Chica... hoy vas a ser nuestro II

Mi segundo semental, dejo dormido… exhausto tras al menos dos horas de sexo, pero eso sí… me dejo con un pequeño juguete en mi interior, metido a modo de que no se me cerrara mi orificio como dijo el del pollón.

Chica... hoy vas a ser nuestro II

Antes de comenzar, debo decir que, aunque no deje de quejarme, ya sea por mi síndrome (XXY), aspecto, físico o anomalías, también debo confesar que explote al máximo o en la medida de lo posible esta faceta mía. Sintiéndome culpable a veces, pero no tantas como el placer que obtuve u obtuvieron conmigo, sino por ocultarme o mentir a los demás. Excusándome hacia aquellos que culpé por convertirme en lo que fui, aunque ellos en verdad me enseñaron el camino, moldeándome e incluso cambiaron mi forma de pensar, enseñándome a disfrutar.

Yo sí que puedo decir que en esos años, era uno de esos chicos que desnudo me miraba frente al espejo, observando que en verdad el reflejo era más de una chica que otra cosa. Me miraba y debo decir que apenas hacía falta ocultar mi pene, pues con tan solo cruzar mis muslos y que este quedará tras esto, me hacía la forma de una vagina. En un principio este hecho te marca más que te llamen ‘marica’ sin llegar a serlo, hecho marcado por la ausencia de mi pubertad, pues la ‘xxy’ digamos que la retraso pasada la mayoría de edad, quedándose finalmente incompleta.

Aquellos que aun ignoren este síndrome, no es por ser pesado, pero me gusta recrearme en cómo era mi aspecto, ya que lucía lo de una hermosa jovencita. Como… una estatura superior a la media, piernas más largas, torso más corto y caderas más anchas, menos masa muscular y huesos débiles (bajos niveles de energía), ausencia de vello facial y corporal, tejido mamario agrandado (senos pequeño), pene pequeño y testículos quizás mejor llamarlo como ‘ambiguos’ (llamado así por ser un defecto congénito, ya que los testículos no descendidos, aparentando estar exentos de ellos). Cuando muchos de vosotros me preguntáis como de pequeño era en su momento, podría decir que mi ‘pene’ sin erección medía entre dos y tres centímetros, muchos en su momento me decían que era un clítoris agrandado, pues aparentaban los labios vaginales. Como me decían… ‘Son un defecto congénito en donde los órganos sexuales no tienen la apariencia de un niño, sino que asemeja más a los de una niña (Para que os hagáis una idea, yo era lo más parecido a la actriz transexual Khloe Kay, pero con un poco más de pecho, no mucho más de una chica de catorce años).

Pero puedo decir que no era de esos que robaba prendas interiores a mi madre o hermana, no porque no pudiera, sino que estas tenían un gusto nefasto, además yo poseía mis propias prendas y que además eran mucho más femenina, prendas que me dieron. ¡Era de esos como tantos que nada más quedarte solo, sacaba de mis prendas escondidas, prendas que me colocaba frente al espejo y observaba una ‘hembra’, pues no deseaba ser una chica sino… una putita… uuummm!!. De esos que no contentándose con meterse un dedo o dos, cogía aquello que creí que me daba placer, ¡llegando a introducirme a pesar del dolor objetos como un pepino… ooohhh!!. Disfrute acompañado del dolor y que me hacían a veces correrme solo, pero incomprensiblemente mi orificio se cerraba siendo una nueva tarea día tras día. No dejando de preguntarme más de uno…

  • “Por lo estrecho que eres, ¡tú debes de ser virgen… no!!”.

Pero bueno, debo decir que en mi armario era lo que yo deseaba ser, pero siempre estaba alerta, no deseando ser descubierto, siempre con la mosca tras la oreja como se suele decir. Pero luego cuando actúas como hetero, era uno de más atacando tanto verbalmente como de pensamiento hacia las mariconas, mariposones y demás, un integrante más de esa sociedad que no acepta a las personas diferentes, costando aceptar su entorno y provocando rechazo. Era uno más… era uno de los peores, pues cuando somos del bando ‘perdedor’ oculto, somos peores.

