Charmed (1.3 Un Amigo del Pasado)

Cole y Piper denigran a Leo, con ayuda de Barbas. Después Chris recibe una lección de su padre.

**1.3.

Un Amigo del Pasado**

Cualquier duda, sugerencia o comentario pueden escribirme a leopoldo_relatos80@yahoo.com.mx y yo con gusto les responderé, además disfruto mucho recibir mails de mis lectores.

I

Leo Wyatt estaba acostándose sobre la cama de su cuñada, Phoebe Halliwell, con un cuerpo desnudo envidiable. Dejó que la tela cubriera su cuerpo caliente. Cerró los ojos y durmió. Poco sabía que Barbas estaba entrando en el cuarto en ese momento para hacer su magia. Con un gesto de la mano obtuvo los miedos más profundos de aquel ser hermoso que dormía plácidamente soñando en su bebé Chris.

"Parece que tu mayor miedo es que tu esposa, Piper, se enteré del romance que tuviste con Cole Turner. Con Belthazor. Pues eso puede arreglarse."

El cuerpo del demonio se cubrió de luces hasta formar al ex esposo de Phoebe Halliwell, al que alguna vez fue la Fuente de todo Mal, a Cole Turner. Alto, moreno, con un traje entallado y corbata morada. Leo despertó.

"¡Cole! ¿Qué haces aquí? Tú deberías estar…"

"Muerto", aclaró el demonio, "pero sigo vivo. Regresé por ti. Extrañas mi cuerpo, ¿no, puta?"

Leo asintió.

"Pues ven a mí y desnúdame."

Siguiendo las órdenes, se acercó a él para darle un beso profundo mientras dejaba caer su saco, le aflojaba la corbata y desabotonaba su camisa. El pecho de Cole era fuerte y musculoso, cubierto de una fina capa de vello.

En ese momento, y ante la mirada atónita del pobre Leo, apareció en la puerta una Piper desnuda. Pechos redondos, cabello largo y castaño. Sonrisa dulce.

"Leo, ¿Qué está pasando aquí? ¿Acaso me engañas con este demonio?"

"Sí, bruja", respondió Cole, "este puto se ha sometido a mí desde el primer día que pisé esta casa. Sólo responde a mis órdenes, se humilla lamiendo mis zapatos y chupa cada uno de los dedos de mis pies después de luchar contra los demonios. Este es tu esposo, una puta de primera."

"Querida, te juro que yo…"

"Cole, ¿Cómo pudiste meterle la verga cada noche a mi esposo y a mí dejarme tan sola?"

El demonio río ante las palabras de Piper.

"Parece que este estúpido ángel no te ha dejado satisfecha. No se preocupen. Aquí hay verga para dos. Los dos se van a poner de rodillas y van a luchar por ver quién se pone mi gran pene en su boca."

Así pues, los dos esposos, Piper y Leo, se encontraron junto al demonio más poderoso del mundo para empezar a mamar. Se iban turnando. A veces la mamaba uno y a veces la mamaba el otro. Por lo menos hasta que Piper se aburrió y se agachó para meterse la verga de su hombre en la boca. Cada uno obtuvo su recompensa. Cole obtuvo un orgasmo que le lleno la boca a Leo de semen… Leo obtuvo la leche del hombre que más había amado en la vida (después de sus hijos, claro)… y Piper se llenó del regalo de su esposo.

Piper se levantó a besar a Cole y a susurrarle al oído.

"¿Sabes que me gustaría verte a hacer?"

"Dime", contestó el demonio.

"Quiero que te cojas a mi esposo aquí mismo, en esta cama. Quiero ver como se degrada a ser nada más que una puta."

"Como tu quieras, reina."

Leo, que ya había oído las órdenes, se puso en cuatro patas sobre la cama y empezó a ladrar.

"Así, se hace, mi puto esposo. Cole… penétralo lo más duro que puedas. Sólo imagínate que estás taladrando mi culo."

"Así lo haré, perra"

Y Belthazor se acercó al ángel para meterle el pene en el culo lo más duro que pudo. Leo dio un gemido de placer y aceptó a ese hombre en su cuerpo. Piper se puso poder delante de ellos y dejó que su esposo empezara a lamer su coño. Los dos llegaron al orgasmo al mismo tiempo y desaparecieron en un montón de luces blancas. Leo quedó en su cama para dormir otra vez.

