Cena con la amigas ( y mi marido durmiendo)

Relato de una salida con amigas, que acabo de una manera nada inocente.

Salida a cenar con las amigas (y mi marido durmiendo)

Hola a todos, ante todo quisiera presentarme, mi nombre es Karla, soy de Barcelona, tengo 30 años, pelirroja, 1,60, 50 kilos, estoy casada y trabajo de administrativa en una conocida empresa, de la cual no puedo dar el nombre.

También quisiera informaros, que en mi perfil, podréis encontrar un link, con mí pagina web, totalmente amateur, realizada por mí.

En mi anterior relato (Los Aromas de Karla), reconozco que todo sucedía de una manera muy rápida, y sin dar detalles, pero fue producto de mi excitación, mientras escribía.

Los que hayan leído mi anterior relato, sabrán porque decidí dedicarme a vender mis prendas usadas. Ahora os contare mi segunda experiencia en este mundillo.

Había decidido salir a cenar con unas amigas, pero como llegue a la cita un poco antes, decidí entrar en un cibercafe, para leer el correo, y tenia un mensaje de Pedro, un chico de Barcelona, que estaba muy interesado en cómprame un tanga usado, para que lo llevar su mujer, así que me conecte al msn, y hay estaba el, así que me dispuse a concretar el envió.

Pedro me pregunto que tanga llevaba yo en ese mismo instante, así que le explique con detalle, mi minúsculo tanguita de color Burdeos.

Me contó, que le daría muchísimo morbo, que se lo enviara, para hacerle fotos a su mujer con mi tanga puesto.

Después de hablar un buen rato, le explique que había quedado para ir a cenar con unas amigas, y que se lo podría enviar al día siguiente.

Entonces el me propuso una idea, al estar en un sitio céntrico, podría meterlo en una bolsa, y dejárselo al encargado del local, para que Pedro pudiese pasar a recogerlo.

Así que no me lo pensé dos veces, entre en el baño, y me quite el tanga, que en ese momento ya estaba empapado por mis jugos, debido a mi excitación con la idea.

Y lo deje metido en una bolsa a su atención.

Mis amigas llegaron en ese momento, así que decidimos ir a cenar, al rato de estar acomodadas en nuestra mesa, me di cuenta que había tres hombres, que no nos quitaban la vista de encima, así que les invite a sentarse con nosotras. Después de tomar varias copas, decidimos ir a hacer la penúltima, a un bar cerca de donde estábamos.

Mientras bebía, note que uno de ellos, se me insinuaba muchísimo, rozándome la pierna con la suya, esa situación me daba muchísimo morbo, y al estar yo sin tanga, empecé a preocuparme por no manchar mi pantalón, así que me dirigí al baño, la verdad, es que debido a un enfado con mi marido, hacia dos meses que no practicaba sexo, y eso es muy duro.

Carlos, que es como se llamaba el chico que se me insinuaba, me siguió hasta el baño, y entro conmigo. Me cogió por la cintura, y me estrecho con sus brazos fuertemente, note inmediatamente toda la erección de su miembro, con una presión sobre mi pantalón, el echo de no llevar ropa interior, hizo que la sensación fuese mas intensa, y producto del alcohol, y de la abstinencia sexual, me volví loca de pasión, introduje mi lengua en su boca tan bruscamente, que por un segundo creí que le había lastimado.

En ese momento me di la vuelta, y me apoye sobre la pica del baño, de espaldas a el.

-"Bájame los pantalones y follame" le dije.

Él sin pronunciar palabra lo hizo, exclamando un "Joder", cuando vio que no llevaba

Ropa interior.

Empezó a embestirme de forma salvaje, mientras me bombeaba mi coñito, totalmente empapado, y lleno de el, empezó a manosearme el pecho pellizcándome mis pezones.

La idea de que mis amigas estaban a solo unos metros nuestro, y de que mi marido estaría durmiendo placidamente, me hizo sentirme como una puta, y lo peor es que me gustaba.

Movía mi culito para Carlos, primero muy despacito, por el espejo podía ver su cara desencajada de placer, me apartaba de el, dejando solo la puntita de su polla dentro de mi, mientras realizaba movimientos circulares con mi cintura. Así 5 segundos, y un golpecito de cadera fuerte hacia atrás, para introducírmela entera.

Como os podéis imaginar, no tardo nada en empezar a eyacular dentro de mi coñito.

El calor era intenso, un cosquilleo recorrió el interior de mi vajina, al sentir ese calor que mi cuerpo tanto necesitaba.

Me di la vuelta, le bese dulcemente en los labios, y le abroche los pantalones.

En ese instante caí en Pedro, y su mujer con mi tanga, así que se me ocurrió una idea súper morbosa.

Le explique todo a Carlos, y tras despedirnos de los demás, volvimos al cibercafe, y me conecte con Pedro.