Yo era uno de esos que no me cuidaba, pues el mismo hecho de hacerlo me hacía parecer lo que no deseaba, pues mis facciones eran anormales para ser chico. Facciones femeninas en un cuerpo de chico, fisionomías que eran un lujo para depravados, pervertidos o degenerados, cuyos algunos no les importaba el coste solo por poseerme, aunque algunos me decían que por mi edad el castigo era la cárcel. Con el tiempo, me solía decir que no debo de confundirme… me gustan las mujeres, no por el hecho que me vista como una chica quiera decir que me gusten los hombres, pues claro que no me gustan ni me atraen. Pues yo me visto solo por la excitación que genera, me gusta ponerme ropa femenina por placer e incluso fetiche, prendas que me excita y me hace comportarme como una putita. Pero a día de hoy, soy un hombre hetero casado y en la intimidad, un curioso pasivo muy guarro y depravado, amante de una buena mamada y si es posible preñado, donde a veces me pongo ropa femenina y soy toda una puta, o como me dicen… una ‘Tv de closet’.

Como os conté en mi anterior confesión… ‘Chica… hoy vas a ser mía’, conté que, a raíz de una broma de unas amigas, me deje porque la verdad es que me deje, ya que no puse objeción u oposición alguna. Deje que me convirtieran en una chica, siendo una chica más entre ellas sin que nadie notara diferencia, nadie se percató que debajo de este maquillaje y tras estas prendas había un chico. Quizás porque era mi prueba de fuego, iba a ser mi primera vez que no lo iba a ser a escondida. Vez que no solo salió perfecto sino con matrícula de honor, quizás más después de ese encuentro con esos dos hombres mayores, hombres a los cuales les confesé mi verdadera naturaleza y que no les importo, pues deseaba de mi compañía como estaba. El pensar que con tan solo diecisiete años había disfrutado y de esa manera, no digo que las anteriores veces con los otros no haya disfrutado, pero no era lo mismo quizás fuera el lugar, la comodidad, la tranquilidad, o simplemente el morbo.

Bueno no me enrollo mucho más, comenzaré vale, mirad cuando en mi anterior confesión os dije que mi amiga me cubrió, amiga a la cual os hago saber que se llama Alba, pues aun continua nuestra amistad. Amiga que el cubrir ante las demás era algo recíproco, pues ni deseaba que las otras se enterasen de que ella se marchó con uno de esos hombres canoso, dejándome a mí en compañía de los otros dos, cubriéndole a modo de que mintiera por ella. No dejándome ella de disculparse…

  • “Los siento mucho ‘cari’, lo siento de corazón… ‘Cariño’”.

No dejándome ella de excusarse…

  • “Lo siento de corazón, pero que estábamos también y comencé a desearlo tanto, no importándome la edad solo lo que palpitaba entre sus piernas”.

Me contó que, entre el alcohol y la habilidad de este con sus dedos, dedos que, tras introducirse bajo su falda, comenzando a dedearle su coñito, según ella…

  • “Me puso malísima… no pudiendo soportarlo más, ¡pero cuando comencé a tocársela sobre el pantalón… uuummm!!”.

  • “Te lo juro tío… menudo pollón tiene el viejo, no veas era mucho más grande que el de mi novio”.

No dejando de escuchar por mi parte que aceptaba sus excusas y disculpas, extrañándose un poco y que luego me pregunto por mí, diciéndome…

  • “Bueno cuenta José, después de que me marche que te paso, cuéntame si te marchaste o no, acabaste por decirle a esto algo”.

Le conté a Alba una mezcla de mentiras y verdades, verdades como que estos no dejaron de meterme mano durante gran parte de la velada, verdades de que tuve que confesarle que era un tío y que toda esta farsa, era parte de un juego y broma por parte de vosotras. Mentira como que finalmente me marché a casa solo, acabando por quedarme dormido y descansando toda la noche, falsa en vez de contarle que fui sodomizada por ambos hasta el amanecer. Disculpándose nuevamente ante lo oído, contándome luego algunas anécdotas de su experiencia, como aquella de…

  • “Joder tío, pero lo peor no fue su pollón, sino que se le metió entre ceja y ceja que me quería follar a pelo y por el culo, teniéndole que advertir que si deseaba follarme debía de ponerse un condón y que por el culo aún era virgen”.

  • “Acabando por acceder, no sin antes dejar claro que me podría a pelo, pero solo si es por detrás, debiendo de tener cuidado y no hacerme daño, ¡cosa que finalmente disfrute… uuummm!!”.

  • “Menudo pervertido y cerdo que era el viejo, pero menudo aguante y polla que gastaba, mal lo voy a pasar cuando me la meta mi novio… o fu!!”.

