Cinco años - 1. El comienzo

Todos los acontecimientos y personajes aparecidos en este relato son pura invención. Este relato está escrito para mi Ama, con el deseo que sea de su agrado. Por supuesto también espero que les guste a todos aquellos lectores que quieran leerlo.

Primero quiero presentarme, tengo 40 años, les podría decir mi nombre, pero en este relato, la verdad es que no importa, pues nadie se dirige a mi por mi nombre, los nombres por los que soy llamado van desde perrito, esclavo, sumiso, y por mi apodo en este mundo en el que entré hace cinco años, que es el de "lobo".

Escribo estas líneas que están leyendo, completamente desnudo, desde un cuarto pequeño, en algún lugar de Londres. Sin ventanas, y con una puerta de madera cerrada con cerrojo desde fuera, con una pequeña puertecita en la parte inferior, por donde cada dia recibo una pequeña ración de comida y bebida, en el techo, en una de las esquinas, una cámara, por la que pueden ver (desconozco quién está mirando al otro lado) todo lo que hago. Lo único que hay en "mi cuarto" es una palangana con agua para poder asearme mínimamente, un orinal para hacer mis necesidades, que vacían una vez al día, un colchón en el suelo con una manta para poder descansar y una lamparita para poder ver, ya que del exterior no entra ninguna clase de luz. Aparte de esto, los únicos objetos que poseo en mi celda es un cuaderno y un bolígrafo con los que mi Ama me ha ordenado escribir mis momentos más importantes de mi vida como sumiso desde que la conocí hasta el presente, para celebrar mis cinco años con ella, y sólo una vez terminado y recibido el visto bueno de mi Ama, podré salir de este "cuarto" (¿o no?). Para empezar con la tarea que me ha encomendado mi Ama, no podía comenzar de otra manera, que contar cómo empecé a curiosear y fantasear con la sumisión y dominación, como fue mi entrada en el mundo del bdsm.

Todo comenzó un mes de Febrero, hace poco más de cinco años, por aquél entonces yo tenía 35 años, y una vida bastante normal, tenía mi trabajo, mis amigos, mi familia, había roto recientemente con mi pareja, y quizás fuera esto último lo que me llevó a buscar nuevas experiencias, probar cosas nuevas, que antes, no había tenido la oportunidad de hacer, salir un poco de la rutina. Hace mucho tiempo vi en televisión una película, que en esa época me llamó mucho la atención, se trataba de "Historia de O" y siempre he sentido curiosidad desde entonces por saber cómo sería experimentar esas situaciones, el sentirse humillado, abusado sexualmente, y castigado, claro que una cosa es la curiosidad y otra llevarlo a cabo. Ese "gusanillo" se quedó dentro de mí, y ahora podía ser el momento para dejarlo salir y probar si llevar esas fantasías al plano de la realidad, me produciría tanto placer y morbo, como me imaginaba en mis fantasías. Empecé mirando anuncios en periódicos, e internet de Dominas profesionales, en los que ofrecían diversos tipos de prácticas y perversiones, algunas relacionadas con la escatología, cosa que a mí, personalmente me repugnaba. Tampoco sabía muy bien por dónde empezar, y la verdad sea dicha, no me parecía bien pagar a una Domina, nunca he pagado por tener sexo, aunque mi situación económica, por aquel entonces, me lo podía permitir, y en este caso pensaba que si pagaba por los servicios de una profesional, no podría experimentar, lo que realmente se siente al estar bajo el dominio de otra persona, quizás sea equivocado mi punto de vista, pero decidí buscar contactos con gente con la que pudiera hablar del tema por otras vías no profesionales, gente con la que poder iniciarme en este mundo, del que sabía muy poco. Me di de alta en varias páginas de bdsm, en chats, foros, y páginas de contactos, todos ellos, claro