Cenas, fiestas y cosas de la vida (Cap. 23)
Cap. XXIII Amanda.
Cap. XXIII – Amanda.
Amanda miraba la televisión en su casa, pensaba en lo que había pasado los últimos días, se había comprado todo tipo de juguetes sexuales con los que disfrutaba mucho, pero, como más disfrutó masturbándose fue la última vez al hacérselo con sus dedos y su mano, sentir el tacto de su piel fue mejor que el del material de los juguetitos.
Una idea le empezó a dar vueltas a la cabeza, ¿Y si buscaba algún encuentro con un hombre?, sonrió pensando que era una barbaridad, se levantó y se dirigió a la habitación con la idea de pasar un buen rato dándose placer, se frotaba el clítoris con un vibrador, jadeaba, se introducía en la vagina una polla vibradora que le daba gustillo, iba bien pero notaba que le faltaba algo más, no sabía que era, se mojó un dedo en lubricante y se lo fue pasando por el agujerito del culo, se excitó, al metérselo un poco gimió de placer, se lo metió entero follándose con la polla vibradora, se corrió a gritos, aquello había sido una experiencia superior que la dejó estirada en la cama recuperándose del orgasmo.
Su siguiente compra fue un plug anal no muy grueso y una polla más estrecha para darse placer por el culo, a partir de ese momento se masturbaba por delante y por detrás, se corría como nunca lo había hecho, pronto se compró un plug más gordo y se metía por detrás la misma polla vibradora que se metía por delante, reconocía que había descubierto un placer que desconocía, nunca se llegó a imaginar que por detrás pudiera sentir tanto y ponerse tan cachonda.
No pasó mucho tiempo que le vino a la cabeza otra vez la idea de volver a sentirse tocada y acariciada por un hombre, sin mucho convencimiento empezó a buscar información de locales liberales, incluso fue una noche a mirar uno desde fuera sin atreverse a entrar, no le convencieron mucho, sobre todo por el miedo a encontrarse con alguien conocido, también se informó de algunas webs para conocer a hombres, estuvo un tiempo mirando por aquí y por allí, sin atreverse a dar el paso y quedar con alguien. Entonces por casualidad navegando por internet vio el anuncio de un hotel liberal donde la gente iba sin compromisos a encontrar sus historias, le llamó la atención, estaba lejos de donde residía y eso también le gustaba, llamó por teléfono y reservó para ir un fin de semana, pensó que podría estar en el spa y la piscina, sino encontraba a nadie que le gustara pues se lo pasaría bien igualmente.
Llegó un viernes por la tarde en un taxi que cogió en el aeropuerto, el hotel a primera vista le gustó, estando en recepción con la gestión de la entrada vio pasar a algunos chicos y algún hombre que la miraron, pensó que los chicos eran demasiados jóvenes, no era esa la experiencia que quería, pero el hombre más madurito no le pareció mal del todo, sonrió de pensarlo, el botones llamó su atención para acompañarla a la habitación con la maleta. Le dio una propina y el chico se despidió con un, “Que se lo pase bien”, que a ella le sonó a, “Que folle todo lo que quiera y quede bien satisfecha”, ¿O fueron cosas de su imaginación?, vete a saber, desde el balcón tenía una bonita vista a la piscina, pensó que todavía quedaban unas horas de sol y podría aprovecharlas, se puso el bikini comprado para la ocasión, un poco más provocativo de lo que estaba acostumbrada, pero siendo para lo que era qué más daba si se le veía más de la cuenta, si la cosa iba bien después se lo verían todo igualmente.
Una vez instalada en una hamaca tomando el sol disimulaba mirando el móvil, en realidad estaba mirando como estaba el material masculino, vio a muchos chicos demasiado jóvenes para ella, hablaban y tonteaban con otras chicas de más o menos su edad, pensó que esos sí que iban a follar como desesperados, las hormonas revolucionadas casi se podían sentir en el ambiente, otros hombres le parecieron que eran mayores que ella y no hacían pinta de tener la fogosidad sexual que ella esperaba. Luego habían dos hombres que sí le cuadraban por edad y guapos que eran, estaban sentados en unos taburetes en bañador hablando y riendo en la barra del bar de la piscina, que estuvieran solos le hizo pensar que seguramente eran gais, hizo una mueca con la boca sintiéndolo, les parecía dos hombres muy atractivos, con cualquiera de ellos podría dar el paso si se presentaba la ocasión, pero siendo lo que eran no creyó que se la miraran.
