Chaparrita

De como conocí a mi esclava mas reciente.

"CHAPARRITA"

Hace un par de meses, navegando por Internet, como a menudo lo hago por las noches, una chica se dirigió a mi en privado. "Me agradan los chicos directos y sinceros como tú". Por? –contesté-. Vi como le contestaste a la otra chica que hablaba en el chat; y se ve que eres inteligente, porque el que se ponga nombre de mujer y diga que es muy bonita, no es garantía siquiera de que sea mujer, como dijiste.

Y así inició una platica entretenida, en la cual, para mi sorpresa, resultó que "chaparrita" era de mi Ciudad, y estudiaba en una Universidad conocida.

Platicamos durante una semana casi a diario, hasta que acordamos vernos. Aunque era una chica bastante simpática e inteligente, intuía que no era muy bella por los datos que ella misma me había proporcionado sobre su físico. (Sospecha que se desvaneció al conocerla, y ver que era una chica de 1.60 mts. Llenita de cuerpo, pero con una gracia increíble, y sobre todo, una piel fina y delicada, como de durazno)

Entonces nos vemos mañana en el lugar que acordamos? –pregunté-

Ummm...sí, -respondió ella- llevaré una blusa azul y pantalones de mezclilla (acordamos vernos en un parque público) .

Ese día hice algunas diligencias, y cuando se acercaba la hora de la cita, regresé a casa para darme un baño y arreglarme como corresponde a una primera impresión.

No tuvimos dificultades para reconocernos, de una forma natural nos dimos un beso en la mejilla y nos dirigimos a un café, donde conversamos animadamente por un par de horas.

En ese tipo de citas trascurrió un mes, cuando la atracción física se hacia mas evidente, decidí explicarle que no era como los demás chicos normales, que por decirlo así, era "dominante" y de carácter difícil.

Eso me gusto de ti nene -me contestó sensualmente- Así empezamos un franco coqueteo y las citas terminaban en una apasionada sesión de caricias y besos.

Para, para! -me decía en esos días- Que me pones muy caliente y no quiero cometer una locura (decía con los ojos cerrados mientras gemía con mi boca en sus redondos pezones).

Porque? Si no te gusto o deseas estar conmigo, no te voy a forzar –dije-

No....no es eso...es que...soy virgen...y quiero seguir así hasta el día de mi boda.

Ahhhhh...bien –dije- respeto tu decisión, me agradas y podemos ser amigos, no me molestaré por esto.

Gracias mi vida! -Dijo al tiempo que me daba un apasionado beso-

Así que la tomé como una amiga, situación que a ella no le gustó; porque empezó a hablar por teléfono todos los días a mi casa y daba claras señas de celos cada que le decía que tenia un compromiso o cita.

En las próximas dos citas, le expliqué que yo respetaba su decisión, pero que en ese caso, solo podíamos ser amigos, y nada más. Y que no tenia porqué haber ningún tipo de compromiso entre nosotros.

O sea que si no tengo sexo contigo, no podemos ser novios? –reprochó- Eres como todos, solo les importa el sexo. Además, ya me dijeron mis amigas que al menos andas con un par de mujeres. Ten ha visto en lugares públicos muy cariñoso con ellas.

Sentí ese enojo característico, que me hizo contestarle de una forma casi grosera. "Si me han visto es por son mis mujeres, no le doy cuentas a nadie, ni le permito a nadie que me interrogué o cuestione....y sabes que?...aquí la dejamos, adiós. Le dije, al tiempo que me paraba de aquel restaurante, viendo su cara de asombro. Solo alcanzo a decir: "Como quieras".

Pensé que no volvería a saber de ella, pero sorpresivamente, cambió su aptitud, hablándome al otro día, y al no recibir la llamada, lo siguió haciendo, día tras día, hasta que pasada una semana, le contesté.

Que quieres???? Creo que ya dejamos todo en claro no? –dije-

No seas así amor....quiero verte y que aclaremos el malentendido –contestó-

Después de rogarme por varios minutos, acepté vernos, para lo cual salí de casa a recogerla (me dijo que me hablaba de la escuela y que me esperaba en la entrada).

A donde quieres ir? –dije indiferente-

Quiero estar contigo-susurró- donde tú quieras.

