Chorros de lujuria.
Ya van a llegar, puedo sentirlo, tus espasmos son el más fiel aviso.
Ya van a llegar, puedo sentirlo
en el interior de mi boca se siente tu brío.
Desde que tu carne carnal se paseo por mis labios, yo esto anhelaba no puedo negarlo.
Me hipnotizó su dulce olor y su fascinante tacto,
con eso tuviste para darmelo sin recato.
Mejor manjar no ha habido en mi boca,
la más dulce carne tú me la das.
Por momentos tu tesoro lo tenia yo tan dentro,
que de mi cuerpo se escapa el aliento.
No importa eso, te lo juro mi amor, si con eso consigo mostrarte mi afecto.
Mi lengua aviesa pasea por la piel de tu verga tan gruesa y es todo un placer.
Para mi es todo un goce poder degustar ese manjar de los dioses que me hace vibrar.
Sin tregua ni calma la lamo y succiono, la quiero toda, la quiero más , hasta que lograr hacerte acabar.
Con mis manos me apoyo para tan ardua labor,
por que mi vida, mereces lo mejor.
Con mis dedos aprieto suave y muy rico tu aparato bendito.
Mi saliva escurre por entre mis labios, muestra fiel de un buen trabajo, aprovecho el recurso para hacerte gozar todavía más y tu pedazo de carne empapada dejar.
Ya van a llegar, puedo sentirlo.
Pronto mi labor habré concluido.
Un espasmo, dos y ahora son tres,
el delicioso néctar empieza a emerger.
Un chorro, dos, tres y hasta cuatro,
que alegría, que gusto tan grato regalo.
Saboreo el dulzor de tan rico manjar,
ansiosa ya estoy para que me vuelvas a chorrear.