Celia

Conozco a Celia en una red social y se desde el primer momento que es de las chicas que me gustan.......ahora solo hay que sacar a la puta que lleva dentro.

Dicen que cuando el diablo no tiene que hacer, mata moscas con el rabo, y en mi caso es una verdad como un castillo. Tenía unos días en los que estudiar era primordial, me ocupaba la mayoría de mi tiempo, pero en los descansos no quería pensar en nada, necesitaba tener la mente ocupada todo el tiempo, así que se me ocurrió abrir una cuenta en Instagram, estaba claro que mi objetivo era el de conocer mujeres afines a mí, mi idea siempre ha sido la de conocerlas virtualmente, y si se da la situación adecuada también en persona, pero buscaba ese tipo de mujer que me atrae, esas que te ponen la polla dura con un simple mensaje, las que llaman a las cosas por su nombre, las que puedes emputecer y disfrutar del sexo por encima de todo, son una especie en extinción pero de 100 aparece una.

Mi opción principal para conocer mujeres era la zona de Sevilla, Huelva y Cádiz, la suerte de tener allí casa además de en Madrid me ponía las cosas más fáciles, no tenía mucha idea de Instagram ya que no la utilizaba, pero me decidí por ver la cuenta de la Universidad de Sevilla, y así vería un montón de chicas en esa cuenta, es cierto que para mi edad eran algo jóvenes, a la mayoría las sacaba casi 20 años, pero las hormonas y las ganas que traen las nuevas generaciones me hicieron seguir con mi idea.

Empecé a seguir cuentas, reconozco que tenía predilección por las que su foto de perfil era en bikini, era algo que me gustaba de sobremanera. No deje de seguir a chicas hasta que Instagram me mandó un mensaje en el que me recomendaba no repetir la misma acción tantas veces, cuando tenía más de 150 seguidos creí que era suficiente.

Ahora empezaba el segundo paso, el que me conozca sabe que " Hola soy Javier, un placer. " es mi frase más habitual de primeras, pero con chicas bastante más jóvenes quedaba un poco prehistórico, así que empecé con el " Hola ", o los famosos fueguitos, algunas respondían, otras bloqueaban directamente, otras te dejaban en visto, y otras contestaban y charlábamos pero nada destacable, hasta que llegó Celia, tenía 1600 seguidores y otros tantos seguidos, era una chica de 22 años (al menos eso ponía en su perfil, lo pude ver entero porque era público) la chica me encantó físicamente, así que le envié un mensaje, de primeras pensé que no contestaría así que además a una de sus historias en una playa de Cádiz, envié el típico fuego, ella era rubia con el pelo largo y los ojos verdes, era pequeña de estatura pero tenía un cuerpo muy proporcionado con unas tetas algo más grandes de lo normal para una chica delgada como ella, el culo era perfecto lo comprobé en una de las fotos con esos bikinis que se llevan ahora, pero lo que más me gusto es que contesto a la historia de la playa de Cádiz, y su contestación fue la siguiente.

C.- Hey tu eres Javier el de los relatos, me he leído todos, ¿qué tal? ¿cómo es que me escribes?".

La verdad no sabía que responder.

J.- Si te digo la verdad ha sido aleatorio, me ha gustado como te quedan los bikinis y esos ojos que tienes, y me he decidido a hablarte, sin pensar en que me conocías y que habías leído mis relatos.

C.- Pues sí, hace mucho que no entro en la página, pero hubo una época en la que entraba todas las noches y me daba un subidón enorme cada vez que publicabas, fue hace 4 años con 18 recién cumplidos, una época que tuve muy movida jijiji, me hubiera gustado ponerme en contacto contigo, pero nunca me atreví, y ahora mira.......

Ese día reconozco que estudie muy poco, y solo faltaban 48 horas para el examen, te das cuenta cuando conectas con alguien, no tienes que fingir ni decir lo que es políticamente correcto, la conversación salía sola y no había que forzar nada, por supuesto llegue rápido al tema del sexo. Y ella antes de soltarse me pidió que nuestras conversaciones quedarían entre nosotros, yo le dije que conmigo estuviera tranquila, las conversaciones serian nuestro secreto, es una regla que siempre cumplo.