está de temática bdsm. A pesar de las ganas que tenía de poder realizar mi fantasía, me daba bastante reparo, ponerme bajo el poder de otra persona, en situaciones que podrían resultar bastante peligrosas y comprometidas, supongo que a todos al principio les habrán surgido estas dudas, temores, el poder ser descubiertos por algún conocido... así que decidí, inicialmente buscar sólo relaciones ciber, con lo que todos mis anuncios, se centraban en buscar Amas para cibersumiso. No sé cuántos anuncios llegué a publicar en un mes escaso, pero el resultado fue un rotundo fracaso, ni una sola contestación a mis anuncios, empecé a pensar en dejarlo aparcado, y no volví a publicar un anuncio en unos cuantos días, me dedicaba a entrar por las tardes en los foros y salas de chat donde había gente de todos los tipos, unos novatos como yo, y otros con muchos años a sus espaldas de experiencia, la verdad es que aprendí bastante sólo de leer lo que escribía la gente en los chats, y de vez en cuando las charlas que mantenía con otros sumisos y sumisas en los que me contaban sus experiencias, alguna vez con algunas Amas que aunque no querían ciber, si pude compartir con ella mis dudas, y me dieron algunos consejos para empezar. En una de esas páginas, fue donde conocí a la que se convertiría en mi Ama. Era una página que tenía varias secciones: foros, contactos, chat, video chat, ... y fue una tarde de febrero, que la vi entrar en el chat. Como siempre que veía un Nick nuevo de mujer, miré su perfil, y éste me sorprendió, era bastante joven, 20 años, y ponía que buscaba perros y venia una dirección de correo para dirigirse a ella los interesados, no la abordé en el chat, pero me apunté su dirección de email y esa misma tarde la envié un correo, presentándome y diciéndole más o menos que aunque yo era bastante más mayor que ella (15 años más) no tenía ninguna experiencia y me gustaría iniciarme en la sumisión a través del ciber, para lo cual disponía de cámara y muchas ganas de aprender si alguien me daba una oportunidad. En los tres días siguientes no volví a verla por el chat, ni recibí respuesta al correo, pensé que sería de las personas que se dan de alta en páginas, entran una vez y no vuelven. Pero para mi sorpresa, al cuarto día recibí contestación a mi correo, en el que se dirigía a mi como posible candidato a perro, y que si finalmente decidía darme una oportunidad, que ella siempre sería mi Ama y que debería respetarla y obedecerla, a pesar de la diferencia de edad y por muy dura que sea, aunque al principio sería más "blanda" conmigo, teniendo en cuenta mi nula experiencia previa. Pero primero debía ganarme mi primera sesión ciber con ella. Estuvimos más de una semana, con correos, y charlas en el chat, hasta que finalmente en una de esas charlas en el chat me dijo: [Ama] Bien perro, creo que ya es hora de que tengas tu primera cibersesión con tu Ama, y veremos si ha merecido algo la pena mi precioso tiempo que he dedicado a charlar contigo. Nuestra primera sesión será en este chat, con cam, en el que yo te veré a ti pero tu no podrás verme, aunque si considero que te lo ganas, quizás puedas oír mi voz. Mi Skype te lo tendrás que ganar en la primera sesión, si no lo haces, puerta, perrito. [lobo] Si Ama. [Ama] Mañana a las 7 de la tarde tendrás que estar conectado en el chat con tu cam puesta y completamente desnudo de rodillas delante de la cam, te dejaré que te cubras la cara, para respetar tu privacidad en un principio, puedes llevar capucha o máscara, como prefieras, será lo único que te deje llevar puesto. También deberás tener lista una serie de materiales, cuya lista te enviaré por correo. Si me conecto y no estás, o no has cumplido mis requisitos, no volveremos a hablar ¿has entendido perro?

