Celos 2

Al menos ya se porque me distes tremenda bofetada, jajaja

Gracias por los comentarios, les puedo pedir a esas mujeres maduras de este chat que me escriban, me encantaria tener correspondencia con ustedes

Alejandra: al menos ya se porque me distes tremenda bofetada, jajaja

Francisca: ya no molestes que verte tu ojito asi me parte el alma. Te parece si vamos a tomarnos un café a otro lado.

Alejandra: si, vamos. -Y ahora, que haremos, o mejor dicho que hare. Siempre intuí que mis café más que por su compañía era porque me encantaba y deseaba verla. Pero la verdad nunca lo había pensado para no hacerme problemas. Por otro lado esta Haydee, y me invito a comer este viernes a su casa, si le digo a Francisca me mata. –

Francisca: en que piensas.

Alejandra: en todo y en nada, que locura acabamos de hacer, tu estas casada tienes a Arturo, que pretendes Francisca.

Estamos en un café, tranquilas conversando osea ni tan tranquilas.

Francisca: pues no pretendo nada, solo que de pensar que puedes estar en brazos de Haydee no me deja vivir. No sé en que momento empece a sentir algo por ti, nunca he tenido celos de Arturo pero contigo es distinto, porque no podemos tener algo por un tiempo y ver que pasa, dejame amarte.

Alejandra: -mi corazón late y ya no se ni que pensar, es cierto me muero por tenerla entre mis brazos y besarla, pero de allí a tener algo y ser una amante- Francisca, primero que nada con Haydee no ha pasado nada nos hemos visto un par de veces, es cierto que me atrae y yo a ella y es encantadora  -igual se ve linda cuando se pone celosa- Que cara mujer asi no se puede conversar contigo, jajaja

Francisca: ya no aburras, mira que duele. -como puedo pedirle algo, si yo no puedo ofrecerle nada, no seria capaz de dejar a Arturo-

Silencio y más silencio

Alejandra: Fran, el viernes (mañana) estoy invitada a comer donde Haydee, -furia, horror, se para y se va- la retengo del brazo y la siento casi con rabia. Francisca, por favor, compórtate, no seas niña.  Puedo terminar

Francisca: Claro, puedes terminar. -se que vas a terminar en sus brazos, lo sé-  Mejor vamos, te llevo a tu casa.

Alejandra: ya en el auto, no hablamos y la verdad no quiero hablar, bueno pase lo que pase mañana igual como con Haydee ,ella no tiene culpa de todo esto y se a portado como un sol conmigo. Hay francisca hay, si supieras como te amo y que en el fondo hare cualquier cosa que me pidas, incluso ser tu amante y no te pediré nada más que eso.

Francisca: llegamos, puedo pasar un rato y terminar nuestra conversación -solo quiero pasar para besarla y besarla-

Alejandra: como si no la conociera de conversar va haber poco, esta mujer nunca afloja cuando quiere algo, seguro su idea fija es que mañana no vaya a comer con Haydee.

Estamos entrando y me agacho a saludar  a mi gato (todo buen relato, debe tener un gato). Cuando me paro lo primero que recibo es un beso y ya me derrite no puedo parar de besarla, la miro pícaramente y le digo al oído, que manera más particular de hablar tienes. Esto esta subiendo de tono demasiado rápido y eso no es bueno, tengo que pararlo, vamos demasiado de prisa. Alejandra, ale, amor, para no sigas besándome o mejor dicho no bajes con tus besos, mira que después no paramos y viene el arrepentimiento.

Francisca: no quiero parar y si quiero seguir bajando, tu cuello me enloquece y quiero ver que hay más abajo.

Alejandra: me toma la mano para subir al segundo piso, pero no, solo la atraigo hacia mí y con la mayor ternura que puedo, le digo: no es el momento, me mira. Entre enojada y sentida.

Francisca: esta bien, tienes razón. Pero unos 3 besos más me harían sentirme mejor.

Alejandra: jajaja, esta bien si lo pides así, nos sentamos en el sillón y se recuesta en mi nos quedamos largos minutos en silencio. Donde la tengo abrazada y solo siento su cuerpo, su respiración. Francisca, dime que quieres de esto.

Francisca: la verdad ni yo lo se, solo sé que me encanta estar a tu lado, y ahora besarte, que quisiera hacer el amor contigo y poder sentir tu piel, tus caricias.

Alejandra: Fra, Fran, no sigas por favor me duele, no saber hasta donde puedo llegar porque aquí laque voy a salir lastimada soy yo