Centro comercial en obra (los negros)

Aprovechando la postura para comerme la polla y también el culo, dilatando de paso mi orificio con su lengua y la ayuda de sus dedos… uuuffff!!, disfrutando de lo lindo y demostrando esa fantástica habilidad… aaahhh!!.

Centro comercial en obra (los negros)

Siempre me ha llamado la atención que el setenta y cinco por ciento con los hombres con los cuales he estado, todos estos tenían algo en común, no siendo otra cosa que el nombre y claro esta lo que le llamaba en el sexo. Pues eran José, Manuel, José Manuel, Pepe, etc., y claro está en el sexo lo que les ponía era un jovencito, sobre todo si estos derrochaban juventud e inocencia.

Aún recuerdo el día en el cual le hice saber a ese hombre maduro que le hice caso, caso en relación a acercarme a los aseos del Comercial del centro, maduro cincuentón cuyo nombre era Manuel, el cual se interesó muchísimo por cómo se originó y finalizo la experiencia. Dándome cuenta lo muchísimo que le ponía este cuando le relataba mi experiencia, excitación que tuve que satisfacer y que acabo por correrse hasta por dos ocasiones, llevándome la primera como era costumbre mediante una mamada, mientras que la segunda me penetro.

Desde ese día Manuel me incitaba a visitar los aseos de los centros comerciales con mayor asiduidad, incitándome a que tuviera uno o varios encuentros, cuya idea era luego compartirla con él y más aún después de ver los resultados. Debo confesaros que experiencias en aseos públicos he tenido muchos, unos más que satisfactorios que otros, pero todos en cuestión muy morbosos, pues muchas veces lo que cuenta es como se originó, pues el morbo es la piedra angular en el sexo. Los recuerdos de mis experiencias se me quedan en la memoria por cómo se originó, pues muchas veces o en la mayoría de las veces, aquello que no recuerdo es el rostro de esa otra persona o su nombre.

Mirad, me viene a la memoria ahora muchas experiencias, podría rellenar folios con ellas, pero entonces no sería una confesión sino más bien un memorándum. Comenzaría por ejemplo… por relatar una más, aquella en la cual estaba cursando un curso en el polígono Pisa, curso que cuando finalice uno de esos días, me dispuse en regresar a casa. Pero conduciendo por la autovía A-8057 en dirección a Sevilla capital, me di cuenta de un centro comercial nuevo, centro que no estaba aún del todo inaugurado a pesar de tener tiendas abiertas. Tras tomar la salida de la autovía tomando la dirección de dicho centro comercial, aparcando en los aparcamientos subterráneos que posee. Detuve mi coche y me encaminé por las escaleras mecánicas al exterior, pudiendo descubrir algunas tiendas abiertas, decidiendo a los pocos minutos marcharme.

De camino hacia el coche, decidid orinar antes de irme… como es costumbre en mí, me acerqué a unos de los aseos que hay y que no pude entrar, pues un cartel me indicaba que están fuera de servicio por estar aún en construcción. Acabando por dirigirme hacia otro, otro que debía de tomar unas escaleras de servicios, aseos que se encontraba a término medio entre dos plantas. Pues eso… fue abrir la puerta y encontrarme a dos tíos enrollándose, era un joven se la estaba mamando a un señor mayor canoso, estos sorprendidos claro esta le corto el rollo, siendo el primero en marcharse el chico joven con rostro claramente avergonzado, mientras el señor mayor no dejaba de funfurruñar.

Me dirigí hacia uno de los urinarios de los tres que había, dándome cuenta que el de la izquierda estaba tapado con una bolsa y se podía leer fuera de servicio. Entrando a los pocos minutos un hombre de color, hombre que por la altura no diría que hubiera sido un jugador de baloncesto, pues fue ponerse este en el orinal vacío y comenzó a darme conversación. Cosa que me corto las ganas de orinar, no recuerdo bien que me decía, pero si el tamaño de su miembro, pues era impresionante. Tendría al menos y sin exagerar veinte y dos centímetros de larga por ocho de diámetro, siendo a simple vista el doble de gruesa que la mía, dándose cuenta este de lo que estaba mirando.