[lobo] si Ama, lo he entendido, estaré como ha ordenado, Ama. Salió del chat sin decir más, y yo me quedé un rato, aunque, más que atento a lo que se decía en el chat, absorto en mis pensamientos sobre lo que me acababa de decir mi Ama, con una mezcla de temor y entusiasmo, pues a la vez que estaba deseando tener una sesión, sentía un temor por no estar a la altura de lo que se espera de mí. También le estaba dando vueltas a lo de proteger mi privacidad, ocultando mi cara, cosa que ya había pensado antes pero por temor a que me rechazara no lo había comentado en ningún momento, pero eso me hizo confiar más en mi Ama, al ver que pensaba también en mi, o quizás fuera para darme más confianza de cara a esa primera sesión. Al día siguiente (era sábado), por la mañana, decidí acercarme a un sex shop que había a pocas manzanas de mi casa con la intención de comprar algo para cubrirme la cara, ya que me había dado la oportunidad de hacerlo, quería agradecérselo de alguna manera, comprando algo más acorde con la temática bdsm que una simple máscara. Ojeando entre los productos de temática bdsm que tenían agrupados a lo largo de cuatro estanterías en la tienda, vi una capucha de cuero negro con una cremallera en la boca, y dos aberturas para los ojos, me decidí a comprarlo, además de una serie de cosas que me había indicado por correo mi Ama, que aunque son objetos que se pueden encontrar por casa, preferí llevarlos de allí, para darle un tono más "profesional" a la sesión, quería causarle la mejor impresión posible, y poder ganarme futuras sesiones con ella, si es que esa primera cumplía mis expectativas. Pasaron muy despacio las horas, hasta acercarse a la hora indicada por mi Ama, después de preparar todos los materiales de la lista, me desnudé por completo y poniéndome la máscara, con la cremallera de la boca abierta para poder respirar, esperé de rodillas delante de mi cam. Justo a las 7 en punto entró mi Ama en el chat, yo esperé a que pinchara mi cam, cumpliendo así con la orden dada. estuvo charlando con otros Amos y sumisos del chat, hasta que pasados unos 15 minutos una petición para acceder a mi cam por parte de mi Ama apareció en mi pantalla. Pulse Aceptar y esperé de rodillas hasta nueva orden de mi Ama. [Ama] Vaya, vaya, mi perrito esperando que su Ama juegue con él. [lobo] Si Ama [Ama] Perro, ¿tienes todo lo que te puse preparado? [lobo] Todo listo, Ama. [Ama] Bien, veo que hiciste caso, y te has puesto una capucha, buena elección perro. Por ser tu primera sesión, voy a tener ser buena contigo y a partir de ahora oirás mi voz en vez de tener que estar leyendo. Activa tu micro y los altavoces y pincha en mi micro para oírme. [lobo] Si Ama. [Ama] Perro, ¿oyes bien a tu Ama? [lobo] Si Ama, la oigo alto y claro. - Tenía una voz dulce y suave, para nada como me la había imaginado que fuera la voz de una Ama, me la esperaba más grave, autoritaria, la verdad es que me sorprendió gratamente mucho su voz. [Ama] A cuatro patas perro, y a no ser que te haga una pregunta que no sea la respuesta si o no, darás un ladrido para decir si, y dos para decir no, ¿entendido perro? [lobo] ¡guau! [Ama] Buen perro, da una vuelta a cuatro patas, quiero verte bien por todos los lados. - despacio, fui caminando a cuatro patas dando un circulo para que mi Ama contemplara a su perro. - No está mal lo que veo, perro, veremos si sirve para algo. [Ama] Coge la regla o algo parecido para azotar. - cogí la fusta que compré en el sex shop para sorprender a mi Ama. - vaya, perro, veo que has puesto mucho esmero en agradar a tu Ama, me gusta, lo tendré en cuenta perro. Ahora veamos cómo reacciona la piel de tu culo a los azotes, quiero que te des 10 en cada nalga, contándolos en voz alta y dándome las gracias por cada uno de ellos, despacio, quiero oírlo bien, si alguno no lo oigo, tendrás que volver a