Cenas, fiestas y cosas de la vida (Cap. 27)

Cap. XXVII – Decisiones de Lisa.

Cap. XXVII – Decisiones de Lisa.

Una mañana Lisa estaba muy pensativa, Vero se dio cuenta y le preguntó varias veces si le pasaba algo, Lisa no acababa de encontrar la forma de decirle a su amiga lo que deseaba, después de hacer varios recados las dos juntas por la ciudad se pararon en una terraza a tomar un café.

LISA: Me gustaría pedirte algo.

VERO: Ya he visto que esta mañana algo tenías en la cabeza, tú dirás.

Lisa lo pensó de nuevo, Vero esperaba expectante lo que parecía tan importante.

LISA: Me gustaría que citaras a Néstor a una reunión contigo.

VERO: Eso ya lo hacemos de vez en cuando, hablamos del negocio contigo delante, ¿qué tiene de especial esta?

LISA: Que sería a solas contigo.

Vero se alteró.

VERO: A ver, a ver, ¿por qué quieres que estemos los dos solos?, tú eras la que querías estar presente en nuestras reuniones, y no te quito la razón, es una manera de que no pase nada, como has querido desde el principio.

LISA: Ya lo sé, ya sé que fui yo quien te pedí estar siempre presente entre vosotros, pero es qué, es qué tengo la curiosidad de saber si todavía os comportaríais igual si os veis solos.

VERO: No entiendo para qué, no estás bien como estás, pues deja las cosas tranquilas…

LISA: Quiero saber si hay tensión sexual entre vosotros o no todavía.

Vero giraba la cabeza mirando para otro lado pensando, miró a Lisa a los ojos.

VERO: ¿Quieres saber si se me pone la cara de puta cuando lo veo, o si a él se le pone la polla tiesa?, y si es así, ¿qué harás?

LISA: No lo sé, pero necesito verlo.

VERO: Y qué coño de excusa le pongo para que venga a una reunión, él sabe que en estos momentos sería raro.

LISA: Y yo que sé, tú eres su jefa, piensa algo.

Vero la miró girando los ojos desaprobando lo que iba a hacer, sacó el móvil del bolso, consultó la hora que era y llamó.

VERO: Hola, tendríamos que reunirnos hoy mismo a las doce en mi casa…, te lo diré cuando vengas, no te preocupes que no es grave…, vale, vale, se los daré de tú parte.

Guardó el móvil mirando de nuevo a Lisa a los ojos.

VERO: No te mereces a Néstor, me ha dicho que te de besitos de su parte, y tú preparándole una encerrona, ahora tengo hasta las doce y media para pensar de qué va a ir la reunión.

LISA: Seguro que pensarás en algo.

Le pagaron al camarero los cafés y se levantaron, mientras caminaban unas cuantas miradas de algunos hombres incluido el camarero las repasaban por detrás, iban impecablemente vestidas con sus vestiditos de moda y el bolso colgando del brazo.

A las doce en punto llamó Néstor a la puerta de la casa de Vero, le abrió ella misma pidiéndole que pasara, se sentaron en los sillones del salón, él se puso encima de las piernas una carpeta que traía con listados de números de ventas y resultados de la empresa, en previsión de lo que quisiera saber Vero, Lisa estaba escondida en la cocina donde podía verlos perfectamente.

VERO: ¿Quieres tomar algo?

NESTOR: No gracias, ¿Dónde está Lisa?

VERO: No sé si ha salido, supongo que llegará de un momento a otro.

Lisa en la cocina apretaba los labios, no le había gustado la respuesta de Vero, hubiera preferido que Néstor pensara que tenía tiempo para hacer lo que fuera, al decirle que ella podría volver en cualquier momento le podía coartar las ganas de tirarse encima o algo.

NESTOR: Bueno, ¿de qué va esta reunión fuera de lo común?

Vero giró la cabeza pensando, en realidad se estaba cagando en las muelas de su amiga por meterla en semejante berenjenal, la volvió a girar mirando a Néstor a los ojos, parpadeó un par de veces y…

VERO: Quiero que me hables de cómo van los clientes.

Néstor la miraba sin creerse lo que le estaba preguntando.

NESTOR: ¡Perdona!

VERO: Los clientes, los clientes, ¿cómo van?

NESTOR: ¿Qué quieres decir que cómo van?, yo que sé, como siempre supongo, hacen sus pedidos, se los enviamos y no hay quejas, pues todo estará bien digo yo. Oye, ¿de verdad me has hecho venir para preguntarme sobre los clientes?

