Celos (5)
La besó con fuerza a pesar de sí misma; sus labios se suavizaron, rindiéndose a la invasión de su lengua...
Celos V
La besó con fuerza a pesar de sí misma; sus labios se suavizaron, rindiéndose a la invasión de su lengua, a Gaby no le importaba mucho ahora mismo que no hubiera ternura, había un deseo tan salvaje, una necesidad tan primitiva en los labios de Cristina que la impulsaba a comportarse con brusquedad, como si tuviera prisa, contagiándole a ella la sensación. Y es que a largo de estos dos años sólo ha soñado con Gaby, y se siente hambrienta de no haberla sentido todo ese tiempo. Le mordió el labio inferior con fuerza, Cristina gimió, estremeciéndose y apretándose más con ella se acariciaron un poquito más, y con cierto desánimo se dispusieron a regresar a la fiesta. Ambas buscaban en silencio, la ropa esparcidas por la habitación no había mucho que decir, hasta que Gaby logró encontrar su tanga roja
_ Pero bueno, ¿qué has hecho con mi braga? _ la miro mostrándoselas totalmente destrozadas, Cristina la miró primero asombrada, luego divertida
_ ¿Cómo he podido rasgarlas así? Te compraré otras, hui esas ya no sirven para mucho _ dijo sonriendo pero su mirada se deslizó por aquel vientre hasta el pubis rasurado, precioso, casi divino, sonrió lentamente, rozándose los labios, sintiendo una urgente necesidad de besarlo Gaby la miro incitada, notó el ansioso subir y bajar de sus senos, en la curva de sus bustos, noto las duras puntas de sus pezones, visiblemente erectos
_ No , Cristina No, no vayas por ahí _ pero su voz y su ojos delataban el deseo que ya afloraba, Cristina sintió más ganas de besar su pubis después de escucharla, podía ver en sus ojos la excitación, el indicio del ardor sexual ya no pensaba en otra cosa que tener entre sus labios su pubis, el control de su cuerpo, su sensualidad era un ardor imposible de resistir
_ Va a ser sólo un besito, algo inocente, ingenuo, es sólo un roce déjame darte sólo un beso Gaby , por favor _ pero no espero la respuesta se arrodilló a los pies de ella y metió su rostro entre los muslos, y beso aquel monte de Venus con delirio, casi con adoración. Gaby sintió su beso, sintió esa lengua tentadora delineando su pubis y desplazándose fácilmente hacia su clítoris, y con esas caricias se le aflojaron las piernas y acabo sentada en la punta de la cama, aquellos torturantes labios gatearon lentamente por su vientre hasta posarse en la punta de sus pezones erguidos, torturándola hasta la saciedad, volvió a caer en su pubis. Gaby luchó por controlar su respiración, podía sentir la transpiración en su piel y el calor que le subía por el cuerpo azotándola
_ Me gusta tu sabor, Gaby_ susurró mientras seguía arrodillada lamiendo sus labios exteriores, su clítoris, su aliento al hablar le producía a Gaby un placer infinitamente violento_ tan dulce y tan ardiente, he soñado con este sabor todos los días, me sigue persiguiendo esa ansia de ti
_ T te te-nemos queee ir-n _ Gaby suspiro ante la súbita incapacidad de articulación pero ya la otra no la escuchaba Gaby se sentía como si la sangre le hubiera abandonado, se sentía débil y vulnerable. Los pensamientos flotaban en su mente, desordenados, destrozados por la sensación de esos labios fogosos que habían trepado ya por su cuello hasta aferrarse primero a su boca para saborear sus labios y deslizarse despacio mordisqueando su barbilla. Cómo la estremecían esos labios que siguieron arrastrándose para volver a sus rígidos pezones, lamiéndolos tan gustosa que provocaba comerlos Sin prisa volvió a los labios, Cristina hacía gala de una paciencia atípica en ella, los mordió con regodeo, feliz por sentirla suspirar; resbaló y lamió su mentón, se deslizó hasta su cuello marcándolo con la boca hasta provocarle un plácido dolor y descendió sin muchos más preámbulos por el surco de sus senos hasta su vagina. Con un gesto lleno de dulzura, aparto delicadamente los hinchados labios de su sexo con su lengua, a fin de acceder al punto más sensible, golpeo con la punta el clítoris, haciéndole hervir de gusto al delicado capullo. Gaby se sintió arrastrada por una ola de erotismo, su cuerpo entero gritaba de necesidad mientras aquella