Manejé durante un rato, hasta que encontré un lugar agradable, a la sombra de árboles (era medio día y el calor estaba a todo lo que da). Ya veo que estas de malas conmigo –dijo-. Eso y este calor que no soporto –contesté-

Pues vamos a un lugar con aire acondicionado, me dijo, mientras ya estaba encima de mi llenándome de caricias suaves y provocadoras.

Puse en marcha el auto y me dirigí a un hotel, al entrar, noté en ella indecisión, por lo que le pregunté si deseaba estar conmigo. Ella solo me beso y puso su cara en mi pecho al tiempo que metía el auto en el espacio del hotel asignado a la habitación que había pagado.

Nunca he estado en un hotel, y menos en estas circunstancias –me dijo- al tiempo que bajaba la mirada.

Mira, si hemos venido es para pasar un momento agradable, si te sientes incomoda, no perdamos nuestro tiempo y cada quien por su camino. Al ver que introducía la llave para poner en marcha el auto y salir del hotel, me detuvo.

No, perdóname amor, solo estoy un poco nerviosa –dijo al tiempo que acariciaba mi entrepierna-.

Así entramos al cuarto; ella esperaba prácticamente un ataque, por lo que se desconcertó, al ver que me tomé casi una hora sin tocarla, pues me di un baño, ordené algo de tomar y busqué algo de mi agrado en la Tv. Ya acostado en la cama, con solo la toalla cubriendo mi cuerpo, ella se decidió y tomando la iniciativa se recostó sobre mi, al tiempo que me besaba y yo respondía sus caricias.

Ella no tardó en empezar a gemir, talvez ni cuenta se dio que le había quitado la blusa y el sujetador. Teníamos un amarre de cuerpos apasionado, sentía como entre nuestros cuerpos no quedaba espacio alguno, solo la mezcla de nuestro sudor. Me sacié de sus pechos y bajé una mano a su pantalón, directamente de bajo de su ropa interior, hasta sentir sus bellos públicos y mas aun, comprobé la excitación que tenia; estaba mojada a mas no poder. Inicié una delicada y circular caricia a su clítoris que la hizo temblar.

Sin previo aviso, la separé de mi, Desvístete –ordené-

Al tiempo que ella notaba que la toalla que cubría mi cuerpo ya no estaba, dejando al desnudo mi pené en erección total.

No sé...no...esque me da pena...no te molestes amor- dijo cuando vio un gesto de enojo en mi- se recostó sobre mi y empezó de nuevo ese intercambio de caricias y besos. Solo que ya no le respondía. Ella entendió el mensaje, y sin poder parar de gemir y acariciar (casi masturbándome) mi pené con una mano, la otra la ocupó para irse desabrochando el pantalón, ya que de las prendas de arriba me había encargado yo. Una vez desnuda, se aferró a mi, talvez esperando una penetración inmediata. Quise que aullara de la excitación, que me suplicara poseerla. Cosa que no resultó difícil, pues tras 20 minutos de estar manejándola a mi antojo, subiéndola y bajándola de mi, revolcándola por toda la cama, pero sin penetrarla aún, resultaron en un par de orgasmos, en los cuales ella parecía desmayar y estremecer, cada orgasmo, me empapó la mano de sus líquidos, por lo que no se me hizo difícil introducirle un dedo, con lo cual ella enloqueció. Parecía asmática.

Ahhhhhhhhh....ayyyyyyyy...ahhhhhhhhhh....susurraba.

La tomé por el cuello y la bajé hasta que estuvo de frente a mi pene.

Pero es que yo....eso nunca lo he hecho... –vaciló-

No tuve que hacer presión, solo recargué un poco la mano y lo siguiente que vi era como la punta de mi pene se perdía en su boca. Era realmente torpe, pero me excitaba ver su cuerpo desnudo, con las nalgas paradas, al aire. Si bien era llenita, tenia unos pechos firmes y rosados...al igual que ese trasero que se veía panorámico desde mi almohada al estar ella intentando darme placer con su boca.

La regresé a mi por los cabellos, ella sabia que la penetraría, por lo que los ojos se le inflamaron de deseo y sus labios se abrieron, prestos al gemido cuando sentirá mi pene entrando en ella.

Decidí divertirme un poco mas, y reanudé mi jugueteo con mis dedos en sus labios vaginales.