Vero intentaba disimular sin saber qué cara poner.

VERO: Pues sí, quiero saber todo lo que pasa en mí empresa, y los clientes son parte de ella, ¿no?

NESTOR: Vamos a ver, siempre nos hemos reunido para hablar de las ventas, del ritmo de fabricación, de la logística, ¿Pero de los clientes, cuándo hemos hablado nosotros de los clientes?, si me lo hubieras dicho me habría preocupado de traer información de ellos, pero ya sabes que la mayoría son pequeñas empresas y autónomos, hay cientos, ¿qué quieres que te diga?

Se miraban a los ojos.

VERO: ¿Están contentos?

Néstor la miró preocupado, Vero pensó que con las tonterías que estaba diciendo él iba a pensar que se estaba volviendo gilipollas, y todo por culpa de su mujer.

NESTOR: ¿Te encuentras bien?

VERO: Claro que estoy bien, ¿me vas a contestar o no?

Lisa lo veía y escuchaba todo, se dio cuenta de que su marido no había dejado la carpeta en ningún sitio y se tapaba con ella, estaba claro que ya se le había subido la polla e intentaba disimular, a Vero cuando le miró los ojos un par de veces ya se le había puesto la cara de putón verbenero con ganas de comérselo.

NESTOR: Pues creo que sí, no nos envían ninguna felicitación ni ningún jamón en agradecimiento a nuestro trabajo, pero estoy convencido que saltan de alegría cada vez que les llega un paquete nuestro a su negocio, me parece que les voy a enviar una nota para que se hagan una foto con el paquete de piezas y la cuelguen en las redes sociales, así les veremos la cara de alegría que hacen, ¿qué te parece?

VERO: ¿Te estás cachondeando?

NESTOR: ¿Yo, de qué?, así tú misma podrás ver lo contentos que están.

En ese momento salió Lisa de la cocina.

NESTOR: Hola cariño, ¿has llegado ahora?

LISA: No amor, estaba mirando como respondíais uno delante del otro sin mí.

Vero se ponía una mano en la frente mirando para un lado, Néstor las miraba a las dos.

NESTOR: Ahora entiendo de qué iba esta reunión, ¿de verdad Vero te has dejado enredar de esa manera?

VERO: Yo, yo, lo siento Néstor, ya sabes cómo es Lisa.

NESTOR: Y tanto que sé cómo es, ¿Y qué, has sacado alguna conclusión?

Le decía a su mujer visiblemente molesto.

LISA: Sí, qué tú no te levantas, ni te quitas la carpeta de encima de las piernas porque la tienes como un palo de tiesa, y a ella solo hay que mirarle la cara.

VERO: Joder Lisa, que manía con mí cara.

LISA: Y yo qué quieres que te diga si se te pone de puta zorra cada vez que ves a mi marido cabrona.

NESTOR: Lisa por favor, no empecemos.

LISA: ¿Qué no empecemos?, levántate.

Néstor se puso nervioso.

NESTOR: ¿Para, para qué?

LISA: Para verte el bulto que debes tener en el pantalón, que te levantes.

Lo hizo lentamente, se seguía tapando con la carpeta, fue Lisa quien se la quitó tirándola encima del sofá, Néstor se quedó delante de las dos con la polla apuntando al frente, el pantalón le hacía una forma que parecía la carpa de un circo de canto, Vero con la mano en la cara miraba para otro lado, Lisa le miraba la “carpa” sonriendo.

LISA: ¿Eso es normal?

NESTOR: Cariño, ¿por qué no nos vamos a casa y lo discutimos?

LISA: Lo vamos a discutir aquí y ahora.

Miró a Vero que le devolvió la miraba sin saber que decirle.

LISA: Levántate tú también y ven aquí.

Vero miró para los lados, no entendía que quería su amiga.

VERO: ¿Me lo dices a mí?

LISA: ¿A ti que te parece, ves a alguien más por aquí?

Vero se levantó muy despacio, no sabía qué era lo que pretendía Lisa, la veía muy rara, se fue acercando a ellos, Lisa le agarró la polla por encima del pantalón a su marido, Néstor cerró los ojos, estaba excitado y con la polla tiesa delante de las dos mujeres que más le atraían en la vida.

LISA: Vamos, dame tú mano.

