Cena con postre

Despues de enseñar algo de windows a una amiga me invita a cenar en casa de su hermana.

CENA CON POSTRE

Hola, soy Toni lo que os voy a contar es realidad si bien el final no fue así exactamente.

Soy un loco de la informática y me saco algo de dinero enseñando. Este verano me dijo una vecina del pueblo que se llama Rosa si le podía enseñar algo por lo menos para desenvolverse, y así lo hice.

Al finalizar me pagó y me dijo Rosa que me invitaba a cenar en casa de su hermana el sábado. Como mi mujer estaba trabajando ese sábado y por no quedarme solo acepté.

Llegó el sábado y fui a casa de la hermana que se llama Ana. Rosa es una mujer de casi 30 años, morena, ojos verdes, un poco bajita, y unas tetitas algo pequeñas. Ana tiene 35 y es alta un poco más delgada, morena y unas tetitas pequeñas.

Llamé a la puerta y me abrió Rosa que llevaba una blusa blanca que se transparentaba el sujetador blanco y de encaje y unos pantalones pirata blancos, me guió hasta el salón donde estaba Ana sentada en el sofá, levaba una camiseta blanca sin tirantes y una minifada de flores. Me senté en un sillón enfrente de Ana y ahí es donde empezó mi suplicio primero y gozo después. Ana estaba con las piernas separadas y al mirarla de frente se le veía la braguita roja de encaje, yo me estaba poniendo a mil. Nos tomamos un vino con un aperitivo antes de cenar. Durante de la cena estuvimos hablando de temas de todo tipo, hasta que llegamos al postre.

ANA – Te hemos invitado a cenar aparte que te la debía por el cursillo, queremos hacerte un regalo que no vas a olvidar.

ROSA – Ven vamos a la habitación.

Me cogió Ana de la mano y me llevó hasta la habitación, Rosa venía detrás.

Ana me echo a la cama y entonces se empezó a desnudar poco a poco. Yo estaba tumbado en la cama, se acercó Rosa y me empezó a pasar la mano por la entrepierna. "vaya esto promete", me bajó los pantalones y el calzoncillo y me empezó a chupar la verga que ya estaba a dura. Mientras Ana solo tenia la tanga y el sujetador, llamo a su hermana para quitarle el sujetador "porque ella no podía", se lo quitó poco a poco y le palpó las tetitas tan blancas y tan sexys. Eso ya me puso a mil, me levanté, empecé a besar a Ana por todo el cuerpo poco a poco hasta que llegué a la entrepierna, entonces me aparto y se fueron las dos a la cama, Ana boca arriba y me llamo "ahora hazme lo que quieras".

Sin pensarlo la penetré hasta dentro, Rosa estaba en el suelo sentada masturbándose, se miraron las dos hermanas y vino a la cama y se enfundaron un morreo de los que hacen época. Bajo su boca Rosa poco a poco por todo el cuerpo de su hermanita, los hombros, las tetas, los pezones, el ombligo, me levanté yo y ella siguió bajando. Ana estaba a punto de correrse. Empecé a besar a Rosa por la espalda, fui bajando hasta que llegue a su culito, le metí primero un dedo después otro, Rosa estaba en el paraíso mientras le comía el coño a su hermanita y yo le metía dos dedos en su conchita. Cuando se cansó de comerle el coño a su hermana se tumbo en la cama al lado de ella, yo entonces me eche encima de ella para comerle toda la delantera empezando por la boca para acabar en su coñito que estaba chorreando. Mientras Ana se estaba metiendo uno de sus dedos en su rajita. Como yo estaba a punto de explotar, penetré a Rosa. Después de dos horas ya agotados me fui a duchar y las dejé a las dos hermanitas en la cama jugando. Me vestí para irme. Al tiempo mi mujer, mi antiguo compañero de mili y yo fuimos a cenar con Rosa y Ana, lo que pasó ya os contaré en otra ocasión.

Ya me comentareis que os ha parecido en abr1965@hotmail.com