Chantajeando a mi vecina

Historia de como una noche de verano consigo pruebas para chantajear a mi vecina y consigo que ceda a mis bajos instintos.

Me desperté en cama sudando, el sofocante calor del verano no me dejaba dormir y notaba las sabanas pegadas a mi cuerpo.  Mire el reloj de la mesita y marcaban las 3.10 de la madrugada, desesperado  salte de la cama y me dirigí a la ducha para notar el agua fría sobre mi cuerpo sudoroso.

Ya estaba desnudo así que solo abrí el grifo y me metí directamente. El choque del agua fría contra mi cuerpo me despertó del  todo, corría por mi cabeza, mi pecho, mis genitales, refrescándome, devolviéndome a la vida. Estaba así absorto en el contacto del agua con mi piel  cuando de repente lo escuche… eran gemidos en un principio apagados, después mas altos y con un ritmo constante. Era mi vecina Julia, una mujer morena de pelo largo, 30 años, ojos verdes, pechos generosos y curvas de infarto y un culo que me ponía en posición de firmes cada vez que me la encontraba en las escaleras. Siempre me había atraído desde hace 5 años que se había venido a vivir recién casada a nuestro edificio,  su marido David era un buen tipo tenía 35 años y alguna vez habíamos tomado algo juntos en el bar del barrio,  supongo que no sería tan simpático conmigo si supiera lo que deseaba a su mujer.

Los gemidos cada vez eran más fuertes y se me estaba poniendo muy dura escuchándola, julia gritaba como una loca, en algún momento le escuche decir claramente:

-          Azótame el culo cabrón ¡así…mas, dame mas...- gritaba y gemía.

Como comprenderéis yo estaba a mil…que suerte tiene ese David pensé… los gemidos pararon y yo salí de mi ducha fría curiosamente más caliente que antes así que me fui a la nevera a buscar algo fresco para beber, una cerveza que me sentó de miedo tomándola en el balcón de mi terraza. Me encontraba allí sentado a oscuras en mitad de la noche cuando escuche que se abría la puerta del balcón de mi vecina Julia….

-          Ven, tomemos el fresco un poco que me vas a matar con tanto polvo- decía ella con voz alegre.

-          Tu sí que me vas a matar a mí- respondió una voz grave de hombre.

-          Aun tenemos hasta el lunes que vuelve David  para disfrutar, así que recupera fuerzas que quiero que me sigas dando bien duro- dijo Julia con una voz llena de lujuria que jamás pensé  en oírsela.

Así que David tenía más cuernos que un toro de miura,  me quede pensando y decidí aprovechar la ocasión, así que me dirigí a mi habitación y cogí mi cámara de video. Cuando llegue al balcón Julia y ese hombre estaban apoyados en la barandilla, nuestras terrazas estaban separadas por un muro pero si me arrimaba al borde podría grabarlos con algo de suerte. Empecé a grabar  disimuladamente solo asomando un pedazo pequeño de cámara y tapando el piloto rojo con mi dedo.

Empezaron a besarse…apasionadamente, el hombre la agarro por detrás y empezó a sobarle el culo, estaban los dos desnudos, rozándose, acariciándose, besándose…me estaba empalmando de una manera exagerada así que empecé a sobármela mientras ellos seguían avanzando en sus caricias y besos.

El hombre se puso detrás de ella y empezó a penetrarla contra la barandilla, al principio despacio y después mas rápidamente, Julia se agarraba a la barandilla con las manos y gemía, el  hombre acelero el ritmo y los gemidos subieron de tono, los deliciosos pechos se movían al ritmo de las embestidas, justo cuando iba a correrme yo pajeandome al  ver por la cámara ese espectáculo y por el morbo de la situación Julia lanzo un grito de placer fuerte, se corrió de gusto al mismo tiempo que yo al otro lado del muro de la terraza.

Cuando acabaron estuvieron hablando un rato más y después entraron en la casa de nuevo. Yo lleno de excitación fui a mi cuarto y visualicé de nuevo el video y claro me hice otra paja viendo como gozaba esa mujer y pensando en cómo podría utilizar esa grabación a mi favor.

Paso el fin de semana y escuche más veces a Julia gemir, la verdad que le dio un buen repaso ese hombre afortunado y yo me moría de envidia al otro lado de la pared de nuestros pisos. El lunes cuando volví de trabajar me encontré a David en el portal de casa, lo salude y pensé que el pobre no tenía ni idea de la mujer que compartía su cama, que tras esa imagen de mujer ideal tranquila y hasta tímida  a veces se encontraba un volcán en erupción  y yo quería tener ese volcán para mí.