Tras lo narrado lo cierto que me puso ‘palote’ como para no estarlo, además mi amiga Alba es como mi otra amiga Susana, una que te cuenta las experiencias con todo detalle y sin pelos en la lengua, como si te la estuviera follando en vez que el otro. Pero bueno, después de aquella experiencia, quise olvidarme un poco de lo sucedido, fuera parte de mis flirteos con otros, continuaba con mi vida monótona de hetero. Donde mi amiga Alba no dejaba de hacerme saber que esos dos hombres no dejaban de preguntar por su ‘amiga’, aquella chica que le acompaño en su encuentro.

Donde mi amiga Alba acabo por ponerle un nombre, nombre que de esa manera podía ponerle cara y que no era otro que… ‘Joseph’, nombre al cual ella les hizo saber que me llamaba, nombre que en verdad es el mío, pero en femenino (Jose es Josefa o sea Josef). Y como os dije, aunque les prometí que ya no íbamos a quedar más, sí es verdad que por mi amiga Alba, supe que estos ya sabían cómo dar conmigo, pues está como manera de quitárselo de encima, acabo por darle esta la información, información como… donde vivía, donde estudio y porque ambiente me muevo. Información que les sirvió para presentarse, no entrando a saco, pero si en algún bar de copas fui invitado de forma anónima ante mis amigos. Donde incluso por muy rocambolesco que parezca, puedo decir que cuando acompañe con mis padres a almorzar en más de un domingo, me encontraba con uno de ellos en los aseos, donde no dejaba de recordar nuestra velada. Recordatorio que acabábamos excitado, acabando en el interior del wc, donde no me quedo otra que comérsela hasta que se corriera.

Ante esta ‘persecución’ no me quedo otra que ceder a tener un segundo encuentro, encuentro que ellos mismos planearon, desde la vestimenta que debía de llevar (tipo colegiala putona), hasta el lugar donde iríamos, pues no me dejaron de decir que la anterior vez quedaron prendados de mí, aun sabiendo que era un tío. Pero que me comporte según ellos como una verdadera mujer, incluso alardearon que había sido mejor que una de ellas, pues acabe satisfaciendo a ambos. Incluso no dejaron de mentar a su tercer amigo… Óscar, amigo que me describieron como era a modo de hacerme una idea a pesar de conocerlo. Yo pensaba que más parecía el anunciado de un anuncio de contacto como me lo describían, pues me lo describirán como…

  • “Pues Óscar, es de un metro ochenta y tres centímetros, delgado a pesar de sus ochenta y ocho kilos, atlético y amante del deporte, cuyo cuerpo velludo y con escaso cabellos canosos. Hombre dotado a pesar de sus sesenta años, hombre que aún posee la firmeza y potencia a la hora de satisfacer”.

Pero quedo en esos momentos en eso… en planes, no acabando por fijar una fecha y que, con el paso de las semanas quedo prácticamente en el olvido. Pero como para olvidar, aún recuerdo el día en el cual apareció Alba en mi casa ataviada de bolsas, amiga cuya vez anterior fue la culpable que acabara con esos dos hombres. Amiga que aprovechando que no estaban mis padres, me hizo saber que debía de vestirme con las ropas que traía pues no debían de llegar tarde a su cita, cita que tras informarme me dejo perplejo por muchos motivos. Me contó…

  • “Tío vístete por favor, no sé cómo ha ocurrido, pero he quedado otra vez con los tíos de la otra noche, sobre todo yo con el del pollón, pero me ha puesto una condición y no era otra que debía de asistir contigo, pues eres la acompañante de sus dos amigos”.

  • “No sé qué coño le han dado por ti, pero debe de ser a raíz del plantón que le diste la otra vez, querrán resarcirse o enmendar su error”.

  • “Bueno yo que sé, pero por el amor de Dios no me estropee, ¡necesito echar un buen polvo con ese semental… mmm!!”.

Le miré con ganas de matarla, no sabiendo está el lío que en verdad me había metido, pero esta me soltó…

  • “Vale tienes razón y sé que después de esta, te debo ya dos… ¡Pero por faaaa!... no me lo estropee!!, te prometo lo que quieras… como si quieres mi culo también”.

En esos momentos la cabeza me daba vuelta, llegando a pensar que quizás ella se había enterado de mi final con esos dos, pero luego recapacite y pensé… ‘cómo se ha enterado ella de mi aventura’. Llegando a pensar tonterías como… ‘Por qué se había metido ella en esto’, cuando minutos antes ella misma me lo ha explicado, mi cabeza era un mar de dudas y preguntas. Fue desvestirme y comenzar a vestirme, donde las prendas femeninas interiores eran mías y no las que me trajo, colocándome la falda, blusa de escote, chaqueta y zapatos. Tocando luego el peinarme, maquillaje y finalmente la bisutería, donde los colgantes de pinzas, anillos, pulsera y collar, daban el toque final.

