Cenas, fiestas y cosas de la vida (Cap. 29)

Cap. XXIX – Resoluciones.

Cap. XXIX – Resoluciones.

Cómo decía Néstor el reloj no se para, el tiempo va corriendo y se nos va escapando a todos. Inés empezó un nuevo curso en otra universidad más cercana, cada fin de semana estaba en su casa con su madre. Vero le vio otra mirada, su hija volvía a ser totalmente feliz y con ella abrió un canal de comunicación sincero que antes no tenían, hablaban de todo, hasta de un joven profesor que le daba clases.

Inés lo vio al poco de comenzar las clases, era muy joven para ser profesor en la universidad, no enganchaba nada en medio de los carcamales de los demás profesores, además de guapo lo era un rato. Su maquinaria mental de conquista se puso en marcha, investigó y se enteró que estaba soltero, se le conocían algunas amigas con las que follaba o pasaba la noche, nada serio, a los pocos días se presentaba en su despacho, bien vestidita con un toque sexi, con la excusa de alguna pregunta tonta estuvieron hablando un rato, pudo mirarle y que le devolviera la mirada, en ese momento supo que se lo iba a follar más tarde o más temprano.

Y no fue muy tarde, solo tuvo que enterarse donde iba el profesor a tomar alguna copa por la noche, presentarse delante de él para saludarlo con una camisa casi transparente que dejaban entrever las buenas tetas que tenía y una minifalda que quitaba el hipo. El profesor que ya se había tomado alguna copa se le abrieron los ojos como platos, cruzaron cuatro palabras y cuando se dio cuenta estaba en su coche bajándole las bragas para comerle el coño a destajo, ella también le demostró su habilidad bucal comiéndole la polla como pocas veces se lo habían hecho.

En el asiento delantero del acompañante con las bragas tiradas por el salpicadero, Inés encima de él lo estaba cabalgando que le sacaba unos buenos gemidos, hasta que se corrió ella a gritos, después se dieron la vuelta, ella abrió todo lo que pudo las piernas enseñándole el coño y las tetas con la camisa abierta, el profe cuando vio aquel cuerpazo deseando que se lo follara se volvió loco colocándose en medio, se agarró la polla y se la metió hasta el fondo de un golpe, folló a todo lo que le daba la máquina con la mano de Inés agarrándole el culo, se corrió dentro del condón vaciándose totalmente. Cuando se despidieron los dos tenían claro que lo iban a repetir, según le comentó Inés cuando se intercambiaban los teléfonos con una cena antes, y así fue, como también fue el follar sin condón a partir de ese momento, Inés hacía tiempo que iba al ginecólogo para tomar precauciones.

Vero no tardó en tener la noticia que su hija tenía “nuevo” novio, tenía claro que de momento estaba con él y contenta, tal vez con el tiempo este podría ser una relación más estable, o no.

Blanca con Dani no llegaron a cumplir sus planes de que él la esperaría un año para ir a la universidad juntos, acabaron su relación antes, fue una buena experiencia como primer “novio”, primer desengaño amoroso y crecimiento personal, después de pasarlo mal como correspondía, a esa edad maduró mucho.

Nuria, su hermana todavía duró menos con el suyo, la diferencia de edad en ese momento era notable teniendo necesidades diferentes, pero a ella no le significó ningún trauma ni pasarlo mal más allá de un día, tenía otro carácter, esa manera de ser menos “responsable” y ordenada que su hermana también le servía para pasárselo todo por el forro más fácilmente. Entre ellas sí que hablaron mucho, llegando a algunas conclusiones, como que para follar no hacía falta comprometerse con nadie, bueno, en eso también influyó sin quererlo la opinión de su amiga Inés, las dos hermanas se unieron más y fueron cómplices de muchas “aventurillas” que les hicieron ir madurando.

A Néstor en el fondo le supo mal que se separaran del grupo “Da-Da”, les había cogido cariño aunque se comieran sus galletas preferidas. Él y Lisa fueron evolucionando para bien, eran felices ayudando a sus hijas en los malos momentos y riendo todos juntos en los buenos, Lisa seguía encantada con el sexo que le daba Néstor, el tío se dejaba la piel en cada polvo disfrutándolo como el primer día.