Decidí planear mi siguiente paso con cautela, sabía que David trabajaba hasta las 9 de la noche todos los días así que a las 2 de la tarde después de hacer una copia del video en un CD y meterlo en un sobre lo deslice por debajo de la puerta de Julia que sabía que llegaría sobre esa hora y puse una nota en su interior que decía:

-          Míralo creo que te interesara, ya hablaremos.

Naturalmente ella al ver el video se daría cuenta que la grave desde mi terraza y que el que le puso ahí el CD fui yo pero no decidí hacer nada y ver cómo reaccionaba ella.

Note con excitación como entraba Julia en el piso y por la mirilla la observe agacharse y coger el sobre, puso una cara extraña y entro en la casa. Yo estaba nervioso, no sabía cómo reaccionaría al verlo, lo que haría o como actuaria. Los minutos se hicieron eternos.  Diez minutos después sonó el timbre de mi casa.

Me encamine  nervioso hacia  la puerta, respire hondo, puse mi mejor sonrisa y abrí.

-          Buenas tardes señor, espero que no le moleste pero venimos a enseñarle la palabra de Dios , queremos que nos dé un tiempo para explicarle las enseñanzas de Dios.

-          Me cago en vuestra puta madre cabrones- dije yo cerrando la puerta de un golpe y respirando hondo , no me jodas mormones en este momento a punto de darme un infarto.

Paso un minuto y el timbre volvió a sonar, me dirigí a la puerta cagandome en todo y maldiciendo todo los que os podáis imaginar y abrí la puerta  de golpe. Y si, allí estaba ella, Julia, preciosa con un vestido flojo de verano marcando esos pechos maravillosos y con una cara seria y mirada interrogativa.

-          Eres un puto pervertido,  ¿Cómo te atreves a grabarme?  Voy a ir a la policía poner una denuncia ahora mismo- Me espero llena de furia.

-          Relájate Julia, no creo que vayas a presentar ninguna denuncia porque si lo haces tú querido David y todo el barrio sabrá que no eres tan santa ni tan católica y que te pones ciega a follar en cuanto tu marido sale de casa- Respondí yo serio a mi vez.

-          Vete a la mierda Alex, no sé qué pretendes con esto pero ya puedes ir borrando ese video y destruyendo todo o te arrepentirás. – respondió amenazando.

-          La que se puede arrepentir eres tú, cualquier día puedes aparecer en internet y te haces famosa, o le llega un sobre como ese al trabajo a David, así que deja de ponerte chulita o arruino tu vida- contraataque yo.

-          Eres un cerdo de mierda Alex.- dijo Julia pero esta vez en un tono más bajo.

-          Pasa tenemos que hablarlo con calma.

Ella entro y se sentó en mi sofá , cruzo sus piernas y me miro aun algo desafiante. Así que me senté en frente de ella  y comencé a hablar, decidí arriesgarlo todo desde el principio , ir fuerte , jugar fuerte a ver como respondía.

-          Julia, a partir de este día eres mía, toda mía. Podre hacerte lo que yo quiero, cuando yo quiero y como yo quiera, cualquier queja , cualquier negación por tu parte conllevara que este video se publique en internet y se lo haga ver a David  o lo comparta con todos tus amigos y familiares en facebook. Eres mía Julia, acéptalo. Puedes negarte claro esta pero ya sabes la consecuencias, se que este fin de semana David vuelve a irse por trabajo así que dile a tu amante que se busque otra,  tu este fin de semana eres mía y solo mía, para darme placer.  Piénsatelo y el viernes me das una respuesta.

-          Eres un cerdo Alex- dijo ella sollozando- ¿Cómo me puedes hacer esto? Es una violación, no puedes hacerme algo así , por favor , no se lo digas a nadie , te daré dinero, lo que quieras pero no me hagas hacer algo así , por favor lo de mi amante solo fue ese fin de semana , una locura, por favor Alex no me hagas ser tu puta.

-          Ya lo eres Julia, acéptalo o cuéntale todo a David y arruina tu matrimonio, es tu decisión así que por favor vete y nos vemos el viernes.- respondí yo con voz firme.

Julia se levanto medio sonámbula y se dirigió a la puerta, se volvió a decir algo pero simplemente salió y cerró.

El viernes llego, escuche como David salió por la puerta de su casa y se despedía de Julia. Lo vi desde mi terraza montarse en su auto y alejarse. Julia estaba también en la terraza.

-          Bien ¿Qué has decidido?- pregunte a julia.

-          De acuerdo, seré tuya este fin de semana pero después destruye ese video- respondió ella.

-          Perfecto, pues a las 9 de la noche quiero que llames a mi puerta y vengas solamente con unas botas altas hasta la rodilla, se que las tienes te las he visto y me ponen mucho, lencería sexy y solo una bata tapándote, hasta las 9 Julia.- dije marchándome hacia el interior de mi piso.