J.- ¿Y qué es lo que más te ponía de mis relatos?

C.- A ver cómo te digo, me gusta el sexo duro. Me gustaba como tratabas a la enfermera, después de esa serie me leí entera la de vecinas e igual, me ponía mucho lo que hacías con ellas, lo que pasa es que encontrar tíos como tú no es lo habitual, o por lo menos yo no he tenido mucha suerte.

J.- He visto en tus fotos un chico que se repite en muchas, ¿es tu novio? ¿Él te folla así?.

Quería saber si la follaban como le gustaba, o sería una de tantas insatisfechas.

C.- Si, él es mi novio. Llevamos tres años saliendo desde que tenía 19, pero él no me folla así, ni lo hará nunca. Es muy bueno y lo quiero con locura, pero sé que con el nunca tendré el sexo que me gusta, pero me aporta otras cosas que me hace que sea feliz en la relación.

J.- ¿Y en alguna ocasión has tenido ese sexo que te gusta?

C.- Las menos veces, ya te digo que es difícil, o yo he tenido mala suerte. Pero en alguna ocasión he disfrutado y se lo que es.

J.- ¿Y quieres contarme?

C.- ¿Me quieres calentar verdad?

J.- ¿Me vas a decir que no lo estas ya? Lleva tus dedos a tu raja, y dime como esta.

C.- Hey Javier, no te pases.

J.- Ok, perdona. Voy a seguir estudiando.

C.- Espera, no te marches.

C.- Javier,  estas?

Tras unos segundos sin escribir, leí.

C.- Vale, esta empapada, y el tanga igual. Es lo que querías saber no?

J.- Lo sabía zorra, pero aun así me tengo que poner a estudiar, este es mi correo, agasan76@hotmail.com, mándame ahí la historia y luego hablamos.

C.- No te vayas, te has enfadado. No te imaginas el tiempo que hacia que no me llamaban zorra en la forma que lo has hecho tu.

J.- No, nunca me enfado, pero tengo que estudiar. La próxima vez que te pregunte algo, no te hagas la mojigata, mándame la historia al correo, y ya hablamos.

C.- Vale, yo te lo mando ciao.

Volví a ponerme a estudiar y tras dos horas seguidas, entré en el correo para ver si Celia había enviado su experiencia. Para mi alegría lo había hecho y me lo contaba así.

Tenía 18 años recién cumplidos, hablamos del verano de 2016, lo había dejado hacía unos meses con un chico y la verdad es que tenía ganas de sexo, estaba con las niñas en un pub de mi pueblo, yo estudio en Sevilla, pero vivo en un pueblo a 15 kilómetros, en el pub estaba un chico que siempre me había gustado desde chica, vivía cerca de mi casa, pero yo nunca me había atrevido a decirle nada, lo primero porque se las daba de chulito y además me sacaba unos años si yo tenía 18 el andaría por los 26, yo iba bastante puesta de copas y cada vez le miraba más, yo sabía que tenía novia otra chulita del pueblo, pero esa noche no estaba allí, en una de las que estoy de espaldas en la barra pidiendo otra copa más se acerca a mi lado y me mira de arriba a abajo, era mediados de junio, yo ese día llevaba una falda corta ajustada y una camiseta de tirantas negra y no llevaba sujetador, porque la camiseta al ser de tipo lycra no hacía falta sujetar más, ya me entiendes. Me miro y sus ojos se fueron a mi canalillo y él me dijo.

.- Ahora me toca mirar a mí, que tu llevas toda la noche con los ojos encima mía.

Yo estaba muerta de la vergüenza, es verdad que le estaba mirando, pero como tantas otras veces en donde habíamos coincidido, pero la diferencia fue que el resto de veces paso de mí y ese día le dio por hablarme.

.- Mírala ahora se calla la mosquita muerta, me vas a decir que no me estabas mirando.

.- Si, bueno, miraba en general.

Menuda gilipollez había dicho," miraba en general ", menuda idiota le tendría que estar pareciendo, pero entre la vergüenza, las copas y como notaba que mi tanga se estaba mojando, bastante que pude decir alguna frase completa.

.- No te pidas la copa, espérame en la calle Santander, junto a la farmacia, ¿sabes dónde es?

.- Si.