boca caliente y húmeda le atravesaba su sexo, su cuerpo de pronto tan volátil como su fuerza se perdía en un sinfín de sensaciones. Sentía que toda ella vibraba, millares de descargas le transferían un infinito placer derramándosele sobre la piel. Unos dedos torturadores sustituyeron la lengua, recorriendo la longitud de su abertura hasta que uno se corrió por los espesos y resbaladizos jugos que la humedecía, insinuándose hacia lo más profundo de su interior, escarbando sus paredes vaginales, acariciando la sensible carne, haciéndola jadear de placer, los dedos empapados la hicieron notar que Gaby se estremecía al borde de un ardiente fuego, precipitándose salvajemente ante aquel gozo. Cristina se deslizo encima de ella y Gaby logró bajar su mano y hundir dos dedos en su apretada y mojada vagina, sintiendo el tacto de la carne suave contra la yema de sus dedos, la otra tembló, expresando un gemido de placer cuando la gruesa longitud la penetro, los sacó. Cristina luchaba entre gemidos, suplicaba por más, que la penetrara lentamente, su cuerpo ardiente se arqueó cuando dos dedos empujaron despacio dentro de su apretado coño. Era una estimulación lenta como Gaby la tenía acostumbrada, los dedos separaban sus músculos vaginales, haciéndole temblar la carne con el principio del éxtasis. Volvió sacarlos y meterlo, esta vez introdujo el pulgar humedeciéndolo del todo. Cristina jadeó sintiendo el vicioso calor de su vagina mojándolo todo. El dedo se paró, se paró a mitad de camino dentro de ella, sus músculos vaginales se apretaron desesperadamente por la necesidad, por el deseo de que siguiera aquella fricción maravillosa pero Gaby paró.
_ Hace dos años que estoy deseándote, estoy deseando esta necesidad tan asombrosa de tenerte, esta necesidad tan consumidora que me nubla la mente y me obliga a suplicarte no te pares ahora, no ahora que me matas_ su espalda se arqueó, su cabeza se irguió hacia tras cuando sacó el pulgar y dos dedos se deslizaron con un poderoso empujón; al mismo tiempo sintió el pulgar de Gaby clavarse en el pequeño y apretado agujero que se dilataba a su paso enviando una llamarada de dolor y placer que disfrutaba demasiado y que añoraba en sus noches más apasionadas, se estremecía por el orgasmo tan cerca, tan cerca que ella podía sentirlo palpitar con desesperación. Los dedos de Gaby se deslizaban dentro de su vagina ansiosa, y otro dedo se hundía en el interior de su culo atormentándola, estremeciéndola ambas penetradas se sentía consumidas por un espasmo que amenazaba estallar sus cuerpos. Y; entonces copularon, se follaron con todas sus fuerzas. Se follaron como en un huracán de pasiones. De vez en cuando rompían la cadencia de sus movimientos desorbitados para retrasar la inminente cadena de orgasmos, pero fue imposible detenerlo, vibraron ante la avalancha de ardientes sensaciones, emociones que se precipitaron por sus cuerpos a un ritmo vertiginoso y sus caderas empujaron más fuerte y alcanzaron el punto culminante con una gran explosión multiorgásmica, duros espasmos sacudieron sus cuerpos, ambas gritaron de placer contenido ante tal liberación para llegar a un éxtasis supremo que sólo conocían juntas.
Lucharon por respirar, Jadeaban una cima de la otra, Cristina suspirando y estremeciéndose con la sensación de unos labios gentiles, Gaby temblando y besándola de vez en cuando, esta vez lograron separarse mientras luchaba por tomar aliento, permanecieron un rato desmadejadas, tan sofocadas que apenas podían moverse, hasta que fueron consientes de que estaban empapadas en sudor
_ Creo deberíamos darnos una ducha, tenemos que volver, Gaby _ dijo Cristina acariciándola entre jadeos
_ Sí, tengo pringoso hasta el pelo, y un baño nos enfriará un poquito a las dos ¡esto ha sido increíble! _ El baño fue rápido, entre besos y caricias pero rápido comenzaron a vestirse a toda prisa, Gaby tomo un vestido amarillo de tubo no muy corto del armario, en un cajón saco una bragas color salmón, un sostén de encaje haciendo juego. Cristina se quedo mirando la diminuta tanga
_ ¿No te vas a poner eso verdad? Ese vestido se te trasparenta demasiado la gente que está allí es muy moralistas Gaby, vas muy provocativa.