José Antonio no duró  mucho en el nuevo trabajo que le consiguió Vero, un día se escondió porque vio a Juan por la calle, no quería ni imaginarse lo mal que lo pasaría viendo a cualquier amigo de antes, después de todo lo que les había vacilado con la empresa y el dinero que tenía, ya todo el mundo debía saber lo que le hizo su ex mujer, lo dejó con el culo al aire, y peor aún, el puñetazo que le dio Néstor sin que él tuviera cojones de devolvérselo comportándose como un puto cobarde. Con el dinero que tenía ahorrado, más el que le dieron por echarlo de la empresa, desapareció por el Caribe, vivía como quería y follaba con todo lo que se le ponía por delante, su amigo Aitor, una vez hechas las paces por follarse a su hija lo fue a visitar con su tabla de surf, de surfear no surfeó una mierda pero de follar se hartó.

De Ramón el marido de Gloria no se sabía mucho, iba buscando la mujer con quien convivir y que se prestara a sus “juegos” para excitarse, por lo visto ya habían pasado varias por su vida y no encontraba una estabilidad, lo único que sabía Gloria de él era lo que le podía explicar su hija cuando estaba con él.

Antonio, el ex marido de Carmen era un tío feliz junto a su pareja, dejó de trabajar en la cadena de montaje para estar más cerca de él, sus problemas sexuales le desaparecieron al sentirse atraído por los hombres, lo que le pasaba con Carmen era que realmente no se excitaba con ella todo lo que podía haberlo hecho, por suerte descubrió su homosexualidad a tiempo.

Amanda ex mujer de Julio se encontró de cara con Gloria, actual mujer de Julio, en una tienda de ropa para bebés las dos embarazadas, primero hubo cierta tensión pero al verse las dos con una barriguita prominente suavizó el ambiente, al enterarse Amanda que el hijo que esperaba Gloria era de su ex marido le pudo la curiosidad, se acabaron sentando en una cafetería del centro comercial para hablar. El tiempo que va pasando lo va curando casi todo, volvieron a verse algunas veces más, tenían largas conversaciones sobre sus embarazos.

Gloria con Julio consiguieron lo que los dos buscaban, desde el primer momento se sintieron a gusto uno con el otro, era felices viviendo con la hija de Gloria esperando el nuevo hermanito, vivían en el apartamento de Julio, Gloria no quiso volver a entrar en el que compartió con su ex marido y menos estando en el edificio de delante Amanda.

Carmen y Juan, establecidos y afianzados también buscaban un hijo, Juan por fin pudo sentirse acompañado por una pareja, la mujer de la que estaba enamorado hacía mucho tiempo.

Los vínculos se fueron encontrando, sin forzarlo ni pensarlo iban teniendo noticias unos de los otros. Un viernes por la noche en la terraza de la casa de Vero habían cenando dos mesas llenas de gente, en una las hijas de Vero y Lisa más la de Gloria con varios amigos y amigas que habían invitado, reían haciéndose bromas los unos a los otros, le daban alegría a la noche, en la otra, en una punta estaba Amanda con una niña en brazos, a su izquierda Gloria con otro niño en su regazo, a su lado Julio feliz de ver su familia, le seguían Carmen y Juan que encabezaba la mesa por la otra punta, estaban pendientes de la confirmación de embarazo por si el predictor se había equivocado, luego Vero con Néstor a su lado seguido de Lisa, las conversaciones se amontonaban, se habían vuelto a encontrar todos después de un tiempo.

Cuando acabó la cena se tomaban unas copas, Juan se levantó sacando el porrito que se fumaba de vez en cuando, Néstor lo acompañó con la copa en la mano, fueron al final de la terraza apoyándose en la barandilla, Juan se lo encendió, él miraba la mesa, Lisa y Vero hablaban y reían, Carmen reía escuchándolas, recordaba como Juan le confesó que era su amante a espaldas de su marido, su mejor amigo Juan haciéndole una confesión que lo dejó patidifuso, su historia con Carmen y Antonio fue alucinante, cuando le explicó tomándose una cerveza lo que había dicho José Antonio de Lisa con la borrachera en la fiesta de su hija también alucinó.

Luego estaban Julio, Gloria y Amanda, como les había cambiado la vida, los tres hablaban y les hacían tonterías a los pequeños que tenían encima del regazo. Pensó en el grupo, cada uno escondió sus cartas, infidelidades, engaños, mentiras, planes medio psicópatas para separarse, todos tenían  lo suyo. Eran personas, como las que puede conocer cualquiera en algún momento, personas que caen bien, que son educadas, dan confianza, con imagen de buenas personas, pero cada una tiene un pasado, un carácter y unos pensamientos muy íntimos guardados en el fondo de su ser. Néstor pensó si no es una cualidad de los humanos, nadie es perfecto, cada uno con sus pequeños detalles individuales buenos y malos.

