Ciber Cafe (chile)

Un paseo por el sexo virtual y la triste realidad de estar solo.

El ciber cafe (chile)

A Madelaine la conoci por un chat cuaquiera y fingio ser de otra ciudad, por motivo evidentes de salvaguardar su identidad, ya que en la red era muy distinta de lo que en realidad era. Fue gracioso. Yo la incitaba sexualmente con el diablo y la muerte y a ella, parecia agradarle. Hablabamos de cementerios y politica, de sexo y poesia, y en nuestros dialogos todo fluia tan dulcemente que entre risas y acoso virtual poco a poco fue haciendose urgente una visita para conocernos.

En la video cam ella se veia rubia, su cabello reposaba en sus hombros apaciguado por las curvas de su ondulada natura, poseia unos enormes ojos verdes, tenia la tez infantil y rosada, y cuyos gestos incitaban una caricia. Todo su cuerpo se revelaba en ese diminuto cuadro virtual como un tierno desliz de la naturaleza que la adornaba de todos los atributos de una diosa. Uno nunca sabe a quien conoce asi, a la distancia, pero presentia en ella un regalo del destino amable.

Me habia dicho que trabajaba en un ciber cafe de una ciudad vecina, e insisti muchas veces para que me recibiera. Fue inutil. Podia llamarla a deshoras, juntarnos en la red y platicar de corrido cualquier tontera, pero no me permitia verla.

Cierta noche nos juntamos en red, muy tarde. El ciber al cual yo concurria era de un amigo y cerraba tarde, pero esa vez le pedi que me confiara el local. Me quede solo. Ella me susurraba tonteras del clima y de un conflicto en la patria de los antiguos pueblos, pero yo no leia nada, solo la miraba en el recuadro expresar toda y cada una de sus risitas y genuflexiones ligeras, embobado, a punto de sugerirle que me mostrara sus tetas para yo poderme hacer una paja. Y comenzamos con devaneo sexual, como haciamos a veces. Nos narrabamos la situacion en que ficticiamente nos hallabamos y en la imaginacion acompañada de la imagen que ambos nos dabamos por la cam, nos exitabamos de un modo pervertido. Esta vez ocurrio algo, como que ella se atrevio a darme algo mas, la veia como colocaba su cara de placer en la camara y se estremecia dando leves suspiros juguetones, contorsionando su cuerpo simulando montar su dedo. Yo ardia a esa hora, tenia una ereccion de mil demonios y le decia cosas poeticas, sexuales, delirantes. Y fue ahi que desnudo su busto, una enorme pieza carne femenina, de tez blanca coronada de un enorme pezon levemente rosado. Fue la gloria. Podia imaginarla conmigo de amante haciendo muchas de las locuras que simulabamos en el teclado. Y vi un fondo familiar. Un paisaje de un cuadro que yo habia visto antes,en ...en....la biblioteca de mi pueblo!!!!. La inquiri respecto a eso y no dijo nada, estaba roja y creo que no me di cuenta de que ya se masturbaba.

- Aaahhh, me gustaria que estes ahora aqui...conmigo...-

-de veras? y puedo hacerlo?-

-basta que beses mi cuello y me tomes por la cintura....-

-si? y que mas...-

-ve tu-

-que tal si desciendo y beso tu pubis ?-

-mmmm, exquisito...-

-sigo?-

-si-

-me paseo con mi nariz sobre tu sexo, huelo su aroma gentil y lamo, busco entre tus suaves bellos, el delirio de tu sexo...-

-mmm, sigue, ya estoy sintiendolo-

  • mi ereccion se pronuncia, con mis manos paseo en tu culito que se apoya en el borde del escritorio, te acaricio tus nalgas, siento el espesor de su tierna rigidez y el calor que se escapa de tu pecho...-

-uuuhmmm, yo abro mis piernas, apoyo mis manos en el teclado y huyen expresiones ilegigles que asimilan lo que ahora siento, un placer que se inicia en mi sexo y avanza por el resto de mi cuerpo tremulo...-

  • mi lengua percibe la tibieza de tus jugos, la sal de tu rosado latido que me desea dentro..-

-siii, adentro de mi persiste una locura que quiere ser satisfecha, un hambre que solo puede ser colmada por tu sexo, tu duro miembro que quiere follarme...poseerme...-

  • tu clitoris esta anunciando tu paseo-

  • ooohhh-

  • ......-

-quiero acabar contigo, quiero abrazarte....-

-voy por ti ahora, lo quieres?..-

  • si, quiero que poses en mi tu verga venosa y dura y caliente, que me inundes de leche-

  • estas jugando?...-

-no..-

Y eso fue todo lo que necesite escuchar, hui de la fantasia sin quererlo. Cerre el local y parti directo donde se supone que se hallaba. Estaba loco. Caliente. Mi fiebre ascendia ante la posibilidad de poder penetrarla en su gesto infantil de hembra exhuberante, de ese aire de niña que tenia, de esa dulzura animal que desbordaba. Ese deseo se apodero de mi, no podia dominar tal ansia. Ya no podia conformarme con ser su amante virtual.Tome la camioneta y llegue en un rato a la biblioteca. Ningun ruido se oia por los alrededores. Trepe la muralla y trate de avistar algo dentro. Todo estaba oscuro, pero el resplandor de la pantalla de un computador fue la señal que alimento todas mis esperanzas. Era ella, debia estar dentro.

Golpie la ventana.

- alo, Madelaine, eres tu ?- pregunte en la tiniebla - alo , soy yo, Jano -

Y el silencio murmuraba su espera. Nada, ningun signo. Senti un par de pasos dentro, apagaron el pc, pero nada mas oi. Estuve un buen rato esperando una señal, solo una que me uniera a lo que tanto deseaba, pero fue en vano. Luego de media ahora intentando obtener respuesta, volvi a la camioneta y me quede alli, vigilando. Debieron pasar otros veinte minutos cuando por fin vi la silueta de una mujer salir de la puerta del muro y supe de inmediato que era ella. Me acerque en la camio y le pregunte si queria que la llevara. Volvio la cara, sonrojada, y me dijo que no, gracias. Era ella. Su voz era el preludio de su dulzura, era la melodia que me auspicio mi imaginacion. La segui por la calle y continuo ignorandome.

- hasta cuando te quedas, ya vete !!!- me grito chillona - no necesito un pervertido que me llene el hambre de sexo- me dijo.Y senti mas ganas de poseerla.

Llegamos hasta su casa y me quede ahi, observandola desde mi carro pensando en como se desvestia, recordando las dulces noches en que virtualmente habiamos estado juntos. Y en la ventana de su cuarto que daba a la calle, me dio a mi un lento paseo por las nubes, se desvistio gentilmente para mis ojos, se quito la falda majestuosamente, su lenceria afortunada de estar en contacto con su cuerpo. Su silueta era perfecta, una tierna joven desnudandose alimentando mis ansias por su busto generoso que cayo poeticamente al ser desprovisto del brasier que los reprimia. La bella diosa, en la oscuridad de la noche, cerro las cortinas abandonandome a mi suerte con un gesto de desprecio jugueton como a solo ella podia permitirsele, mientras yo encendia un cigarro perdedor para que mi deseo sosobrara en la soledad de su humo.

FIN