Le agarró la mano a Vero y se la puso encima de la polla de Néstor, abrió los ojos mirando sorprendido a su mujer, Vero pensó que estaría buscando Lisa haciendo eso. Vero apoyó la palma de la mano encima del cipote sin moverla.

LISA: Venga, agárrasela bien, no te hagas la estrecha que ya lo has hecho otras veces, quiero ver esa cara de puta que se te pone con mi marido pedazo de guarra.

VERO: ¿Eh?

No se podía creer como le estaba hablando Lisa, cerró la mano y notó la polla dura de Néstor, se le estaban mojando las bragas por la situación.

LISA: Ahora arrodíllate delante y le sacas la polla, quiero ver cómo se la comes…

VERO. Lisa por favor, esto, esto no es…

LISA: No es, no es, pues bien que os folláis cuando os sale del coño.

NESTOR: Pero…

LISA: Tú te callas.

Néstor giró la cabeza resoplando, cuando Lisa le hablaba así es que se iba a salir con la suya. Vero miraba la bragueta sin saber muy bien qué hacer.

LISA: Y tú nena espabila, si estuvierais solos ya se la estarías chupando como una loca, seguro  que tienes las braguitas mojadas guarrindonga.

VERO: ¿Puedes dejar de insultarme?, te estás pasando.

LISA: ¿A ti?, con esa cara…

VERO: De puta, ya lo sé, de puta.

Lisa le bajaba la cremallera de la bragueta a Néstor sacándole la polla, le dio dos o tres meneos pajeándolo y la apuntó a la boca de Vero, esta la miraba girando los ojos para arriba arrodillada.

LISA: Vamos cabrona, abre la boca, si lo estás deseando.

NESTOR: Lisa por favor.

LISA: Que te calles, que hoy te los vas a pasar bien cabrito.

Vero acercaba con reparo y vergüenza la boca a la punta de la polla, Lisa la agarró por la nuca y le metió la mitad dentro.

LISA: Venga, chúpasela bien, como tú sabes hacerlo cacho puta.

VERO: ¿Eeooup?

Con el cipote en la boca no se le entendía nada.

LISA: Más adentro.

Volvió a presionarle el cogote metiéndole la polla de su marido más profundamente en la boca, Vero la miraba intentándola avisar que se la estaba metiendo demasiado.

LISA: ¿Qué pasa, no te gusta tan profunda?

Vero hacía gestos con la cabeza y sonidos guturales diciéndole que no.

LISA: Pues prepárate que te la vas a comer entera, abre la garganta.

Le pegó otro achuchón por la nuca clavándosela hasta la bola, le aplastó la cara contra el pubis de Néstor con toda su polla dentro, Vero la notaba en su garganta, tosía y tuvo un par de arcadas que casi le hacen vomitar todo el desayuno, Lisa estiró de su cabeza y le sacó la polla de la boca, Vero respiraba y tosía precipitadamente sacando saliva que le caía por la boca con los ojos llorosos y brillantes.

LISA: Ahora sí que haces cara de puta de verdad, vuelve a metértela y hazle la mamada que se merece.

Vero estaba tan caliente que ya le daba todo igual, si Lisa quería que se la comiera a su marido se la iba a comer bien comida, y si después quería que se lo follara se lo iba a follar como una animal de lo caliente que la había puesto. Se la volvió a meter ella sola hasta la garganta, apretó los labios sobre la polla de Néstor y la sacó presionando y succionando, él gimió, Lisa le quitó la camisa y le acabó de desabrochar el pantalón dejándolo caer.

LISA: Siéntate en el sofá que Vero te va a hacer un buen trabajito.

Se sentó abriendo las piernas, Vero no dejó de chuparle la polla en ningún momento, estaba totalmente entregada a lo que estaba haciendo. Lisa le quitó los pantalones, la ropa interior y los zapatos dejándolo en pelota picada, miró como su amiga estaba arrodillada echada hacía delante comiéndole la polla como una poseída, le metió la mano por detrás por debajo del vestido agarrándole el coño, Vero dio un pequeño gemido ahogado por la polla de Néstor en la boca, Lisa comprobó lo que hacía rato que pensaba, Vero tenía las bragas empapadas.

Lisa se puso al lado, mirando como la cabeza de Vero subía y bajaba, apareciendo y desapareciendo la polla de su marido en su boca. Néstor la agarró del vestido haciéndola sentar en el sofá a su lado, le agarró la nuca con una mano y le atrajo la cabeza besándola con pasión.