Eso sí… dentro de mi bolso, guarde lo esencial, condones, vaselina, toallitas húmedas y poco más. Marchándonos con prisas, mientras en la calle nos silbaban, soltándonos de todo donde me sentía halagada, pero llegamos puntual. Dirigiéndonos hacía donde había quedado mi amiga, no siendo otro lugar que un reservado de ese local de copas, llegue echo una muñeca según me llamaron después, y sobre todo en el momento justo, cuando se estaban tomando una pequeña pastilla azul cada uno, pastilla que me hicieron saber…

  • “Es para evitar una subida de tensión”.

Luego lo típico, entre la conversación y las copas, comenzó a subir el ambiente, cuyo calor y no sé si fue por donde estábamos, comenzaron a irse de las manos, manos que tuve que apartar más por evitar que mi amiga los viera. Amiga que recuerdo que se encontraba inclinada sobre este, ¡sorpresa que me lleve al verla como se la comía… uuummm!!, sorpresa que se hizo aún mayor. Cuando se abrió la puerta de nuestro reservado, apareciendo otro al cual por la confianza di por hecho que era un amigo, amigo que se vino hacia mí y su beso en vez de la mejilla… fue un pico, acabando por acercarse a mi amiga por detrás, observando mientras éste me decía…

  • “Mira… mira, no pierdas detalle, mira y aprovecha que nos vamos ya, mira lo puta que es tú amiga”.

Vi como ese hombre se bajaba la cremallera de su pantalón, metía su mano dentro de la bragueta y sacaba de su interior su miembro, hombre que tras colocarse un preservativo. Se acercó a mi amiga, levanto la tela de su falda, echo aun lado el hilo de su tanga y sin avisar, comenzó a penetrarla… uuummm!!. Amiga que reacciono e intento levantarse, cabeza que oprimía la mano de Óscar, intentando luego apartar a ese otro, pero tras varias embestidas, esta consintió la penetración, disfrutando de ese trío… uuuffff!!.

Fue el momento que nosotros nos levantamos, marchándonos de allí sin despedirnos… no era momento la verdad, me condujeron hacia una de las habitaciones del hotel. Donde una vez dentro, comenzaron a comerme la boca… alternándolos, pues mientras estaba con uno el otro besaba mi cuello entre caricias y magreos… uuummm!!. Dejando la boca del primero y entregándome al segundo, ¡siendo el primero quien comenzó a desvestirme, eso sí… parcialmente entre caricias… uuummm!!. Ofreciéndome algo de beber que la verdad me entro muy bien, llegando a sentir un calor interno y una flexibilidad. Cuando dije desvestirme parcialmente, me refería a que estos me quitaron la chaqueta, la blusa y la falda, dejándome en ropa interior, prendas que eran un conjunto de braguitas de encaje tipo tanga y sujetador a juego, medias de ligas con ligueros y zapatos de tacón.

Se me acerco uno de ellos mientras el otro sentado con una copa en mano miraba, miraba como su amigo me ponía su polla en la boca al tiempo que me sujetaba mi sien con ambas manos. Polla que, tras tomarla por sus genitales comencé a chupar su glande… aaahhh!!, e ir acelerando al compás de mi mano, mano que se deslizaba por su tronco una vez tras otra… aaahhh!!. Polla que me trague hasta sentir como su glande atravesaba mis amígdalas, atragantada entre arcadas y náuseas… uuummm!!. Sacándomela para comerme sus grandes genitales, ¡chupando y lamiéndolos… uuummm!!, descendiendo hasta su perineo, viéndome llevado y ‘obligado’ a comerme su ojete, mientras este gemía y suspiraba, no dejándome de llamar…

  • “Uuuffff!!... putita, uuuffff!!... que buena que estas, ya deseando romperte ese culito… aaahhh!!”.

Me llevé comiéndomela al menos media hora, tiempo que le dio por magrear mis pequeños senos por encima de ese sujetador negro, tiempo que su amigo no dejo de mirar, acompañándonos en una sola vez, vez que no fue para otra cosa que para dilatar mi orificio, ya sea con sus dedos o con un consolador… ooohhh!!. Pues el otro cogió y tras tirarme en la cama, me cogió por mi cintura y tiro de mí, tiro hasta dejarme al borde del colchón. Comenzando a dirigir su glande enfundado en un condón hacia mi orificio, o como él me decía…

  • “Uuuffff!!... uuummm!!, menudo coñito que tienes, mira que hambriento esta de carne… aaahhh!!, vamos a darle de comer nena… uuummm!!”.