Viéndome sorprendido cogí y avergonzado… y no sé porque (pues pollas vi muchas, pero me cogió algo tonto quizás), me quité del orinal y me metí en el interior de una de las cabinas. Intentando otra vez orinar pero en mis pensamientos estaba el tamaño de semejante ejemplar, pensaba que si con semejante grosor me cabria dentro de mi boca, pensamientos que hizo que se me endureciera… uuuffff!!.

Sacándome de mi trance unos golpes en la puerta de mi cabina, golpes que fue girarme a comprobar quien era, cuando esta se abría y aparecer ante mí a ese hombre de color, hombre que estaba con su miembro fuera de su pantalón. Aquello me impresiono muchísimo pues no esperaba precisamente a este, este se me acercó y sin decir nada, cogió con una mano mi miembro al tiempo que con la otra tomo mi mano, mano que se la llevo a su enorme miembro. Es precisamente eso… lo que te hace recordar la experiencia, pues pocas pollas negras he visto como esas, siendo mi primera experiencia con un chico de color frustrante, pues su miembro para nada tenía que envidiar a otros y no dio la talla como semental.

Fue uno de esos días en que tras finalizar mi jornada laboral, jornada laboral que los viernes era al mediodía, me daba por acercarme por donde suelen poner el mercadillo Charco de la Pava. Pues fue llegar y deambular un rato con el coche por la zona, acabando por descubrir a un conocido cerca de los monolitos de la antigua expo del 92. Detuve mi coche a un lado, saliendo del interior hasta donde se encontraba este, nuestra conversación es breve, pues nada más saludarnos el conduce su mano hasta mi pecho… acariciándolo. Acabando por proponerme irnos junto a la dársena del río, teniendo que bajar la loma hasta un claro en la maleza, proposición que me hace mientras magrea mis nalgas.

Tras hacerle saber que aceptaba, comenzamos a dirigirnos a tal lugar, dejando que el fuera delante, nada más llegar a ese claro, puedo descubrir que había un monolito de los antes mencionados. Monolito de hormigo que parece más un asiento, cosa que este se sienta al tiempo que se saca su polla fuera, miembro que estaba flácido y que se justifica con excusas absurdas. Fue acercarme a él para este comenzar primero a acariciarme el cuerpo, cuello, pecho y al mismo tiempo me abre la camisa, desabotonando yo os botones… uuummm!!. Finalizando por inclinarme hasta meterme su polla en la boca, miembro que estuve chupando al menos diez enormes minutos que apenas pude levantar.

Fue entonces cuando el tacto de una mano en mi espalda al tiempo que el ruido de pisadas llamo mi atención, quise apartarme pero que ambos me lo impidieron, obligándome a seguir chupando con la mano del primero en mi nuca, mientras la persona de detrás no dejaba de magrear mis nalgas… uuummm!!.

Sin llegar a pensar en cómo era este, me imaginaba que iba a ser compartido por dos hombres, cosa que hizo que se empalmara en segundos… uuummm!!. Aquella otra persona se dedicó en esos momentos a acariciarme la espalda, culo y piernas, finalizando por soltar la hebilla, desabotonar el botón de mi pantalón, bajar la cremallera y finalmente tirar de mis dos prendas hasta mis tobillos. Comenzando a magrear mis glúteos, ¡dándome bocaditos y juguetear con sus largos dedos por mi orificio… ooohhh!!, acabando por sentir como sus grandes manos separaba mis glúteos para que su boca se alojara en mi orificio anal… ooohhh!!. Boca cuya lengua me arranco más de un gemido de placer y satisfacción, lengua que ayudo a lubricar mi orificio, pues en minutos me vi penetrado por sus dedos… aaahhh!!. Acabando por ser ofrecido a ese desconocido por al que se la estaba comiendo, soltando eso…

  • “Para… detente, sácate la polla de la boca… vas a probar una polla de verdad”.

Haciéndole caso, cogí y me detuve, sacando de mi boca esa polla empalmada más por lo que estaba aconteciendo que por la misma mamada, quitándose este de ese monolito y ocupando su lugar ese desconocido. Fue cuando me lleve la sorpresa, pues era un chico de color de cuerpo delgado pero fibroso, chico que tendría los veinte muchos años. No me alargaré mucho más aquí, bueno tras la mamada me pregunto ese chico de color…

  • “Quiero follarte… ¿tienes preservativo?”.

