Chat Caliente 3: La conclusión

Lo que empezó como un chat entre una mujer y un hombre, al principio sin pretensiones, después con muchas pretensiones.

Estaba en la terraza de la casa de playa, pensando en lo sucedido aquella mañana con Rosa. ¿Que iba hacer ahora? El gran fin de semana se había torcido; recogí mis cosas, cerré la casa de la playa y lleve de nuevo la llave al bar donde la recogí, allí mismo comí alguna cosa. Pasee por la playa pensando, tenia que reconocer que lo sucedido era lo que iba buscando; pero no me gustaba como había terminado. Cogí el coche y salí decidido a volver a Valencia, pero justo delante de un cartel que ponía Valencia 330 KM y Barcelona 25 KM, cambie de opinión y me dirigí hacia Barcelona; no sabia bien que iba a hacer, pero a medida que me acercaba a Barcelona, fui recordando la dirección de Rosa, antes de entrar en Barcelona, pare en una gasolinera y mire el plano de Barcelona, localice su dirección, y me dirigí hacia allí. Aun no eran las 6 de la tarde cuando aparque el coche unas calles más delante de su bloque. Sabía el bloque, y el piso; pero no la puerta. Durante unos minutos me quede pensando si era buena idea; pero no quería que se quedara con la mala imagen de mí. Recordé que dijo “En mi piso no, por los vecinos”. Cogí una carpeta y me dirigí la puerta de bloque, la primera contrariedad, había un telefonillo. Pero solo unos minutos faltaron para que un vecino saliera del edificio, yo hice como si estuviera hablando por el telefonillo.

-         No hace falta, un vecino acaba de abrir la puerta – dije en dirección al telefonillo.

-         Buenas tardes, gracias – dije al vecino saliente, y me colé dentro.

Mire los buzones, era el tercer piso, puerta... C, allí vivía Rosa. Decidí coger las escaleras, para pensar y darme tiempo a arrepentirme de lo que había pensado hacer. Llegue al tercero, me plante delante de su puerta, dude y por fin llame. Rosa me abrió la puerta, se quedo boquiabierta.

-         Señora, estamos haciendo una campaña de recogida de firmas, es un asunto de interés publico.

-         José Antonio – dijo balbuceando.

-         Si me permite, solo le robare unos minutos de su tiempo.

Y entre en su casa, ella no se opuso. Ya dentro cerro la puerta tras de mí. En su rostro se veían huellas de haber llorado.

-         Estas loco, como has sabido donde vivía.

-         Como dijiste, todo era un plan para llevarte a la cama. Pero en algo te equivocaste, no soy un lobo, sino el perro del pastor y las ovejas que se descarrían yo las llevo de nuevo al corar. No podía dejarte con ese mal sabor de boca.

Se me echo encima, nos besamos.

-         Creo que me he vuelto loca. No me importa nada solo hacerlo contigo.

Me condujo a la habitación. Entre besos y caricias nos desnudamos.

-         Estas segura, yo solo venia a por una firma.

-         Muy segura, y pienso firmar lo que quieras con tu 20x4.

Nos tumbamos sobre la cama, mordisquee sus sonrojados y duros pezones, sus gemidos eran seguidos, selle su boca con la mía, mi mano se deslizo por su cuerpo hasta llegar a su entrepierna, ella abrió mas las piernas dándome permiso para que acariciara su clítoris y sus labios vaginales.

Si por la mañana había sido genial, ahora disipadas todas sus dudas se entrego por completo al placer. Cenamos en su casa y pasamos la noche en la cama follando, nos quedamos dormidos amaneciendo.

Cuando me desperté ella estaba delante de mí mirándome, se había puesto solo un delantal.

-         Que desea mi lobo.

-         Ya no te importa que sea un lobo.

-         No me importa que seas un lobo, un tiburón, pero devórame.

Hice el gesto de darle un mordisco. Mire hacia abajo, a mi polla.

-         No me digas que después de toda la noche aun tienes ganas.

-         No soy yo, es ella.

Rosa sonrió, se subió encima y se dejo caer muy lentamente, empalándose con mi polla, y comenzó a cabalgar, metí mis manos por debajo del delantal para acariciarle el clítoris. No tardo mucho en dejarse caer sobre mí, le faltaba poco, yo seguí empujando con movimientos pélvicos, pronto sentí como se estremecía alcanzando el orgasmo, y no mucho más tarde me corrí, solté poca leche, pues ya había sido ordeñado por la noche.

-         Nunca pensé que aquella conversación nocturna me llevaría al máximo placer.

-         ¿Y ahora que?