E ir metiéndomela poco a poco sin precisamente delicadeza, comenzó a moverse de una forma frenética mientras me tenía cogida por mis tobillos, me embestía como alma lleva el diablo, manteniéndome con mis piernas en alto y separadas… aaahhh!!. Este me estuvo follando al menos media hora, tiempo que cambiaba de postura a placer, no importándole que fuera incómoda para mí como dificultosa, pues me colocaba de lado o encima, penetrándome ya sea yo mirando hacia delante como hacia atrás… ooohhh!!. Pero eso sí, no llegando a permitir que me tocara mi miembro, no querían que me masturbara, llegándome a veces a coger mis muñecas mientras me embestía, ¡o simplemente me amenazaban con atar mis muñecas… uuummm!! (que morboso). No dejándome de decir…

  • “Tu tranquila, ¡primero vamos a disfrutar ambos por separado de ti… mmm!!, dejando lo bueno para más tarde, donde te vamos a compartir ambos”.

Ríe y al compás de fuertes cachetadas en mis nalgas, prosigue entre gemidos o obscenidades…

  • “Vamos a preñarte por primera vez los dos, nos gusta saborear la putita que hemos comprado, pues tu amiga se ha llevado un buen pellizco por tus servicios”.

Llevándome la sorpresa al escuchar esto atónito, pero siendo algo escéptico y desconfiado pues mi amiga desconocía lo ocurrido esa noche, por lo que continúe sin hacer caso a lo que hablaba este. Dejando de hablar al tiempo que, sacándola de mi dolorido orificio, orificio que escupió por varias veces, acabando por introducir dos y tres de sus dedos con violencia, mientras el otro le dice…

  • “No rompas el juguete antes de tiempo, recuerda que aún lo tengo que usar yo”.

Ríe y soltando una llamativa carcajada, suelta…

  • “Tienes razón, ya ni me acordaba… ja ja ja, sabes que se me había ocurrido la idea de compartirlo con mis sementales”.

Palabras que me hacen temer por mi persona, no sabiendo si esta persona hablaba en serio o no, pero aún me dio miedo, pues no solo tiene perros sino hasta caballos el muy cabrón. Y tras algo más de una hora que estuve disfrutando de este maduro, cuyo orificio como bien dejo claro me lo dejo enrojecidos y bien abierto para su amigo y compañero. Amigo y compañero que al igual que el anterior, me uso bien y con el cual me mostré mucho más abierto, quizás fueran sus modales o maneras de tratarme, pues se mostraba con suavidad y delicadeza. Donde me mostré como una hembra, no solo cuando me toco comérsela sino cuando gateando hasta la punta de la cama, me coloque de manera provocativa, deseando que me penetrara con sus dieciocho centímetros… uuummm!!. Amante que me aclaro…

  • “No hagas caso a Manu… tú amiga no sabe nada, no importando meterla en nuestro juego, pero tranquila… te aseguro que no sabe nada”.

Dice y continua…

  • “Y respecto a compartirte con sus sementales, no te compartiría con sus perros o caballos, ¡pero sería un morbazo verte ser follada por uno de sus grandes dogos alemán… uuuffff!!”.

Notando como su polla se le pone aún más duras, ¡marcándose aún sus venas… uuummm!!, continua entre gemidos al compás de sus embestidas y decir…

  • “Ooohhh!!... pero quizás no tanto como verte destrozada por uno de sus caballos, uuuffff!!... con esos pollones… ooohhh!!”.

Semental que tras una hora y quizás diría algo más, me dejo dormido, me dejo exhausto, dejándome con un pequeño juguete en mi interior metido a modo de que no se me cerrara mi orificio. Me dejaron descansar una media hora o no más de tres cuartos de hora al menos, donde luego de comer algo distinto a sus pollas, me dejaron incluso ducharme, ducha que se me unieron ambos y donde comenzaron a usarme, dejándome cuando finalizaron agotado. Pues mientras disfrutaba y haciendo disfrutar de una buena comida de polla, huevos e incluso culo, pues me dieron a oler una sustancia que me puso como una moto, sustancia que hizo que me hirviera la sangre, mostrándome muy abierto en todos los sentidos.