Respondiéndole negativamente e informándole que la tenía, pero estaba en la guantera del coche, pidiéndome este… que digo pidiendo, él muy cabron de forma autoritaria me ordeno a que fuera por ellos. Pero cuando le dije…

  • “Espera que me arregle primero, no vayan a pensar los de arriba cosa que no son”.

Estos me incitaron a que me marchara ya, no dándole importancia a que loma arriba había más gente, pues no deseaban que perdiera tanto tiempo en reproches, pues querían follarme. Pues fue subir loma arriba hasta llegar a la explanada, donde pude contar hasta seis hombres, hombres maduros de variedad de edades. Hombres que todos me miraban, pues no era para menos, imaginad… iba con la camisa abierta mostrando mi pecho desnudo, sujetándome los pantalones que iban abiertos. Aquellos hombres me soltaban proposiciones indecentes, otros… propuestas deshonestas por no mentar ofrecimientos obscenos. Fue llegar a mi coche y abrir la puerta, sentarme en el asiento del copiloto al tiempo que abría la guantera, descubrir que no estaba ahí los condones y caer que estaban oculto bajo el asiento.

Avergonzado no me quedo otra que inclinarme a modo de poder coger los condones, postura que hizo que muchos de los que estaban allí pensara otra cosa, pues en minutos sentí unas manos ultrajando mi cuerpo. Manos que magreaban pecho, espalda, miembro y sobre todo culo, llegando a sentir como me introducían sus dedos y soltar uno de ellos…

  • “Joder que abierto estas y empapado”.

Soltándome como pude de estos, cerrando mi coche y encaminándome a la carrera loma abajo hacia estos, encontrándome el panorama que al negro se la estaba comiendo el otro. Fue llegar y proponerme…

  • “Ponte aquí… que mejor te va a follar el negrata, veras que buena follada te va a dar”.

Se sentó el otro en el monolito como antes, inclinándome hasta que me introduje su polla en mi boca, colocándose en chico de color detrás, comenzando a palpar mis nalgas, magreando mis glúteos, separar estos e introduciéndome primero sus dedos… ooohhh!!. Fue colocarse el preservativo intentar penetrarme, dándose cuenta que le estorbaba mis prendas de mis tobillos, prendas que tuve que descalzarme y que pisando mis ropas acabar por quitármela. Volviendo este a intentar su hazaña, ¡sintiendo su glande que por cierto para nada era grande… uuummm!!, alojarse dentro de mi mientras yo mamaba al otro.

Acabando por descubrir por el rabillo del ojo a tres tíos mirando, dos de ellos eran viejos de la explanada, mientras el tercero era otro hombre negro, hombre que supuestamente compañero u amigo de este. Persona de color que no más de cinco minutos entre alaridos se vino, sacándola de mi interior, retirando el preservativo y tras dejarlo caer al suelo, acabo por marcharse sin una palabra. Pues aquella experiencia era mi primera y frustrante experiencia con persona de color, persona que dejo el listón demasiado bajo. Pero bueno continuo con esta…

Ese engrasó comenzó a coger ambos miembros y comenzar a magrearlos juntos, ver su pollon junto a mi miembro me daba vergüenza de tenerla así, tanto era que perdí mi erección, dándose cuenta este. Y soltarme…

  • “¿Me la quieres chupar?”.

No hizo falta ni contestar, cogí y me senté sobre el wáter, tomé su miembro con mi mano, tronco que no pude ni cerrar la mano… no llegando ni las yemas de mis dedos rozarse. Llevándomelo a la boca… chupando su glande, sobre todo abriendo mi boca al máximo, tanto que me dolía las comisuras de mis labios, chupando su pollon y sus genitales, disfrutando de tan preciado armamento, durante al menos más de cinco minutos. Tiempo que este se llevó acariciándome mis cabellos, gimiendo y suspirando soltando algo que no pude entender, soltándome al rato…

  • “¿Quiero follarte?”.

