Chupada de errores

Me divirtió mucho cuando me lo contaron.

CHUPADA DE ERRORES

Me divertí mucho cuando me lo contaron, así que lo reproduzco:

Como siempre, terminé entre tus piernas. Ya había pasado el momento de los flujos ácidos, ahora todo era una especie de crema y sobrevino mi ira. No sé porqué, pero era tanta carne, que te clavé el diente, mi incisivo superior, mi mejor incisivo, debajo de tu único y muy inflamado clítoris. Sentí el grito y dije: "Ah, la puta que lo parió, metí la pata. Esta no me va a dejar que le chupe ni el codo". Y cuando me estaba yendo para atrás, arrepentido, humillado por torpe, casi culpable, sentí como ocho agudas púas de sus dedos se clavaban en mi nuca y me llevaban ahí, a donde suelo cometer errores.