Cena de trabajo
Me llamo Juan, tengo 28 años y acabo de descubrir que me encanta chupar pollas.
Me llamo Juan, tengo 28 años y acabo de descubrir que me encanta chupar pollas.
Acababa de empezar la semana y estaba un poco preocupado, la rutina cada día se me hacía más insoportable. A pesar de que tenía un buen curro y la vida me iba muy bien, yo no estaba satisfecho. Físicamente me encontraba en mi plenitud, mis sesiones de natación y una dieta equilibrada me mantenía en un estado físico muy aceptable, además sin ser un tío excesivamente guapo, mi tono de piel oscuro, producto de mis genes andaluces, y mis ojos verdes hacían un conjunto con el que siempre había conseguido a las tías que deseaba. Llevaba 2 años casado, a mi mujer Sofía la conocí a través de una compañera de curro, desde el principio
todo funcionó bien, el primer día que nos conocimos ya acabamos follando como dos locos en el rellano de casa de sus padres.
Sexualmente hablando también estaba muy satisfecho, la genética también me había dotado con una polla de dimensiones aceptables, mis 19cm con un grosor importante, siempre habían sido un bocado sabroso para toda boquita y chochito que me había conocido.
Pero yo no tenía bastante, mi vida pasaba entre el curro y los polvos rutinarios con mi mujer. Necesitaba cambiar algo y darle más pimienta a mi vida, pero no sabía ni qué hacer ni de qué manera podía cambiar la situación.
Esa misma semana en mi empresa se organizó una cena, trabajaba en un estudio de arquitectura y todos éramos bastante jóvenes. No éramos muchos, 15, casi todo tíos, entre ellos se encontraba Javier, desde el primer día habíamos tenido buen rollo. Entramos prácticamente a la misma vez y aunque él era bastante más joven
,23 años, el hecho de ser nuevos en su momento, nos hizo entablar más relación ya que nos juntábamos para almorzar o para comer juntos en el comedor.
Juan era un tío raro, habían pasado dos años desde que entramos en la empresa y prácticamente solo se seguía relacionando conmigo, se le veía muy tímido y eso que físicamente era un tío normal, quizás algo delgado, alto, pelo corto, y una cara de crio que le daba un aire de macarrilla que a mí al principio me tiraba para atrás, ya que no me mola la peña de ese rollo. Además era muy celoso de su intimidad y en nuestras conversaciones nunca me hablaba ni de su familia ni de posibles novias. Pero era buen tío, hablábamos de cosas del curro y de los compañeros y a pesar de su pinta siempre tenía una palabra de ánimo o una disculpa para todo.
La noche de la cena como siempre, me senté a su lado. O mejor dicho él se sentó a mi lado. Yo harto de la semana y agobiado por la rutina decidí pegarme un buen festival esa noche, comiendo y bebiendo lo que hiciera falta. La cena transcurría entre tablas de embutidos y botellas de vino y como suele
pasar en esas cenas las conversaciones fueros subiendo de tono. Ernesto, el informático de la empresa, nos acabó contando el polvo que había tenido la noche anterior
con su novia, una venezolana con unas tetas increíbles, que según él era una ninfómana ya que lo tenía todo el dia follando..aquello me empezó a calentar
sobre manera y decidí que aquella noche acabaría follando aunque ellos supusiera ponerle los cuernos, por una vez, a mi mujer.
Salí de la cena medio borracho y con un calentón de la hostia, nos fuimos casi todos a tomar una copa a una pub del centro de la ciudad y seguir con nuestro festival…aquí entre copas y chupitos fuimos consumiendo la noche, intente acercarme sin suerte a algún grupito de tias para ver si veía posibilidades de cumplir la promesa que había hecho, pero esa noche no tenía suerte y todas acababan huyendo de mis baboseos y magreos varios.. al final todos se iban retirando a sus casas y solo quedamos cuatro, dos compañeros aparejadores, Javier y yo..ellos también se rajaron enseguida y se piraron y Javier también me dijo que se quería pirar ya, intente convencerle
para que siguiéramos la fiesta pero era imposible, él me decía que estaba cansado y que yo con mi borrachera debería irme a mi casa, me propuso acercarme
a casa en su coche ya que. en mi estado era un peligro que condujera, así que frustrado por mis deseos insatisfechos solo pude aceptar la retirada.