Me sorprendió lo directo que era… pero me gusto su iniciativa, ante el poco espacio y que no estaba muy limpio, opte por quitarme los pantalones y calzoncillos mientras me fije como este de la cartera saco un condón, me gusto que viniera preparado. Pero quizás más me gusto cuando este se puso en cuclillas, tomar mi miembro y comenzar a comérmela… aaahhh!!, me hizo una comida de polla que casi me hace correrme solo… ooohhh!!, chupándola con entusiasmo. Aprovechando este la postura para comerme también el culo y de paso dilatar mi orificio… uuuffff!!, disfrutando de lo lindo, pues fue fantástico la habilidad de este hombre en usar su lengua, ayudándose con su grueso dedo gordo… ooohhh!!. Fue levantarse, coger su miembro y dirigirlo hacia mi orificio, sintiendo la presión de su glande, introduciéndomelo poco a poco muy despacio… ooohhh!!. ¡Sentir una de sus manos posarse sobre mi hombro y tirar de mi hacía él… uuummm!!, empalándome por completo de carne… aaahhh!!, comenzando a moverse… aaahhh!!, embistiéndome con fuerza al compás del ritmo de sus caderas… aaahhh!!... aaahhh!!... uuuffff!!. Llegándole a decir en un momento dado…

  • “Despacio por favor… ve despacio… aaahhh!!, despacio que me duele”.

Hasta que ese frenético juego de cadera y esos gemidos me hizo entender que se estaba corriendo, quedándose inmóvil mientras jadeaba y normalizaba su respiración. Ayudándome a vestirme mientras comenzamos a hablar, explicándome que pertenecía a la cuadrilla encargada de finalizar las obras del centro comercial. Soltándole yo algo parecido a…

  • “Pues entonces ha sido una coincidencia el encontrarnos aquí”.

Respondiéndome…

  • “Pues la verdad es que no, estaba dentro de mi coche comiendo cuando te vi con la intención de entrar en los aseos, esos que estaban cerrados por obra y verte como te ibas a otro”.

  • “Pensé en seguirte, cosa que hice tas bajarme del coche, sigilosamente te seguí hasta llegar al otro aseo, viendo como al entrar te encontraste tal panorama, actuando tú como si no fuera algo raro, pensando en entrarte y probar suerte”.

Llevándome la sorpresa al coger este y darme un pico, soltando…

  • “No soy gay, pero aquí tenemos pocas posibilidades de estar con mujeres, no teniendo otra que buscarnos las habichuelas sobre todo cuando hay necesidad, hoy me has cogido bastante caliente y salido como as comprobado”.

Respondiéndole…

  • “Yo tampoco lo soy, pero me niego ante una buena experiencia y sobre todo polla”.

Preguntándome este antes de salir…

  • “Te gustaría quedar otra vez, sí quieres la próxima vez podríamos quedar en mi casa, no por hacerlo en una cama sino por la comodidad. ¿Qué te parece?”.

Le respondí que sí e intercambiamos el número de móvil, acabando minutos después por marcharnos, durante mi trayectoria hacia casa no me quedo otra que masturbarme al recodarla, quedándome perdido el pantalón ante la enorme mancha que deje. Las semanas siguientes dude en llamarlo… más por preocupado por ir a su casa, pero también me sorprendió que él no me llamara. Acabando por recibir cierto día su llamada, proponiéndome ir a su casa como en su momento me propuso, tras darme la dirección quedamos a una hora concreta. Hora que fui nervioso y al mismo tiempo ansioso.

Creo recordar que no perdimos el tiempo, pues nada más llegar y este recibirme, tras este cerrar la puerta cogió y comenzó a desvestirme, llevándose la grata sorpresa al encontrarme con un tanga de hilo negro, prenda que me dejo colocada. Luego acabe por arrodillarme y comenzar a comerme su pollón… uuummm!!, acabando por hacerme este levantar y darme la vuelta, inclinándome sobre la puerta y comenzar este a comerme el culo… ooohhh!!. Pero eso sí… en esta ocasión no tuvo la delicadeza que la vez anterior, pues me soltó más de una palmada en mis nalgas, creo que le puso mucho que apareciera con el tanga… uuummm!!. Masturbándome al tiempo que me penetraba con sus largos dedos… ooohhh!!, escupiendo a modo de usarlo como lubricante, como si deseara que esos tres dedos pudiera entrar sin problema algunos… uuuffff!!.