_ Cristina, no cuela _ dijo mirándola con las manos en la cintura
_ Bueno vale a parte de todo eso que también es verdad, en realidad, no me gusta como los hombres te miran cuando vas demasiado sexy _ dijo con voz tierna
_ Eso es más real_ se giro, saco una braga marfil y se la mostró _ Y esta, le gusta más a mi mujercita
_ Esa está mejor, _ dijo Cristina sonriendo_ he dicho mejor no que esté bien, porque seguro que esa rubia que anda contigo te va a desvestir con la mirada ¿estás liada con ella Gaby? _ Pregunto poniéndose seria.
_ No, no estoy liada con ella: sólo es una amiga. Que pesada que estas con eso, eh _ dijo mientras terminaba de vestirse y arreglase un poco el pelo mojado
_ De verdad, _ Gaby la miro_ vale, vale aunque ella te desviste con la mirada. Y de esas cosas yo si sé, cariño, yo también te quito la ropa con los ojos_ dijo sonriendo dando sus últimos toques a su vestido.
_ Ah Sii... _ se acerco y le dio varios besitos en los labios. _ susurrándole al oído apretándola contra la pared mientras le frotaba un muslo contra su entre pierna _ mejor nos vamos que no voy poder soportar el calor que estoy empanzando a sentir, te deseo demasiado Cristina, quiero follarte, deseo bombear con un consolador ese pequeño y apretado culito que tienes; el pobre se te ha quedado hambriento de ganas, quiero ir tus gritos pidiéndome más, mientras te penetro con los dedos y con la lengua ese rico coñito tuyo que ahora mismo debe estar muy húmedo _ Cristina tembló ante el recuerdo de la excitación y la caliente necesidad de hacerlo, su piel estaba sensible, sus senos hinchados de excitación, su sexo tenso de necesidad
_ Cariño me estas poniendo a mil y no tenemos otra opción que irnos ahora mismo _ dijo casi en un sollozo. Un beso sello la necesidad que estaba empezando a emerger; y 15 minutos más tarde entraban por la puerta de la discoteca.
Lucia que había estado observando las escaleras de entrada preocupada porque eran las dos de la madrugada pasadas y su hermana se marchó a eso de las 12:30 las vio a ambas bajar la escalera, como si hubieran llegado juntas, lo cual le pareció raro. Gaby se había cambiado de vestido y ambas tenían el pelo húmedo. Lucia se acercó
_ Hola, ¿te has demorado mucho, no? _ dijo a su hermana y desvió la mirada hacia Gaby, que se le vio un poquito nerviosa. Lucia se percató de dos morados que tenía en el cuello. Gaby se entorpeció y por instinto se llevó la mano al cuello, sentía el ardor de ese lado y supuso con pánico que tendría un chupetón tosió nerviosa y dijo
_ Eh bueno yo, yo , eh me tengo que ir _ señaló en dirección contraria a las dos mujeres y añadió mirando a Cristina_ Muchas Gracias por, _ volvió a toser nerviosa_ por, por ya sabe por llevarme y eso ehh, señora _ termino diciéndole a Lucia y se marcho
Cristina la vio salir casi corriendo y le pareció divertido pero se quedo comiéndosela con la vista, le encantaba mirar cómo se movía su lindo trasero al andar, se sentía bien, feliz. De vuelta a la realidad miro a su hermana y esta la observaba con los brazos cruzados y una media sonrisa, esperando que acabara su contemplación.
_ ¿QUÉ?
_ Nada_ dijo Lucia sonriendo_ qué le ha pasado a tu pelo, lo tienes húmedo
_ Vale , estaba con ella
_ O sea que estabas follando con ella; es eso lo que me quieres decir, ¿no?