Íbamos en dirección al coche cuando pasamos por la puerta de un pub todavía abierto e intente convencer de nuevo a Javier para que entráramos, me puse muy pesado insistiéndole hasta que Javier harto me dijo que ese pub era de gays y que si aún tenía ganas de entrar…aquello me descoloco un poco ya que si bien en un primer momento no le di más importancia, ya en el coche se me ocurrió preguntarle como sabia él que ese pub era de gays, nunca me había planteado la posibilidad de
que Javier fuera gay, aunque a mí eso me daba exactamente lo mismo, yo no tenía ningún tipo de prejuicio con la sexualidad de cada uno, ya que era de los que pensaban que cada uno podía hacer con su cuerpo lo que quisiera. Nunca había tenido interés por los tíos aunque de joven me había hecho unos pajotes con un colega y ya sabía lo que era el tacto de un polla en mis manos.
Javier tampoco le dio más importancia a mi pregunta y sin ningún tipo de problema me dijo que alguna vez había ido a ese pub ya que él era gay. Aquello me produjo un sobre calentón de golpe, y me hizo ver a Javier de otra manera, ahora mi vista se iba hacia su culo. No me atraían los hombres pero mi calentura solo me hacía ver un culo al que penetrar esa noche para desfogar mis instintos más bajos. Sin ningún tipo de pudor le pregunte si yo le molaba…si él se lo montaria conmigo en el caso de que fuera gay…él medio en broma y conociendo mi identidad sexual me dijo que no estaba nada mal, que si me pusiera a tiro, él quizás probaría. Aquello hizo que mi
reacción inmediata fuera ponerle una mano en su pierna…él me miro sorprendido y se quedó sin hablar…yo continué bajando mi mano hasta colocarla entre el
asiento y su culo. Javier acerco su coche a un lado de la calle y me pregunto si estaba seguro de lo que estaba haciendo, a lo que yo respondí con un masaje
de mi entrepierna marcando la polla ya erecta y a punto de explotar.
Javier puso en marcha el coche y lo dirigió a las afueras de la ciudad. Entramos en una pinada que se encuentra a pocos kilómetros de donde estábamos, famoso lugar porque es adonde van las parejas a follar con sus coches…cuando llegamos allí se adentró un poco más por un camino de tierra que yo desconocía hasta dar con un pequeño descampado donde se encontraban un par de coches más con tíos dándose el lote dentro de ellos, aquello debía ser la zona donde van los gays a desbordar sus pasiones.
Javier sin más dilación me saco del coche y me puso en la parte de atrás. Sin llegar a quitarme la camisa si quiera, se abalanzo hacia mis pantalones bajándolos rápidamente para dejarme solo con mis slips blancos ya manchados por mi erección, la polla me iba a reventar, Javier se agacho y empezó a manosear mi polla por encima del slip. Mientras me pajeaba lentamente, yo le quite la camisa y le empeze a meter la mano por su pantalón apretando su culo y buscando ya con mis dedos su ano.
En ese instante los dos paramos y nos dedicamos a desnudarnos mutuamente, le baje el pantalón y se quedo solo con un bóxer azul que marcaba una polla IMPRESIONANTE, aquello superaba con creces lo que tenía yo entre las piernas, sin más dilación le baje los calzoncillos saliendo disparada hacía arriba su pollon, debería tener por lo menos 22 cm y un grosor también considerable, él no perdió el tiempo y sin ni siquiera quitarme del todo el slip se metio mi polla en su boca, primero paso su lengua por mi frenillo, alternando despues lengüetazos a todo mi tronco con mamadas donde se metía toda la polla en la boca…uff aquello me estaba poniendo a dos mil, con mis manos y recordando mi juventud agarre su pollon y lo empecé a masturbar poco a poco subiendo y bajando su piel. En ese instante Javier saco mi polla de su boca y tumbándose a lo largo de todo el asiento trasero me propuso un 69, aquello era nuevo para mí, hasta ahora solo había pajeado una polla pero de ahí hasta
hacerle una mamada era un paso que sabía que no tendría retorno, me pare unos instantes y recordé mis semanas de rutina, mis polvos repetitivos y sin ningún
tipo de duda decidí que esa era la pimienta que le iba a dar a mi vida. Me tire encima de él ofreciéndole mi polla a su boca y encarando la mía hacía en pollon que casi me sacaba un ojo, aquello desde cerca se veía impresionante, acerque mi boca en principio con miedo hasta que entreabriendo mis labios friccione su capullo descubriendo un sabor que no me desagrado, empecé a imitar los movimientos de su boca, sin poder llegar a meterme en la mia ni la mitad de su pollon…aquello era más excitante de lo que imaginaba, recibir una mamada y notar la dureza de un pollon en tu boca era algo que nunca podía imaginar que acabaría haciendo, pero me gustaba y mucho.
