Chocolatero...

Un reto de parte de unos amigos de todas manera lo quice publicar por aca, espero les guste

chocolate... ríos de chocolate... definitivamente ya me estaba volviendo loco, veía todo, todo era del color oscuro que tanto lo caracterizaba y el ambiente estaba lleno del delicioso aroma del cacao procesado, arboles con hojas de chocolate blanco, frutos cubiertos de jarabe de chocolate, ríos, en un risco atravesando uno de los ríos pude ver una cascada, su delicioso perfume invadía mis sentidos, una escena así solo sería en mis sueños, me pellizque, no, estaba despierto, todo esto me recordaba Charlie y la fábrica de chocolate, con una expresión impasible me senté en el césped de color oscuro, tome una hoja, dude antes de llevármela a la boca... por Dios... ¡¡si era chocolate!!, tome un puñado y me lo eché a la boca mientras reía como un loco, no puedo creer que todo sea de chocolate.

Impulsivamente me quite la ropa y me lancé al rio, no pensé que fuera a hacerlo, empecé a nadar en el chocolate que era más suelto de lo que pensé permitiéndome nadar con libertad, abrí mi boca y probé, ¡delicioso!, nade como un niño, chapotee, buceé, era completamente irreal.

Luego de tanto jugar salí del rio y me seque con mi camisa, dejándola a un lado me deje caer en el césped y volví a tomar otra hoja pero de un arbusto cercano, era de dulce de limón, mire el arbusto era verde, bueno al parecer no todo era de chocolate, aun así era espectacular, me relaje estirándome completamente y dormite un poco.

No paso mucho tiempo cuando escuche un sonido como de burbujas, me desperté con suavidad y me senté desperezándome, el sonido venia del rio del que acabe de salir, mire como en la superficie salían burbujas con curiosidad me levante y me acerque a la orilla, me agache para poder ver mejor, pero de un repentino momento… ¡salió una cabeza del rio!, con un grito me caí de espaldas y empecé a retroceder con locura mientras no dejaba de ver la escena por completo.

La cabeza emergió, coronada con una cabellera oscura y lisa y un poco larga, unida a un grueso cuello, unos hombros anchos, le sigue un torso musculado, brazos fuertes, piernas gruesas, el cuerpo giraba mientras salía cubierto de chocolate, un culo redondo y firme, una espalda de infarto, quizás media 168 cm de alto y un… ¡¡joder que pene!!, levantado era grande tal vez de unos 22 centímetros… ¡¿Cómo rayos sabía yo la medida de su pene?! , bueno ya no importa eso, de su puna pendía un delgado hilo de chocolate, trague grueso ante tal visión.

El hombre dio dos pasos y salió del rio, mantenía los ojos cerrados, levanto los brazos y empezó a lamerlos, para quitar el excedente de chocolate, de acuclillo lamiendo sus piernas mientras se sobaba el cuerpo quitándose todo lo que sobraba y mostrando lo marcado que tenía sus músculos, el pene seguía cubierto de chocolate y el culo también, con sus mano retiro el cremoso liquido de su cara y ojos, para luego abrir estos, rojos, pero no rojos como sangre, no, era un rojo diferente, me recordaba otra cosa… ¡fresas!, ¡eran rojos como fresas!, no lo note pero me estaba mirando fijamente, volví a tragar grueso una vez más, este empezó a andar hacia mi mientras lamia de sus dedos el chocolate sin dejar de mirarme, yo, sin dejar de apartar mi mirada de la suya empecé a pellizcarme el brazo varias veces, no estaba dormido, definitivamente ya estoy para una sesión con Freud

