Chica de los cabellos rojizos (8)

¡Siento muchísimo la demora!

-Te amo - Susurró

Y con ese susurro finalizó uno de los mejores y peores días de mi vida.


Al despertar las nubes grisaceas subordinaban al ambiente, la brisa helada arropaba nuestros cuerpos. Aún sentía los brazos de María rodear mi espalda mientras mi rostro se encontraba acunado en su suave pecho. Miré el móvil y me di cuenta de que apenas eran las 7:18 de la mañana, de inmediato me puse feliz porque me quedaba todo un día con María -A solas-

Me acomodé mejor y rodee su cintura con mi brazo, nuevamente cerré los ojos y me dispuse a dormir.

-Mary quédate como estabas me gusta abrazarte - Susurró un tanto sonambula

Me acomodó con sus brazos y volvió a rodear mi espalda. Quedamos en una posición más comoda en donde sus labios se quedaron reposados en mi oreja y me susurraba dulces palabras. Mordió mi lóbulo y estuvimos dispuestas a dormir de nuevo.

Hacia muchisimo frio esa mañana, pero con Maria ese frio era lo más delicioso que podría existir, era un frio gélido que te arropaba los huesos y te enfriaba la sangre.

Las horas transcurrieron lentamente, al despertar aún era de mañana. 11:25 Am. Las gotas de la incansable lluvia descendian suavemente y se perdían en el transcurso de su descenso, sus brazos me rodeaban apretujándome hacia ella. Finalmente ambas decidimos despertar y nos observamos fijamente. Amaba mirar a María, me fascinaba perderme en sus ojazos oscuros, en sus pupilas azabaches y en su delicioso perfume.

-Nos espera un gran día por delante - Sonreí -¿Qué vamos a hacer? -Lo que tú quieras hacer - La miré con picardía

Estiró sus brazos y su cuerpo, bostezó en voz alta. Yo simplemente la observaba.

-Tengo hambre - Bostezó de nuevo -¿Quieres algo de desayunar? -¿Tienes algo de desayuno? -Obvio -¿Qué tienes? Vamos a preparar algo -Afffff espera - Bostecé

Lentamente me fui volviendo a dormir y a sumirme en la iconsciencia. Escuchaba la voz de María llamarme pero no podía despertarme. Estaba demasiado cansada debido al agotamiento del día anterior. Sentí unos finos dedos deslizarse en mi cuello, pero aún asi no lograba volver en mi misma, ya sabia que se sentía el cansancio.

María posó sus labios sobre los míos ya que era la única manera de que despertase. Sus labios me hacían estremecer y volar hacia un mundo que no era este. ¡Ahh María! Suavemente fui abriendo los ojos de nuevo, me encontré con sus pupilas color negro mirándome fijamente. Mi cuerpo se escalofrió, sabía que quería decir esa mirada... Me miraba con picardía mientras se mordía el labio inferior. Sus suaves y largas manos comenzaron a acariciar mi entrepierna, ya estaba comenzando a encenderme... ¡Ahh María cuando será el dia en que no me vuelvas loca!

Suavemente se deslizó a mi sexo y comenzó a apretarme en esa zona. Cerré los ojos y me dejé llevar por sus caricias, lentamente la aparté y le susurré al oído - ¿Acaso quieres en este momento? - Mi respiración se exhalaba en su oreja - Dime, ¿Acaso quieres hacerlo ya? - Mis manos se deslizaban por su espalda

  • ¿Quieres que te lo haga? ¿Ah? - Me susurró con esa voz dulce que sabía que me fascinaba - ¿Deseas que te haga el amor? Si asi quieres llamarle... - Comenzó a acariciar los muslos de mis piernas mientras sus labios se quedaban en mi oreja - No me has contestado - Susurró mordiéndome el cuello.

  • Deseo que me tomes ahora - Fue lo único que alcancé a decir -¿No estás cansada? - Mordío mi oreja -Un poco... -Entonces.... - Respiró en mi oido - Será mejor que sea cuándo recuperes fuerza... Quiero que estés bien despierta - Deslizó su lengua por mi cuello -O... Ok... - Cerré los ojos sintiendome volada de este mundo. Si había algo que me hacía volar era la voz de María cuando me susurraba y me erizaba la piel.

Me levanté para ir al baño dándole un pequeño beso en los labios a María. Apenas me vi en el espejo me espanté, ¿Cómo podía gustarle así a María al despertar? Ella estaba tan bella y perfecta como siempre... Y yo parecía un pequeño león que acabara de tener una pelea con el peine... Comencé por lavar mis dientes y mi cara, encendí el secador y lo pasé por algunas partes bastante onduladas de mi cabello.