Mientras seguíamos con nuestras mamadas note como Javier acercaba sus dedos a mi culo, primero pare de golpe mi mamada ya que hasta entonces mi culito era totalmente virgen pero después continúe dejándome llevar por el placer de la mamada que estaba recibiendo. Cuando me descuide Javier ya había introducido su dedo en mi culo..a principio este se negaba a dejarse atravesar, pero una vez relaje mi esfínter aquello me dio un morbo y un placer nuevo para mí, mi polla estaba a reventar y al introducir su segundo dedo en mi culo explosiono violentamente lanzando leche directamente a la boca y la garganta de Javier, nunca, NUNCA me había corrido así, fueron por lo menos 6 o 7 chorros los que inundaron la boca de Javier que no dejo escapar ni una sola gota de mi semen.
Javier se incorporó girándose , esta vez fui yo el que se recostó sobre el asiento posterior , acerco su polla a mi boca poniendo mis manos sobre su culo. La follada de boca que me dio fue de órdago, pensaba que me ahogaba, el con movimientos rápidos me introducía su polla hasta la garganta haciéndome tener arcadas por su descomunal tamaño de polla. Yo aprovechaba mientras tanto para apretarle sus nalgas mientas introducía sin ninguna dificultad dos dedos en su ojete.
Pero Javier no se quería correr en mi boca…quería más…
Tras un buen rato en esa postura Javier se quiso cobrar su precio e introducir su polla en mi culo..aquello no me pareció una buena idea ya que me daba autentico terror que un pollon como el de él taladrara mi culo, aun así yo ya sabía que me había convertido en su puta y deseaba que un pollon desvirgara mi ano.
Me puso cara la ventana a cuatro patas y se posiciona detrás de mí con todo su verga a punto de explotar, en aquel momento me quede sorprendido al ver detrás de la ventana del coche a dos tios de más o menos la misma edad de Javier, mirando el espectáculo y con sus pollas en las manos…aquello me excito sobre manera, me había convertido en una puta viciosa en una sola noche dejándome llevar por mis instintos más primitivos, sin dudarlo baje la ventana y les dije que acercaran sus pollas a mi boca…uhmm …eran suculentas, no eran tan grandes, ni mucho menos, como la de Javier, pero eran dos pollas durísimas , circuncidadas y con bastante precum, aproxime mi boca a ellas y alternando a ambas fui metiéndomelas en la boca.
En ese momento aprovecho Javier, para poco a poco introducir su capullo en mi ojete…los dedos que me había metido antes habían dilatado mi ano, pero aquello era demasiado grande, empezó rodeando con su punta todo mi ojete, dando ligeros masajes y presionando poco a poco mi agujero, mi culo se abría todo lo que podía deseando ser penetrado por aquella fuerza de la naturaleza, de repente note un empujón más fuerte y sentí desgarrarme, deje de chupar y Javier se mantuvo parado, quieto dejando que mi cuerpo de ajustara al nuevo visitante, tras uno segundos Javier empujo un poco de nuevo, creía que me partia en dos…mi cara estaba colorada de placer y dolor mientras los dos jóvenes de fuera me introducían de nuevo sus pollas en mi boca…poco a poco Javier empezó el mete saca…primero lentamente para que mi culo se acostumbrara a semejante rabo y después poco a poco más rápido, aquello se transformó en un placer inusual para mí, me sentía penetrado analmente y bucalmente, era una puta a la que en aquel momento podían hacerme lo que quisieran.
Javier ya me la metía violentamente, notaba como estaba a punto de explotar, yo no paraba de gemir y gritar, sin que nadie me tocara me corrí de nuevo entre espasmos que contraían mi culo, aquello hizo excitar más si cabe a Javier que entre gritos me inundo los intestinos con varios trallazos de leche espesa y caliente…a la vez y casi sin darme un respiro, los dos jóvenes de fuera se corrieron en mi cara con unos chorros que casi me sacan un ojo…GUAAAU!!! Aquello fue increíble me sentía la más puta y la más viciosa del mundo en ese instante…y a la vez que me llenaban las entrañas y la cara …me sentí extasiado y contento…HABIA ENCONTRADO LA PIMIENTA DE MI VIDA.
Espero que os haya gustado para comentarios y opiniones: gamusero@yahoo.es