Las 9…el timbre suena y ahí está , preciosa con una bata de seda roja sobre ella, las botas altas puestas. La mande entrar y le di una copa de vino. Yo tome otra y me senté en una silla que había puesto en mitad de la sala, había movido los sofás y había mucho espacio. Puse la música, una música lenta, sensual,  le dije a Julia que apagara las luces y de repente la oscuridad se ilumino porque había puesto varias velas por el salón así que había una iluminación también muy sensual.

-          Ponte aquí enfrente mía- le ordene- empieza a moverte y sácate la bata despacio, quiero que bailes de la manera más sensual que puedas quiero que me pongas a mil- dije con la voz quebrada por la excitación.

Julia empezó a moverse despacio , primero tímidamente, se fue soltando el cinto de la bata y esta resbalo  por sus hombros dejando un espectáculo a mis ojos que jamás olvidare, allí estaba, con un conjunto de ropa interior negra, muy sensual, con un corsé y un liguero, y esas botas altas que tanto me ponían..Empezó a moverse más sensualmente, primero no me miraba, pero se fue animando, se movía mas y mas bailando muy sensual, con un gesto de mi cabeza le indique que se acercara y empezó a rozar su culo contra mí, mi polla estaba muy dura, la agarre de la cintura y la arrime contra mí, ella rozaba su culo encima mía , se dio la vuelta y se sentó encima de mi moviéndose sobre despacio  arriba y abajo.  Le agarre ese culo que tanto me volvía loco, que delicia tenerla así encima de mí agarrándola.

-          Bésame…….vete sacándome la ropa y cómeme entero- ordene yo con voz firme.

Julia no dijo nada, siguió moviéndose y note su boca y su lengua sobre mi cuello,  no aguante más le agarre el pelo tire de su cabeza hacia atrás y lamí su cuello, bese su boca, nuestras lenguas jugaron  un rato,  empezó a desabrocharme la camisa y a bajar por mi pecho lamiéndome con su lengua,  se paro en mis pezones a lamerlos mientras me bajaba los pantalones y el bóxer, levante mi culo de la silla y la ayude en el movimiento, era una maravilla ver así, lamiéndome los pezones  y notando como su mano agarraba mi polla, la tenia durísima, empezó a pajearme despacio mientras seguía bajando por mi cuerpo con su boca.

-          Mmmmmmmmm..- gemí yo de placer al notar su boca sobre mi polla, empezó a lamerla mientras seguía pajeandome con la mano y con la otra acariciándome los huevos, sabía lo que hacía me estaba haciendo una mamada increíble, abrí un poco mis piernas y ella lo entendió  sin necesidad de palabras, empezó a lamerme los huevos con su lengua, estaba ahí arrodillada mirándome con esos ojos que me volvían loco y comiéndose mis huevos, no me lo podía creer, era mía, esa mujer era mía y le iba a  hacer de todo.

Estaba tan excitado que no me aguante mas, la agarre por el pelo y le susurre:

-          Ahora te voy a follar entera Julia, ahora sabrás lo que es ser mía-  dije lamiéndole el lóbulo de la oreja.

La lleve a la cocina y la puse contra el fregadero de espaldas, empecé a sacarle el corsé, besándola así desde atrás su cuello, tu espalda, agarrándole esos pechos, notando sus pezones duros, julia daba pequeños gemidos pero no decía nada, se dejaba hacer. Baje mi lengua por su espalda y llegue a tu tanga, se lo baje  y haciendo que se apoyara mas en el fregadero me puse a lamer ese culo rico con mi boca, le abrí las nalgas viendo su sexo que estaba mojado, mi lengua empezó a lamer su sexo, entro en su vagina húmeda  empecé a mover mi lengua arriba y abajo  dentro de su sexo.  Hacia lamidas desde su sexo a su ano,  la estaba comiendo entera, mi lengua jugaba con su culo y con su coño, mis dedos entraban y salían de ella despacio, la estaba saboreando bien rico.

-          Ahhhh….ahhhh…joder….ohhhh - gemía Julia tímidamente pero cada vez con más fuerza.

-          Julia no tengas miedo de que se note que disfrutas, no es malo tener ganas de que te folle aunque sea un cerdo que te esta chantajeando- dije yo  con voz de malvado.

-          Eres un cerdo, haz lo que tengas que hacer – respondió ella entre gemidos.