Y comenzar lo que más deseaba, no siendo otra cosa que penetrarme, como bien me dijo en su momento, no era para follarme en la cama como les gusta a los ‘blanquitos’ sino para follarte con tranquilidad… aaahhh!!. Pero mi recordatorio por aquella experiencia no fue por mi encuentro con este hombre de color, sino que cuando me estuvo follando ya sobre el sofá, pues la postura anterior cansaba ya. Apareció otro hombre de color, asombrado y al mismo tiempo atemorizado quise parar, pero mi empotrador no estaba por la labor… aaahhh!!. Intentando calmarme no solo por las embestidas sino al presentarme a este otro, contándome…

  • “Tranquilízate hombre… que, si no te vas a hacer daño, cálmate que te explico”.

Coge y dice…

  • “Te acuerdas que te mencione que era parte de una cuadrilla de obreros, ¡pues este es mi compañero no solo del trabajo sino piso… uuummm!!”.

Estremeciéndose suelta…

  • “Uuuffff!!, el ponerte tenso hace que se te ponga más estrechito tu agujero, uuummm!!... menudo placer”.

Escuchaba a este explicarse al tiempo que veo como su amigo se desviste, suponiendo que tenía la intención de unirse, dejándome alucinado al ver el pollon que tenía el ‘nota’. Quise protestar, pues no estaba por la labor de un trio, incluso a pesar de poder estar con dos pollones. Volviéndome este a explicar…

  • “No pasa nada, piensa que vas a disfrutar el doble, además es culpa mía, ya que le conté el otro día el polvazo que eché contigo, teniendo el desliz de hacerle saber que íbamos a quedar otra vez, y este exige participar al utilizar también su piso”.

Decir esto mientras el otro me pone su pollon en la boca, ¡no quedándome otra que chupársela… ooohhh!!, bueno eso y alternar entre ambos, comí ambas pollas que en un momento dado me ofrecieron popper, frasco que vino bien ante tales pollones… uuuffff!!. Siendo otra cosa llamativa del segundo, no solo sus veinticuatro centímetros, ¡sino que me follo a pelo… aaahhh!!, acabando por empalarme entre ambos al mismo tiempo, no perdiendo la conciencia en dicho momento por los pelos. Estuvimos follando… que digo, estuvieron follándome durante horas, digo más… llegaron e incluso a pedir al ‘Telepizza’ unas pizzas, bebida y algo más, suculento y necesario reporte de energía que pague yo. Luego continuaron… dando más la sensación que estos habían tomado viagra, compartiéndome incluso en la ducha, pues no dejaban de decir…

  • “Sabes que nunca lo hemos hecho en la ducha”.

Cuando descansamos, les dio por preguntarme lo típico, edad, profesión y los motivos por dejarme follar, cuando les hice saber la edad… me soltaron que no las patentaba. Llegando incluso a soltarme…

  • “Sabes que en un momento dado parecías más una tía que un chico, sacándome de mi confusión al verte tu flácida polla”.

Tomando otro giro la conversación, giro que no fue otro que hacia un nuevo encuentro, encuentro que me proponían la morbosa situación que yo debía de pasar por una chica. Pues según ellos decían…

  • “Solo te faltaría unas tetas para pasar por una chica, pues polla… diríamos que te sobra, aunque la verdad es que ni se nota, diría yo que ha menguado”.

Quedando para nuestro nuevo encuentro en eso, teniendo yo que pasar por una chica, donde hice realidad sus fantasías y claro esta ellos las mías. Antes de despedirme, debo de deciros que mis encuentros con estas personas, duro al menos un mes o mes y medio, duro lo que finalizaron la obra, pues luego se marcharon y no supe más de ellos. Fui durante ese tiempo el desquite sexual, reportando lo que ellos deseaban, acabando hasta un fin de semana a pasarlo con ellos, durmiendo incluso los tres en la misma cama, incluyéndose un nuevo compañero de ellos. Bueno no lo alargo mucho más, espero que les haya gustado y que hayáis disfrutado, espero vuestros comentarios, ya sea animándome a continuar, como críticas. Claro está, mi email es: jhosua 1974 @ gmail. com (obviamente… todo junto).