Chantaje a mi prima Diana

Luego de encontrar unas fotos comprometedoras de mi prima Diana en la memoria de su cámara me hace descubrir un nuevo sentimiento en mi interior hacia ella, el cual me obliga ha hacer cosas impensadas, aunque me averguence decirlo la chantajeé para que tenga sexo conmigo

Chantaje a mi prima Diana

Todo comenzó cuando fui de visita a casa de una tía muy cercana, hermana de mi padre. Mientras platicábamos, salió a la luz en la conversación que su pequeño niño, en una de sus travesuras había borrado todas las fotos de su cámara digital de su viaje a Máncora, una de las playas más hermosas del país. Ella estaba disgustada con él, resignada a no guardar ningún recuerdo de su encantador paseo familiar. Recordé que en mi pc tenía un programa para recuperar datos borrados.

-No te preocupes tía en mi compu tengo un programa para recuperar información.

-¿En serio?-dijo emocionada.

-Por supuesto tía-respondí-solo tienes que darme la memoria de tu cámara digital.

Ella accedió y me la entregó. Cuando se hizo tarde me disculpe con ella y me marché a casa, prometiendo que al día siguiente le entregaría las fotos en un USB.

El viaje a casa fue largo, hubo mucho tráfico en la autopista, finalmente llegue a casa pasada la medianoche. Muy cansado me dirigí a la pc a recuperar la información. Después de esperar como cuarenta minutos mientras procesaba la máquina finalmente recuperó los datos de la memoria. Con mucho sueño me puse a observar las fotos, eran muchísimas, el programa recuperó todas las fotos desde la vida útil de la memoria.

Me puse a mirar las fotos, como estaba cansado lo hice rápido, hasta que al fin llegué a las de su viaje, en muchas se podía apreciar a toda la familia en la playa, en otras solo estaba Diana, la hija de mi tía, mi prima, estaba en bikini, se veía preciosa posando para la cámara, seguí pasando las fotos, había más de ella, en distintas posiciones, en unas se podía observar su culito, en otras sus senos bien paraditos, me quedé embobado viendo las fotos de mi prima, sin querer queriendo me estaba gustando mi prima Diana, y no es que antes no me gustara lo que pasaba era que la veía con otros ojos, la veía bonita y nada más, pero al verla así, en bikini otros sentimientos se estaban apoderando de mí.

Separé las fotos del viaje y continué mirando las demás fotos que se recuperaron tratando de buscar fotos de Diana, el sueño se me había ido al mirar a mi prima. La lista de fotos era inmensa, tenía fotos que se había tomado en el baño, en la universidad, en su casa, en fin eran muchas. Yo sabía que mi prima era una chica recatada, a sus dieciocho años solo se le conoció un solo novio, con el cual ya tenían casi tres años de relación, y como toda chica de su casa le gustaba tener una buena reputación.

Seguía mirando las fotos hasta que me encontré una que me sorprendió, ella traía puesto un pequeño top y un cachetero, ella misma se había tomado la foto mandando un beso a la cámara. Esa foto me puso a mil por hora, continué mirando las fotos, en ellas había seis más con la misma vestimenta, solo que con distintas posiciones, la que más me sorprendió fue una en la que estaba encima de su cama a cuatro patas como una perrita. Me calentó mucho, pues ver esas fotos sabiendo que ella era una chica muy recatada y más aun sabiendo que esa nena era mi prima me ponía mucho.

Continué observando las fotos hasta que me detuve en una que me dejo helado, mi dulce y tierna prima estaba con un consolador en la mano dándole un beso a la puntita del falo. Les juro que si me lo hubiesen contado no lo hubiera creído pero era ella, era Diana la que estaba en esa foto, continúe con mi búsqueda y encontré otra en la que estaba desnuda, esa fue la gota que derramo el vaso, no lo podía creer, tenía una foto donde mi prima estaba como dios la trajo al mundo, tenía unas tetitas preciosas, y ni que decir de su cintura era espectacular, en general toda su figura era magnifica, la foto era de cuerpo entero, se había hecho dos coletas a los costados como si fuera una niña, se veía exquisita, su piel clara combinada con sus ojos marrones y sus cabellos castaños las hacían ver espectacular,  estaba en un sueño. Continué mirando más fotos, en más de diez ella estaba desnuda y en otras tres traía en la mano el consolador que antes la había visto. La última foto fue sin duda la mejor de todas, en ella se podía apreciar a Dianita con las piernas abiertas y en su cosita tenía incrustado ese juguetito color piel en lo más profundo de su ser, su rostro lucía coqueto como simulando que le gustaba lo que traía entre las piernas.

