Cerda_estúpida II
Visita al sexshop con el Amo
La tienda resulta ser un sexshop. Hay unas cabinas y entramos en una de ellas -que mejor sitio que ese para ser sobada por mi Amo sin que nadie se escandalice- es un espacio minúsculo pero apto para ordenar a la perra que se arrodille y que ponga sus patas delanteras a la espalda y que abra bien su hocico. Mi Amo baja la cremallera del pantalón y saca Su polla y sin aviso alguno la mete dentro del hocico de Su perra.
“ cerda_estúpida, ya sabes lo que tienes que hacer. Demuéstrale a tu Amo que eres una buena chupapollas. Si lo consigues quizás te cambie el nombre y pases a llamarte así”
Pienso que la propuesta de cambiarme el nombre por el de chupapollas no es nada halagüeña, pero aún y así, no quiero defraudarle e intento hacerlo lo mejor posible. Aún no conozco los gustos de mi Amo. Se que voy a tener que aprender a la fuerza.
Mi Amo viendo mis esfuerzos y mi interés, con Sus manos en mi cabeza me va marcando el ritmo, consiguiendo que Su polla se haga más grande y más dura dentro de mi hocico. Le oigo gemir de gusto y excitación. Se corre dentro de mi hocico.
“ cerda_estúpida, saborea la leche de tu Amo y trágatela toda, no dejes que caiga al suelo o tendrás que recogerlo con la lengua ”.
Trago ávidamente, sin dejar que nada caiga al suelo, con la lengua limpio los restos de semen, parezco una perra hambrienta de polla y, mi Amo tiene que separarme de ella diciéndome que soy una perra golosa….mientras acaricia mi pelo, igual como se acaricia a las perras.
“ cerda_estúpida, no tienes nada que decirme? ”
“ si mi Amo, cerda_estúpida le da las gracias por concederle el honor y el privilegio de chupar Su polla y derramar Su semen en su hocico, deseando haberle complacido mi Señor ”.
“ Bien, perrita, bien, Aún no eres una auténtica chupapollas, pero te aseguro que acabarás siéndolo, o sea que, de momento seguirás con tu nombre cerda_estúpida ”.
“ Y ahora, cerda_estúpida , saldremos de aquí para mirar juguetes, pero como que no quiero que nadie piense que eres una perra callejera, voy a sujetarte con la correa, así nadie se acercará a ti sin Mi permiso. ”
Y el Amo ciñe la correa al collar de Su perra y salen de la cabina y empiezan a deambular por lo pasillos mirando en las vitrinas juguetes con los cuales el Amo pueda disfrutar de Su perrita, ajenos e ignorando las miradas de los presentes en la tienda.
Ajenos e ignorando las miradas de la gente … debería decir que el único que ignoraba y era ajeno a esas miradas era mi Amo, porque yo, Su perra llamada cerda_estúpida , sentía como en mi cabeza aún retumbaban las palabras de mi Dueño diciéndome que se veía obligado a llevarme atada porque estaba mojada como una perra en celo y no estaba dispuesto a que cualquiera pudiese montarme –esa es la expresión alternativa a la de usarme, montarme, como a las perras- pero, interiormente agradecía tener que adoptar la postura sumisa de dirigir la mirada hacia el suelo, ya que ello me permitía no fijarme en las posibles miradas de los clientes y, en el fondo, el collar y la correa no dejaban de ser una forma de protección hacia mí, de ahí mi agradecimiento … que difícil es llegar a esas conclusiones, pero más aún creérselas.
Sabía como debía comportarme en la tienda. El hecho de llevar collar e ir sujeta de una correa, no deja lugar a dudas, Andar al lado de mi Dueño, cabeza un poco inclinada y mirada al suelo, patas traseras a la espalda y silencio absoluto a menos que tuviese que responder a cualquier demanda de mi Señor.
Los clientes nos miraban, a mi Dueño con cierto disimulo, pero a mí de forma descarada.
