Cersei en la cafetería – Familia vampírica 3

Cersei, Tania y Hana siguen disfrutando en la cafetería y después de esta.

Estábamos comiendo en la cafetería cuando uno de los chicos se me quedó mirando y chocó distraído con una profesora tirándole toda su bandeja por encima. Esta empezó a reñirle.

—Pobrecito —comentó Tania—, si además supiera que no le vale para nada.

Las dos rieron. Yo no.

—¿Por qué? —repliqué—. Aunque no es especialmente guapo tampoco es feo y si tiene una buena polla me lo tiraría.

—¿O sea, que te va todo? —preguntó Hana.

—Todo lo normal sí.

—¿Qué es normal? —replicó Tania—. Para muchos solo es el misionero.

Empecé a reírme y ellas me siguieron. Cuando nos tranquilizamos un poco contesté.

—Bueno, a una chica que bebe lo que tú has bebido supongo que le sonará la palabra vainilla. Digamos que me va todo lo que sea vainilla. ¿Y vosotras?

—A mi solo chicas… con y sin vainilla —aceptó Tania—, pero solo tetas y almejas.

—¿Yo?, depende. —Miró a Tania—. ¿Qué quieres que te diga?, es la verdad. Una boca es una boca, sea de tío o de tía. Y para mirar también me da igual lo que sea, o el tipo de pareja o grupo que sea. Me gusta ver todo. Para hacer, según lo que haga. Si es golpear, pegar o usar también me vale todo… siempre que yo tenga el dominio.

»Por eso no me gusta follar con tíos, porque es difícil tener el control con ellos. Solo lo hago si se dejan atar.

—Seguro que mi mamá te podrá presentar unos cuantos que te interesarían. Y sí, la mayoría se deja atar… incluso solo con palabras.

—¿Tu madre? —preguntó Tania mirando el móvil—. ¿Está viva? Aquí dice que murió en dos mil cuarenta.

—Así es. Mi madre murió en el parto de mi hermana pequeña. Pero a quien llamó mamá es a quien me crio.

—¿Una especie de aya o algún familiar lejano?

—No exactamente. Era el Ama de mi madre.

—¿Ama de cría? —preguntó Tania.

—No hija. ¡Que pija eres! —repliqué—. Solo las muy ricas tienen ya amas de cría. Mi madre me dio de mamar a mí… a la vez que a mi hermano, que es solo un año mayor pero que no lo destetaron hasta que murió.

»Y si no hubiera sido por eso supongo que aún mamaríamos los cuatro de ella: mis hermanos yo y mi mamá.

»Pero a lo que íbamos: parece mentira que una practicante como tú no sepa el vocabulario. ¿O es que solo te la das de bendesemera, pero no lo eres?

—Sí. Lo soy. Aunque voy por libre, pues no encuentro lo que quiero.

—Mi madre se hizo esclava de un amo en una ciudad de la costa —les conté, pues no quería explicar la relación de servidumbre vampírica… aunque no estoy segura que mi madre fuese sierva ademan de esclava de mamá—, Jaime. Estuvo unos años con él y luego regresó a Madrid tras la muerte de sus padres para arreglar el papeleo. Entonces entro en Kumara Club…

—¿Pudo ir? ¡Que suerte! Ahora hay que ser socio y es un pastón… incluso para ir a que te humillen. Y creo que la lista de admisión es de más de un año.

—Ten en cuenta que te hablo de antes de nacer yo.

—Sí, ya ¿por qué no tendré veinte años más?

—Porque entonces serias vieja —le replicó Hana.

—El caso es que allí conoció a mamá. Jaime había quedado muy endeudado porque tubo que compra la casa de mis abuelos para que con ese ingreso pudiera mi madre liquidar los impuestos de sucesiones , desbloquear las cuentas y tomar el control de las empresas familiares.

»No es que quisiera, pero si no lo hacía lo controlarían todo los abogados. No conozco las circunstancias, pero en algún momento. Además de sexo bendesemero supongo que hablaron y mi madre le contó la mala situación de su amo por ella. Él solo trabajaba de ejecutivo en una empresa de publicidad, pero no era rico. Había tenido que hipotecar su casa y la casa que compraba para pagar y ahora los pocos ahorros que tenía se le iban en los pagos mientras trataba de vender la casa de mis abuelos.

»Y mamá le propuso una doble venta: si ella, mi madre, estaba de acuerdo y convencía a su amo le compraba la casa y a ella. Jaime era dominante, pero poco sádico, mientras que mi madre era una puta adicta al dolor.

—¡Hala! ¡Tía! —exclamó Hana—. ¡Cómo te pasas!