Se acercó a mí y toco mi pene, estaba totalmente erecto, sin dejar de mirarme, sus labios dibujaron una sencilla, pero irresistible sonrisa, volví a tragar grueso, me dijo algo, no lo escuche sinceramente, pero sentí su aliento, era fresco como de… ¡menta y chocolate!, yo sin saber porque asentí suavemente como hipnotizado por el Chocolatero, no sé porque pero me llego a la cabeza ese nombre, este ensancho un poco su sonrisa acercándose a mis labios para darme un suave beso, me sentí morir con ese contacto sus labios empezaron a masajear los míos en movimientos ondulantes, era sumamente increíble, deguste el sabor del chocolate que estaba regado por su boca, él la abrió y yo imitándolo, sentí como las lenguas de enroscaban, el sabor del dulce chocolate y la fresca menta me invadían nublándome completamente de la razón, este empezó a sobar mis brazos manchándolos del manjar oscuro, yo tímidamente empecé a seguirle el movimiento repasando sus musculados brazos, me estremecí del gusto y me dio un poco de pena al no tener un cuerpo como el del Chocolatero, este pareció notar mi pensamiento y continuo con los besos haciéndolos más profundos y largos, cuando me falto el aire nos separamos, con nuestras bocas aun unidas por un hilo de saliva oscura, este dijo otra cosa, tampoco le escuche, en mi cara paso a una ligera expresión confusa, el me sonrió y me señalo con la mirada detrás de mí, voltee, había un espejo… ¡¿Qué rayos hacia un espejo en ese lugar?!, pero me di cuenta de que no se refería al espejo, me vi, mi cuerpo, ¡estaba en forma!, mire mis brazos musculados un poco menos que los del Chocolatero, mi piernas eran fuertes y definidas, mi torso de pecho grande y abdominales marcados aunque todo en proporción un poco menor a la del sujeto detrás de mí, pero que con mis 175 centímetros de alto me quedaba muy bien, mire mi rostro, aún seguía siendo yo, podía notarlo, mis ojos cafés, mi cabello corto oscuro semi liso y semi ondulado, seguía siendo yo…

Voltee a encarar una vez más al Chocolatero, este me dijo algo, aun no lo podía escuchar, pero por alguna razón sabía que decía, se acercó a mí y puso sus manos con chocolate en mis pectorales y empezó a masajearme todo el torso repasando cada musculo con chocolate, me hico agacharme luego, acostarme en el césped oscuro, y empezó a lamer mi cuerpo cubierto por el chocolate, yo empecé a gemir apenas audiblemente, el me miraba con picardía, y empezó a saborearme con mas ahínco, haciendo que empezara a ser más audibles mis sonidos de placer, tomo un puñado de césped y este se derritió en su mano para volverse chocolate fundido… ¡¿Qué?!..., luego acerco su mano lentamente a mi entrepierna, podía sentir el calor del oscuro dulce, cuando este entro en contacto con mi pene, me hiso estremecer completamente e incluso convulsionar al sentir el cálido y cremoso toque, soltando un largo y sonoro suspiro, el chocolatero volvió a mirarme y empezó a masajearme el pene con los suaves movimientos ascendentes y descendentes, descapucho mi pene de 17 centímetros y jugo con mi glande embadurnándolo de chocolate con su pulgar, yo me sentía morir con el roce tan placentero, de un momento a otro se metió mi pene en su boca lamiéndolo con maestría y haciendo que gritara de placer, mis manos se empuñaron en el césped arrancándolo y cada que rasgaba volvía a tomar otro puñado incluso llegue a golpear el suelo con el puño, del delicioso placer de sentir esa boca acariciando mi hombría, cuando creí que me iba a correr, apretó la base de mi pene impidiéndomelo, este se levantó, yo instintivamente mire su gran pene y me acerque atraído a este como oso a la miel, o en este caso al chocolate, me lo metí a la boca empezando a chuparlo y a lamerlo, ¡santo pecado, que delicia!, incluso llegue a sentir un poco de pre seminal, pero su sabor era como…¡¿leche condensada?!, muy bien, era oficial, estaba loco, pero ya no me importaba, seguía chupando, miraba hacia arriba y veía su cara de gozo viéndome con esos ojos rojos como fresas, y una mirada de total lujuria, al sentir palpitar el miembro en mi boca hice rápidamente lo que él me hizo a mí, apretar la base de su pene impidiendo que se corriera.