_ ¡Lucia ! Mira que eres vulgar cuando te lo propones y no hables tan alto que te pueden oír y esto está lleno de gente que nos conocen._ Cristina se sonrojo y sus ojos recorrieron la discoteca
_ Vale, insinúas que estabas sexualmente estimulándote con ella _ objetó Lucia en un rumor pero divertida
_ Sí, pero hay maneras más suaves de decirlo
_ Claro, si no hay más que verte cariño, estas radiante, antes de irte eras una mujer amargada, aburrida, molesta, y sobre todo celosa ahora estas divinamente feliz, tus ojos tiene un brillo especial y eso se logra después de una buena follada. Vale, vale después de hacer infinitamente el amor. Pero ahora mismo tengo que amargarte un poquito el momento, cielo tu marido ha venido hace 20 minutos
_ ¿Qué? Pero si me dijo que no venía porque tenía una reunión de trabajo en Burgos ¿qué le has dicho? _ Comenzaron a andar rumbo a la mesa donde estaba el resto de la familia
_ La verdad en parte, que habías ido a casa..., a un recado. Eso fue lo que me dijiste ¿no?
_ ¡Sí!_ la miro nerviosa
_ No te preocupes no pregunto más, se ha ido con Ángel ¿Y, sigue dándote esas excusas tan cutres para ocultar sus ligues?
_ Sí, como puedes apreciar sigue igual
_ Dios hay cosas que nunca cambian _ replicó Lucia aspeada
En el otro extremo del salón Mariana estaba sentada en una mesa aburrida se había bebido junto con Montse varias botellas de champan y aunque no estaba colocada del todo ya se le notaba cierto mareo, el estar aburrida era cosa rara en ella, si no está coqueteando con un chico, está besándose por algún rincón al ver llegar a Gaby comento entusiasmada
_ Como te has demorado tía, ya pensábamos que no venías, ¿le has entregado los papeles a Antonio? No sé por dónde anda ahora, hace unos minutos estaba por aquí adivina con quién
_ Ya se los he entregado, si estaba con su familia, tiene dos hijos adultos ¿Tú lo sabías?
_ No, yo tampoco, pues mira tú qué cosas , escúchame, sabes quién ha venido José Ramón, si vieras como me saludo el tío quería entrar en confianza pero le conteste con total frialdad ¡Qué asco! Cómo me pude enrollar con ese facha de espanto, no me puedo creer que estuviera tan desesperada
La cara de Gaby cambió de momento, o sea que sigue con ese tipo, pero de qué me extraño, es su marido ¿no? como he podido ser tan estúpida y soñar , mientras pensaba Mariana seguía hablando sin parar, pero ya Gaby había dejado de escucharla hace mucho, su mente estaba en Cristina y en una relación sin mucho futuro
_ Gaby, me estas atendiendo, tía _ pregunto mirándola y bebiendo plácidamente una copa vino
_ Sí, claro, claro yo tampoco me explico cómo te has podido liar con semejante espécimen aunque a ti cuando se te calienta la cabeza no piensas, ni ves, ni oyes Marina_ en ese momento Montse llego a la mesa.
_ Holaaa ¿dónde estabas negrita, me tenías en ascuas, estuve a punto de decirle a Mariana para ir a buscarte si no venías? _ Los párpados de Montse se abrieron de golpe y brillaron sorprendidos
_ Gaby, tienes dos chupetones enormes en el cuello como nunca te había visto yo alguno, y antes de irte no lo tenías, ¡sabes !