.- No digas nada a tus amigas, llegare en 10 minutos.

Yo me quedé alucinada, que aquel chico se pudiera fijar en mi me pareció lo más increíble del mundo. Sin dudar me acerque a mis amigas y las dije que me tenía que ir que no me encontraba bien, ellas me dijeron que me acompañaban, pero yo les dijo que siguieran con la fiesta que no se preocuparan. Tras un buen rato insistiendo conseguí marcharme sola hacia la calle Santander, yo vi como el me miraba y le decía algo a sus amigos, y se reían. Eso lejos de molestarme me excito más aún.

Estuve en la puerta de la farmacia más de media hora esperando, cuando él dijo que serían 10 minutos. Pero en ningún momento me plantee marcharme.

Por fin a lo lejos vi venir un coche, que durante un segundo apago las luces y las volvió a encender. Supe que era él y me volví a poner de los nervios y además mi raja empezó a mojarse de nuevo. Abrió la puerta con una chulería que el solo podía hacer, y me subí sin decir nada, lo único que me atreví a decir fue.

.- Hola.

Él ni contestó solo me miró y sonrió con unos dientes maravillosos dentro de una boca perfecta. Yo no sabía dónde iba ni tampoco preguntaba, el de vez en cuando dejaba de mirar a la carretera para mirar mis tetas, hasta que en una de las veces que cambio de marcha llevo su mano entre mis muslos y la metió hasta llegar a tocar mi coño por encima del tanga, el muy cerdo se puso a reír y dijo.

.- Has visto como estas guarra, eso es una laguna.

Yo no sabía dónde meterme, pero aquella frase lo que hizo fue calentarme más aún, cada vez que me decía puta, guarra, cerda, zorra me ponía más caliente aun, y así nadie me había llamado nunca, lo siguiente que hizo fue bajar la tiranta que tenía más cerca de él, y metió su mano dentro de la camiseta, llego a tocar mi pezón y apretó mis tetas con ganas, yo no pude más que emitir un gemidito de placer, y el seguía con su vocabulario cada vez más soez pero que a mí me estaba volviendo loca.

.- Menudas tetas tienes puta, los pezones están como piedras.

Yo me dejaba hacer de todo y no hablaba, por fin se me ocurrió decir algo coherente.

.- Dónde vamos?

.- A un descampado, ya estamos llegando así que ven aquí.

Fue decir esa frase y no tardo ni 3 segundos en desabrochar su pantalón y sacar una polla de buen tamaño. Me cogió de la cabeza y con su brazo fuerte me dirigió hasta su polla, yo sabía lo que tenía que hacer, no era la primera vez que me comía una polla, pero nunca con esa poca delicadeza al pedírmelo, todo lo que me pedía lo hacía con desprecio y como si para mi fuera una obligación. Como sin estuviera tratando con una cualquiera.

.- A ver como la chupas zorra, esconde los dientes, solo lengua y labios.

Yo me esmere en hacerle una buena mamada, quería que le gustara lo que una chica de 18 le estaba haciendo. Y parecía que sí que le gustaba.

.- Que boca tienes zorra.

.- Para lo joven que eres como la chupas.

.- Que puta mamona.

El coche se detuvo, y me cogió del pelo para levantarme de entre sus piernas, tenía babas en la boca y el no quiso que lo olvidara. Riéndose me dijo.

.- Limpiate pareces una cerda.

A mi lejos de molestarme me calentaba mas, con mis dedos limpie las babas y me las metí en la boca.En ese momento me sentí muy sucia y el me lo hizo saber.

.- Eres muy cerda para ser tan joven. Sal del coche.