Pues eso, mientras devora la polla a uno… él otro me demostraba lo macho que es, penetrándome con y sin violencia, penetración bien profunda hasta que me preño, dejando su semilla dentro de mí y que más tarde me toco limpiársela… aaahhh!!. Cambiando estos de torna, chupando esa polla morcillona al menos durante unos minutos que me había penetrado y preñado hacia un rato, siendo ahora follado por el otro… ooohhh!!. Otro que me estuvo follando durante un tiempo que no sabría precisar, pues como el otro me cambiaba a placer, donde llegaron a un punto donde ambos me penetraron al mismo tiempo, no dejando de decirme…

  • “¿Qué prefieres niño o niña?, bueno eso dará igual pues si sale niño y sales como tú, ¡daría igual si es hembra o no… ooohhh!!”.

Imaginándoos ya lo que iban a hacer, sintiendo sus pollas hincharse, escuchando sus gemidos y el ritmo aumentar, descargando ambos al mismo tiempo, dejándome bien cargadito de semen… ooohhh!!. Me dolía todo, incluso podría decir que me habían partido en dos, estaba empapado en sudor, lleno de babas y semen, me dejan tirado en el suelo, donde uno de ellos suelta…

  • “Bueno, toca ahora una vuelta a la rosca, toca manguerazó verdad…”.

Dice y coge su morcillona flácida dirigiéndola hacía mí, donde sin poderlo evitar coge el muy cabrón y comienza a orinarse, llenándome y empapándome, preguntándome…

  • “¿Te gusta?, pena que no se me ha ocurrido antes, me hubiera gustado más mearme mientras te follaba, ¡acabando con un pedazo de corrida… uuuffff!!”.

Ni me lo esperaba y menos pude evitarlo. Aunque el otro le estuvo diciendo que era peligroso, este le daba la razón y tras hacerle saber que lo sabía y que no debería de hacerlo, también le confeso que ese deseo era superior a él, y que esta necesidad le puede. Donde en su momento y llevado por el placer, estos me escucharon decir…

  • “Necesito que os corráis dentro de mí, deseo que me preñéis como justificación que habéis disfrutado de mis servicios, pues me gusta que sepáis que doy el máximo de placer y satisfacción a mis machos, sin que haya plástico ni nada que os impida gozar”.

Tras este encuentro, finalmente dio lugar a dos encuentros más ante de participar su amigo Óscar, encuentro donde uno de estos me decía cuando yo les advertía en ponerse un condón más por evitar enfermedades tipo VIH, me decían…

  • “Nosotros tenemos cuidado con quien o quienes lo hacemos, somos sanos y nos solemos hacer revisiones por si las moscas, quizás más tendría que tener tu cuidado con quien lo haces”.

Prosiguiendo el otro…

  • “Sabes sí tú lo deseas podríamos ayudarte a financiar una operación, dejando tu pene en vez del tamaño que tiene a unas pollas como las nuestras”.

Dice y continua el otro…

  • “Aunque ese dinero lo invertiría con mayor placer y con gusto en pagarte un piso, llenándote el armario de ropa toda femenina y sexy que desees, ¡donde te obligaría a llevar todo el día un cinturón de castidad y un plug metido en tu coñito… uuuffff!!”.

Yo pensaba que cabrón, aunque la verdad era tentador, pero más lo segundo que lo primero… uuummm!!. Y aunque no deje de hacerles saber que no soy una puta, no pidiendo dinero, aunque mientras me follaban, me metían hasta billetes por el culo entre risas. Bueno no quiero alargar mucho más, me despido hasta mi continuación… prometido, donde os hare saber de cuando me toco disfrutar de los tres, pensé que era una locura… algo impensable. Pero cuando me vi cuando comencé a devorar esas tres pollas, cuyos tamaños y grosor eran muy distintas, pero alternaba e iba comiéndomelas por turno… uuummm!!. Pasando a comerme dos al tiempo mientras una me penetraba, cambiando estos de lugar y de orificio, llegando incluso y gracias al popper de esos tiempos, cuando me penetraban dos al compás que me comía otra… ooohhh!!. Pero eso sí… no perdí el norte… uuuffff!!.

Muchas gracias por vuestros comentarios, no es una excusa, pero antes de ser publicado es corregido hasta por dos correctores ortográficos y gramaticales, pero que supongo que quizás tiene fallos como un ser humano. Dicho esto, y por deseando alargarlo mucho más, os dejo y espero que os haya gustado, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Claro está, mi email es: jhosua 1974 @ gmail. com (obviamente… todo junto).