_ Ahí si tía, que fuerte y los labios hinchados, también te has cambiado de vestido, demoraste tanto porque estabas follando, pillina. Venga Gaby no puedes dejarnos así, queremos detalles
_ Sí, hombre y te filmo un peli porno, no te jodes _ protesto Gaby
_ Si, si por favor no seas mala, a ver cuenta, cuenta y no omitas detalles, a ver si esta noche tengo sueños eróticos _ suplico Montse
_ Sí, me he follado a una chica y estuvo cómo puedo decirles "deliciosa" _ ronroneo entrecerrando sus ojos y deslizando la lengua sugerente por sus incitantes labios_ chicas preferiría que no fuerais una audiencia tan atenta, _ dijo Gaby al ver que era imposible ocultarlo _ podemos cambiar el tema por favor. En eso vinieron a sacarla a bailar, Gaby se levanto encantada las chicas se quedaron sorprendidas, fascinadas ante la elegante, sugerente y picante confección, Montse se quedo tan en estado de shock que estuvo a punto de perder el equilibrio
_ ¿Eso es un farol, verdad? _ comento Mariana suspicaz
_ No, dijo que estaba deliciosa _ farfullo Montse observando a Gaby bailar
_ La verdad es que no está nada claro; tú que estas al día en estas cosas, ¿Crees de verdad que ella estuvo con una chica , no sé, no sé tú no has visto lo bueno que está su novio? Ah claro, que no lo conoces, pues está buenísimo ¿A ti te gusta Gaby, verdad? Y te gusta mucho, tal vez lo dijo por eso, por rayarte un poco, ya sabes tomarte el pelo, a Gaby le encanta hacer bromas. Montse, tía te has quedado sugestionada perdida ¿En qué estas pensando?_
_ En sexo. En eso estoy pensando Mariana, en las ganas que le tengo a tu amiga y yo no sé si lo hizo para rayarme o no, pero lo logró valla si lo logró. Pero, ¿Qué problema hay si tiene novio? Yo tengo novio y me gustan las chicas no pasa nada
_ Espera, mira, mira, míralo allí, ese que ves allí. No ese no ese, ese es William el novio de Gaby, vez no te dije que se tiraba un farol seguro que estaba con él, a qué está bueno, con ese sí que hacía yo un trió, un cuarteto y lo que haga falta
_ Ten cuidado con lo que deseas, Mariana joder que bueno está ese negro, ¡no!... Que músculos, que abdomen, que paquete
_ Espera que lo llamo para que lo conozcas WILLIAM, WILLIAM aquí, aquí
_ Hola ¿cómo ha estado la fiesta? Bien.
_ Aburrida, la fiesta es un coñazo pero desde que tu llegaste guapetón todo se ve de otro color. Acabas de llegar, verdad Mira te presento a una amiga nuestra.
_ Mucho gusto, Montse.
_ No, el gusto todo mío, William ¿Mariana has visto a Gaby?
_ Estaba bailando ahora mismo por ahí, espera te ayudo a buscarla.
_ Montse, es un placer conocerte.
_ Si , igualmente, espero que nos veamos muy pronto, guapo
_ Tú ten mucho cuidado con Montse eh, que está te come, vamos te come_ William y Montse se echaron a reír ante la advertencia de Mariana.
Gaby había terminado de bailar cuando Antonio la arrastro hasta su mesa, al llegar se encontró con José Ramón, Cristina y Lucia charlando animadamente con la esposa de Antonio Lucias con una amable sonrisa la saludo, José Ramón le extendió la mano y expreso lo encantado que estaban todos con el espectáculo que él se había perdido y Cristina muy seria hizo un gesto con su cabeza, un falso saludo y siguió con su charla ignorándola, Gaby la miro duramente, con unos ojos oscuros e implacables pero cambio la vista enseguida prestando atención a los documentos que le mostraba Antonio pero ya no veía nada de la rabia, la sangre estaba rigiendo por su cuerpo, al menos pudo a verla saludado normalmente, no había ninguna necesidad de tanta indiferencia, respiro profundo y se obligo a serenarse pensó para sí misma, compórtate y has como si estuvieras contenta prosiguió explicándole a Antonio el documento inclinada en la mesa, cuando llego Mariana por detrás
_ Aquí está Gaby William Gaby te estábamos buscando Hola a todos_ William no me acordado de él en toda la noche pensó Gaby, y antes de que pudiera reaccionar William le pego dos besos tiernos en los labios delante de todos, la chica se quedó helada.
_ Mariana me ha dicho que ya has cantado lo siento cariño, el chico que debía relevarme llegó tardísimo al gimnasio no pude irme antes, y encima cerraron la línea de metro, sé que estoy en candela contigo, pero de verdad que te lo compensaré pídeme lo que quieras negra linda, lo que quieras._ Exclamaba William haciendo gestos con las manos, toda la mesa estaba atento al dialogo de la pareja, Gaby se sentía observada por todos y cada uno de los que estaban allí, tenía los nervios a flor de piel y ahora esto por qué me tenían que pasar estas cosas a mí, por fin contesto.