empezar. ¿Entendido perro? [lobo] ¡guau! [Ama] Date la vuelta, que vea bien tu culo mientras te azotas. - empecé a golpear mi culo empezando por la nalga derecha, no sabía cómo de fuerte debía hacerlo, así que opté por golpear con bastante fuerza, el golpe sonó seco, y en mi nalga sentí un calor intenso en la parte golpeada. [lobo] Uno, gracias Ama. - golpeé ahora la otra nalga con la misma fuerza. - Dos, gracias Ama. Seguí alternando los golpes en ambas nalgas, hasta alcanzar los veinte fustazos, al término de los cuales, mis dos nalgas presentaban un color rojo en la mayor parte, por los golpes recibidos, y sentía un fuerte escozor en ambos lados de mi culo. [Ama] Me gusta el color que ha cogido tu culo, lo has hecho bien perrito, puedes dejar la fusta. ¿Te duele el culo? [lobo] ¡guau! [Ama] No seas quejica, tampoco ha sido para tanto, no me gustan los perros quejicas, ¿seguro que te duele? [lobo] ¡guau! ¡guau! [Ama] Eso está mejor, si no te ha dolido, habrá que ir subiendo la intensidad, ¿no crees perro? [lobo] ¡guau! [Ama] Coge una cuerda, y átate los huevos, dándoles 4 vueltas con la cuerda, más o menos en el centro de la cuerda, que aprieten, pero no seas bestia, sin pasarte. - cogí una cuerda y doblándola por la mitad, rodeé mis huevos con ella, dando dos vueltas hacia cada lado, quedando así mis huevos separados de mi polla por las cuatro vueltas de cuerda, hice un nudo, y mis huevos quedaron aprisionados. - Así está bien, ahora ponte en cuclillas, y átate el dedo gordo de cada pie, dejando lo mínimo de cuerda entre el dedo y tus huevos.- até primero el pie derecho, dejando poca cuerda entre ambos. - No, no, perro, ¿qué te he dicho? junta más el pie a tus huevos, que casi no haya cuerda entre ambos, no me hagas enfadar. - desaté el dedo, y puse todo lo junto que pude mi pie de mis huevos, y volví a atarlo, esta vez no habría más de un palmo de cuerda entre ambos.- Eso está mejor perro, ahora el otro igual. - junté el otro pie, con cuidado, pues era difícil mantener la posición. - Ahora ata el resto de la cuerda alrededor de tus tobillos para que no cuelgue. - terminé de cumplir sus órdenes, apoyándome con los dedos de las manos para mantener el equilibrio.- Ahora a cuatro patas, perro. - apoyé mis dos manos en el suelo, pero al intentar apoyar las rodillas, mis dedos de los pies tiraban de mis huevos fuertemente hacia atrás, provocándome un dolor intenso, intenté ir muy despacio, separando cada vez un poco más mis rodillas de mis brazos, para adoptar la posición ordenada por mi Ama. - Vas bien perro, echa más atrás tus piernas.- cada vez que intentaba separar más las piernas de mis brazos, mis pies tiraban de mis huevos hacia atrás, haciéndome soltar quejidos ahogados de dolor. - Suficiente, perro, ahora arquea la espalda, que tu culo quede más levantado, quiero verlo bien. ¿Estás cómodo perro? [lobo] ¡guau! - ya me había indicado que no le gusta oír quejas, así que decidí no provocarla. [Ama] Bien, me alegro, entonces no te importará esperar así un momento, voy a ponerme algo de beber, me da sed el dar órdenes. No te muevas, ahora vuelvo. - no me lo podía creer, no me podía imaginar una situación más incómoda que esa, pues si intentaba moverme, me pegaba un tirón en los huevos que me hacía ver las estrellas, y mantener los pies junto a mi culo para que no tire tanto de ellos, me suponía cada vez un mayor esfuerzo. Aguanté como pude, hasta que mi Ama volvió, al cabo de unos minutos. imagino que ya con un refresco.