Celos insólitos
Increíble, llegué a sentir celos de él.
CELOS INSOLITOS
Te lo dí complaciente,
por cumplir tu deseo,
ya que mucho anhelabas
un hermoso muñeco,
con los ojos vivaces,
de carita encendida
y simpático aspecto.
Irradió la alegría
en tu rostro, y mil besos
fueron la muestra grata
de tu agradecimiento,
pues colmado ya había
tu ilusión y tu anhelo,
y no era comparable
nada, a aquellos momentos.
Pero, desde aquel día,
comenzó mi tormento,
pues torturan mi mente
caprichosos, los celos,
al pensar en las noches,
cuándo ríndete el sueño,
que él invade la blanca
conjunción de tus senos.