-         Ahora te preparare una buena comida para que recuperes fuerzas, para después volver a jugar con tu 20x4.

Metí mis manos por debajo del delantal, a la altura de los pechos y acaricie aquellos pezones duros y sensibilizados.

-         No sigas, o no respondo de la comida.

Se levanto, y se fue. Yo fui al lavabo, y después al salón, en todo momento desnudo. Mire las fotografías, supuse quien era el marido y el hijo, los padres de ella y los de el, así como diversas personas. Ella me miraba desde la puerta de la cocina.

-         Son toda mi familia.

-         Que edad tiene tu marido.

-         Te has dado cuenta, tiene 45 años, algo mayor ¿No?

-         Eso de mayor es bastante relativo. Es según con quien se compare.

Se acerco a mí quitándose el delantal, nuestros cuerpos desnudos, se acariciaron mientras nos besábamos.

-         No hay comparación posible – me dijo al oído.

-         Cuando viene tu marido.

-         No te preocupes suele llegar tarde, pasadas las 9 de la noche.

La empuje, haciendo que se sentara sobre el brazo del sofá, me acerque haciendo que se tumbara sobre el sofá dejando las piernas en alto y yo entre ellas.

-         Lo habías hecho antes aquí.

-         Ni aquí ni en ningún otro sitio que no fuese la cama.

Me acerque polla en mano y acaricie sus labios vaginales, pronto estuvo lo suficientemente lubricada para penetrarla y comencé a empujar, cada embestida mía era un grito de placer de ella, hasta alcanzar un orgasmo.

-         Sera mejor que comamos algo - dijo levantándose y volviéndose a poner el delantal.

Nos sentamos a comer, y tras el postre nuevamente nos metimos en la cama. Sobre la 6 de la tarde. Nos metimos en la ducha, primero la enjabone yo a ella y después ella a mí, y tras quitarnos el jabón ella se arrodillo, se puso frente mi polla.

-         Puedo – dijo mirándome.

-         Como si fuese tuya.

Cogió mi polla con sus manos, la acaricio a la vez que le daba pequeños besos y lametazos en la punta.

-         Es la primera vez que hago algo parecido – dijo metiéndose la punta de la polla en la boca.

Desde el día anterior que habíamos follado por primera vez, lo máximo que había hecho era coger mi polla con las manos, ahora estaba dando un gran paso. Así que la cogí del pelo, y fui marcando el ritmo meter y sacar, pronto hice que aumentara el ritmo.

-         Estoy a punto de correrme – dije sacando mi polla de su boca.

Pero ella siguió y unos minutos después me corría, quedándose mi leche en su boca aunque poca cantidad después de un fin de semana de sexo.

Terminamos de secarnos y nos vestimos. Nos sentamos en el sofá, del que tan grato recuerdo teníamos, abrazados. Cada vez que me iba a ir.

-         Ya te vas a ir, quédate un poco mas, junto a mi – decía ella, acurrucándose a mi.

-         Sabes que me gustaría – le dije.

-         El que, volverlo hacer.

-         Por mi no estaría mal, pero nos podríamos pillar los dedos. Cruzarme con tu marido en la escalera.

-         Que osado. Pero puedes hacerlo, cuando llegan mi hijo llama primero al telefonillo. Después sube en el ascensor.

-         No te importa que sea osado.

-         Me gusta que seas osado.

-         Y si no llamase.

-         Siempre llama – dijo aunque poco convencida.

No había pasado ni media hora, casi nos habíamos quedado durmiendo, cuando sonó el telefonillo. Dimos un salto.

-         Nos hemos quedado traspuestos, seguro que es mi marido.

-         Bien, me voy, no se si esta noche estaré en el chat según a la hora que llegue.

Ella abrió la puerta, el ascensor subía, así que yo me fui escaleras arriba; y representando mi papel, cuando salían del ascensor yo aparecí bajando las escaleras.

-         Buenas noches – dije saludando.

-         Buenas noches – dijo el marido de Rosa.

-         Buenas noches – dijo Rosa que estaba en la puerta.

Yo seguí bajando los escalones.

-         Lo conoces – dijo el hijo de Rosa.

-         No, porque lo dices – dijo el marido de Rosa.

-         Lo has saludado - dijo el chaval.

-         Es por cortesía, siempre hay que ser agradecido.

No escuche nada más, porque cerraron la puerta. Yo fui en busca de mi coche y me fui hacia Valencia.

Al llegar encendí el ordenador y entre en el chat.

-         Rosadelsvents: “Ya has llegado”

El mensaje era de unos 15 minutos.

