Cena, postre y lujuria
Comida, dulces y algo de fuerza nunca sta de mas.
Parecería raro pero aun mis recuerdos de ese día son claros, mi esposo estaba fuera de la ciudad, en una inspección a unas obras que debía hacer, solo al despedirme me dijo, "no te preocupes pásala bien y haz lo que creas para no aburrirte. Pues así lo hice y tomando su palabra invite a mi amante, Alex, a cenar. Solo esperaba la llegada de Alex, pues ese día lo había invitado a comer y como siempre ya sabía lo que quería para el postre, a mí. Para la ocasión me preocupe mas por mi apariencia que por la comida; me levanté temprano y fui al salón de belleza, me arregle el cabello y luego me dirigí a una tienda a comprar ropa para la ocasión. Pues entre a una tienda en la cual vi una minifalda que para mi estaba muy corta, pero sabia que para Alex estaría perfecta, la compre y ni siquiera me la probé, pues sabia que era la perfecta, la vendedora me ofreció una blusa que iba muy bien con la mini, al medírmela me di cuenta que mis senos quedaban casi descubiertos, era ideal, aproveche y compre unas medias con sus ligueros, negros por su puesto, y una diminuta braga de esas que se ven en Internet y que por su puesto, sabia que iban a ser el adorno ideal para tan apetecible postre.
Eran cerca de la una de la tarde cuando decidí comprar lo necesario para la cena, fui al súper y compre todo lo que necesitaba, carne, algunos vegetales, velas, vino, algo de frutas y por su puesto de salida pase por una zapatería que según algunas de mis amigas, venden zapatos que usan las desnudista, pues tenían razón, ahí encontré los zapatos altos que buscaba, ahora si estaba todo completo, la comida, el postre y sus adornos. Eran las seis de la tarde ya estaba todo listo, la mesa servida, la comida lista y el postre solo esperando su turno. Alex llego y con solo verme se me quiso abalanzar, pero solo deje que me diera un beso que lleno todo mi cuerpo tomo mis nalgas entre sus manos y con un suave empujón lo aparte de mi y lo lleve a la mesa. Comenzamos a cenar y hablamos de todo lo que nos había pasado en el día, pero el, en su mirada reflejaba un hambre que no era común, como que si lo que se comiera esa noche no le iba a alcanzar, como si no lo llenaría. Yo por un lado trataba de contenerme y esperar mi turno, mi turno para ser devorada. Llego el momento ya la comida era un recuerdo de sabores y aromas, el vino solo dejo sus residuos en la botella y en la dos únicas copas que yacían en la mesa. De repente Alex me interroga "Nena y que hay de postre", "quieres postre"-le dije- "ya te lo traigo".
Me levante de la mesa me dirijo hacia la cocina y de regreso colocando mis manos sobre sus hombros le susurre al oído "tu postre de esta noche soy yo". Me tomo de las manos, me halo con una suave hostilidad hacia el, me sentó en sus piernas quedando los dos de frente me beso con tal frenesí y me apretó con fuerza contra su cuerpo, bajo rápidamente hacia mis tetas que poco tuvo que hacer para liberarlas de mi blusa, rompí su camisa desnudando su pecho, el nos levanto tirándome contra la mesa, yo tumbaba mi cuerpo y lo arqueaba mientras el chupaba mis tetas y mordisqueaba mis pezones, yo encendida en mis deseos le decía "muerde mas duro, pellízcame con fuerza, castígame, hoy quiero que me ames como una perra, la perra que de verdad soy". Eso al parecer lo encendió bajo su cabeza hasta mi concha apartando mi muy mojadas bragas las cuales también lamió, su lengua acariciaba mis labios el placer que me hacia sentir era inmenso, pero aun yo necesitaba y quería mas, me levante y sujetando con fuerza su cabeza entre mis manos le dije otra vez pero mas fuertemente "quiero que me muerdas y me lastimes, que me trates