Y estaba él, Néstor, igual que todos, con sus secretos, lo pasó muy mal con la enfermedad de su madre, no quiso que sobre todo sus hijas sufrieran por ver degenerar a su abuela de aquella manera, se fue distanciando de ellas y de su mujer, una mujer estupenda que fue siempre, cuando se fue a vivir a otro apartamento la escusa era que él estaba muy mal por lo que le pasaba a su madre, no quería que la familia sufriera. La realidad era otra, conoció a Ana, una guapa y más joven que él enfermera de la residencia, cuidaba con mucho cariño a su madre, la lavaba, le quitaba todo lo que ella se hacía encima sin control, que personas más extraordinarias las que hacen ese trabajo, con qué profesionalidad y cariño trabajan, eran sus héroes.

Y para héroe aquella chica, seguramente sería por vivir lo que tenía que vivir en su trabajo, pero se tomaba la vida de otra manera, la disfrutaba en cada momento, como si se le estuviera escapando de las manos. Eso es lo que aprendió él de ella, a follar como si fuera la última vez que lo haría, a vivir la vida al momento, a no pedir permiso y coger lo que estuviera en su mano, si le salía mal ya tendría otras oportunidades, fue una relación extraña, ella hacía lo que quería, no le interesaba tener pareja estable, pero cuando estaban juntos ardía Troya. Ese fue el verdadero motivo de la separación definitiva con Lisa, aunque ella no lo supo nunca ni lo sabría. Y sí, él era como todos los demás, con sus secretos íntimos, unos los tenían más grandes que otros, ¿quién no tiene algo dentro que no quiere que se sepa, realmente puede haber alguien totalmente transparente, tan limpio de corazón y pensamiento que no se guarda nada para él o ella?, algún pensamiento del que intenta huir, alguna idea que desbarata por qué le parece absurda, cuando lo que pasa es que no tiene narices de ponerla en práctica. Néstor dudaba de la condición humana, imposible saber lo que piensa realmente la gente, lo que sienten en su profundo interior.

Por otro lado miraba a sus hijas, reían y hablaban con los amigos y amigas, la juventud divino tesoro, el tesoro debía ser la inocencia, pensó, tanto una como la otra ya habían tenido sus primeros amores con sus respectivos desengaños, aquella inocencia que años atrás tenían la estaban perdiendo a pasos agigantados, las observaba en la mesa, como miraban, reían y tenían sus momentos de silencio pensando, como les cambiaba la mirada según a quien escuchaban, con algunos se les notaba de amistad, con otros de no caerles bien, y con otros se les iluminaba con ganas de follárselos vivos allí mismo, ya tenían sus “cosas” dentro de sus cabecitas, no le extrañaba, con el ejemplo que les estamos dando los mayores como van a ser, pensó Néstor.

Notó que le tocaban el brazo, Juan había acabado de fumar, miró a la mesa, Lisa y Vero lo miraban con una sonrisa, pensó que aquella noche se iba a follar aquellas dos maravillosas mujeres, nunca supo si ellas habían llegado a algún tipo de pacto, o si estaban enamoradas entre ellas, a quien conocía bien era a Lisa, sabía lo conformista que siempre había sido, si hasta llegó a azotarle el culo mientras follaban para ver cómo reaccionaba, a ella hasta le gustó, parecía imposible que le dijera que no a algo.

La actitud que tuvo Lisa cuando se enteró que se había follado a Vero la primera vez no la entendió, él pensaba que aquello podía ser el final de su relación con su ex mujer, o por lo menos que le costaría que ella volviera a confiar en él, pero no fue así, Lisa le puso muchas más ganas en volver con él, y cuando parecía que todo volvía a su cauce, ella misma provocó el primer trío, les dio una explicación muy  vaga para su entender, la conocía de muchos años y sabía que era muy buena mujer pero con falta de carácter, conformista y amante de la vida tranquila, ya se lo dijo ella en algún momento, “Soy una cobarde”, no se atrevió a romper la baraja y buscó la manera de vivir feliz sin sobresaltos, incluso aceptando que su mejor amiga se follara a su marido, incluso que se la follara a ella, pensó que los picores del chichi a lo mejor también tenían algo que ver, pero qué más daba, a él lo único que le interesaba era vivir la vida antes de que se le escapara de las manos, si se comían el coño la una a la otra pues felicidades y que lo disfrutaran, lo que sí sabía era que con ellas dos follaba como si fuera el último polvo de su vida.