No pude más y me saque la verga de mis pantalones y  me hice una paja en su nombre. En toda la noche no pude pegar los ojos pensando en cómo sería ver a mi hermosa prima desnuda, en vivo y en directo. Poco a poco me vinieron ideas a la cabeza en cómo aprovecharme de la situación, se me ocurrió chantajear a mi prima para hacer cumplir mi sueño, pero inmediatamente borré de mis pensamientos esa idea. El día transcurrió y no me podía sacar a mi prima de la cabeza  ni la idea de chantajearla. Ese día no fui a la casa de mi tía.

Al día siguiente ya lo había decidido, tenía que chantajearla, aprovecharme de la situación, sabía que estaba mal pero los deseos por verla desnuda eran mucho más. Al salir de la universidad fui directamente a casa de Diana, estaba decidido, no podía haber marcha atrás, toque el timbre de esa hermosa residencia, salió a recibirme mi tía, la saludé y pregunte por Diana, me dijo que estaba en la universidad que pronto llegaría, y en efecto fue así después de entregarle las fotos a mi tía y mientras almorzábamos llegó mi prima, estaba hermosa, traía puesto un vestido de verano, era blanco con bordados de flores con unos lentes oscuros que combinaban con su piel clara, un hermoso cinturón grueso marrón y un bolso con diseño de flores también, parecía una Barbie, simplemente preciosa.

-Hola hija-dijo sonriendo mi tía-mira Diana, Rony ya recuperó las fotos que había borrado tu hermano.

Al escuchar eso mi prima me miro muy asustada, parecía que ella sabía que yo había recuperado sus fotos comprometedoras.

-Que bien-dijo secamente.

Se sentó a almorzar con nosotros sin decir palabra alguna, por momentos me miraba tratando de que no me diera cuenta, su expresión era de miedo y angustia a la vez.

-lo siento chicos, tengo que ir al salón de belleza, es que en la noche tengo una fiesta muy importante- expuso pícaramente mi tía- Diana cuando terminen recoges la mesa, nos vemos después.

Se puso de pie dejando su almuerzo a medio comer  y luego se marchó, me quede mirando a mi prima, era el momento, pero me faltaba valor, ella me miraba sin decir nada, finalmente dijo:

-Rony ¿y recuperaste todas las fotos?

No sabía que decirle, un gran escalofrío se  apoderó de todo mi cuerpo.

-Si Dianita, recupere todas las de tu viaje.

-¿en serio?-dijo dudosa-¿solo las de mi viaje?-interrogó tartamudeando.

Era el momento preciso para hacer cumplir mi plan debía de hacerlo ¡ya! Pero me faltaba valor.

-No también recuperé todas las que se borraron-ni bien le respondí puso un gesto de susto de angustia, ambos sabíamos el porqué pero ninguno se atrevió a decir nada hasta que finalmente fue ella quien tomo la iniciativa.

-¿las viste todas las que recuperaste?

-si de hecho las vi todas, no se me escapó ninguna-dije desafiante, esto era el comienzo de mi chantaje, los nervios fueron desapareciendo poco a poco.

-¿Si?-intervino con un miedo que se le notaba en la cara.

-Sí, de hecho hubo algunas de tus fotos que me llamaron mucho la atención-dije una vez más desafiándola, con una sonrisa en mi rostro-de hecho algunas las he guardado de recuerdo en mi celular-dije mientras se las enseñaba, ella al verlas me miró muy atentamente, sus ojitos marrones se veían espectaculares.

-Oye, por favor no le digas nada a nadie, mucho menos a mamá ¿sí? Te lo suplico por favor, ella me matará y me sacara de la universidad, por favor...

-Eso depende de ti-mientras hablé le toque su mejilla derecha, fue una suave caricia.

-¿a qué te refieres?

-si haces lo que yo digo quizá no le diga a nadie pero sino…

-¿Me estas chantajeando?-dijo mientras se ponía de pie.

-¿tú que crees?-una sonrisa de oreja a oreja se me salió inevitablemente.

-y ¿Qué cosas tendría que hacer?-me miró con un odio que jamás le había visto antes.

-Bueno pues Dianita lo primero que tienes que hacer es…-puse mi mano en la barbilla como simulando que estaba pensando, en ese momento me entro un miedo por todo el cuerpo, lo que le iba a decir era muy fuerte y quizá marcaría el fin de nuestra buena relación familiar, respire profundo y lo dije sin tartamudear- es quedarte desnuda, así como estas en estas fotos…

Tan solo escucharme hizo que se enfurezca e inmediatamente después me soltó una cachetada que me dolió en el alma, me hizo reflexionar, quizá era la última oportunidad que el destino me ponía para evitar que suceda el chantaje.