Ella cerraba los puños, apretando las sabanas y cerrando los ojos, tensa como un arco, a la espera de ser usado.

Introducía ligeramente mi dedo en ella por segunda vez, no queriendo hacerlo de forma profunda. Pero por lo lubricada que estaba, en un movimiento de sus caderas, mi dedo(de 10 cm) se deslizó completamente y sin resistencia en su interior. No había himen, era evidente en ese momento.

Ella no pareció notar mi cambio brusco, y seguía como en trance, gimiendo, con los ojos cerrados, que se abrieron sobresaltados al sentir la bofetada que le di, seca y dura.

No que eras virgen? –sin gritar, pero furioso, pregunté-

Pero...no es ....si lo soy...

Dile eso a otro estúpido, a mi no me engañas. Si me lo hubieras dicho, no me hubiera importado, es que me hayas querido tomar el pelo lo que me enfurece.

Talvez fue en una de esas ocasiones con mi novio....PLAFFFFFFF....(le solté una segunda bofetada sin dejar que terminara de hablar).

Me paré de la cama y empecé a vestirme.

No me dejes, deja que te explique amor –decía llorando-

Te juro que nunca he tenido aun hombre dentro de mi...te lo juro mi amor!!!

Yo seguía recogiendo mis cosas, listo para salir del cuarto.

Por favor, escúchame-sollozaba- mi ex-novio quiso que tuviéramos sexo, y nunca se lo permití, así que acordamos solo masturbarnos. Pero en mas de una ocasión el me metió los dedos. (seguía llorando) Lo hacia fuerte y varias veces me lastimó, en una de esas sangré, de seguro me rompió el himen. Pero te juro que nunca he tenido a un hombre dentro mío, te lo juro (de decía al tiempo que se ponía de rodillas).

Se abrazó de mi, impidiéndome caminar hacia la puerta –por favor, por favor- decía. Si no te lo dije es porque temía esto, pero no quise engañarte, te lo juro.

Sin decir nada, saque mi pene y ella de inmediato lo metió en su boca, pensando que era signo de perdón.

Cuando sentí venir el orgasmo la empujé, quedó tendida en el suelo , y ahí, le tiré todo mi esperma.

Parte cayó en su cara y pechos, parte en el suelo.

Ella gemía y estaba desconcertada. Me perdonas entonces? –preguntó- al tiempo que se ponía de rodillas nuevamente limpiando mi pene de los restos de semen.

Como respuesta recibió otra bofetada.

Ella se llevo las manos a la cara, lo que hizo que se batiera el semen en todo su rostro, cubriendo sus rojas mejillas por las bofetadas.

Vas a aprender a no mentirme nunca mas y a servirme si quieres estar a mi lado.

Si mi amor, pero ya no te enojes –me perdonas, verdad?- y volvió a recibir otra bofetada como respuesta, mas que con fuerza, seca y firme.

Lame el suelo donde cayó mi semen, que ninguna lo desperdicia y no serás tú la primera.

Pero me da asco.....es que el suelo sucio....por favor! –decía- Pues entonces déjame, no me vuelvas a habar ni molestar, me voy.

Noooo, lo haré mi vida, lo haré si con eso me perdonas, -dijo al tiempo que bajaba la boca al suelo-.

Hacia muecas de asco y se le veía el vomito asomar, pero aún así, dejó limpio el suelo de mi esperma.

Ya mi vida, ya hice lo que me pediste...me dijo al tiempo que veía su cuerpo desnudo, de rodillas, con la cara y pechos llenos de mi semen y la boca casi negra de la suciedad del suelo.

Esta bien, ya te enseñaré como debes de tratarme.

Gracias mi vida, te haré muy feliz, te lo juro. Dijo al tiempo que me abrazaba hincada por las rodillas.

Vístete y te vas sola, háblame mañana y no me enojes mas o no me volverás a ver.

Como tú digas mi amor...dijo al tiempo que yo cerraba la puerta del cuarto de hotel, dejándola en el suelo de rodillas, sucia y con mi semen en todo el cuerpo.

Esa es la historia de la mas reciente de mis esclavas....y vale decir que ha salido de las mejores...ya les contaré en otra ocasión.

Leviatán

leviatanrojo@hotmail.com