Cuando el sol se puso por el horizonte se fue a la habitación a ducharse, arreglarse el pelo, pintarse un poquito, para estar más resultona y ponerse la ropa interior y el vestido comprado para ese fin de semana, cuando se miró en el espejo dio una vueltas sobre ella misma mirándose por todos lados, no se desagradó, se gustó, hacía mucho tiempo que no se vestía con un punto de provocación y mucho menos con la intención de ir de caza, solo de pensarlo le entraba una risilla floja, en el fondo no se podía creer que hubiera hecho todo lo que hizo para ir a buscar sexo.
El metre del restaurante la acompañó a una mesa del gran comedor del hotel para cenar, estaba mirando la carta cuando se le paró delante un señor con traje y pajarita, muy educadamente le preguntó si podía cenar con ella, con otra respuesta educada se lo sacó de encima, su parte malévola pensó que para follar con él antes se lo hacía con sus juguetes, si había dado el paso era para encontrar a alguien que le gustara de verdad, le preguntaron un par de señores más que descartó, estaba claro que éxito tenía, lástima que no con el tipo de hombre que ella buscaba. Se fijó que en una mesa grande, el grupo que tonteaba en la piscina de chicos jóvenes estaban cenando juntos, ya pudo ver algunas parejitas que se daban algún piquito, y algunas manos que se soltaban tocando alguna cosa que no debían tocar en público, volvió a sonreír pensando en los polvazos que pegarían aquellos chicos.
Después de cenar decidió ir a tomar una copa a la terraza con vistas a la piscina, si allí no encontraba algo decente ya se estaba haciendo la idea, pasaría el fin de semana relajándose en el spa y alguna pajilla para matar el gusanillo.
Se sentó en un taburete de la barra y le pidió una copa al camarero, se la sirvió, le dio el primer trago aprovechando para mirar el ambiente, dejó la copa en la barra torciendo un poco el morro, no había visto nada que valiera la pena, así que se concentró en la copa y en el móvil. Llevaba un rato cuando una voz a su lado le llamó la atención, se giró y se encontró cara a cara con uno de los hombres que había visto en la piscina.
Hola me llamo Iñaki, ¿no tienes compañía?
Ho, hola, yo soy Amanda, estoy sola, le contestó temblándole un poco la voz nerviosa.
Llamó al camarero pidiéndole otra copa para ella y una para él, ella no dijo nada, no había reaccionado, sin darse cuenta estaba caminando con aquel hombre atractivo para sentarse, se fijó en la vela dentro de un recipiente de cristal que iluminaba el centro de la mesa. En aquel momento llegó el otro hombre, más guapo y apuesto si cabía que Iñaki.
IÑAKI: Luis, te presento a Amanda, ve por una copa y te esperamos aquí.
Amanda lo miraba mientras se alejaba.
IÑAKI: Te hemos visto esta tarde en la piscina.
AMANDA: Sí, yo también a vosotros pero pensaba que…
Iñaki se puso a reír.
IÑAKI: ¿Qué éramos gais?
No podía parar de reír, se acercó Luis con la copa sentándose con ellos.
IÑAKI: Sabes que Amanda nos ha visto en la piscina y pensaba que éramos gais.
AMANDA: Os he visto reír y hablar entre vosotros y lo he pensado.
LUIS: Estábamos hablando de ti, eras la única mujer que valía la pena en la piscina esta tarde.
Amanda apartó la mirada avergonzada, había empezado la tirada de trastos y no estaba acostumbrada. Hablaron, rieron y el tiempo fue pasando, otras copas y más alegría, la conversación se fue centrando en ellos, de cómo habían pensado en ir aquel hotel a lo que iban, estaba claro que los tres tenían ganas de follar, a eso habían ido.
AMANDA: Bueno chicos, ¿ahora que se supone que tengo que hacer, escoger a uno y el otro que se coma los mocos?
Se miraron los tres en silencio, nadie parecía tener la respuesta, bebieron de las copas.
LUIS: O nos escoges a los dos y nadie se queda solo.
Amanda giró la cabeza de golpe mirándolo abriendo los ojos sorprendida, eso no se lo había planteado, siempre tuvo en la cabeza la idea de follar con un tío, hacer un trío con dos hombres por primera vez en su vida ni se lo había imaginado, y menos con dos como aquellos, eran guapos, sensuales y educados. Bebió un buen trago de la copa.
AMANDA: Pues con los dos, ¿vamos a mi habitación?
Salieron de la terraza los tres agarrados por la cintura con ella en medio. Entraron en la habitación, dejó el bolsito de mano encima de un mueble.