-Eres un cerdo-dijo muy enfadada-que clase de persona eres tú que le dice a su prima esas cosas-nuevamente su mirada me fulminó y recibí otra cachetada.

-Bueno, tú lo quisiste así-dije mientras me levante me limpié la boca con la servilleta y me acercaba a la puerta para marcharme-hoy mismo le mandaré estas fotos a todos tus amigos y a tus padres para que vean que clase de perra tienen como hija-al escucharme me agarró del brazo fuertemente para evitar mi huida.

-Eres un pervertido-me apretó el brazo muy fuerte mientras sus espectaculares ojitos se le empezaron a colorear-está bien-dijo al fin-pero júrame que jamás le mostraras esa fotos a nadie.

-Ya te dije que eso depende de ti

-Maldito puerco…

-Ya princesa, cumple mi primera orden.

La zorrita de mi prima estaba muy molesta, pero sabía que no tenía otra opción, me llevó de la mano hacia su sala, allí me hizo sentar en  el imponente sofá negro.

Se puso en frente de mí y comenzó a desabrocharse la correa de su vestidito, acto seguido se me acerco y me dijo al oído:

-Rony, bájame el cierre de mi vestido-inmediatamente después me dio la espalda dejándome muy cerca su hermoso culo a mi disposición.

-Lo que digas perrita-acto seguido le baje el cierre y luego le di una nalgada por encima del vestido.

Giró sobre su eje y dejo caer su linda prendita blanca, ante mis ojos vi el cielo en forma de una espectacular figura, esos muslos, esa cinturita, esas piernas, esos pechos, toda ella era perfecta, traía puesta una diminuta tanga color blanco y un brasier del mismo color.

-Estas muy rica Dianita-dije mientras me puse de pie, me pegué mucho a su cuerpo, nuestros rostros estaban casi a un centímetro, no resistí más y le di un apasionado beso que ella, ante mi asombro lo correspondió.

Continué besándola, mientras mis manos empezaban a tocarla, las coloque en su culo, estaba muy durito, los duros trabajos en el gimnasio sí que habían dado frutos para ella. Puse ambas manos a sus costados y fui bajándole su tanguita, la nena al principio trató de soltarse pero al ver que la tenía bien sujetada no le quedó más que dejarse. Su tanguita calló al suelo, me aleje de ella para contemplarla, al ver esa conchita en vivo y en directo me quedé estupefacto, se veía deliciosa y jugosita, estaba totalmente depilada, era muy bonita, sin duda la más encantadora que había visto. No dude en meterle la mano a su cosita, cosa que hizo que mi prima diera un salto al no esperarse mi accionar.

-Tienes tu cosita muy jugosa-dije bromeando, tratando de romper el hielo-creo que tu amiguita quiere conocer a Ronycito-la miré a los ojos, ella al contrario de molestarse sonrió coquetamente.

-Eres un cochino aprovechador-dijo guiñándome el ojo, al parecer Diana estaba disfrutando el momento.

-Es verdad, soy un aprovechador pero tú eres una perrita que se arrecha cuando su primo lo chantajea-dije ya en broma-ahora si putita, quítate el sostén y échate en el sofá.

La zorrita de mi prima sin protestar lo hizo, cuando se sacó el brasier salieron a la luz sus dos melones, era espectaculares, muy redonditos y sus pezoncitos lo eran todo, estaban duritos por lo arrecha que estaba. Se acostó en el mueble mirándome muy sumisamente esperando su próxima orden.

-Bueno perrita quiero que te abras de piernas lo más que puedas, así como sales en esa foto con el consolador en tu concha.

Me miró furiosa, pero detrás de ese gesto pude observar que le gustaba lo que le estaba pidiendo, ya no tenía vergüenza ni nada, ella estaba como yo la quería, sumisa esperando órdenes.

-te gusta verme así con las piernas abiertas ¿no marrano?-inmediatamente despúes abrió sus piernas de lado a lado, su cosita lucia espectacular, en verdad es muy difícil describir lo que sentía en ese momento, una mezcla de sensaciones, emoción, lujuria, deseo, perversión. Me sentía en las nubes mi verga estaba a punto de explotar, ya quería follarla y dejarle todo su interior lleno de mi leche, pero me contuve, tenía que ir paso a paso.