Mi Amo, como si esa situación fuese la más normal del mundo, seguía mirando vitrinas y escaparates, mostrando una actitud dubitativa –se que era fingida ya que lo que pretendía era lo que consiguió- que no fue inadvertida por el dependiente, el cual en sus ansias de vender o de vernos más de cerca, se acercó ofreciendo sus servicios por si podía ser de ayuda, mientras me miraba de arriba abajo, sin ningún disimulo, fijándose bien en mi collar y correa y en mi actitud sumisa. Mi Señor le dijo que estaba interesado en los “plugs” ya que su perra –señalándome a mí- estaba muy cerrada de ese agujero y necesitaba algo que le ayudase a abrirlo o dilatarlo. El dependiente rápidamente se puso a la labor enseñándole a mi Amo diferentes objetos y explicándole las particularidades, ventajas y desventajas de cada uno. El problema surgió cuando ambos discutían sobre la medida adecuada para mi agujero trasero. Mi Señor no tuvo ningún reparo en decirle al dependiente si podía él, mediante la exploración correspondiente, determinar que tamaño sería el más apropiado. Evidentemente, el dependiente dijo que muy gustosamente haría dicha comprobación y preguntó si la misma debía hacerla en privado o ahí mismo. Mi Amo respondió que ya que tenía los modelos y tamaños donde estábamos, que no hacía falta trasladarnos a ningún sitio y que a mi no me iba a importar en absoluto y para demostrárselo tiró de la correa hacia abajo lo que me obligó a inclinarme hacia delante y separar las patas traseras. Me levantaron la falda dejándola sobre el lomo, noté lo que debía ser el dedo del dependiente entrar dentro de mí mientras oía sus comentarios. Me sentía como un verdadero animal, como un objeto, algo sin valor alguno. Pero eso no importaba a nadie. Al final decidieron cual era el adecuado y lo introdujeron en mi agujero trasero. No tenía porque preocuparme porque quedaba bien sujeto, sin posibilidad de expulsarlo a menos que tiraran de él. No tengo ni idea si alguien me vio en semejante postura … Mi Amo me ordenó enderezarme y ante mi mueca de desagrado e incomodidad me hizo el comentario de que no me preocupara, que al principio me notaría extraña, pero que al final me acostumbraría a él, pero que de todas formas eso poco importaba, que sólo debía pensar que era por mi bien y para poder estar plenamente a Su disposición ya que no pensaba privarse de ninguno de los agujeros de Su perra.
El dependiente nos guió hasta una vitrina donde habían objetos para introducir en el agujero delantero, desde vibradores, consoladores, bolas chinas, balas, huevos vibradores, etc… decidiéndose mi Señor por un huevo vibrador con mando a distancia. Tuve que sentarme en un taburete alto y separar al máximo mis patas traseras y levantar la falda, dejando al descubierto el coño. El dependiente lo admiró haciendo alabanzas sobre el rasurado. Yo no entendía porque no se daban prisa por colocarme el huevo, porque perdían el tiempo en sus comentarios … la única explicación consistía en que a mi Dueño le gustaba verme de esa forma, le complacía exhibirme, disfrutaba humillándome, para El formaba parte de mi educación y doma, para que fuese capaz de no sentir vergüenza alguna, para que asimilase y aceptase lo que soy y para lo que sirvo … agradezco el interés de mi Señor, pero es tan difícil … cuesta tanto no avergonzarse … pero si cuesta tanto no sentir vergüenza, ¿por qué mi coño está húmedo? ¿se enfadará mi Señor cuando se de cuenta? ¿me castigará por ser una perra que siempre se está mojando? … pronto lo sabré…
“ ¿cómo se llama Su perra?
“ cerda_estúpida ”
Llega lo inevitable. El dependiente, bajo la atenta mirada de mi Señor, separa los labios del coño y ve lo mojada que estoy y se lo hace saber a mi Dueño.
“ que mojada que está cerda_estúpida ”
“j aja j aja … no puede evitar estar siempre en celo y con deseos que la monten … pero que se puede esperar de un animal … introdúzcale el huevo que quiero comprobar el funcionamiento y sus efectos” .
Por fin vuelvo a estar de pie con mis agujeros sellados pero ocultos por la falda. Pronto noto la vibración en el coño. La calentura aumenta. Necesito gemir pero mi Amo me quiere en silencio. Me muerdo los labios. No tengo permiso para correrme. Mi respiración se acelera. Tengo calor. Deseo que me toquen. Necesito que me follen. Creo que me daría igual quien me usara, sólo pienso en tener una polla que me taladre … ¿de que sería capaz en este estado? Me estoy dando cuenta de que mi Señor está consiguiendo de mi lo que se ha propuesto, hacerme sentir, asimilar y asumir lo que soy: una perra, una puta, una zorra, una cerda … y sobre todo indicarme que El es también Dueño de mi placer, que tal y como me lo proporciona me lo puede quitar, que lo administra como mejor le place, en definitiva es El quien manda sobre mi mente y sobre mi cuerpo, ya nada de eso me pertenece, es todo Suyo, y yo debo sentirme agradecida y orgullosa de que así sea.