-         Rompedor007: “Acabo de llegar, como estas”

-         Rosadelsvents: “Como si estuviera en una nube, tengo que confesarte algo, hacia mucho tiempo que no lo hacia, desde que mi hijo nos podía sorprender, solo lo hacíamos cuando el no estaba con nosotros. La ultima vez fue en Navidad un día que se fue mi hijo con la vecina”

-         Rompedor007: “Pues este fin de semana, te has resarcido con creces”

-         Rosadelsvents: “Cuando podremos vernos de nuevo, no hace ni 4 horas que te has ido y ya te hecho de menos”

-         Rompedor007: “Cuando tu quieras, pero solo desde el viernes por la tarde al domingo por la noche”

-         Rosadelsvents: “Que suplicio, como mínimo una semana”

-         Rompedor007: “No son ni 5 días, de mientras puedes ir practicando delante del ordenador”

-         Rosadelsvents: “Te imaginas si me pillara mi marido, o mi hijo desnuda delante del ordenador, toqueteándome”

-         Rompedor007: “Fliparían, como he flipado yo en estos dos días”

-         Rosadelsvents: “No se si podre aguantar tanto tiempo”

-         Rompedor007: “Ve pensando como lo podemos hacer el próximo fin de semana”

-         Rosadelsvents: “También piénsalo tu, la casa de la playa no queda lejos de aquí, si se van puedes venir a recogerme”

-         Rompedor007: “Podría ser, es tarde y estoy cansado”

-         Rosadelsvents: “Es cierto que has tenido un fin de semana muy laborioso”

-         Rompedor007: “Buenas noches, que tengas sueños bonitos”

-         Rosadelsvents: “Soñare con todos los sitios que hemos follado, y los que vendrán”

Cada noche, nos conectábamos unos 10 minutos, nos intercambiábamos ideas de lo que nos gustaría hacer cuando estuviéramos juntos, cada vez mas osadas y picantes, el mismo lunes nos intercambiamos los números de móvil, lo que significaba que no solo nos podíamos conectar por el chat que era gratuito, sino también por llamadas y mensajes. Con lo que era más fácil quedar.

El miércoles me confirmo que ese fin de semana no podía ser, pues su hijo tenía partido de fútbol el sábado por la mañana. La sesión de chat del viernes por la noche fue muy intensa, que haríamos y como lo haríamos, como por ejemplo.

-         Rompedor007: “La próxima vez que nos veamos me gustaría romperte el culo con mi 20x4”

-         Rosadelsvents: “Encantada, ese agujero lo conservo virgen, tu serás el primero”

Nada mas terminar el chat, cogí el coche y me fui a Barcelona. Llegue sobre las 5 de la mañana, aparque cerca del bloque de Rosa, desde donde estaba podía ver el edificio. Y me eche un rato, aunque no era cómodo, me quede dormido, no era la primera vez que dormía en el coche. Cuando me desperté pasaban de las 9, salí del coche y fui a un bar allí me asee un poco, me eche agua en la cara y tome un café, estaba terminado cuando vi salir del edificio al marido de Rosa y a su hijo vestido de futbolista. Como ella me había dicho. Le mande un mensaje.

-         José Antonio: “Estas sola”

Pague el café y me dirigí a casa de Rosa.

-         Rosa: “Como lo has adivinado”

-         José Antonio: “El olfato de depredador”

-         Rosa: “Y tu, estas en casa, me iba a poner delante del ordenador”

-         José Antonio: “Desnuda”

-         Rosa: “Todo puede ser, tengo muy poca ropa, una bata muy pequeña, de estar por casa”

Una vez mas el impedimento estaba en el telefonillo, pero no tardo ni un minuto en llegar un vecino y abrir la puerta. Subí las escaleras.

-         Rosa: “Estas?, chateamos”

-         José Antonio: “Yo prefiero hacer otra cosa”

Llame a la puerta.

-         Rosa: “Y a mi”

Se abrió la puerta, era Rosa, tenia el pelo revuelto, y como me había dicho usaba una bata minúscula que le tapaba poca cosa.

-         Que os habéis olvidado esta... – se quedo de piedra al verme.

Me cogió de la mano y me introdujo.

-         Tramposo, has visto a mi marido – todo ello lo preguntaba enganchada a mi cuello, besándome.

-         Si lo he visto desde la distancia, cuando se ha ido.

-         Ven, no tenemos mucho tiempo.

Me condujo a la habitación, la cama aun estaba revuelta.

-         Parece que esta noche ha habido batalla – dije.

-         No lo creas, anoche después de estar en el chat contigo, y recordando el fin de semana, estaba muy caliente, quise hacerlo con mi marido.

-         Y hubo plan.