Al salir del baño vi a María preparando el desayuno, no pude evitar sentir una gran ternura hacía ella, ya que la mayoría del tiempo yo era la que debía preparar el desayuno para mi sola, pero ella lo estaba haciendo para las dos..

La abracé por detrás mientras comenzaba a besar su cuello y mis manos se deslizaban a su pequeño short haciendo presión en su sexo para hacerla mojar, deslicé mis manos hacia su seno izquierdo en dónde comencé a apretarlo y a acariciarlo suavemente.

Retiré mis manos de sus puntos débiles y sólo me dispuse a rodear su cintura apoyando mi mentón en su hombro.

  • Se ve delicioso - Respiré en su oreja
  • Tú te ves deliciosa
  • ¿Me quieres probar?
  • ¿Dejarías que te probara?
  • Soy toda tuya...
  • ¿Ah, si? - Se giró mirándome fijamente
  • Si

María tomó mi mano - No sin antes haber apagado la cocina - y me guió hasta mi habitación. Comenzó a besarme lentamente pero con intensidad mientras su mano rodeaban mi nuca atrayendome hacia su cara.

  • ¿Y el desayuno? - Pregunté con mucho esfuerzo en cada beso que nos dabamos
  • Tú eres mi desayuno - Comenzó a besar mi cuello mientras con sus manos acariciaba todo mi abdomen.

Entre caricias y besos nos fuimos desnudando, nos tumbamos en la cama a besarnos con desespero. Cuándo su mano se estaba deslizando hacia mi parte íntima comenzó a sonar mi móvil.

  • ¡Maldición! - Susurré
  • No atiendas - Inquirió Maria mientras seguia tocándome...
  • Sabes que tengo una obsesión con los móviles y no puedo estar sin atender
  • Bien, bien atiende - Dijó con fastidio

Tomé el móvil y atendí.

  • Si, ¿Quien habla? -¿Ya no reconoces la propia voz de tu madre? -¡Mamá! ¡Hola! ¿Cómo va todo?
  • Pues fatal, creo que nos vamos a regresar hoy...
  • ¿Hoy? ¿Cómo que se van a regresar hoy? Se supone que regresarían en un mes
  • ¿Qué acaso no me quieres en casa? ¿Qué andas haciendo que te escucho agitada?
  • Nada, sólo estaba cocinando... Y me llamaste... Y sabes como soy... Corriendo de un lado hacia otro...

Mientras hablaba con mi madre María comenzo a masturbarme, solté un gemido involuntario y mi madre comenzó a sospechar

  • Mary, ¿Con quién estás? -Con nadie mamá por? -Pués acabo de escuchar algo -Humm... Debió haber sido la televisión -Bueno... Cuidate... Hablamos luego -Ok mamá adiós

Colgué el teléfono y observé a María con picardía

  • ¿Por qué hiciste eso? - Sonreí
  • ¿Ya estás lo suficientemente despierta? - Susurró mientras apretó a mi sexo una vez más
  • Creo que si - Gemí en un tono leve

Me sonrió y comenzó por besarme el cuello, morderlo, chuparlo, se dirigió directo a mis labios en dónde nos entregamos con un beso ¡Me encantó ese beso! ¡Ah María! Comenzó a quitarme la pijama y dejó mis senos al descubierto. Los comenzó a masajear mientras besaba mis labios, hasta que de repente mi móvil comenzo a sonar nuevamente.

-¡Coño pero quien será que jode tanto! - Me quejé muy molesta porque no podía terminar de estar con María como quería. -Atiende - Me ordenó

Tomé el celular y atendí

-¡ALO! - Grité molesta -Mary soy yo José ¿Cómo va todo? -¡Ay pierdete inútil! - Grité colgando el teléfono y apagándolo -¿Quién era? -José -¿Qué quería? -No lo se -¿Por qué no lo dejaste hablar? -Porque creo que estabamos ocupadas -Hummm... Me pregunto para que te llamó -No tiene importancia, sigamos en lo nuestro -No, necesito saber por qué te llamó -¡Da igual, María! -No, no da igual -Bueno si tanto quieres saber ve y averigualo y dejemos nuestro momento para después -Hummm.... ¿Te molestaste? -¡No para nada cómo crees! - Inquirí sarcasticamente -¿Por qué te molestas? ¿No puedes esperar al sexo? -¡¿Qué?! ¡¿De qué hablas?! -Tú sabes de lo que hablo -¡Ay Maria jódete! Si crees que te busco sólo para sexo estás equivoca -Es obvio que sólo me buscas para eso -¿De verdad eso crees? -Si -Hummm... -Mejor me voy -¡Ja! ¿A dónde vas? ¿Con tu amiguita del otro día con quién estabas abrazada? -¿De qué hablas? -Te ví... Abrazando a una chica.. Muy cariñosamente.... -Es sólo una amiga -Pués entonces mejor vete con tu amiguita -¿Eso quieres? -Es obvio que no, pero tú si -¿Pero de qué hablas? -¡Cómo que de qu...! - No me dejó terminar la frase cuando aplastó sus labios en los míos y susurró - Odio pelear contigo, sabes que te deseo a ti