_ William, creo que no es el momento, ni el lugar, tengo que revisar estos documentos de mi jefe. _El chico se volvió hacia Antonio
_ No, no pasa nada eh, tú tranquila, cariño. Qué tontería, tomate tu tiempo y contéstale al chaval que se lo ha currado _ Gaby miro a su jefe claramente furiosa._ Vale, William hablaremos después que acabe, por favor me dejas terminar, sólo será un momento_ dijo con una amabilidad que estaba muy lejos de sentirla, él asintió con la cabeza y se volvió a saludar al resto de los que estaban, Antonio hizo las presentaciones y William haciendo gala de su educación comenzó a charlar animadamente con todos, Mariana aprovecho un silencio de la charla y se lo llevo a bailar. Gaby termino se despidió y se fue, buscando un rincón lejos de todos donde pudiera pensar con calma y tranquilidad, pero poco le duro William se acercó a ella y la saco a bailar un bolero, muy unidos, como dos enamorados.
_Estas muy pensativa_ él rompió el silencio.
_ William no estabas en el gimnasio, vale, no me mientas por gusto. Tú y yo tenemos una relación abierta, no tenemos que darnos explicaciones de lo que hacemos o dejamos de hacer, lo único que prima entre tú y yo es el sexo, hace mucho que no estamos enamorados yo disfruto de tu compañía y punto, tú te complaces de la mía y de la de muchas otras, lo cual no me interesa, no vuelvas a montarme ese numerito de novio apasionado
_ A que fue una actuación magistral cariño a veces necesito meterme de lleno en el papel de novio, pero tú no me aceptas como soy, ¿sabes que tu amiga Mariana me está tirando los tejos?
_ Ya, fue una tus infames payasearías lo peor de todo es que se van creer que eres el novio amantísimo, pero bueno ya se les pasará ¿y a ti, te gusta mi amiga Mariana?
_ No está nada mal, de hecho está riquísima sobre todo ahora después de bailar con ella una bachata, la muy bandida se me pegaba y me la puso durísima. Y dime ¿Quién es Montse?
_ Una chica bisexual a la que yo le gusto ¿También te gusta? _ Se quedo pensativo un momento, Gaby vio la lujuria y el entusiasmo que tenía en la cara_ Quita esa imagen de tu mente William, Mariana no es bisexual, hasta ahora no le van a mujeres William, William , eh, William _ lo saco de su meditación con varios chasquidos de los dedos.
_ Qué estoy tratando de quitarme la imagen de mi mente Gaby, pero no puedo_ ella sacudió la cabeza en señal de resinación_ pero tú me has dicho que eres bisexual hacemos un trío, suena muy bien..._ dijo él sonriendo, ella echó a reír
_ William siempre me has pedido eso, y constantemente te he dicho que cuando exploro cosas nuevas en el sexo es porque en esa relación prima algo más que el deseo sexual el amor, ese concepto que tú no tienes muy claro, por ejemplo. Para hacer un trío tendría que estar enamorada de una de las personas implicadas y yo no estoy enamorada ni de ti, ni de Mariana, ni de Montse, te queda claro, corazón.
_ O sea que hoy no vamos a tener sexo ¿no?, Gaby necesito tocar unas carnes prietas, follar negra linda _ dijo sintiendo su polla latir y endureciéndosele hasta el dolor _ vale, vale veo que no hay nada para mí. Pues voy a tener que masturbarme porque entre Mariana y tú con esa charla de los tríos me tenéis loco
_ Búscate la vida William. Y puedes masturbarte en la habitación que está en el fondo donde nos cambiamos las chicas, sé que ahora mismo lo necesitas y ahí no va a bajar nadie hoy, espera le diré a Mariana que te de las llave _ Termino la música y salió caminando hacia la mesa donde estaban las dos chicas, él se fue desesperado rumbo a las escaleras del fondo
_ ¿Dónde está William, Gaby?
_ Está allí en la escalera del fondo, me dejas la llave de la habitación de nosotras por favor.
_ Ahora que lo pienso se me ha quedado abierta ¿para qué la quieres?
_ Es para William necesita ir masturbarse, queda feo que lo haga en público, por favor dale unos minutos para que termine y luego cierras_ sin esperar respuestas se encamino en dirección a la pista, la esperaban para bailar. Mariana y Montse se quedaron de una pieza la noche empezaba animarse de verdad, ambas se miraron lascivas.
_ Adoro a Gaby cuando es tan sincera voy a llevarle las llaves a esa pobre criatura _ se compadeció Mariana
_ Y yo te acompaño cariño, no quiero perderme detalles de ese espectáculo, te imaginas que tentación, que juego tan deliciosamente carnal
_ Espera, sólo vamos a mirar, vale. Recuerda que Gaby es nuestra amiga
_ No querida, es amiga tuya, habla por ti; yo la quiero como amante y en mi cama.
