Chantaje a Mi Nuevo Tío - El Comienzo.
Raúl nunca había visto atractiva a su tía Alba, hasta que un día (Este relato está basado en los sueños que yo he tenido con mi propia tía, seguiré inventando un poco la historia porque los sueños se quedan cortos)
Raúl nunca había visto atractiva a su tía Alba, hasta que un día…
(Este relato está basado en los sueños que yo he tenido con mi propia tía, seguiré inventando un poco la historia porque los sueños se quedan cortos)
Raúl, un chico de 22 años que había acabado la carrera de Magisterio, se encontraba en su pueblo ya que no encontraba trabajo. Para matar el tiempo y evitar la monotonía que suponía estar todo el día en su casa, un día fue a casa de su tía por cambiar un poco, y ahí comenzó todo.
(Suena el timbre)
- Alba: Hola Raúl, ¿qué haces aquí?
- Raúl: Quería salir un poco de casa porque estoy cansado de estar allí y como sabes ninguno de mis colegas están en el pueblo. Si no te importa…
- Alba: No, claro que no, ¡pasa!
La familia de Raúl por parte de su madre estaba compuesta por muchas hermanas y todas las tías querían y mimaban muchísimo a Raúl, aunque él era un poco arisco con ellas porque no le caían demasiado bien. Su tía Alba y su madre eran las más atractivas de las hermanas, las demás, por desgracia, no lo eran.
Su tía Alba tenía 45 años era un poco delgada para su gusto, tetas pequeñas pero un culo respingón y bastante gordito para ser una mujer tan delgada, un culazo en el que no se había fijado hasta este día porque ella lo ocultaba. En cuanto a personalidad, Alba era muy especial, comía todo súper sano, se preocupaba por tonterías, súper protectora con su hijo Jose (el cual estaba estudiando fuera), es decir, un poco exagerada e irritante…
- Raúl: ¿No viene Jose este fin de semana?
- Alba: No, se queda por allí porque tiene una cena con los amigos o algo así…
- Raúl: Oh, vaya…esas cenas están bien. No se si molesto, quizás tuvieras algún plan o algo…
- Alba: Pues había quedado con Santiago para salir esta noche, son las 20:00 y habíamos quedado a las 22:00 pero…no importa, puedes quedarte hasta que salgamos.
- Raúl: - (con voz de resignación) -Santiago…bueno, en cuanto llegue me voy…sabes que no me cae bien…
-Alba: Como quieras, pero…
(Suenan unas llaves abriendo la puerta y después alguien andando rápido por el largo pasillo de la entradita)
- Santiago: Oh, hola Raúl - (con voz agitada) - ¿qué haces aquí? – (deja su chaqueta en la percha de la entrada) - ¡ALBA! Necesito que vengas a la habitación a ayudarme ahora mismo, nos ha surgido algo y tenemos que irnos antes.
- Alba: Pero, espera…Raúl acaba de llegar y…
- Raúl: No te preocupes Alba, yo me iba ya. Que vaya bien la noche, o tarde ahora que se os ha adelantado el plan.
- Alba: A…adiós… - (decía mientras Santiago la mandaba con prisas hacia la habitación)
- Santiago: Adiós.
Raúl caminó por la larga entradita de la casa de su tía, abrió la puerta de la calle y en ese momento se dio cuenta de que se había quedado la cartera en el salón, cerró la puerta de la calle y volvía por la larga entradita, cuando llegó al pasillo en el que se separaban el salón y las habitaciones se dispuso a decir que había vuelto porque se había dejado la cartera, cuando escuchó algo extraño…
(Sonidos de una mujer recibiendo una garganta profunda: ng, ng, ng, nggggg…cof, cof,…)
- Santiago: ¿Quién te ha dicho que pares, guarra?
- Alba: No…no me llames así…me estaba ahogando…
Raúl se asomó por la raja de la puerta que quedaba ya que no la habían cerrado del todo y vio a su tía a cuatro patas sobre la cama, con su culo descubierto y con la polla de Santiago cerca de la cara.
- Santiago: Calla y hazme terminar – (decía mientras Alba se metía su polla otra vez hasta el fondo y empezaba a ahogarse) - …menos mal que el pesado y fracasado de tu sobrino se ha ido pronto. ¿Me vas a dejar terminar en tu boca después de tres años, o va a ser esto como siempre y no voy a terminar en esa boquita?
- Alba:(Sacándose la polla de la boca y mirando hacia arriba) – Ni se te ocurra volver a llamar esas cosas a Raúl…y no, no vas a terminar en mi boca, ¿no te parece que me has pervertido ya suficiente? El plan de hoy aún me sigue pareciendo vergonzoso después de tanto tiempo…
- Santiago: Lo llamaré como quiera, además es la verdad…igual que es verdad que a ti también puedo llamarte como quiera y decirte lo que eres… ¿verdad, guarra? – (dijo mientras forzaba su polla a entrar en la boca de Alba) – y eso de que te parece vergonzoso solo es hasta que mis amigos te llenan todos los agujeros con sus pollas, así que no finjas, eres una guarra.
- Raúl:(En voz muy baja) - ¿Qué?
(Suena el timbre)
- Santiago: Ahí están…voy a abrir la puerta, no te muevas de ahí.
Raúl se escondió rápidamente detrás de la puerta del trastero, que estaba casi en frente de la puerta de la habitación de sus tíos y dejó la puerta abierta para seguir viendo lo que pasaba. Sacó su móvil, enfocó a su tía a cuatro patas en la cama y con el rímel corrido de las lagrimas que se le saltaban al ahogarse con la polla de Santiago, y se dispuso a grabar todo lo que iba a pasar desde ese momento.
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(Sé que el relato puede ser un poco corto pero quiero cortarlo en partes clave y ver si va gustando. Gracias por leerlo.)