Empecé a rozar mi polla contra su coño, la golpee despacio con ella en la entrada de su sexo, la roce contra su coñito, Julia no pudo evitarlo y empujo su culo hacia atrás buscando mi polla, era cierto que la estaba chantajeando pero estaba a mil y se notaba que quería que se la metiera, así empecé a penetrarla, poco a poco fue entrando hasta el fondo, empecé a bombear dentro de su sexo, la agarré de la cintura y aumente el ritmo, que gusto follarmela así contra el fregadero de la cocina, estaba muy caliente y ella gemía y gemía mas y mas.. Estaba disfrutando de la follada que le estaba metiendo.

-          Joder, así Alex, mmmmm..que cerdo eres, joder que polla…..mmmm.. te odio- jadeaba ella.

-          ¿Te gusta? ¿quieres más polla? Pídeme polla Julia..pídeme que te folle- le grite yo agarrando su pelo y tirando hacia atrás y aumentando el ritmo de las embestidas.

-          Si cabrón, si, no pares, follame mas , dame duro, hazme lo que quieras- decía ella con la voz rota por el placer.

Había un bidón de agua de 5 litros casi lleno que tenía yo ahí al lado del fregadero, lo vi  y se me ocurrió hacer algo. Mientras seguía follandome a julia agarre el bidón y lo abrí, empecé a vaciar el agua sobre la espalda de Julia y  su cabeza, ella gimió ante la sorpresa y el agua fría  sobre su cuerpo pero eso la volvió mas loca, me miro de reojo y entonces lo vi, en sus ojos, ese brillo de la lujuria, estaba como loca, me miro y dijo:

-          Soy tuya, follame Alex, dame duro, dame duro, dame duro..-casi suplicaba ella con la cara llena de placer, morbo y excitación.

Le di la vuelta y la tumbe en la mesa de la cocina, le abrí las pierna y seguí así follandomela, puse sus piernas sobre mis hombros, era una maravilla verla así, caliente, sus pechos moviéndose en mis embestidas, le agarre de la garganta y acelere el ritmo, metí mis dedos en su boca y ella los lamio con frenesí.  Estuvimos así un rato hasta que Julia loca lujuria  se puso de pie y me dijo:

-          Ven, ahora me toca a mí, ahora va a saber lo que es que yo te folle a ti- y agarrándome por la polla con la mano me llevo a la sala y me sentó en la silla donde estábamos al principio.

Ahí en medio de la luz de las velas se sentó encima mía, le agarre el culo y la ayude a meterse mi polla dentro de ella, empezó a moverse lento, mirándome a los ojos, subiendo y bajando, besándonos, notando sus pechos  y sus pezones duros contra mi pecho, estaba aun empapada por el agua, su piel brillaba a la luz de las velas, era una diosa del sexo cabalgándome,  yo la ayudaba a subir y bajar, mi polla estaba a mi, no pude aguantar más y se lo dije:

-          Me voy a correr, te voy a llenar de leche- gemí yo mientras seguía follandome.

-          Si, córrete dentro de mí, lléname de leche, quiero sentirla caliente en mi coño vamos , dámela, vamos.. – gimió ella llegando al orgasmos en ese momento.

-          Ohhh si si .. me corro, me corro- jadee yo mientras notaba como mi polla expulsaba todo mi semen dentro de ella.

Julia  estaba corriéndose a la vez, lo vi en su cara de placer, sus ojos entornados perdidos en  el orgasmo que recorría todo su cuerpo, la petit mort atacaba de nuevo.

Nos quedamos así, abrazados en la silla, yo dentro de ella notando como su sexo se contraía aun de placer. Nos miramos y no dijimos nada, nos besamos despacio, saboreando el momento. Ella estaba algo avergonzada, se suponía que la estaba chantajeando y que no debía tener placer con un cerdo como yo pero su cara aparte de culpa por haberse corrido de gusto conmigo también reflejaba  placer.

-          No me puedo creer que me hayas hecho hacer algo así- susurro ella besándome en el cuello.

-          Aun nos queda un largo fin de semana por delante, vamos a hacer muchas más cosas, ni te imaginas lo que te voy a mandar, eres mía ¿recuerdas?- respondí yo.

-          Si, es cierto, soy tuya...toda tuya- respondió besándome en la boca.

Nos quedamos dormidos esa  noche después de hablar durante un buen rato en la terraza sobre lo que había pasado con una copa de vino en la mano , hacía calor en otra noche de verano, pero esta vez tenia con quien calmar ese calor que tanto me hacia sudar por las noches…y aun quedaba mas fin de semana.. me dormí pensando en mi siguiente perversión para Julia, quizás os la cuente  en el próximo relato.

Espero que os haya gustado el relato, perdonar mis faltas de ortografía si hay alguno que siempre se escapa alguna,  posiblemente hare una continuación de ese fin de semana, si alguna mujer de todo relatos está interesada en darme ideas o que nos conozcamos mejor os dejo mi email.      akelarre7477@hotmail.com