Mantuve los ojos cerrados, si habia algo que me hiciera olvidar de todo eran los besos de María, a la vez estaba molesta, ya que ella pensaba que se iba a zafar de ese asunto tan fácilmente, pero decidí tratarlo para después y dedicarme a responder sus besos.

Dejé de besarla para mirarla directo a la cara, con mis dos manos tomé su rostro y lo dejé a pocos centímetros del mío.

-¿Me amas? - Susurré -Te amo - Respondió -¿Te irás? -No -Tengo que decirte algo... -¿Qué? - Pregunto curiosa -Yo también te amo -Nadie me había dicho nunca que me amaba -Te amo - Repetí -Cállate que me vuelves loca cada vez que lo dices -Te amo, te amo, te amo... -Me vas a descontrolar y harás que te viole -Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo -Tú lo pediste....

María se abalanzó sobre mi cuerpo semi-desnudo y continuó besándome con dulzura, acariciaba mi abdomen, mis senos, mi cuello... Se deslizaba hacia mi sexo y lo apretaba levemente. Yo gemía involuntariamente y cerraba los ojos dejándome llevar, comenzó a besarme de nuevo cuándo de repente recordé una de sus palabras. Hice un giro colocándome sobre ella mientras entrelazaba nuestras manos y las colocaba a los costados de su cuerpo

-¿Crees en verdad que te busco por sexo? - Mordí sus labios -Tú sabes que no -Entonces ¿Por qué lo dijiste? - Metí mis dedos en su sexo mientras la besaba -Lo dije sin pensar... -¿Ah, si? - Mordí su cuello -S... - Interrumpí su respuesta porque introduje mis dedos adentro de su vagina y la hice gemir -Y ¿Quieres hacerlo? - Comencé a succionar su pezón mientras hablaba -Muero por hacerlo

Rápidamente subi a sus labios

-En este momento no - La besé, me separé de ella y me vestí

-¡¿Qué?! - Me gritó irritada -Nuestra relación no puede basarse en sólo sexo, tú misma acabas de decirlo... que te busco sólo para eso -¡Dios, Mary lo dije sin pensar que te pasa! -Nada mi amor - La bese en su boca y me levanté - Simplemente... No podemos basarnos en eso - Le guiñé un ojo - Será luego cuándo corresponda - Le lancé un beso y me fui del cuarto -¿A dónde vas? - Preguntó Maria con un grado de rabia en su voz -A comprar algo - Le sonreí -No ven acá no puedes dejarme así -¿Ah, no? -¡NO! -¿Quién lo impide? - Sonreí -¡Yo!

María volvio a abalanzarse sobre mi y a besarme con desesperación, sus brazos rodearon mi cintura apretándome entre ellos, comenzó a besar mi cuello como un sediento encontrando una botella de agua en un desierto, deslizó sus manos por toda mi espalda y me acarició con sus uñas largas y finas...

-María no... -Cállate

Siguió besándome con una gran desesperación y cada vez me apretaba más hacia ella. Estabamos al lado de la puerta y de repente se abrió de par en par.

-Sabía que eras una asquerosa lesbiana - Dijó mi madre al verme besándome con María

Mis ojos se desorbitaron y ella sólo atinó a decir:

-Más vale que vayas preparando tus cosas para el internado... Lo que no te dije cuándo te llamé fue que ya estabamos en la ciudad... todos están abajo... Yo quisé subir sóla porque se que te traías algo entre manos... Lo que no se me pasó por la cabeza fue que estabas con esta asquerosa...

-No la llames así - Dije con toda la tranquilidad de este mundo -¡La llamó como a mi me de la gana! - Me abofeteó -¡A mi no me vas a golpear! ¡Esa fuiste tú que se dejó arruinar la vida por la abuela, yo no!

Tomé a María de la mano y me fui de un solo portazo...

Nos quedamos observandonos en el pasillo preguntándonos a dónde iríamos ahora...


Mil disculpas por la gran demora que me tardé... Mi ordenador se había dañado... Tal vez algunos pensaron que no seguiría contando la historia.. Pero aquí estoy.. acepto criticas....