como los perros callejeros cojen a las perras de la calle". Sus ojos se llenaros de ira y de un enrojecido fulgor. Volvió a mi concha pero esta vez la chupaba con mas fuerza mordiendo, halando y hasta golpeando mi conejito que ya sentía hinchada por el castigo que le estaba dando. Sentí los típicos temblores que solo anunciaban que un orgasmo se acercaba y Alex seguía con su deliciosa y tortuosa faena, tome de nuevo su cabeza con mis manos pero esta vez era para presionarlo contra mi concha y en ese momento mordió y halo mis labios y ya no pude aguantar mas y un orgasmos de proporciones inimaginables exploto en mi. Al mirar sus ojo vi que se había dado cuenta, por su puesto, me moje toda y a el eso lejos de molestarlo lo encendió mas. Se levanto y acerco a mi cara su enorme verga la cual parecía querer explotar, directamente la empujo en mi boca bombeándola como si quisiera follarse mi boca, yo se la chupaba y la pajeaba al mismo tiempo, tiempo en el que el me decía "así es, quieres ser tratada como una perra, compórtate como tal y chupala como solo las putas lo saben hacer" lejos de ofenderme me animo mas a satisfacerlo y satisfacerme a mi y a mi deseo.
Cuando se sintió explotar trato de apartarme de el, sus esfuerzo fueron nulos yo deseaba acabar mi trabajo y no lo permití, aumente el ritmo de mis envestidas y con mis labios apretaba lo mas que podía su enorme verga, no paso mucho tiempo cuando sentí una palpitación en su glande y un liquido seminal anunciaba que lo había logrado; grandes cantidades de semen inundaros mi boca, yo las bebía como un sediento bebe el agua, sentí su sabor y mi desesperación aun continuaba y seguí chupando su falo hasta que el me retiro con fuerza, me levante me arranque mi blusa y quite la mini que para ya estaba en mi cintura, l oque no me quite nunca fueron los tacones que me daban esa apariencia a callejera, me acerque a el de nuevo y comencé a chuparle su verga de nuevo, después de un rato comencé a sentir que se levantaba de nuevo. Me monte en la mesa quite mis hilos ya casi destruidos y se los tire diciéndole " veamos si aun funciona como antes" se acerco de nuevo se monto en la mesa me beso en los labios y me llevo a acostarme en la mesa de nuevo, me dijo date la vuelta, yo como la perra que soy obedecí, me puse en posición de perro, o tal vez de perra, según se vea, y levante mi culo, el se monto sobre mi mordiendo mi espalda, mi deseo era tanto que tome su verga y me la metí, estaba tan mojada que no fue difícil que entrara, comencé a moverme y el solo decía " que puta cachonda te me has puesto" yo entre gemidos solo afirme "mmm, si, calla y golpéame, anda, hazlo" me movía como posesa, el me daba nalgadas y yo solo le pedía mas fuerza "dame mas duro, duro" me tomo de la cintura comenzó a bombearme con mas fuerza y mas rapidez que con la que yo anteriormente hacia mis movimientos, me cojia como lo quería como lo deseaba, me tomo del pelo y para mi era la gloria, sentí que un segundo orgasmo me llenaba y explotaba en ese momento, a lo mejor por mis gemidos acelerados el decidió darme con mas fuerza y fiereza y seguidamente acabo dentro de mi, se tiro sobre mi su peso a pesar de ser mayor al mió no me prohibió quitarlo encima de mi y terminar de recoger con mi boca el poco semen que se desperdicio. Me cargo me llevo a la habitación y así dormimos hasta la mañana siguiente que sorpresivamente al buscarle a mi lado, ya no estaba y solo había unos billetes con una nota que decía "espero volver a contar con tus servicios" me preocupe pero no me molesto solo recordaba las veces que le pedí ser tratada como una perra, como una puta y esos billetes (que aun guardo) fueron el punto final de una noche de ricos postres.