Yo salí por mi lado y el por el suyo para juntarnos delante del coche, en el capot. Me agarro del culo y empezó a comerme la boca con deseo, yo estaba deshecha en sus manos, podía hacer conmigo lo que quisiera y así hizo. Bajo las tirantas de un tirón y mis tetas quedaron a su merced, las agarró con fuerza con las dos manos, y empezó a chupar mis pezones, yo estaba a punto de correrme, había tenido sexo con mas chicos, pero así nunca. Sabía lo que hacer en cada momento, y además el estar en medio del campo me ponía mas aún. Me dio la vuelta y me puso con las manos en el coche, subió mi falda hasta la cintura, bajo mi tanga hasta mis muslos y oí como se desvestía, hasta que de golpe note su polla clavarse en mi coño, no puede evitar gritar de placer, con una mano fue a acceder a mis tetas con ganas, con tantas ganas que rompió una de las tirantas, llegaba a pellizcar mi pezón con fuerza, y con la otra mano azotaba mi culo mientras me daba unas embestidas enormes, todo esto en medio de un campo, en un sendero a las 3 de la madrugada con la única luz de la luna, yo no tomaba la píldora entonces, pero en ningún momento se me paso por la cabeza decir ni media, estaba a su merced, el seguía con sus frases, que a mí me ponían cada vez más caliente.

.- Que coño tan estrecho puta, te lo voy a reventar.

.- Sabia desde hace tiempo que eras una buena puta.

Yo con esa frase no aguante más y tuve el mejor orgasmo de mi vida hasta ese día, y al apretar mi coño el también parecía que iba a terminar y aunque tenía la voz entrecortada le dije.

.- Hazlo fuera no tomo nada.

Me cogió de un brazo y me hizo agacharme junto al coche, mi cara quedo a la altura de su polla y empezó a pajearse con ganas, yo veía su polla cada vez más cerca, y de forma instintiva tuve un gesto de abrir la boca, a él le tuvo que gustar.

.- Menuda guarra y quiere tragárselo, pues toma puta traga mi leche.

En ese momento vi cómo empezó a soltar leche que iba directa a mi garganta, los dos primero chorros los asumí sin problema, pero luego el tercero me atraganto y tuve que cerrar, y el resto de chorros fue a parar a mi cara y mi pelo, bajando por mi barbilla hasta mis tetas. Me restregó la polla por la cara, para dejarla bien limpia y dijo.

.- Ahora vas a oler mucho mejor cuando vuelvas al pub.

Sin decir nada más se metió en el coche, yo me subí el tanga rápido porque él había puesto el motor en marcha ya, coloqué mi falda y vi que la tiranta no tenía arreglo, no dijo nada en todo el camino de vuelta solo, saco un papel de un hueco del salpicadero y un boli y me dijo.

.- Apunta tu teléfono aquí, te llamare cuando quiera algo como lo de hoy, de acuerdo.

Yo no sabía que decir, en el fondo estaba encantada de que me volviera a llamar, así que apunte mi teléfono y se lo guardo.

.- Bájate aquí, no quiero que lleguemos juntos al pub.

.- Vale, si me voy a casa y está muy cerca.

Ni se despidió de mí, no dijo ni adiós, no me dijo ni su nombre, aunque yo sabía de sobra que se llamaba Raúl, cerré la puerta del coche y se marchó calle abajo.

Y esa Javier fue una de las veces en las que disfrute del sexo como me gusta.

Cuando termine de leer el correo tenía una erección de caballo. Y decidí escribirla de nuevo por instagram.

J.- Hola Celia he leído tu experiencia, me ha gustado mucho, la verdad es que el sexo de esa forma a mí también me pone mucho, no imaginas como estoy ahora mismo.

C.- Si, me hago la idea porque yo he terminado igual cuando lo he escrito.

J.- ¿Y te volvió a llamar?

C.- Si, ese verano lo pasamos juntos, hasta septiembre que dejo de llamarme, pero me citaba de vez en cuando y todas con el único objetivo de ir a saco conmigo.

J.- Me iras escribiendo todas las experiencias que tuviste con ese tipo, ¿de acuerdo?

Quería saber todos sus secretos, experiencias y fantasías, cuanto mas sucios fueran mejor candidata sería.

C.- Vale, yo lo haré Javier. Mañana te llegara otro correo con otro día. Te puedo pedir una cosa?

J.- Venga.

C.- Las historias que yo te envíe las puedes publicar en Todorelatos? Me gustaría mucho pero yo no escribo muy bien y no estoy registrada, tendrías que retocarlo tu cada vez que te mande una historia, y además no pongas mi nombre real, vale?

J.- Perfecto, yo me encargo. En el relato seras Celia, tu nombre real lo sabré sólo yo. Mañana mándame otra historia y yo voy retocando esta. Hablamos Celia. Adiós.

C.- Adiós Javier.