasta ahora.
No tiene nada de malo mirar
Por supuesto dice la novia de mi hermano.
Es que este biquini me lo compré antes de hacerme las lolas.
Te quedaron bárbaras, le dice la novia de mi hermano. A mi me gustaría hacérmelas pero me da cosa.
Hacételas. Es hermoso y se súper disfruta tener.
Más las disfruta Hernán, o no?
Los dos las disfrutamos. A mí por ejemplo me encanta mirarme y tocármelas todo el tiempo. Y mientras hacía esto se las tocaba cosa que me estaba empezando a calentar.
Pero no perdés sensibilidad insistía con el tema mi cuñada.
Para nada, al contrario.
¿Cómo al contrario? Intervengo yo
Claro. Ahora es una parte de mi cuerpo que uso y disfruto más. Antes no quería ni que se acercaran ahí. Ahora las muestro con orgullo.
Si la verdad que te quedaron bárbaras! Después pasame el dato del cirujano.
Mirá, tocá, dice Lucía y le agarra la mano a mi cuñada y la lleva a su teta derecha. Mi cuñada la toca como si fuera una palta en una frutería.
Tocá bien, le dice y acto seguido le agarra las dos manos y se las pasa por las tetas y el movimiento hace que se le corra el biquini y quede un hermoso pezón oscuro y parado al aire. La iba a guardar cuando mi cuñada la interrumpe agarrándola de la muñeca:
A ver el pezón como te quedó? Ni se nota. Pero, ahí si que perdiste sensibilidad, no?
Noooooooooo. Para nada. Para nada y se ríe.
De que te reís?
De que, al contrario, tengo unos pezones súper sensibles.
No te creo. Me dijeron que se pierde sensibilidad en los pezones.
Bueno. Creeme porque soy de las que me tocas el pezón y estallo.
A todo esto menos mal que estábamos en la pileta porque mi bombacha era un charco.
A ver, jaja. Dice mi cuñada haciendo como que le va a tocar el pezón con los dedos pulgar e índice.
Ahí me meto y le agarro la mano a mi cuñada y se la empujo y le agarra el pezón con el dedo índice y el mayor y lo empieza a apretar y acariciar. Mariela no para de acariciarla y mirarle la teta como una poseída
Ahhhhhh. Nooooo. Gime Lucía mientras vemos como una de sus manos baja hasta su concha. Mariela por un poco de recato se detiene y se aleja. Ahora las tres nos miramos sonrojadas. Mejor nademos un poco para enfriar este momento dice mi cuñadita.
Pero que había querido decir? Se había calentado ella también? Que me pasaba con las mujeres últimamente? Que les pasaba a mis cuñadas? Por Dios no veía la hora de llevarme a Cesar a la habitación para cogermelo con todo.
Al rato los chicos nos llaman para comer el asado. Nos sentamos a comer cada una al lado de su pareja. A Cesar y a Ignacio se le iban los ojos a las tetas de Lucía. Hernán saca de la parrilla un chorizo pinchándolo de la punta, lo lleva linchado a la altura de su bulto y se lo alcanza a Lucía descaradamente diciendo: Tomá que es lo que a vos más te gusta.
Yo pensé que Lucía se iba a poner colorada y no iba a decir nada. Todo lo contrario: abrió su boca, le paso la lengua por la punta y sin utilizar las manos se metió tres cuartas partes del chorizo en la boca de un solo movimiento, lo desenganchó en un instante y luego, cuando solo le quedaba la punta afuera, lo tomó con la mano mirando a su novio, lo sacó limpito de la boca y lo apoyó en el plato. Todos nos quedamos duros con esa escena, nos habíamos calentado mucho, se notaba en el ambiente.
Empezamos a comer y a conversar y el vino, un malbec mendocino 1998, de las mejores cosechas, empezó a hacer de las suyas. Mi hermano propuso un juego que era yo nunca o dos sorbos. No quería que termináramos muertos así que el juego era el siguiente: uno por vez y en ronda iba diciendo algo que nunca había hecho y el resto, si lo había realizado, tenía que tomar dos sorbos de vino. Empiezo yo, dijo mi hermano:
Yo nunca me metí en una piscina desnudo totalmente.
Bebimos Mi hermano, Hernán y yo. Es decir que Cesar mi novio, Lucía y Mariela lo habían hecho. El solo imaginarme a mi cuñada y a Mariela desnudas en el agua hizo que me mojara toda.
Ahora le tocaba a Mariela mi cuñadita:
Nunca tuve sexo con ningún familiar lejano. No entendí la aclaración de lejano. Era acaso que con un cercano sí. No. No podía ser. La sorpresa me llegó cuando fui la única en beber. ¿Todos habían estado cogiendo con algún familiar?
Y vos con quien? Increpé a mi hermano. Con Mariana, nuestra prima del campo.
Queeeee? Te cogiste a la pobre Mariana degenerado!
Quien dijo que me la cogí? Ella me cogió a mi, jaja. No sabes lo que es tu primita, nena.
Me llamaba la atención que Mariela no le pusiera ninguna cara, debía estar al tanto de la situación.
Aparte no hubo penetración, aclara mi hermano, sólo sexo oral mutuo.
Pero mirá vos mi primita y mi hermano como se lengüetearon, pensaba yo y me seguía calentando.
Ahora le tocaba a Cesar, mi novio. Nunca me masturbé en compañía de alguien del mismo sexo. Bebimos todos menos Lucía y Hernán. Estos dos si que se las traían, eh!