—Es así como ella se definió en varias entrevistas. No para revistas del corazón, sino para los canales de pago dónde actuaba con nombre ficticio. Como mamá es la productora tengo acceso a todas ellas.

—¿Y tú ves películas de tu madre follando? ¡Qué raro!

—Sí. Las veo. Y también me follo a mi hermano, Jaime.

Ambas se rieron

—Disculpa, pero… ¿tu hermano Jaime? —rio Tania—, ¿y tu nombre de bautismo es Cersei?

—Bueno, de bautismo no porque no estamos bautizados. Pero de inscripción en el registro de nacimiento sí. Según dice mi mamá, mi madre eligió Jaime Eric para honrar a sus dos amos. Entonces ella le dijo que me inscribiera como Cersei cuando nací. Le gustaba mucho Juego de tronos.

—¿Y sabia…?

—Bueno si os gusta el bedeeseme os gustara el sexo sin más… nunca se me ocurriría procrear con mi hermano. Además solo somos medio hermanos. Somos de distintos padres… supongo.

—Tú te estas montado una historia. Si lo hicieras —insistió Tania—, no lo irías por ahí contando.

—No lo voy por ahí contando. Os lo he contado a vosotras porque tengo mis motivos. —Ya iba pensando en la propuesta que le iba a hacer a mi madre y como vendérsela a mi hermano Jaime Eric, aunque él prefiere que lo llamemos solo Eric—. Pero ahora no quiero hablar de eso.

»El caso es que mamá compró la casa y a mi madre. Ella le indicaba cuando tomar pastillas para no quedarse o cuando dejarlo. O tomar unas experimentales para tratar de que nacieran niñas. Creo que mamá buscaba la parejita para que nos llevásemos bien. Y luego trató de buscar la pareja al revés… pero mi madre enfermó y murió en el parto de mi hermana pequeña.

—Yo la habría abortado y me habría aplicado el tratamiento que fuese —anunció Hana.

—Yo también —repliqué—, si existe. Pero no se si es que no existía tratamiento o si mi madre lo eligió así.

—O si no lo sabía —aventuró Tania.

—Lo sabía. En su testamento nos deja la empresa a los tres. La propiedad. Pero deja la gestión en manos de mamá hasta que mi hermana pequeña cumpla dieciocho años. Aunque la autoría a delegar en mi hermano o en mí si obtenemos algún grado de gestión de empresas.

—¿Por eso estás aquí?

—Sí. En parte. También porque me he escapado varias veces para conocer gente y follar estando en el internado. —Mentira, al internado solo he ido a hacer los estudios y con mamá no me han faltado gente para follar dentro y fuera de la familia—. Así que pensó que en la universidad estaría más controlada que por los bajos fondos de Madrid.

—… pensó que en la universidad estaría más controlada —se oye de fondo mientras se ve a Tania negar con la cabeza—, que por los bajos fondos de Madrid.

—Tú te inventas cosas —replicó Tania—. Si fuese como dices ahora no te cortarías en llenar este vaso de meado aquí sin moverte de la mesa. —Levanta el vaso de cola cero vacío, salvo por unos pocos restos de hielo—. Has bebido , así que no me creo lo de que no tienes ganas.

—¿Si yo lo lleno tú te lo bebes?

—Hasta la última gota.

—Y cuando yo te diga que hagas algo. Una única cosa que te lo pediré «Por el vaso que te di». Tienes que prometerme que lo harás.

—¿Cualquier cosa?

—Sí.

—No. Aceptaré cualquier cosa que no me exponga sexualmente delante de mis padres.

—Vale —se me oyó aceptar—. Es aceptable. No quiero exponerte contra tus padres.

—Eso quiere decir que ya sabes lo que le vas a pedir —insinuó Hana—. ¿Verdad?

—No exactamente… pero sí sé de qué va lo que le quiero pedir. Aunque no lo diré hasta que llegue el momento.

—He dicho que acepto —insistió Tania.

—Bien.

Se ve como la mano de Cersei toma el vaso. Poco después se muestra bajo de la mesa como el vaso pasa delante de la cámara del cinturón. Vuelve a pasar por la misma cámara lleno de un liquido amarillo. Cambia a la visión de Cersei. Deposita el vaso encima de la mesa.

—Ahí lo tienes.

Tania tomó el vaso y empezó a beber.

—¡Joder tía me estoy mojando! —exclamó Hana—. Si lo hubiera propuesto yo estaría corriéndome y sin tocarme.

—Tienes que conocer a mamá. Seguro que congeniáis bien.

Tania se terminó el vaso.