Absorta en estos pensamientos con un tirón de la correa volví a la realidad cuando mi Señor le preguntó al dependiente si existía algún sitio apartado dentro de la tienda que no fuesen las cabinas. Nos condujo hasta una habitación que hacia las veces de almacén.
Sólo entrar, me ordenó arrodillarme, abrió Su bragueta, me ordenó abrir la boca y sin ningún preámbulo introdujo Su polla, ordenándome que se la chupara hasta correrse. Mientras le servía con mi hocico y lengua iba recibiendo azotes en el culo, frases humillantes, tirones de correa … hasta que Sus manos aprisionaron mi cabeza y me empujó hacia El consiguiendo que Su polla llegase hasta la garganta, ocasionándome arcadas, sensación de ahogo y lágrimas, pero mi Señor no se compadeció de mi y siguió con Sus embistes hasta que explotó y derramó Su leche dentro de mi. La saboreé y tragué sin que nada cayera al suelo, se la limpié con la lengua, guardó Su polla, le agradecí que me hubiera usado y me ordenó quedarme en esa posición hasta que El volviese … recordándome lo que era: una perra, una puta, una zorra, una cerda … y así debía ser tratada … entendí lo que me decía pero no el porque me lo decía en ese momento ni tampoco porque debía esperarle de esa forma.
Pronto mis dudas se despejaron. El dependiente entró y me dijo que me iba a usar.
Me levantó del suelo, me llevó hasta una mesa donde me inclinó sobre ella, de un tirón sacó el huevo vibrador y de golpe sentí su polla dentro de mí, como bombeaba, entraba y salía, cada vez con más fuerza, hasta que al final salió de ese agujero y de un manotazo me hizo volver a mi posición inicial, la de rodillas, corriéndose en mi cara. Tuve que limpiársela con la lengua. Estar impasible cuando su mano esparcía su leche por toda la cara, era como si de crema hidratante se tratara. Se secó sus manos en mi pelo. Evidentemente cuando terminó no me permitió lavarme y me ordenó salir de esa forma y presentarme ante mi Amo.
Se que olía a semen. Mi Amo al verme me dijo que estaba hecha toda una puta pero que estaba contento porque le había hecho quedar bien ante el dependiente, pero que debía entender que no me besase porque le daba asco que mi cara estuviese pringada de una leche que no fuese la Suya.
Me hubiese puesto a llorar ahí mismo y esfuerzos tuve que hacer para que eso no sucediera. Mi tristeza era inmensa. Era incapaz de pensar que no debía sentirme triste, al contrario, debía estar contenta y feliz por haber complacido a mi Amo, por saber que El se sentía orgulloso de Su perra.
Como me conoce mi Dueño. Estuvimos andando un buen rato. Sin decirnos nada. Estoy segura que lo que mi Señor pretendía era precisamente que yo tuviese esos pensamientos contradictorios … por eso no me hablaba … quería que pensara, que reflexionara … seguro que llegaría el momento en que me interrogaría sobre eso … pero era El quien decidía cuando eso se produciría … Otra lección que la perra debía aprender, asimilar y asumir … la de aceptar que era su Dueño quien decidía sobre eso también … aunque con Su mirada yo sabía perfectamente que me decía, estoy aquí, contigo, mi perra … y eso tenía que ser suficiente para mi, me aligeraba un poco, es cierto … pero mi impaciencia me llevaba a preguntarme cuando dejaría de tener esos pensamientos contradictorios ….
Seguíamos andando y nos detuvimos ante una fuente. Mi Señor con Sus manos me limpió la cara y mojó mi pelo para que desapareciera cualquier resto de semen..
Sentir Sus manos y el agua sobre mi cara convirtió mi tristeza en felicidad. Necesitaba esa muestra de cariño.
Me besó en la frente diciéndome que estaba orgulloso de mi pero que aun me faltaba mucho por aprender acompañando todo esto con una palmada en mi culo y me dijo
“ cerda_estupida, sigamos que el día aún no ha terminado ”