-estas rica zorrita y esa cosita que tienes entre las piernas se ve que está muy jugosa-dije mientras pase uno de mis dedos por su rajita-lo probaré.

Me agaché para estar cerca de su cuevita, mi boca estaba casi pegada a sus labios vaginales, un dedito se lo fui introduciendo por esa conchita mientras que mi lengua por fin pudo probar ese manjar, la metí por toda su ranura, le daba piquitos, la lamía, le mordía el clítoris, ella se retorcía del placer, ya no podía más o eso se sobreentendía.

-Ohhh…que rico-gemía ante mis caricias-no pares por favor.

La obedecí, fui lamiendo toda su cuevita mientras le iba metiendo tres dedos a toda velocidad por su cuquita, luego me dirigí a su monte de venus, lo acaricie, lo sobes, su clítoris estaba durito, ya no podía más se iba a correr la nena agarró mi cabeza y la apretó contra su vagina.

-Ohhh…Ohhh…Ahhh…sigue…sigue…no pares por favor…Ahhh…-gemía con todas sus fuerzas ante mis caricias-Uuuu…que rico que rico…-grito mientras me llenaba toda la cara con sus jugos.

Me dirigí a su rostro, y así con sus líquidos en mis labios, la besé, quería que sintiera su néctar, que lo probara, que sintiera su textura, ella me besaba apasionadamente, me lamía la cara, realmente estaba arrecha.

-Sabes Rony-me dijo al oído mientras transpiraba-nunca me habían hecho sexo oral- su confesión me dejo perplejo, pero me gusto ser el primero en probar su conejito.

-estas que ardes Diana-me miraba con dulzura, con agradecimiento-¿quieres pinga? ¿Quieres la verga de tu primo entre tus piernas?-le dije invitándola a que me bajara el pantalón, sabía que estaba aún muy exitada y también sabia lo que rrespondería.

-sí, por supuesto que si primito-dijo mientras se ponía en cuatro y con ambas manos separo sus nalgas invitándome a que la follara-dame tu pinga, dámela por favor.

-ruégame perrita, quiero que me supliques que te la meta…

-Ven fóllame primito, quiero sentir tu vergota en mi conchita, quiero que me des tu lechita no seas malito y complace a esta perrita-en verdad estaba en otro mundo, su posición así de provocativa y lo que me decía me prendió muchísimo más, ya quería follarla. Me baje los pantalones y lo calzoncillos y me dirigí tras ella, mi verga salió disparada al sacarme el bóxer.

-Pero que cosota-mencionó asombrada al ver el tamaño de mi pija-y apenas tienes dieciséis, que será cuando tengas veinte-dijo coquetamente-eso no creo que me entre-su vos sonó algo preocupada-ven papito méteme tu vergota por mi vagina.

Estando tras ella apunté mi pene contra su vagina, el solo contacto hizo que casi me corriera, verla allí a mi prima como una perrita esperando que la penetre me puso a mil por hora, no lo podía creer ¡me iba a follar a mi prima! Empuje más fuerte y sentí como la cabecita se iba dando paso entre su pliegues vaginales, se sentía calientito y mojadito, la sensación era deliciosa, iba empujando más y más, la cabeza ya la tenía adentro cuando por toda la casa se escuchó un grito enloquecedor.

-Ohhh…-gimió Diana-Ohhh…Ohhh…por dios que rico…

No paraba de gemir, el tronco ya lo tenía adentro, se sentía muy apretado allí adentro, como si solo ese huequito había sido utilizado pocas veces. Comencé a bombear lentamente, quería hacerla disfrutar del momento, y valla que lo estaba logrando, la nena se retorcía del placer, quizá por el sexo, o porque estaban que la chantajeaban o por el hecho de que estaba siendo follada por su primo, lo que si sabía era que mi primita la estaba pasando bien.

-¿te gusta que te den pinga no perrita?

-SI papi me gusta tu pinga…no pares…dame más…dame más…Ohhh…-la nena no paraba de gemir.

Pronto empeñe a follarla más rápido, mis envestidas eran violentas, sentía como su conchita se tragaba cada centímetro de mi falo, la perrita estaba en las nubes, y yo ni que decir, estaba que no me lo podía creer.

-No tan duro…no tan duro…Ohhh…dameee…asii…Ahhh…que rico

-Que zorra eres Diana-aumenté el ritmo de mis envestidas

-Si papito soy una puta Ohhh…complace a tu puta…si así…ufff…

-Ohhh…

-como me gusta tu verga…Ahhh-la pobre no paraba de gemir.