—Ahora vamos al baño —exigió Hana—. Quiero hacerlo en tu boca.

Ambas se levantaron.

—¿Me vais a dejar aquí sola? —se oyó la voz de Cersei protestar.

—Vente —invitó Hana—. Seguro que también te pone verlo.

—Sí. Además así me puede limpiar.

El punto de vista cambia para pararse un momento en sus culos que se mueven acompasados y expuestos por los ceñidos vaqueros y luego las deja atrás mostrando el pasillo.

—Yo creo —se oye de nuevo a Cersei— que en castigo por habernos provocado ahora ella no debería poder masturbarse. Que me limpie y se beba mi orgasmo y el tuyo, pero que se quede con las ganas.

—¡No es justo! —se oyó la voz de Tania mientras solo se veía el pasillo y algunas caras con las que se cruzaban bajar un puco la vista del punto de grabación.

—No. No lo es —aceptó Hana—, pero…

—…pero la denegación del orgasmo es una practica de dominio y control. Así que si de verdad quieres dominarla deberías empezar a practicarla con ella.

—¡Eres una mala amiga! —protestó Tania—. ¡Eso no lo sabía!

—¡Pero tú sí! —replicó Hana—. ¡Seguro! Y te lo has cayado. Ahora mismo la vamos a poner en práctica.

Se siguieron oyendo suplicas de Tania a la vez que Hana y Cersei se organizaban. Quedaron que primero mearía Hana, luego comería el coño a Cersei mientras Hana se masturbaba y para terminar comería el coño de Hana hasta que esta tuviera un orgasmo y que en ambos casos se bebería también todo lo que segregase. Pero no se podría quitar los pantalones.

Entraron en el baño. Tania se quitó la camisa y el sujetador mientras seguía rogando que la dejasen masturbarse. Hana se quitó sus vaqueros y apuntó a la boca de Tania que tuvo que callarse para empezar a beber.

Después Cersei se situó apoyada en la pared cara al espejo para que Tania le realizase la comida de coño hasta correrse. La propia cabeza de Tania tapó la expresión de esta y si Cersei segregó mucho o no, pero los labios completamente mojados de Tania al incorporar daban a entender que sí. Cersei le pidió su tanga y le limpió la comisura de los labios. Le devolvió el tanga y le dio un morreo mientras contemplaba como lo hacía en el espejo.

Se alejó de Tania que enseguida fue reclamada por Hana, que sentada en el mármol de los lavabos ya esperaba su comida de coño. Aquí Cersei se fue moviendo para observar más de cerca y lo mejor posible cómo movía la lengua por las intimidades de su amiga. Hana se corrió con poca emisión de flujo, pero muy visible y pastosa, de color blanco, que Tania tuvo que limpiar a lametazos por sugerencia de Cersei y orden de Hana. Cuando ya la dejaron vestirse empezó a pedir otra vez que la dejasen correrse.

Al salir del baño Cersei retuvo a Hana contemplando como Tania movía su culo por el pasillo.

—Si puedes pasar la noche con ella y controlarla —susurró al oído lo bastante bajo como para que no lo oyese Tania—, deberías de no dejarla correrse en uno o dos días. Veras lo perraca que se pone.

»Y si de verdad quieres que note tu control, o tú saber si ella se deja controlar o te está dominando desde abajo haciéndote ordenarle solo lo que le gusta, deberías planteártelo como una táctica a más largo plazo. Incluso masturbarla y dejarla a medias. Busca «control del orgasmo» en internet.

Sí. Ya sé que he contado cosas que se supone que no debería. Pero es que la genial idea que se me ha ocurrido es esta: dentro de unos meses, un año a lo sumo, los padres de Tania se van a Marte. Según el protocolo que tío Adrián me consiguió pirateando a los notarios americanos de sus padres, todas las empresas quedan bajo administracion de los abogados hasta que Tania se case y tenga un hijo varón. En ese momento el marido (y especifica que debe ser un marido varón y padre de su hijo) podrá tomar el control de la empresa familiar como tutor de su nieto. Además, el protocolo sirve como testamento público ya que ambos manifiestan que la empresa quedará en manos de una fundación hasta la mayoría de edad del mayor de sus nietos varones, aunque todos los nietos que tengan serán herederos por igual. Y que solo si Tania está casada con un hombre la fundación tendrá que obtener el visto bueno de su esposo para cualquier gestión patrimonial de venta o adquisición que conlleve riesgos.

Si no se casa con un hombre, en la práctica, queda desheredada. Así que si yo me tengo que casar para incrementar el patrimonio familiar, ¿por qué no mi hermano?