AMANDA: Chicos yo tengo que confesaros algo, es la primera vez que lo hago con dos hombres y estoy un poco nerviosa.
Luis le acarició la cara girándole la cabeza besándole los labios, luego lo repitió Iñaki, se fueron juntando los tres, le entregó la lengua a uno y después al otro, se iban calentando, fueron caminando hasta el lado de la cama, Luis la volvió a besar, Iñaki le acariciaba la cintura y las caderas.
LUIS: Tranquila, si hay alguna cosa que no quieras hacer o con algo no estás a gusto nos lo dices, se trata de pasar un rato divertido los tres, nadie tiene que pasarlo mal esta noche.
Estaba claro que Luis llevaba la voz cantante, parecía el más seguro en aquella situación, Amanda se lo confirmó con la cabeza, le metió la lengua en la boca a Luis, cuando se la dio a Iñaki en otro beso le pasó los brazos por el cuello, sintió como le desabrochaban la cremallera del vestido por la espalda y se lo quitaban, se quedó en sujetador, braguitas y los zapatos de tacón, puso a los dos hombres delante de ella, ya no quería pensar más, era el momento de la acción y como había dicho Luis, el momento de pasárselo bien, se arrodilló y le desabrochó los pantalones, uno con cada mano, les bajó la cremallera dejándolos caer, de un tirón les bajó los calzoncillos, vio delante de su cara dos pollas casi tiesas del todo, dos pollas para ella sola aquella noche, las agarró y pajeó un poco, sin pensar se metió una en la boca chupándola con ganas, Iñaki gimió, estuvo un rato con ella y cambió haciendo gemir a Luis, mientras se comía una le hacía una paja a la otra, ellos se quitaban la ropa como podían y ella notaba como se estaba mojando las bragas.
Estuvo un rato hasta dejarles las polla tiesas y mojadas, la ayudaron a levantarse, Luis le quitó el sujetador, la estiraron en la cama boca arriba, Iñaki le quitó los zapatos, Luis la besó y bajó a comerle las tetas, Iñaki estiró y le quitó las bragas, le abrió las piernas y se tiró a lamerle los muslos por la parte interna, ella le acariciaba la cabeza a Luis mientras le comía las tetas y le ponía los pezones duros, cuando notó el primer lametazo de Iñaki en medio del coño soltó un gemido, le fueron saliendo uno detrás del otro, aquel hombre sabía cómo lamerle el coño y darle placer.
Estiró de la cabeza de Luis para colocarlo de tal manera que pudiera agarrarle la polla, con el gusto que sentía en el coño necesitaba una polla cerca, se la chupó y succionó, pensó en la situación, le estaban comiendo el coño a base de bien y ella se estaba comiendo una polla con todas las ganas que podía, se sentía cachonda como pocas veces en su vida, se la estaba mamando con la cabeza girada a un lado, de reojo vio como Iñaki le sacaba la cabeza de en medio de las piernas, se agarraba el pepino y se iba colocando en medio, ella las abrió más, notó como le restregó la punta por el agujero lubricándola, como le entraba poco a poco, Dios pensó, cuánto tiempo sin que nadie me pegara un pollazo como debe ser, al metérsela entera gimió con la polla de Luis en la boca, se fue moviendo cada vez más rápido, el gusto que sentía hacía que no coordinara bien la mamada y la paja.
Iñaki se salió del medio de las piernas, ella se incorporó estirando a Luis, se puso encima y le agarró la polla metiéndosela en el coño con prisas, no quería dejar de sentir placer, Iñaki se puso de pie en la cama delante de ella, Amanda movía las caderas cabalgando y follándose a uno, al otro lo pajeaba y le comía la polla con sabor a su propio coño, los gemidos se entrelazaban unos con otros, tal como habían planeado los tres se lo pasaban bien, tan bien que ella estaba a punto de correrse, levantó el culo sacándose la polla del coño, fue bajando su cuerpo hasta tener la polla que se acababa de sacar a la altura de la boca volviéndola a chupar, Iñaki que estaba delante se colocó detrás de ella, le levantó el culo dejándola a cuatro patas mamándosela a Luis, le apuntó y se la metió de un pollazo tremendo haciéndola gritar con la polla en la boca, se la follaba con fuerza, chocando contra su culo en cada penetrada, Amanda volvía a perder la coordinación sacándosela de la boca para poder gritar intentando seguir con una paja, los hombres cambiaron las posiciones, se metió la polla de Iñaki en la boca y se preparó para recibir las embestidas de Luis por el coño, empezaron más despacio de lo que ella se esperaba pero poco a poco fueron aumentando en velocidad y dureza, ella chupaba todo lo que podía, hasta que llegó un momento que Luis se la estaba follando tan duro y seguido que perdió los papeles, se corrió con la polla de Iñaki en la mano, un tremendo orgasmo que le hacía gritar sin parar, el cuerpo le daban espasmos de placer, cerraba los ojos para que no vieran que se le ponían en blanco, cuando acabó se notaba abrazada por Iñaki y agarrada por las caderas y el culo por Luis.