Néstor pensó que si su mujer quería jugar iban a jugar todos, no quería perder la oportunidad de follarse en un trío a las dos mujeres más sexis y que más morbo le daban. Mientras la besaba y Lisa le entregaba su lengua le bajó los tirantes del vestido dejándole las tetas al aire, se las acariciaba y pellizcaba los pezones, Lisa gimió y se le puso la misma cara de puta que a Vero.

NESTOR: Ponte al lado de Vero que me la vais a comer las dos a la vez.

A Lisa le sorprendió que le hablara así, sin decir nada se fue arrodillando, Vero se apartó un poco y le dejó sitio en medio de las piernas de Néstor, se sacó la polla de la boca y se la ofreció a Lisa, al metérsela notó la mano de Vero como le apretaba la cabeza llegándole de golpe hasta la garganta aguantando algunas arcadas, le apretaba y soltaba un poco la cabeza para que se follara la polla con la boca, Lisa medio se ahogaba, Vero relajó un poco la mano para dejarla respirar.

VERO: Esto por lo de antes, te la debía.

NESTOR: ¿Queréis dejar de hablar coño?

Les agarró las cabeza juntando los labios uno a cada lado de su polla, ellas la chupaban abriendo la boca y sacando la lengua, se besaban con el cipote de Néstor en medio, notaban como sus lenguas se tocaban, subían y bajaban por el tronco, llegaban a la punta, se besaban entre ellas y volvían a poner la polla en medio, Néstor se lo estaba pasando increíble viendo como ellas dos perdían la vergüenza. Una se la agarró volviendo a chupársela mientras lo pajeaba y la otra le chupaba los huevos, él gemía. Estuvieron un ratito así, hasta que Néstor se levantó y las agarró con una mano a cada una llevándolas a la habitación de Vero.

Las dejó una delante de la otra mirándose.

NESTOR: Besaros que lo estáis deseando zorritas.

Lisa giró la cabeza con intención de decirle algo, Néstor le soltó un azote en el culo.

NESTOR: Haz lo que te digo.

Se volvieron a mirar, Vero le sonrió y Lisa cerró los ojos juntando sus labios con los de ella, se fueron comiendo la boca la una a la otra, primero despacio, después poco a poco más excitadas.

Néstor se arrodilló detrás de su mujer bajándole una pequeña cremallera para que el vestido pasara por sus caderas, se lo quitó por los pies y le agarró las bragas estirando de ellas, le abrió el culo separándole las nalgas y le metió la lengua en medio, Lisa dio un saltito de la impresión, una mano de Vero que estaba en la espalda de su amiga bajó acariciándole la cabeza a Néstor, él estaba ocupado lamiéndole desde el agujero hasta donde llegaba del coño, Lisa gemía sin dejar de besar a Vero. Un poco más tarde Néstor se levantaba besando a su mujer en el cuello, la mano de Vero le agarraba la polla haciéndole una paja.

Se puso detrás de vero, le quitó el vestido y las bragas, las tenía a las dos desnudas con los zapatos puestos, pasó una mano por delante frotándole el coño con dos dedos, Vero gimió, con la otra mano se lo agarró a Lisa, las masturbaba a las dos y su mujer lo masturbaba a él. Estiró a Vero en la cama boca arriba con las piernas abiertas, a Lisa le hizo arrodillarse en medio de las piernas de su amiga, le bajó la cabeza para que le comiera el chocho a Vero, Lisa se giró mirándolo.

NESTOR: Alguna vez tenía que ser la primera.

Lisa giró la cabeza y metió la boca en medio del coño de Vero, lo lamió pensando en cómo se lo hacía Néstor a ella, Vero gimió de gusto y Lisa se animó a seguir con más ímpetu. Néstor le separó las piernas a su mujer y le metió la lengua en el chocho, Lisa gritó en el agujero del coño de Vero que lo sintió por su interior, le agarró la cabeza y la amorró, Lisa notaba el sabor de los flujos y el gusto del coño de su amiga, pensó que era lo mismo que sentía Néstor cuando se lo comía a ella, lo que debería de estar sintiendo en esos momentos que le estaba lamiendo el suyo como sabía que a ella le gustaba haciéndole gemir, se excitaba pensando que se estaba comiendo un coño a la vez que se lo comían a ella.