_ Pero bueno, que mal bicho eres
_ No cielo, estoy siendo condenadamente sincera, no la quiero de amiga, yo no suelo acostarme con mis amigas bueno a veces sí, pero a ella yo la quiero en mi cama porque tal como baila debe ser la bomba en la cama
_ Y lo es, los dos son la bomba dímelo a mí, que un día me dejaron más caliente que una caldera
_ ¿CÓMO? ¿Te has acostado con ellos? _ pregunto asombrada
_ NOOO, que mente más calenturienta tuya. Ojala lo hubiera hecho, como somos dos las que compartimos ese habitación nos turnamos cuando necesitamos ya sabes, ¡follar! y le tocaba a ella esa noche, y los vi haciendo el amor; sin querer, eh no fue mi intención pero los vi duchándose, desde entonces tengo los sueños más eróticos que he tenido en mi vida
_ A ver nos vamos ya, que entre esto que me estas contando y las ganas que le tengo estoy ardiendo _ al llegar a la habitación ya William estaba dentro, semidesnudo había entrado a la ducha, aquella visión las volvió locas, estaba tan desnudo como un hombre podía estar y más que excitado. Aquello era magnifico, oscuro como el chocolate y veteado de rosa de carne de macho, media unas 9 pulgadas o incluso más desde la base debajo de su plano abdomen. Era grueso, largo y deliciosamente tentador, a Montse la incredulidad de verlo tan cerca y tan apetecible la recorrió como un espasmo, especialmente en su vagina, Mariana se sentía consumida a verlo aquí mismo ante sus ojos, aquel macho que la acompañaba en sus sueños más eróticos se estaba masturbando para ella, la mano de él se enredo distraídamente en su ancho eje y en forma lenta y fácil, casi perezosamente fue deslizándose de la punta hacia la base, acariciándose. Mariana tragó fuerte, su boca sedienta ansiaba sentir la hinchada cabeza, a las dos se le hizo la boca agua. Esta visión le estaba dando ideas, ideas de cómo se sentiría encontrarse las dos con él, besar esa piel, ideas que empezaron a materializarse en sus cuerpos y ambas comenzaron a pasar sus manos primero por la espalda, deseosas de tocar algo de piel, temblaban ante la idea de tocarlo, Mariana pensó en lamer esos labios, bajar por el pecho ancho, el estómago duro y plano e ir directa a la creciente erección que había entre sus muslos, ellas luchaban por respirar despacio pero no podían. Cuando la mano de William agarró la base de ese tallo largo y grueso y comenzó a acariciar toda esa carne firme y estupenda, Montse sintió la urgente necesidad de acariciar algo más y ahí estaba Mariana que sin querer su cabeza calló hacia atrás sobre los hombros de Montse que comenzó a besar su cuello y sin saber muy bien cómo, ni cuando alcanzó su boca su lengua se abrió paso con fiereza para enredarse con la lengua de Mariana Era abrazador, demasiado intenso, la sensación viajó por su piel mientras unas manos exploraban su cuerpo, encendiéndola, enviando oleadas de calor a las profundidades de su sexo. Mariana logró separarse luchando contra su propio deseo. La miró a los ojos indefensa, atrapada por el hambre de follar y el calor de su mirada
_ Montse, esto es un error _ ella quería mantener un tono resuelto, incluso de enfado en su voz pero sonaba frágil y vacía ante la tensión sexual que aumentaba insoportablemente
_ ¿Un error? _ Pregunto con delicadeza sus dientes volvieron pellizcar el suave cuello._ ¿sientes esto como un error? A veces tu cuerpo sabe lo quieres, y ahora él quiere esto_ Y volvió a aferrarse a sus labios, se devoraron, sus lenguas volvieron a traspasarse moviéndose expertas, quemándose, sintió que moriría de placer, una mujer no podía sentir tanto grado de excitación con otra, esto es la leche, las manos de Montse recorrían la seda de su vestido acariciando sus senos, Mariana apenas controlaba sus manos para sacarse el vestido y quedar desnuda, volvió a morder su indefenso cuello y sus manos bajaron hasta su culo apretado, Montse arranco su vestido y ambas desnudas se rozaban entre sí, los labios de Mariana cubrieron los pezones de Montse y aquel tacto entre sus