Me acosté en el césped con la respiración agitada, el Chocolatero se arrodillo sobre mí y me clavo su mirada dulce y roja, yo dije algo, pero no escuche nada, este me sonrió y me dio un beso suave, luego se levantó acercándose a un árbol de baja estatura, era un árbol de fresas, mire divertido aun en el suelo, como cogía una de ellas y la abría a la mitad, de su centro empezó a brotar jarabe rojo, se hecho un poco a la lengua y con esta aun afuera se acercó a mi entrepierna, llegando un poco más abajo de mis testículos, sentí la lengua rozar mi entrada haciéndome estremecer una vez más, el masaje en mi culo me estaba calentando de sobremanera, luego de torturarme un buen rato, hecho otro poco de jarabe de fresas en su gran pene, posicionándolo en mi entrada, empezó a empujar abriéndome las piernas, yo intente pensar en otra cosa para que el dolor no me hiciera tensarme, aunque con el jarabe entraba más fácil, luego de sentir esos 22 centímetros… aún me preguntaba como sabia el tamaño de ese pene… dentro mío, espere por unos momentos, luego de esperar empecé a moverme haciendo que el Chocolatero empezara a darme estocadas lentas y suaves, pasaron a ser más enérgicas, y luego incontrolables, yo sentía como loco, ese pene entrando y saliendo por mi culo haciéndome gemir de una manera que me hubiera hecho sentirme avergonzado, pero a estas alturas eso ya no me importaba, luego de tanto bombear él se sacó el pene de mi culo y me hecho su semen en mi cara y pecho, yo gustoso lo recibí, con la lengua probé un poco que estaba cerca de la comisura de mi labio, ¡si es leche condensada!, levante mi mirada y vi como el chocolatero se arrodillaba y se ponía en cuatro con sus manos y pies, tenía en una mano otra fresa, la abrió y derramo el jarabe rojo en su culo, no lo había notado aun, pero no me había corrido, con el culo aun sucio de jarabe de fresa y chocolate, me dirigió unas palabras que aún no escuchaba mientras meneaba el trasero, yo gruñí al ver tal escena, me acerque a él dándole un gran lametón a su culo, luego puse la punta de mi pene en su entrada y empuje con suavidad, aunque con el calentón que tenía lo metí completo de un golpe, ahora si lo escuche, con un suspiro fuerte, yo empecé a balbucear disculpas, pero el volteo y me dijo que continuara, ya no lo pude escuchar, empecé con suavidad a darle delicados golpes, luego vi que él se movía más rápido así que yo también intente igualarle el ritmo, el al ver que no podría en un rápido movimiento me hizo caer hacia atrás y el quedarse sobre mi pene, después empezó a cabalgarme con energía, yo de las sensaciones empecé a gemir con fuerza mientras golpeaba el piso otra vez, el Chocolatero me dijo algo, no lo escuche, pero lo entendí, levante mi cabeza y la vista me hizo perder la poca cordura que me quedaba, veía como entraba mi pene en su culo, como el jarabe de fresa se mezclaba con el chocolate y mi pre seminal, todo eso entrando y saliendo de una manera salvaje, en un fuerte sentón, no pude más y me corrí dentro de él llenando su culo de todo lo que yo tenía sumado al chocolate y el jarabe de fresa.

El cayo rendido sobre mí, yo sentía mover mis labios, mientras repetía algo una y otra vez, no escuchaba, quería escucharlo ¡con un demonio, tenía que escuchar lo que yo decía!, el Chocolatero puso su mano derecha en mi pecho… y por fin pude escucharlo… mi corazón se híper acelero cuando él me respondió con una voz varonil y suave “ yo… también”

Me desperté de golpe, busque con la mirada mi teléfono, divisando en este las 3 de la mañana, toque mi bóxer y lo sentí húmedo, me levante para cambiármelo y volverme a acostar, pero vi una caja envuelta en un papel de color rojo con motivos de fresas, abrí la caja y vi que era una caja de bombones de chocolate, la caja estaba medio vacía, divise una nota cerca de esta la abrí y la ley, sonreí…

“Definitivamente estoy loco, por ti… y tú también lo estás, por mi… estos son tus favoritos, recuerda que te amo

Tu Chocolatero”