Néstor sacó la lengua de coño de Lisa, se incorporó, se agarró la polla y se la apunto en la entrada de la vagina, se la fue metiendo lentamente, hasta el final, Lisa tuvo que levantar un momento la cabeza para gemir sintiendo como la polla de su marido le llenaba el coño, Vero le agarró la cabeza volviendo a meterla en medio de sus piernas, los gemidos se mezclaban, Néstor se estaba follando a su mujer a buen ritmo viendo como le comía el coño a Vero que gemía mirándolo.

Empujó el culo de Lisa avanzándolo hasta que estuvo a la altura de la boca de Vero, Lisa lo dejó caer y le puso el chumino en la boca a su amiga, Vero la miró para que no se pasara, Lisa se lo restregó arriba abajo llenándole la cara de sus flujos, Vero sacó la lengua y su amiga se frotaba el coño contra ella sujetándose en el cabezal de la cama, Néstor se colocó sentado sobre sus talones en medio de las piernas de Vero, se las levantó un poco separándolas y le metió un pollazo que le hizo dar un grito tremendo, esta vez fue Lisa quien lo sintió por su interior al tener su chocho tapándole la boca, Néstor y Vero gritaban por la follada, Lisa por los restregones que se daba con la lengua, la boca y la cara de su amiga, en esa posición les llegó la primer corrida a las chicas.

Se estiraron a recuperarse, Néstor no las dejó, le dijo a Vero que se pusiera encima de Lisa, con las piernas flexionadas, que se besaran, mientras lo hacían él le ponía la polla en medio de las bocas, la sacaba de una y la metía en la otra, o la restregaba entre medio de las dos para que se la lamieran por arriba y por abajo. Se fue para atrás, se volvió a sentar sobre sus talones y se acercó al coño de su mujer levantándole las piernas pasándolas por encima de las suyas, le puso la punta en el agujerito del coño y se la metió de golpe volviendo los gritos, dos dedos de una mano se los pasaba por el de Vero haciéndole una paja o metiéndoselos dentro follándola a la vez, se la sacó a Lisa, se arrodilló y se la metió de otro pollazo a Vero, hasta el fondo, golpeándole con dureza con su pubis en el culo, ella abría la boca mirando a Lisa que la tenía debajo, su amiga le acariciaba la cara viendo como disfrutaba del placer que su marido le estaba dando follándosela.

Néstor enloquecía con aquellos dos coños delante, sacaba y metía la polla de uno al otro, se notaba que no aguantaría mucho más, aquella situación lo desbordaba y de un momento a otro se iba a correr, se concentraba para intentar que ellas lo hicieran primero, Lisa se empezó a  tensar, la espalda se le arqueaba con Vero encima, los ojos se le ponían en blanco, se agarró con fuerza a las sabanas cerrando los puños y un grito desgarrador salió de su garganta, se corría descontrolada, su marido no paraba de penetrarla, Vero la acariciaba alucinando del orgasmo de su amiga.

Cuando se fue calmando y se callaron los gemidos y jadeos se miraron a los ojos con Vero, se besaron, de pronto Vero levantó la cabeza abriendo mucho los ojos gimiendo, Néstor la acababa de empalar de nuevo, le había levantado más el culo abriéndoselo, la estaba penetrando frenéticamente dándole unos golpes terribles en el culo con su pubis, parecía que la estaba partiendo por la mitad, que duro que folla este hombre cuando pierde la cabeza, pensó Vero, no tuvo tiempo a mucho más, pegó un aullido abriendo mucho los ojos, dejó caer la cabeza al lado de la de Lisa corriéndose, esta se la sujetaba escuchando los pollazos de Néstor y los gritos de Vero, hasta que se meo de gusto como le pasaba siempre que se excitaba más de la cuenta.

Cuando se fue calmando.

LISA: Lo ves, también te corres como una  puta.

VERO: Cállate coño, que estoy hecha polvo.

LISA: Pues espabila que tenemos que hacer que se corra o nos vuelve a follar.

Se levantaron las dos, lo estiraron a él en la cama, y le comieron la polla por turnos o a la vez, Néstor alucinaba mirando lo que le estaban haciendo, chupaban, succionaban, pajeaban, lamían, una o la otra, o las dos a la vez, después de un rato Lisa le hacía una paja a buen ritmo.

LISA: Con lo que te gusta correrte en la boca y en la cara has tenido mucha suerte, hoy lo vas a hacer en dos a la vez, venga cariño ponnos perdidas a lechazos.