Me tocaba a mí y no se me ocurría nada.
No sé, yo nunca tragué semen lancé sin pensarlo. No vale, tiene que ser para ambos sexos.
Yo nunca tragué semen ni flujo vaginal, corregí rápidamente
Nadie bebió. Zas! Era yo la única que no tragaba? Pero mirá vos mi cuñadita con esa cara de santita!
Ahora le tocaba el turno a Hernán. Nunca tuve sexo virtual tiró pensando que íbamos a beber todos.
No bebió nadie. Me asombró la cosa pero estaba dentro de lo normal para esta época. Con Cesar habíamos tenido un hot Chat cuando ambos estábamos de novios con otras parejas y éramos solamente amigos. Ay, si supieran nuestras parejas de ese momento
Después de esas rondas la tarde transcurrió tranquila. Mucha pileta y mates en ronda a la tarde y pasando muy divertidos momentos entre los seis. Realmente la estaba pasando muy bien y hasta mi hermano me estaba resultando muy simpático y agradable para conversar. Por la noche cocinamos las chicas. Nos quedamos haciendo una sobremesa larga y hablando de todo. El tema del sexo volvió a surgir y cada uno empezó contar con detalles como fueron las experiencias del "yo nunca" que habíamos jugado por la tarde. Mi hermano contó como mi primita se la había chupado en esta misma quinta en una fiesta de nochebuena después de que él la pajeara hasta hacerla acabar. Hernán contó que en el secundario se masturbó con un compañero y que ese chico le terminó haciendo la paja a él mientras que Lucía dice que lo había hecho varias veces con su hermana. Ahí nos quedamos todos de piedra. Masturbarte en compañía de tu hermana debe de ser algo realmente fuerte. Pero la sorpresa mayor la dio mi cuñadita cuando dijo que había tenido sexo con un familiar cercano y que aunque no quiso decir con quien dijo que había sido realmente muy bueno y lo repitió varias veces mas.
Nos fuimos a dormir y automáticamente fue llegar a la habitación que Cesar y yo nos pusimos a coger como locos. En la pileta Lucía y Hernán se estaban matando y nosotros escuchábamos sus gemidos y diálogos desde nuestra habitación. Mientras que mi hermano con Mariela seguramente se estaban dando en su cuarto. Las cosas que se decían Lucía y Hernán eran grandiosas y debo reconocer que la segunda vez que acabé fue mas por lo que me calentaron ellos que el propio Cesar, y creo que este se dio cuenta pero no le importó mucho. Lucía le decía en voz fuerte y clara cosas como que estaba re caliente y quería chuparle la pija, que le chupara los pezones, que le metiera un dedo en el culo, que la cogiera de perrito. Esto último me impactó porque me imaginaba que estaban en la pileta pero si hacían un perrito era porque estaban afuera y los podríamos ver desde nuestra habitación con sólo asomarnos. Y vaya si lo hicimos, después de coger como locos con Cesar nos picó la curiosidad y vimos como se la estaba cogiendo a cuatro patas como una máquina y ella no paraba de mirar por sobre su hombro y decirle todo tipo de chanchadas, hasta que casi en la misma posición ella cerró las piernas y levanto la cola, el abrió las suyas le tomó las nalgas con ambas manos y le empezó a chupar el culo hasta que ella no pudo mas y le dijo dale haceme la cola que no doy mas. Le empezó a hacer la cola lentamente al tiempo que la besaba como un enamorado. En nuestra habitación seguíamos ahora con Cesar detrás de mí cogiendome y metiéndome un dedo en el culo y yo acabando como una loca pero Cesar todavía no lo hacía. De mi hermano y su novia no supimos nada solo que a Hernán le sonó el celular y era mi hermano diciendo que vaya a la habitación cuando quiera. Hernán se fue a la habitación, Lucía le dijo ahora voy. Nosotros nos agachamos para que no nos vieran y la sorpresa llegó cuando por la ventana se asoma Lucía diciendo: les gustó el espectáculo? A ver déjenme mirarlos a ustedes desnudos también" Cesar y yo nos quedamos duros, Ambos estábamos desnudos y siendo examinados por Lucía que ahora nos pedía que nos parásemos para que nos vea mejor. Cesar la seguía teniendo muy dura. Que pasa todavía el no acabó, preguntó Lucía. No, todavía no, decía el caradura de Cesar. Bueno ¿Qué esperas? hacelo acabar, me ordena Lucía. Chupásela que yo quiero verlos de la misma manera que ustedes me miraron a mi. No me pregunten porque pero ahí nomás me agaché desnuda como estaba y se la empecé a chupar como una loca. Cuando giro para mirar a Lucía esta ya estaba con las tetas al aire y metiéndose dos dedos en la concha. Yo me empecé a acariciar y Cesar a acabarme en la boca. Yo me tragaba todo al tiempo que Lucía me preguntaba ¿esta rica esa lechita? Mmmssssiiii decía yo y me seguía tocando cuando me doy cuenta que la mano de Lucía estaba acariciándome una teta descaradamente. Eso fue como un rayo que me hizo acabar al instante, y nuevamente no me pregunten porqué pero terminé de acabar y tenía un pezón de Lucía en la mano y una mano de ella en mi cola mientras con la otra se frotaba el clítoris hasta acabar en un orgasmo tremendo.
Lucía se despidió apresurada y nosotros nos quedamos mirándonos con unas sonrisas tremendas y así sin decir nada nos dormimos hasta el día siguiente.
Continuará