Cena y postre vol.1.

Una muy buena amiga me invita a una cena en su casa y acabamos follando delante de sus amigas.

Era una tarde de Sabado, debido a las nuevas restricciones por el Covid todos los bares cerraban a las 11 de la noche. Sobre las 8 de la tarde recibo un whatsapp de mi amiga Aida, había quedado con unas amigas para ir a cenar a su casa y depués tomar unos cubatas y quería saber si me apuntaba. No tenía nada mejor que hacer así que acepté el plan. Me puse  mis mejores galas, compré un par de botellas de vino y fui directo para allí. Al llegar vi que eran todo mujeres, 6 exactamente, excepto uno, que era el novio de una de ellas. Empezamos a cenar. Entre risas iban vaciandose rápidamente las botellas de vino y las latas de cerveza. El ambiente se empezaba a animar. Empezamos con los gintonics y los rones con cola. El alcohol empezaba a hacer verdadero efecto.  La pareja aprovechó para irse, tenian que conducir y era el momento perfecto para decir adiós. Me quedé yo solo, con unas copas encima y 5 mujeres. No sabía si alegrarme o pegarme un tiro. Mi amiga Aída acercó su silla a la mía y empezo a darme abrazos y besos en la mejilla y a decir lo mucho que me quería. Yo me estaba poniendo cachondo con la tontería. Mientras me abrazaba, mirando al frente, pude observar el escote de su amiga Laura, nunca me había fijado, y joder, parecía que sus tetas iban a salir en cualquier momento. Mi polla empezó a endurecerse más aún. Finalmente, la noche prometía.

2 de sus amigas decidieron irse, querían madrugar para ir al monte y vieron que la noche se estaba desmadrando demasiado. Minutos despues noto que Aída estaba tocando mi polla por encima del vaquero. Cada vez estaba más cachondo. Aída se acercó más a mi y me susurró al oído "Hoy no vas a irte a tu casa. Tenemos mucho que hacer" Automaticamente, sin mediar más palabra, me soltó el cinturon disimuladamente, me desabrochó el boton del pantalón y sin que nadie se diese cuenta me empezó a masturbar. La dije casi susurrando que por favor parara. Lo único que conseguí fue que dejase de masturbarme para inmediatamente bajar su cabeza y empezar a hacerme una mamada. Eso no había forma de disimularlo. Sus amigas no quitaban ojo. Yo mientras me estaban haciendo una de las mejores mamadas de mi vida no podía quitar ojo a las tetas de Laura. Ella se dio cuenta y parecía que no la importaba mucho. Ya no podía aguantar más, me corrí en su boca. Me miró y se tragó absolutamente todo. Sin quitarme ojo  y con mi pene en su mano me dijo"Recupera rápido que estoy super cerda y nedesito que me folles"

No sabía si estaba en un sueno o era realidad. Pero poco a poco me iba demostrando que era realidad. Decidí abandonar la cocina para irme al salón. Pocos minutos más tarde apareció Laura, con un minishort de pijama y un camiseta blanca que transparentaba a la perfección sus tetas. Mi objetivo y mi plan de noche era nuestra amiga, pero joder, no podía quitar mis ojos de encima.

-Joder, aquí la gente con pijama y todo, como se nota quien es VIP. - Exclamé en tono jocoso para romper un poco el hielo.

-"Anda, claro, tengo aquí el pijama guardado para los fines de semana. Aunque no hables de VIP que te quejarás tu de trato"

Al principio me dio un poco de vergüenza, pero a la vez me excitaba sobremanera la situacion. Minutos después aparecieron las 2 rezagadas. Aida se sentó junto a mí. Apoyó su cabeza en mi hombro y puso su mano sobre mi pene sultimente. Yo a la vez, empecé a acariciar suavemente su cono, pude ver como debajo de esa minifalda no había nada, excepto su vagina completamente rasurada y empapada. Yo perdí toda la vergüenza y cada vez mis movimientos eran menos sutiles. Me acerqué a su oido y no pude contenerme "Necesito follarte YA, me la suda que estén tus amigas" Sin tiempo de reacción, se subio la falda y se sento sobre mi pene, duro a más no poder.

-"Sí que recuperas rápido.  Fóllame"

Noté como mi polla resbalaba dentro de su coÑo estrecho y completamente húmedo. Me levanté me coloqué un condón y la puse a cuatro patas sobre el sofá. Estaba tan centrado que me daba completamente igual que no estuviesemos solos. Me giré y vi a Laura acariciandose su coño mientras no nos quitaba ojo. María, la tercera en discordia miraba de reojo, quizás estaba algo avergonzada. Estuvimos un buen rato hasta que ambos nos corrimos. Estabamos exhaustos. Nos tumbamos. Silencio sepulcral. Aida me dijo de irnos a la cama, nos levantamos y nos apartamos a su habitación.

Un par de minutos depués alguien toca la puerta de nuestra habitación. Era Laura.

-"Siento ser tan directa. Pero cuando os he visto antes me he puesto muy cachonda. Me gustaría estar aqui con vosotros y veros mientras follais."

-Por mi no hay problema. - Exclamé yo.

-"Que guarra eres cabrona, como se nota que eres mi amiga" -Dijo Aida entre risas.

Continuará...