- Buen perro, Ya puedes soltarte las cuerdas de los dedos. - solté ambos dedos, y la cuerda ahora quedó atada a mis tobillos, pero ya la distancia de cuerda entre mis tobillos y mis huevos era mayor, y permitía una posición más cómoda y menos dolorosa. - Supongo que estarás algo incómodo por estar así quieto en esa posición, ¿no perro? no hace falta que contestes, para que veas que tu Ama es muy buena contigo, da un par de vueltas para que te relajes. - Aunque ahora podía moverme, tampoco podía hacer grandes movimientos sin recibir un tirón en los huevos, con lo que empecé a dar la vuelta moviéndome despacio, a cuatro patas. Di las dos vueltas, recibiendo varios tirones en los huevos. - Perfecto perro, ahora de rodillas ante tu Ama. - me alegré de dejar la posición a cuatro patas, pues estando de rodillas, no recibiría más tirones en mis huevos, que ya habían sufrido bastante. - Perro da las gracias a tu Ama por ser tan buena contigo. [lobo] gracias Ama, gracias por ser tan buena con este perro. Se lo agradezco enormemente Ama. [Ama] no hay de qué perrito, tu sigue obedeciendo mis órdenes y yo seguiré portándome bien contigo. Aunque veo que no te alegras de estar conmigo. Tienes 2 minutos para tener tu polla dura, apuntándome con tu erección, o de verdad que tu polla lo va a sentir. - empecé a masturbarme sin perder un segundo, no podía ni quería imaginarme qué castigos podría sufrir mi polla de no conseguir tener una erección en ese tiempo. Di gracias a Dios porque mi polla a pesar de tener los huevos ya rojos por la prisión a la que le estaba sometiendo la cuerda, consiguió ponerse dura antes de cumplirse el tiempo. - Buen perro, no es gran cosa tu polla, pero veremos qué podemos hacer con ella. - en ese momento sentí vergüenza, humillación, nunca una mujer me había hablado así de mi polla, y me pilló de sorpresa, gracias a que tenía la capucha puesta, porque seguro que me había puesto rojo de la vergüenza que sentí en ese momento.- ¿te gusta masturbarte delante de tu Ama, perrito? [lobo] ¡guau! - realmente a esa pregunta no sabía si sería mejor decir que si o que no, no sabía qué es lo que tenía en mente mi Ama, opté por decir que sí. [Ama] Vaya, así que resulta que el perrito es un guarro, que le gusta tocarse, pues estás de suerte perrito, vamos a jugar con tu colita, pero primero vamos a dejarla como estaba. Golpea tus huevos con la palma de la mano, en tandas de 5 golpes, hasta que tu polla vuelva a estar como antes, y va contando los golpes, que los oiga bien tu Ama. - cogí mi polla por la punta con los dedos de la mano izquierda para poder golpear mis huevos con la otra mano. [lobo] ¡Uno! - el golpe me dolió más de lo que esperaba, al tener muy apretados los huevos por la cuerda, y tardé unos segundos en recuperarme para el siguiente golpe. - ¡dos! - seguí golpeando hasta llegar a los cinco, solté mi polla y había desaparecido cualquier rastro de la erección. Esperé a que mi Ama diera el visto bueno. [Ama] Vaya perro, qué rápido ha bajado esa erección, solo con cinco golpes, pero veo que aunque hago todo lo posible por ser buena contigo, tu no me lo agradeces, no te he oído darme las gracias por cada golpe, pero para que veas que soy muy buena, te voy a dar la oportunidad de agradecérmelo, con otros cinco golpes, y quiero que sean bien fuertes, que oiga como golpea tu mano con fuerza, no me seas un perro blandengue. - volví a repetir la operación de antes, esta vez con más miedo, porque si antes ya me dolió mucho, esta vez no quería ni pensar cómo podía acabar. [lobo] ¡Uno! gracias mi Ama. - el golpe en los huevos hizo que me doblara en dos, pero tras un par de segundos volví a incorporarme, para continuar con el castigo y no enfadar a mi Ama. - ¡Dos! gracias mi Ama. - El dolor era intenso, cada vez que golpeaba mis huevos, veía las estrellas, y unas lágrimas asomaron a mis ojos. Continué como pude hasta completar los cinco golpes, y quedé de rodillas esperando que mi Ama dijera algo. [Ama] Estoy dudando si dejarte que te des otros 5 golpes, en muestra de mi agradecimiento, aunque, creo que por esta vez te puedes dar por satisfecho, no hay que abusar, perrito. - Por un momento me aterré al oír sus palabras. - ahora me apetece