labios le pareció una delicia, nunca había experimentado tanto placer, y deslizo sus dedos dentro de la braga por la carne desnuda, la puso contra la pared separo sus piernas, beso insistentemente su culo, Mariana estaba ardiendo aquellos besos provocaban en su sexo una necesidad frenética, se puso de frente y abrió sus piernas para que los labios y lengua de Montse comenzaran a torturar la carne desnuda de su coño que ardía abrazado por el hambre, exigiendo satisfacción, aquella lengua se deslizo dentro de su vagina bombeando con fuerza mientras ella se estremecía; el placer era demasiado intenso, demasiado destructivo Montse seguí mortificándola, lo labios succionaban su clítoris su lengua oscilaba contra él con brusquedad, la lengua seguía jugando, tirando de él sensualmente, mientras un dedo la follaba con breves y pocos profundos golpes Mariana empezó a alzarse contra la boca de Montse sintiendo las llamas escarpar de su coño quemando el resto de su cuerpo con la enloquecedora necesidad de un orgasmo que culmino con un gemido áspero y profundo lleno de placer
Cristina estaba rígida y ansiosa entre su deteriorado matrimonio, y ahora Gaby se sentía como en una tormenta, no quería problemas pero desde que la vio, no ha hecho más que complicársele todo. Dejó a su hermana charlando y se paró, quería ver a Gaby, necesitaba una explicación, sabía que no tenía derecho a exigirla, pero quería discutir con ella, hasta que los vio, pudo observar como bailaban demasiado enamorados, torció la boca con desagrado al verlos tan pegados, ella parecía encantada, observó contrariada como se desasían en sonrisa mientras charlaban, no pudo evitar sentir unos celos incontenibles, luego lo vio a él irse y ella se quedo bailando con otros. De nuevo sintió una pujante rabia al comprobar que ningún hombre era inmune a los encantos de Gaby. No pudo aguantar más y fue a buscarla, la encontró saliendo de los aseos
_ Así que tienes novio, ¿no?_ afirmó con voz baja
_ Si, igual que tú tienes marido
_ Tú sabía que él existía, sabías que yo tengo marido_ la voz se le oía un poco aguda por la irritación
_Y ahora tú sabes que yo tengo novio. Es graciosa tu hipocresía _ dijo Gaby tensa _ pero está actitud repentinamente celosa que tienes ahora contrasta mucho con la de hace tan sólo quince minutos en la que me ignoraste miserablemente. Pero tú de qué vas ¿A qué has venido Cristina? ¿Quién coño te crees que soy un objeto de usar y tirar cuando se te antoja?
_ No serás tú la que me usas a mi si lo piensas bien tu eres la experta en la materia, cariño
_ ¿Qué yo te uso? Ni siquiera te atrevas a pensarlo _ le advirtió Gaby incapaz de contener la cólera que impulsaba su voz_ vaya, veo que me catalogas como una mercenaria del sexo con tendencias ninfomaníacas y egoístas, que curioso a ti te encantan_ sugirió indignada para luego girar sobre sus talones y dejarla allí. Pero una mano en su brazo le obligo a detenerse.
_ Así que tienes novio y le quieres ¿verdad?_ dijo titubeante. Bajó la vista. Y algo dentro de ella se estremeció, un sentimiento de reto la invadió. Alzó la cabeza con orgullo._ ahora comprenderás porque tengo que intentar salvar mi matrimonio, _ comento con amargura.
_ No estoy de humor para discutir, Cristina_ afirmo lanzándole una mirada irritada_ no te sigas mintiendo a ti misma, En estos dos años he aprendido que si hay algo que merece la pena es ser fiel a uno mismo. Y tú no lo eres contigo misma. En fin que me voy en diez minutos, te vienes conmigo
_ No puedo.
_ ¿Por qué no?
_ Sabes que mi marido está aquí
_ A mí me toca los cojones tu marido_ dijo empujándola detrás de una columna más enojada aun, Cristina percibió la respiración de Gaby en su rostro y le resulto inquietante la llamarada de excitación que sintió al sentirla tan cerca, mezclada con esa posesividad que la ponía_ tú te vas a venir conmigo, así que ahora inventas una excusa y te veo en 10 minutos en tu coche. Detesto esperar Cristina, si no te veo en 10 minutos vengo a buscarte