Encendió su web cam, y pude ver a su mujer, una chica de unos 25 años, rubia, y muy esbelta, tocándose con mi tanga puesto.

Le Comente a Pedro que mi marido estaba conmigo, y que le había encantado su mujer, y que le proponía hacer un intercambio. Le pareció un idea excelente, así que sin mas preámbulos, nos dirigimos a su casa.

Pedro nos abrió la puerta, y con mucha amabilidad, nos invito a pasar, Vero su mujer, ya estaba preparando unas copas, así que mientras nos sentábamos me pregunto:

-"¿Te gustaría oler tu tanga, que ahora llevo yo puesto?"

-"Me encantaría" le dije.

Entonces me cogió de la mano con mucha suavidad, mientras me llevaba a su habitación.

-"¿Has estado con otra mujer alguna vez?" Pregunto vero.

-"No, solo en mis fantasías, pero estoy ansiosa por olerte" respondí.

Se acostó en su cama con las piernas bien abiertas, mostrándome como le quedaba mi tanga.

Me acerque apoyando mi nariz, encima de su sexo, y reconocí mi propio olor, mezclado con el suyo.

Inmediatamente comencé a sentirme muy mojadita, mientras empecé a pasar mi lengua sobre el tanga. Estaba descontrolada, hay estaba yo, lamiendo mi tanga, puesto en otra mujer, y mientras pasaba mi lengua, notaba que el tanga se iba humedeciendo, y no solo por mi lengua.

En ese momento, le quite el tanga, y por primera vez en mi vida, tenia a dos dedos de mi cara, el coño de otra mujer, así que empecé a disfrutar, besándole el clítoris.

Suavemente se lo mordí, estirándolo un poquito, mientras lo soltaba, y lo rodeaba con mis labios, succionándolo, para soltarlo bruscamente, y empezar a lamerlo muy deprisa.

Podía oír sus jadeos, y notar como se lubricaban sus labios vaginales. Entonces aparte mi cara, y con las manos los separe, pudiendo verla en todo su esplendor, los labios eran oscuros y contrastaban con el color rosa intenso de su interior, que brillaba por la abundancia de sus jugo.

Tense el músculo de mi lengua, endureciéndola lo máximo que pude, para introducirla dentro de su coño. En ese instante, sentí que pedro estaba detrás de mí, y de un golpe brusco me bajo los pantalones. No espero ni un segundo, note un golpe terrible, y me ensarto sin piedad.

Me inmovilizo las caderas con las manos, impidiendo que me moviese. Quería controlar él las embestidas, que sintiese que le pertenecía, y que él marcaría el ritmo.

Entonces Carlos, introdujo su pené en la boca de Vero. La escena era muy morbosa, podéis imaginarme, metiendo mi lengua en el coño de ella, mientras se la comía a un desconocido, y mientras su marido reventaba mi coñito.

Después de un rato en esta posición, Pedro hizo que nos incorporásemos, y que nos sentásemos juntas, mientras introducía su polla en mi boca, igual que Carlos en la boca de Vero.

-"vamos a corrernos en la boca de estas guarras" dijo Pedro.

Yo lamía el tronco de la polla de Pedro, de arriba abajo sacando todo lo que podía mi lengua, luego me acercaba a su glande, y poniendo la lengua dura, realizaba movimientos muy rápidos, lo que hacia que tensase todas sus venas, entonces me introducía su polla en mi boca, rodeándola fuertemente con mis labios, mientras el me cogía del pelo, y me obligaba a mover la cabeza con rapidez.

Note una explosión de calor en mi boca, se estaba corriendo dentro, su semen era especialmente salado, denso, y más abundante que el de mi marido.

-"no te lo tragues, espera" me grito pedro.

Cuando Carlos hizo lo mismo en la boca de Vero. Y nos quedamos las dos, con la boca llena de Semen, esperando las ordenes de Pedro.

-"besaros, y compartirlo como buenas amigas" dijo.

Yo me abrace a ella, y juntamos nuestras bocas. Nuestras lenguas se encontraban, mientras la leche rebosaba por la comisura de nuestros labios, manchando nuestro cuerpo. Me separe y vi que tenia manchados los pezones, así que con mi lengua recogí los restos, y volví a besarla.

Estábamos agotadas, igual que ellos, así que después de una copa mas de cortesía, Carlos me acerco a mi casa, y después de anotar nuestros teléfonos se despidió.

Entre en mi casa, en absoluto silencio, y después de ducharme, me acosté en la cama al lado de mi marido ajeno a todo lo sucedido. Sin poder resistir un segundo mis ojos se cerraron.

Esta es la historia de mi sueño erótico más gratificante que he tenido últimamente.

Espero que lo hayáis disfrutado igual que yo lo hice, de echo mi marido agradeció mi modo de despertarme.

Solo me queda una duda,¿ porque tenia en mi bolso un papel con el teléfono de un tal Carlos?

Besitos

Karla