II

A la mañana siguiente, Chris y Leo habían decidido no hablar de lo sucedido se ocultaron uno al otro lo que había pasado. Por lo pronto tenían otras cosas planeadas. Chris apareció en el cuarto de su padre con sólo un delantal blanco de su madre cubriendo su piel. Leo sonrió al verlo.

"¿Y qué es todo esto, bebé?"

"Esto es tu desayuno, papi. Ven conmigo a la cocina y vamos a divertirnos un poco."

"Bebé, tu siempre con la mente cochambrosa. Pues vamos para que podemos hacer con la cocina. Y de todas maneras no te salvas de la leche calientita que te debo dar todos los días para que te conviertas en un macho y dejes de ser una nenita."

Los dos hombres caminaron hasta la cocina. Al llegar, Leo le quitó el delantal y lo dejó caer al piso. Ambos se fundieron en un beso.

"¿Qué es lo que vamos a hacer, bebé?", le preguntó a su hijo viendo que todo estaba lleno de comida que había salido de la alacena y el refrigerador.

Chris tomó una zanahoria y se la metió a Leo en la boca, quién solo la chupo imaginando que eran los dedos de su hijo. Después Chris se arrodilló tras su padre y lo penetró con esa misma zanahoria. Leo gimió de placer por unos segundos hasta que su ano quedó huérfano y sintió como la zanahoria entraba otra vez en su boca.

"Esto lo hice para ti, papi."

"Y te quedó delicioso, bebé. Ahora me toca a mí darte algo."

El padre recostó al hijo sobre la mesa de la cocina y cubrió su pecho con chocolate, y lo masturbaba para que el semen se mezclara con él. Después lo fue limpiando poco a poco y se las daba a comer. A veces las restregaba contra sus axilas sudadas para darle un sabor muy especial.

"Ves como es obligación de un padre alimentar a su hijo."

Después cocino unos huevos estrellados con tocinos y pan tostado, mientras Chris exprimía el jugo de naranja. Ambos se sentaron a la mesa a comer, e intercambiar comida de vez en cuando. A veces Leo remojaba sus dedos en la yema y dejaba que su hijo los lamiera, a veces Chris hacía eso.

Cuando terminaron, Leo tronó los dedos y señalo al piso. Su hijo entendió la orden y se arrodilló debajo de la mesa para engullir el pene que le dio la vida. Lamió la punta primero, y después todo la verga hasta que toda su boca se llenó de leche caliente de ángel.

"Tu padre es tan generoso en darte todo esto, para que puedas ser un macho."

"Gracias Papi", contestó Chris en un tono infantil.

"Ahora tenemos que darnos un baño para limpiarnos de este gran desayuno."

Chris salió gateando por debajo de la mesa y su padre lo levantó con sus fuertes brazos de gimnasio. Ya en brazos le dio un beso en la frente.

"Mi bebé, eres tan hermoso y tan frágil que solamente yo puedo protegerte. Ven conmigo a la ducha."

Así, como la noche anterior, cada uno talló el cuerpo del otro con jabón. Chris se dejó penetrar por su padre y después lo increíble pasó.

"Bebé, hoy vas a aprender una lección de tu padre para que dejes de ser una nenita y te conviertas en un macho. Te voy a enseñar a penetrar. ¿Has visto como lo hace tu padre?"

Su bebé asintió. Entonces Leo quedó de espaldas a su hijo, mostrándole el culo para que le metiera un dedo, dos, tres y su verga adolescente. Chris se aferró al duro pecho de su padre para empezar con el movimiento metisaca en el ano de su padre.

"Para eso me gustaba, perra, para que cualquiera te taladrara el culo", le gritaba a su padre.

"Eso, bebé, humíllame sin parar lo que haces", gimió Leo mientras empezaba a masturbarse.

"¿Crees que porque me procreaste te voy a respetar?", Chris le dio una nalgada, "No eres más que una puta que se deja coger por sus hijos porque no le tienen respeto."

Las nalgadas y las humillaciones siguieron hasta que ambos llegaron al orgasmo.

Siguiendo los pasos de la noche anterior. Leo secó a su hijo con la lengua y a su vez Chris hizo lo mismo con su padre.

"Bebé todavía tienes mucho que aprender de tu padre sobre ser un macho."

"Y tenemos tiempo para que me enseñes."

Los dos caminaron al ático, la magia los ayudaría esta vez.