-         Si un plan manual en el baño.

Nos desnudamos y nos metimos en la cama, primero una sesión de caricias, en las que ella de nuevo se atrevió a lamerme la polla, para comenzar la penetración coincidiendo con su primer orgasmo, y a este le siguieron dos mas, sin llegar a correrme. Tumbados sobre la cama, descansando.

-         Anoche me dijiste que querías... ahora caigo lo de Rompedor007.

-         Tú quieres.

-         Lo estoy deseando.

Hice que se pusiera “a cuatro patas”, dejando caer la cabeza sobre la almohada y apoyando los codos en la cama, comencé a penetrarla por la vagina, es una penetración profunda, que facilita alcanzar el punto G, lo que hizo que se excitara. Mientras con los dedos iba haciendo que su ano se dilatara, usando un gel lubricante que había llevado, al principio pareció algo molesta; pero poco a poco el placer aumento y cuando creí que estaba lo suficientemente dilatado el ano, muy lentamente se la metí, primero la punta y luego el tronco de la polla hasta que mis testículos golpearon su trasero, con pequeños empujones de vez en cuando sacándola aunque no del todo para volver a entrar, Rosa jadeaba y gritaba de placer. Poco después un gran orgasmo y su prolongación hasta que me corrí dentro de ella.

Se dejo caer por completo en a cama.

-         No solo me has roto el culo, me has roto toda. No creo que vuelva a tener un orgasmo como el último, y no ha sido por lo fuerte sino por la duración.

-         Será mejor que me vaya.

-         Donde estas, luego te llamo y quedamos.

-         En ningún sitio, he dormido en el coche.

-         Pobre, y todo por darme una sorpresa.

-         Al menos espero que haya sido buena

-         Ha sido genial, no creo que se pueda igualar.

Me vestí, en eso sonó el telefonillo.

-         Mierda, nos hemos olvidado, ya están aquí.

-         Como es eso si, el tiempo de cada parte dura 45 minutos.

-         Es fútbol 7.

Como pude salí de la casa, justo cuando se abría la puerta del ascensor, no me atreví a bajar, escuche desde la escalera.

-         Pero aun estas así que has estado haciendo – dijo el marido.

-         No me encuentro bien, me voy a dar un baño, si no me encuentro mejor luego por la tarde iré al medico.

Rosa me dio un aviso de que por la tarde nos veríamos. Me lo confirmo con un mensaje.

-         Rosa: “Esta tarde intentare escaparme, dime donde estas”

Pasee por las proximidades, buscando un hotel, preferí la proximidad, a la calidad.

-         José Antonio: “Estoy en el hostal: 3 Cruces; tal como sales de tu bloque a la derecha caminando unos 10 minutos”

-         Rosa: “Se cual es, cuando vaya a salir te mando un msm”

Frente al hostal había un bar-restaurante, allí comí y espere a su mensaje, sobre las 5 me llego.

-         Rosa: “Voy para allí”

Se dio prisa no tardo ni 5 minutos.

-         No pude salir antes se empeñaron en venir conmigo. No tenemos mucho tiempo.

-         Prefiero los encuentros con tiempo.

-         Y yo, pero es lo que tenemos.

Subimos a la habitación, nos desnudamos rápidamente, en el trayecto de la puerta a la cama. Y ella se dejo caer sobre la cama, y comenzó a reír.

-         ¿Que pasa? – pregunte.

-         Mira arriba.

Mire y había un gran espejo.

-         Tú sabes este lugar lo que es, una casa de citas.

-         Si te molesta, nos vamos.

-         Al contrario, no se porque pero me excita.

Comenzamos, con caricias, pero como la cosa no estaba para preámbulos, enseguida me situé sobre ella, y la penetre, puso su piernas sobre mis hombros y no tardo en alcanzar un primer orgasmo, ella se situó sobre mi, cabalgo sus tetas daban bandazos de un lado al otro, hasta que las agarre y dejaron de moverse; alcanzando su segundo orgasmo me corrí yo.

Desde ese día, nos citábamos cuando podíamos, en su casa, nos hicimos asiduos al hostal “3 Cruces”, fuimos a otros hoteles en las afueras y la casa de la playa cuando teníamos mas tiempo. Incluso estuvimos 5 días seguidos a mediados de agosto en la casa de la playa.

A finales de octubre me mandaron a otra oficina, mucho más lejos, por lo que nuestros encuentros se fueron alargando, mientras que nuestras charlas por chat aumentaron.

Un año después la dificultad de nuestros encuentros se hizo patente viéndonos muy poco, y bajando el nivel del chat, hasta perder el contacto.