Los gemidos y gritos dejaron paso al silencio, solo roto por la respiración de ella recuperándose de la tremenda corrida a la que le habían hecho llegar aquellos dos hombres. Amanda notaba las manos de sus amantes acariciándole el cuerpo, como se recuperaba y tenía ganas de más, Luis también se dio cuenta, le volvió a levantar el culo y le metió la boca en el coño lamiéndoselo, un nuevo gemido de Amanda dio la salida para volver a activarse todos, le pegó dos succiones a la polla de Iñaki comprobando que seguía tiesa, le quitó el chocho de la boca a Luis sentándose encima de Iñaki, le buscó la polla con la mano apuntándosela en la vagina, dejó caer el culo ensartándose otra vez hasta el fondo, gritó de gusto, se follaba a uno moviendo sus caderas adelante y atrás, el otro le besó la espalda, notaba como le restregaba la polla por el culo masturbándose.
Gimiendo fue pensando, creyó que era el momento porque seguramente nunca más tendría la oportunidad, echó su cuerpo hacía delante poniéndole las tetas a Iñaki en la cara, que aprovechó para chuparle los pezones, se mojó la mano con saliva y se la pasó por el culo, le agarró la polla a Luis mirándole a los ojos para confirmarle lo que quería, él dejó que ella lo hiciera, que se la aproximara a su culo, que la apuntara encima del agujerito y entonces hizo un poco de fuerza para meterle el capullo dentro, el grito que dio Amanda fue tremendo, llevó una mano atrás agarrando la cadera de Luis trayéndosela para que le metiera la polla hasta el fondo.
Empalada por delante y por detrás, por dos pollas de verdad de dos tíos guapos que se la estaban follando a la vez, Amanda estaba excitadísima, se movía para sentirlas dentro de ella, como entraban y salían de sus agujeros, ellos gemían, ella gritaba, estuvieron un buen rato dándole, parecía que nadie se quería correr, querían alargar aquel momento todo lo que pudieran. Se separaron y ella se giró, se sentó encima de la polla de Iñaki metiéndosela en el culo estirándose para atrás apoyando la espalda en su pecho, él le pasó las manos por delante agarrándole las tetas, abrió las piernas para que Luis se la pudiera meter por el coño, se estiró encima de ella dirigiendo su polla para empalarla de nuevo, se fueron moviendo en un bonito bocadillo con ella en medio, Luis se sujetaba con sus brazos en la cama por los lados de Amanda e Iñaki que estaba abajo del todo, movía las caderas a buen ritmo follándosela haciendo que con el traqueteo le fuera entrando y saliendo la polla de Iñaki por el culo, Amanda fue gritando cada vez más, con aquella postura que había visto en alguna película porno sentía más que antes, le estaban machacando los dos agujeros sin descanso, otro orgasmo la hacía volver a gritar todo lo que podía, esta vez notó primero como Iñaki se le corría en el culo y después gruñía Luis dejándole el coño lleno de leche.
Cayeron los tres rendidos encima de la cama, del coño y del culo le resbalaba el semen que le habían dejado aquellos dos dentro, era igual, estaba demasiado cansada, alguien apagó la luz y se quedó dormida.
Fue un fin de semana bestial, folló, chupó, lamió, le follaron, chuparon y lamieron por todos lados, perdió la cuenta de las veces que se llegó a correr, y las que se corrieron ellos por todos sitios, por el coño, por el culo, en la boca, otra cosa que no había probado nunca, que se le corrieran en la boca, pues con ellos de pie y ella arrodillada se las estuvo chupando hasta que uno se le corrió dentro de la boca y el otro le tiró los lechazos por la cara, se hartó de semen, de pollas y de hacer todo lo que le salió del coño.
Al despedirse no se dieron ni los teléfonos, los tres sabían que había sido un paréntesis en sus vidas, de hecho ellos le confesaron que estaban casados y con familia, habían puesto una escusa en sus casas para ir juntos al hotel. A Amanda le daba igual, le importaba un pimiento la situación de ellos, ella había ido a buscar “aventura” y vaya si la había encontrado.