Vero también le miraba con una sonrisilla a la vez que veía a Lisa de reojo, ¿qué escondía ella? Era muy amiga de Lisa desde hacía muchos años y la conocía de sobras, sabía que era muy buena persona, que cuando le había contado alguna cosa jamás había salido nada de su boca, se podía confiar en ella, pero, también sabía su falta de carácter para afrontar las dificultades, jamás la vio tomar una decisión importante, se rectificó, una vez, cuando les obligó a hacer un trío, seguro que fue por su falta de confianza o por el miedo a perder su buena vida. Estaba segura que se separó de Néstor por no contradecirlo cuando le dijo que se ocupara de sus hijas para alejarlas de la tristeza que era ver morir a su abuela, ella jamás lo hubiera hecho, habría estado a su lado se pusiera como se pusiera, pero Lisa era así, se acomodaba a lo que había.

Recordaba una tarde que fue a visitarla sin avisarla, tenía una idea en la cabeza, si se le ponía bien Lisa le iba a proponer acostarse juntas, estaban las dos solas y tener una experiencia lésbica hacía tiempo que le estaba dando vueltas en la cabeza. Qué gran sorpresa cuando justo al aparcar el coche vio a su marido salir del portal donde vivía Lisa, ese día se enteró que José Antonio se la estaba follando, ese mismo día pensó que si Lisa había dado el paso ella también podía pensar en follarse al suyo cuando tuviera la oportunidad, cuando le llegó no se lo pensó ni un segundo, y tal como pensaba, Lisa se molestó, pero no le montó ningún espectáculo aceptándolo a su manera.

José Antonio sin saberlo le dio una gran idea, no iba a meter en su casa a Néstor como él decía, iba a meter a la familia entera, con un poco de suerte conseguiría todo lo que le apetecía, tener la experiencia lésbica con Lisa y follar o hacer el amor con Néstor que era lo que había soñado siempre. Además fue la misma Lisa por miedo a perder a Néstor que hizo que le comiera el coño siendo follada a la vez por Néstor, sin saberlo consiguió que su “plan” saliera perfecto, tenía compañía, buen sexo y no tenía que aguantar a nadie en su cama cuando no quería, ella solo tuvo que cerrar la boca y dejarse llevar por Lisa para que llevara a cabo sus intenciones en aquel primer trío.

Después de la experiencia con su matrimonio y el que fue su amor oculto, perdón, el que “era” su amor, Néstor, no quería ni pensar en tener otra relación, llegó a la misma conclusión que las hijas, para pegar un buen polvo no necesitaba una relación, tenía el cuerpazo y la cara bonita para conseguirlo sin problemas si lo pretendía, pero para qué pretenderlo cuando tenía el polvazo que quería con el hombre que le interesaba y amaba junto con la buena amiga que se comían el coño cuando hacía falta.

Lisa miraba a su marido con auténtica devoción, era muy feliz con él y sus hijas, tenía todo lo que quería en su vida, la familia unida sin problemas económicos, eso le daba una estabilidad importante, ella prefería ser tres en su matrimonio y estar juntos que por orgullo haberse separado de Néstor, no entendía una vida sin él, lo quería con locura, era buen padre y sexualmente no podía pedir más, lo compartía con Vero en algunos momentos, fue ella misma quien lo provocó sabiendo que entre ellos existía una gran atracción, por miedo a que la desplazaran prefirió ponerse en medio pensando que así los controlaría, esa nueva experiencia sexual también tenía su punto.

No tenía pensado hablar con Néstor sobre el tiempo que estuvo separada de él, tampoco fue nada de otro mundo, se le acercó José Antonio hablándole de cosas que quería oír y la confortaban, de ahí pasaron a follar algunos días, más hablar que follar porque como decía Vero no era precisamente un gran follador, que le ayudara económicamente le fue muy bien en aquellos momentos, eso duró muy poco tiempo, hasta que Vero le propuso salir algunos días solas invitando ella, que gran amiga fue siempre Vero, gracias a eso dejó de verse con su marido, Vero era muy despierta y si le apetecía siempre encontraba a alguien para “distraerse” una noche, bueno, en realidad se “distraían” las dos, lo hicieron unas cuantas veces y fue muy excitante, eso quedaría para siempre dentro de ellas sin explicárselo a nadie, no como las cuatro folladas con José Antonio, eso fue un error que sabiendo lo bocazas que era seguro que se enteraría Néstor más tarde o más temprano, por eso le daba largas para vivir juntos con las niñas, tenía que encontrar la manera de decírselo antes, pero, se le adelantó el bocazas en la fiesta de su hija. Vero siempre fue muy importante en su vida, la ayudó con regalos para ella y las niñas cuando dejó de verse con su marido, después dejándolos vivir en aquella casa contratándola a ella, era su mejor amiga y siempre lo sería, una gran amiga para “todo”.