-di que eres una perra…que eres mi perra

-Soy tu puta…Ufff…métemela más fuerte…ya…ya…ya…Ohhh…

Mi primita Diana parecía una ninfómana, y pensar que para todo el mundo ella era una chica ejemplo, incluso yo hubiera jurado que era virgen, pero como las apariencias engañan, Dianita era tremendo putón.

-Ohhh…Ufff…si…si…si…como me gusta tu verga papito…Ohhh-parecía que un nuevo orgasmo estaba a punto de venirle-siento que me pasa corriente ¡Uuuuu!-al terminar de gritar sentí como su cuquita se mojo con una gran cantidad de fluido que incluso mancho mi ingle. Después de su corrida la seguí follando como si no hubiera pasado nada, el ritmo que tenía era extremo, sus nalgas rebotaban contra mi cuerpo, de vez en cuando le daba unas nalgas.

-Ohhh…Ohhh…me vengo otra vez…ya…uuuu…-de tanto follar hizo que le vinieran orgasmo seguidos-Ahhh…ya no aguanto…Ohhh…que placer…me hago pis…uuu…que rico por dios…Ahhh…

Su conchita estaba empapada, mi verga entraba y salía en su totalidad, quería cambiar de posición así se lo hice saber. La coloque boca arriba echadita con las piernas abiertas, agarré un de ellas y la puse en mi pecho, de manera que su pie quedo a la altura de mi hombro, se la metí de uno solo y continúe bombeando, era mi turno de correrme y quería disfrutarlo al máximo.

-Te gusta follar no perrita, te gusta que te la metan hasta el fondo-dije mientras jadeaba para tratar de mantener la velocidad.

-Si Rony me gusta que tú me la claves Ufff…que placer…Ohhh…me muero me muero…-gritaba mi prima cada vez más-Ahhh…más duro…así…más…más…más…

-toma puta toma-la agarré de las dos piernas y las puse sobre mi pecho, de manera que la planta de sus pies quedaron sobre la boca de mi estómago, esa posición hizo que la penetración sea profunda, sea total  lo que ocasionó que Diana gritara del placer.

-Auuu…no tan duro para…para…para…Ahhh…-gemía descontroladamente-me rompo…me rompo…siii…

--Diana eres mi putita preferida...me corro…me corro

-Si córrete adentro…Ahhh…Ahhh…así…más duro…sigue…sigue…sigue…

La sensación fue extraordinaria, sentí como mi leche inundaba toda la cuevita de mi Dianita ella por su parte no paraba de gemir.

El placer fue indescriptible, maravilloso, ambos caímos rendidos al sofá exhaustos, ella se desenganchó de mi verga para luego darme una mamada de agradecimiento, verla como me chupaba la pija lo fue todo, mi semen combinado con sus jugos eran tragados por su boquita mientras me hacia la paja, mi verga seguía erecta, quería otro polvo más:

-Primita si por mi fuera te follaría todos los días-dije muy cansado-vamos por el segundo raund.

-Sera después papi porque mamá no tarda en llegar-dijo pícaramente mientras me dio un tierno pero fugaz beso en los labios-Vamos a bañarnos mi amor, quizá allí podría haber segundo raund.

Me tomó de la mano y me llevó al baño, regreso para traer nuestras ropas y ambos nos metimos a la tina de baño, verla allí con ese cuerpito mientras le chorreaba agua por todo ese monumento de hembra me puso a mil de nuevo, mi verga se puso tiesa en segundos lista para la guerra.

La apoyé contra la pared y traté de meterle mi verga, ella al entender el mensaje tiró su culo para atrás para que la penetración se más rápida.

-Lo siento nena pero Ronysito quiere entrar de nuevo a tu cuevita-le susurré al oído.

-Dile a Ronysito que gustosa lo recibiré-mientras hablaba con una mano acomodó mi verga en la entradita para que la ensartara como a ella le gustaba. Se la incrusté de un solo tirón, ella comenzó a mover sus caderas circularmente, lo hacía delicioso, yo por mi parte la taladraba lo más rápido que podía.

-Ohhh….si papito dame más…Ufff…que cosota más rica la que tienes entre las piernas…Ahhh…

Estábamos en el clímax, en lo más alto de la excitación de la lujuria cuando repentinamente escuchamos que la puerta principal se abrió.

-Hola ¿hay alguien en casa? Diana ya llegué-era la mamá de mi prima...

Si quieren que continúe escribiendo lo que pasó háganmelo saber con sus comentarios, es muy importante para mi saber su opinión de lo que escribo, no olviden valorar el relato.