Néstor cerró los ojos, Lisa lo había acabado de rematar y se iba a correr, las dos chicas con la boca abierta y pasándole la lengua por la punta de la polla estaban esperando el momento, gimió un par de veces, gruñó otras dos y el primer lechazo les dio en media boca de cada una, a partir de ahí se descontroló, suerte que Lisa le sujetaba la polla sin parar con la paja lentamente, le seguían pasando la lengua por la punta que no paraba de disparar semen, le caía encima de sus lenguas, ellas sonreían, cuando  parecía que empezaba a flojear, Lisa se la metió en la boca consiguiendo volverlo a tensar y seguir corriéndose, y cuando Néstor creía que ya no podía más, ver como se la chupaba y succionaba Vero con varias manchas de semen en la cara lo volvió a excitar sacando un par de tiros más, se la fueron chupando un rato una, un rato otra, hasta que la dejaron totalmente flácida.

Néstor se quedó estirado en la cama recuperándose, las chicas se metieron al cuarto de baño para lavarse. Vero miraba de reojo a Lisa.

LISA: ¿Qué, te pasa algo que me miras así?

VERO: Sí, que no te entiendo.

Salían las dos del cuarto de baño, Vero se dirigía a la puerta.

LISA: No te vayas, ven a estirarte con nosotros, descansaremos los tres juntos.

Néstor escuchaba sin moverse, se lo colocó una a cada lado, estuvieron un momento en silencio.

NESTOR: ¿Por qué los has hecho Lisa, por qué has provocado esto?

Vero se incorporó mirando a su amiga otra vez.

VERO: Eso, eso quiero saber yo.

Lisa también se sentó en la cama mirando a Vero.

LISA: Por qué quería ver como os comportabais uno delante del otro, y no había cambiado nada…

NESTOR: Entonces, ¿todo era una encerrona?

VERO: Me ha obligado ella, me ha pedido que te reunieras conmigo para espiarnos.

NESTOR: Ya me extrañaba a mí las preguntitas raras de hoy. Y tú cariño, estás perdiendo la cabeza ¡eh!, ¿a qué ha venido esto?

Lisa miraba al techo subiendo las cejas.

LISA: ¿A qué viene?, venga hombre, solo hay que veros, estáis deseando follaros, pues prefiero que lo hagáis delante de mí que ha escondidas, si tengo que ser una cornuda por lo menos que lo sea consentida.

VERO: Lisa, has perdido la cabeza, hace tiempo que no ha pasado nada entre nosotros.

LISA: Coño, por qué os evitáis o estáis conmigo delante, pero la tensión sexual va subiendo, os pensáis que soy idiota y no me doy cuenta, sé que en cualquier momento os encontrareis solos y no podréis evitarlo, así que he tomado una decisión.

Vero y Néstor también se sentaron en la cama para escucharla con la boca medio abierta, estaban intrigados por la decisión.

LISA: He pensado mucho en mis opciones, me separo de Néstor y me llevo a las niñas, os dejo solos y que hagáis lo que queráis, si lo hago pierdo al hombre al que quiero y mi mejor amiga. O, acepto que vosotros os folléis de vez en cuando para calmar las calenturas que cogéis y yo me hago la loca como si no supiera nada, eso me iría carcomiendo por dentro y algún día estallaría. O, acepto que este matrimonio sea de tres personas, solo te pido una cosa Néstor.

Él la miraba intrigado, no había podido procesar todo lo que había escuchado.

LISA: Si algún día dejas de quererme dímelo, el día que vea que miras a Vero enamorado y a mí con pena, ese día se habrá acabado, me iré, no tengo edad para aguantar a un hombre por estar con alguien, si acepto esta situación es porque te quiero con locura, y sé que tú también me quieres a mí.

VERO: ¿Y yo que pinto en todo esto?

LISA: Tú eres mi mejor amiga, y la amante de mi marido, y la mía.

Vero se sorprendió sin saber qué cara poner.

VERO: ¿La tuya?

LISA: Te he comido el coño y me ha gustado, de esta manera compensamos, si mi marido me es infiel contigo, yo también se lo seré a él contigo.

NESTOR: Te recuerdo que dijiste, y no ha cambiado la situación, que tú no tenías marido.

LISA: Ñi, ñi, ñi, ñi, que tontito te pones, ¿qué quieres, qué nos volvamos a casar?

NESTOR: Pues no sería mala idea.

LISA: No que va, mejor nos casamos los tres, ¿qué te parece?

Néstor cerró los ojos sin decir nada más y Vero se aguantaba la risa.