jugar con tu polla, y como sé que a ti también te gusta, ya verás qué bien lo vamos a pasar. Quiero que te masturbes lo más deprisa que puedas hasta estar a punto de correrte, momento en el que pararás y pondrás tus manos en la espalda. Por supuesto no quiero que salga ni una gota de semen de tu polla. ¿Entendido perrito? [lobo] ¡guau! [Ama] pues empieza, deprisa. - Empecé a masturbarme, con todas mis fuerzas, pero con tantos golpes en mis huevos, mi polla se había quedado totalmente flácida, y costaba que se empalmara, pero con todo mi empeño y con el miedo a enfadar a mi Ama, conseguí tener una erección, y poco después sentí que si no paraba la corrida sería inevitable, paré de masturbarme y puse mis manos a la espalda, mi polla apuntaba al frente amenazadora con descargar su leche, mientras yo hacía fuerzas para evitar que saliera una sola gota. - Bien, bien perrito, me gusta, veo que disfrutas, tu polla me lo dice con sus movimientos. Creo que es hora de volver a sacar a pasear al perro, date tres vueltas a ver si tu polla se tranquiliza. - Volví a ponerme a cuatro patas, con cuidado, pues seguía teniendo los extremos de la cuerda atada a mis tobillos, y estos tiraban de mis huevos, y di tres vueltas despacio. - A ver perro, como va tu polla - me incorporé de rodillas para que mi Ama pudiera ver mi polla, que ya había perdido la erección, pero tenía un hilillo de líquido pre seminal asomando por la punta. - Vaya, ya está babeando el perro, eres un perro asqueroso. Coge tu polla por la base con la mano izquierda, y con la derecha quiero que te des 15 golpes en la polla. Fuerte, que yo lo oiga. - empecé a golpear, fuerte con mi mano derecha, haciendo que mi polla se tambaleara de derecha a izquierda con cada golpe, mientras yo iba contando los golpes en voz alta y dándole las gracias por cada uno de ellos, ya había aprendido la lección, y no quería volver a fallar a mi Ama. - Bien hecho perro, veo que aprendes rápido, no quieres que tu Ama tenga que castigarte. Quiero ver otra vez tu polla a tope, ya sabes cuando estés a punto paras y esta vez las manos a la nuca. - Volvía  a masturbarme, y esta vez tardé muy poco en volver a estar a punto de correrme, volvía a parar y poner mis manos en la nuca. - Esta vez te ha costado poco, perro, creo que te han gustado los golpes en la polla, lo tendré en cuenta, perrito.  Aguanta así en esa posición, me gusta ver a mi perrito excitado en posición sumisa. Me tuvo así un par de minutos sin decir nada, aunque a mí me parecieron una eternidad, estaba acostumbrado a escuchar su voz, y ese silencio, hacía que solo escuchara mi respiración agitada, no podía pensar en nada, mis sentidos estaban concentrados en obedecer sin pensar a la que con su voz me había conquistado mi voluntad desde el primer minuto. [Ama] Perro, quiero que te pellizques los pezones con fuerza. - Cogí cada pezón con los dedos de mis manos y empecé a pellizcarlos todo lo fuerte que podía. - Tira de ellos, retuércelos, quiero que te duela. [Ama] Ahora coge dos pinzas y ponte una en cada pezón, perro. - cogí dos de las pinzas de ropa que había preparado y me las puse como me indicó mi Ama. - Coge la fusta y date 10 golpes en la punta de cada pinza. - Empecé con los golpes en las pinzas, contándolos en voz alta y agradeciendo a mi Ama cada golpe. Cada vez que golpeaba en las pinzas, sentía un dolor en mi pezón, como un fuerte pellizco con tirón, sentí un alivio al terminar la tanda, aunque seguía con la presión provocada por las pinzas, pero al estar quieta, y después de la tortura de los golpes en las pinzas, no sentía apenas el dolor. - ¿qué tal tus pezoncitos, perro, duelen? [lobo] ¡guau! ¡guau! - a pesar del dolor experimentado, no quería arriesgarme a que me castigara aún más por quejarme. [Ama] Vaya, si que es fuerte mi perrito, tendré que pensar en algo más fuerte para otras