En resumen del trío:

Néstor, contento por tener todo lo que deseaba, buen trabajo, familia unida, buen sexo y por si fuera poco con su mujer y su amiga a la que siempre había deseado.

Lisa, mejor no se le podía haber puesto la vida, estaba junto a la gente que más le interesaba, sus hijas, su pareja que adoraba, y con una buena amiga, con un ritmo de vida que jamás había soñado y sobre todo tranquila. Y del sexo para qué hablar, podía acabar con el coño escoció por su pareja y después aliviado por la lengua de su amante amiga. Su única preocupación, que no se rompiera el equilibrio.

Y Vero, otra que todo le salió de cara, mejoró la comunicación con Inés, tenía relaciones con la amiga que le atraía, y sobre todo las tenía con el hombre que le interesaba, además le hacían compañía. Contenta de que todo su plan al completo saliera como ella quería, y sin que nadie sospechara que lo estaba llevando a cabo.

Los tres sabían que estaban en una situación por llamarlo de alguna manera, “rarita”, tontos no eran y tan bien sabían que todos salían beneficiados.

Se acabó aquella cena, se fueron despidiendo quedándose solos, Vero, Lisa, Néstor y las hijas. Vero hablaba con las chicas, Lisa se cogía al brazo de Néstor apartados.

LISA: Sabes que me han dado envidia Gloria y Amanda con los pequeños encima, ¿no te gustaría tener otro hijo o hija?, me puedo quitar el DIU y buscarlo.

Néstor la miraba como si le hubiera confesado un asesinato, Lisa rió y se acercaron a los demás.

LISA: Chicas, ¿no salís con vuestros amigos?

INES: No tenemos ganas, la semana que viene traeré a mi novio para presentárselo a mamá.

NURIA: Hemos pensado en tomarnos una copa antes de irnos a dormir.

NESTOR: ¿Una copa vosotras?

VERO: Néstor, por favor.

NESTOR: Claro, claro, si ya fo…, no vendrá de un copazo también.

Lisa que veía a Néstor que se desmadraba.

LISA: Le acabo de decir a vuestro padre si quería que os trajéramos un hermanito.

NURIA: Sí papá.

BLANCA: Sí, sería muy divertido.

NESTOR: Pero que decís locas, para que me salga otra niña y pasarme la vida sufriendo ahora que con vosotras lo estoy dejando de hacer.

Todas se descojonaban de risa.

NESTOR: Venga va, ¿quién quiere una copa?, las preparo yo.

VERO: Todos, va, que me hace ilusión tomarme un copazo con mi hija.

LISA: A mí también.

NESTOR: Y a mí, y a mí, no sabéis cuanto.

Se giró torciendo los ojos, Nuria se levantó corriendo.

NURIA: Papá, yo te ayudo.

NESTOR: Que bien.

NURIA: Que seguro que nos pones agua en vez de gin, que te conozco.

Cogió a su padre por la cintura y él le paso el brazo por el hombro, caminaban los dos riendo, antes de entra Néstor se giró mirando a Lisa.

NESTOR: ¿Y tú quieres tener a otra?, cómo nos salga como esta estamos apañaos, no toques nada y déjalo todo como está que está muy bien.

Se morían de risa.

Las cenas de chicas con, Vero, Lisa, Amanda, y Gloria volvieron a reemprenderse en poco tiempo, las de los maridos también, pero en días diferentes para que pudieran asistir los que tenían niños pequeños. Parecía que todos habían conseguido mejorar sus vidas después de algunas tormentas, ahora les tocaba vivirla a los hijos, a saber por dónde discurriría la de cada uno de ellos. Néstor no se cansaba de darles a los más jóvenes el mismo consejo.

“Pensar que el reloj no para, el tiempo que ha pasado no lo volveréis a recuperar nunca más, aprovecharlo y vivirlo con pasión y alegría, eso que os llevaréis al final.”

FIN