sesiones... Quítate las pinzas, pero despacio y tirando de ellas, y quiero ver bien como se estiran tus pezones hasta que las pinzas se suelten. Acerqué mis pezones a la cam para que mi Ama tuviera una mejor visión de éstos, y empecé a tirar del derecho primero, muy despacio, el dolor se iba intensificando, a medida que tiraba de la pinza, hasta que ésta se soltó del todo, momento en el que sentí un mayor dolor, al quedar liberado el pezón, y la sangre volvía a regar la parte que estaba aprisionada, repetí la operación, ahora con la pinza del pezón izquierdo, obteniendo otra dosis de dolor, que no desapareció con la retirada de las pinzas, sino que seguía sintiéndolo en mis dos pezones. [Ama] Por ser tu primera sesión, puedes acariciarte los pezones para aliviarte el dolor, perro. [lobo] Gracias Ama. - no sabía si debía dar las gracias, o se enfadaría por hablar sin permiso, pero sentí que debía agradecérselo, pues realmente sentía bastante dolor, y poder masajearme los pezones me alivió bastante. [Ama] Bien perrito, aquí termina la sesión, da las gracias a tu Ama por la sesión. [lobo] Ama, este perro quiere agradecerle y darle las gracias por la sesión recibida. Muchas gracias Ama. [Ama] Está bien, perro, puedes desatarte. Me ha gustado como has cumplido todas mis órdenes, y como te has portado durante toda la sesión, te mandaré por correo mi Skype para que me agregues, si deseas continuar, te dejaré sólo esta oportunidad para echarte atrás, si no deseas continuar, este es el momento, puedes pensártelo de aquí a que tengamos la siguiente sesión, momento en que te lo volveré a preguntar. La próxima sesión será por Skype, ya te mandaré instrucciones diciéndote cuando y lo que debes preparar. Y dos cosas más: la primera es que no tienes permiso para correrte hasta entonces y la segunda, quiero que me envíes por correo, tus impresiones sobre esta primera sesión, qué es lo que más te ha gustado, lo que menos, qué opinas de tu Ama y cual ha sido el nivel de dolor que has experimentado, del 1 al 10, siendo 10 un dolor insoportable y 1 apenas he notado nada, lo quiero en mi bandeja de entrada antes de que termine el día de hoy, además deberás indicarme cuales son los horarios en los que estás disponible. Puedes retirarte perro. Cerré mi cam, me quité la capucha y me quedé un rato así, desnudo, pensando en lo que acababa de experimentar, asimilándolo, pues la verdad es que con los nervios del momento, no era consciente de todo lo que pasaba, estaba la voz dulce de mi Ama que me tenía como en una hipnosis desde la primera palabra que oí, era increíble el gran contraste entre su voz cálida, dulce, y lo segura y firme, por otro lado de lo que decía, a pesar de ser tan joven, parecía tener bastante experiencia en sesiones, o al menos esa sensación es la que me trasmitió. Me preguntaba cómo sería físicamente esa mujer, que solo con su voz ya me había hecho suyo, esperaba que tuviera la oportunidad de verla en futuras sesiones, aunque primero, tenía que pensar si realmente quería seguir con esto, pero no en este momento, ahora no podría pensar con claridad, prefería dejar que pasara un tiempo, para valorarlo en frio. Antes de vestirme, la mandé el correo con mis impresiones de la sesión, en definitiva fueron bastante buenas, aunque no me esperaba experimentar tanto dolor, pero se compensaba con el placer de sentirme sometido por una voz tan dulce y una mezcla de humillación y morbo muy placentero. Me había vuelto a excitar solo de volver a recordar lo vivido hace apenas unos minutos. Al día siguiente recibí un correo en el que me daba su Skype para que la agregara y me daba las nuevas instrucciones para la segunda sesión, que sería el jueves a las 10 de la noche. Este fue mi comienzo como cibersumiso, y así fue cómo conocí a la que desde aquel momento se convirtió en mi Ama.

Continuará...