Celebrando el 31 de Diciembre con un amigo
Le respondí que solo quería pasar la cabeza por allí para sentir rico y que él también lo iba a sentir igual, que no se la iba a meter, que solo lo iba a frotar.
Celebrando el 31 de Diciembre con un amigo
Se llegó el 31 de Diciembre y no tenía planes de salir de casa, como a las 10 am recibo la llamada de un amigo que tenía problema para la instalación de su nueva estufa de gas y que llegara a ayudarle.
Andaba haciendo diligencias y le dije que al terminar me asomaría por su apartamento y así fue, a eso de las 5 pm llegué y con la novedad que la mujer de él se había enfadado por no se que burrada y que se fue a pasar el día con su madre en otro Departamento del país.
Al escuchar esto me agregó que esperaba que tuviera bastante hambre porque la comida era mucha y solo estaríamos nosotros dos por lo visto ya que hasta los vecinos se habían marchado a diferentes lados y en un edificio de dos pisos con unos 15 aptos. Y solo nosotros y a eso le respondí: “ Mira Guille, aquí hay dos cosas que podemos hacer y son: comer y beber jajajajajajaja”, ambos nos tiramos tremendas carcajadas.
A lo que subimos el volumen del equipo de sonido y a escuchar música vieja de aquellos tiempos de infancia.
Se abrió una botella de Ron luego la comida y siguió el ritual del ron y otros tragos más.
Acordamos ir a la casa de una amiga en donde siempre se reunía un buen número de amigos y amigas pensando en pasarla mejor y no solo nosotros hablando y viendo el árbol de navidad.
Guille me dice que tiene que tomar un baño y que al vestirse nos vamos a donde Cecilia.
Así fue, Guille tomó su baño y volvió al apartamento envuelto solo en la toalla y haciendo ademanes de quitársela y al final siempre se la quitó para mostrarme que se había rasurado el pubis y que andaba sin pelos (el es lampiño) y a sus 26 años tiene unos músculos bien ricos porque acostumbra a ir al gimnasio de vez en vez.
Le dije que como que andaba un poco alegrón el rabo y dijo que la mujer no le quiso dar nada de pancito y que a él no le gusta machacársela solo.
Sabiendo Guille mi condición de gay me dice: “ a ver si más al rato y le pegamos una buena ordeñadita a este biberón que está bien cargado” y Yo opté por levantarme de la silla donde estaba y tocarle la purrunga bien gorda que tiene, jugando con él.
Ha Guille lo conozco desde hace 10 años y siempre ha sido muy amable con migo y esta sería la segunda vez que le tocaba la verga, pero esta vez era diferente como que las cosas estaban dadas para que ocurriera algo y Yo sentía un ambiente sexual realmente, un ambiente donde dos hombres pueden gozar y ser gozados.
Guille me dice, hey hermano; no toque mucho porque sino tendrá que volverla a su estado normal.
Yo solo reí un poco y le toque un pezón de ese pecho grande y amplio, tu tienes un cuerpo fantástico le dije a Guille, siempre me ha gustado como te cuidas el cuerpo y bajé mi mano por su estómago y llegué a donde una vez existió un negro pelambre.
Su verga comenzaba a crecer en mi mano y optó por cerrar la puerta, apagar las luces y cerrar las ventanas para acto seguido sentarse en la orilla de su cama y decirme que ahora si podría tomarme toda su lechita.
A mi me fascina tomar en mi boca una verga que no haya crecido aún y sentirla como va cobrando grosor y se va alargando dentro de mi boca, como su cuerpo crece y me va quitando espacio obligándome a abrir la boca más y más.
Le besaba los huevos y pajeaba su verga, acariciaba su pecho con una mano y la otra sopesaba sus bolas mientras mi boca ya había tomado su glande y lo paladeaba en todo su contorno, sintiendo el borde de aquella cabeza en la punta de mi lengua para luego succionarla suave pero firmemente y colocar el ojo de la verga en la punta de mi lengua para luego meterla toda hasta donde alcanzara a meterse en mi garganta.
Luego retroceder en ese cilindro de carne y con mi lengua arrastrar su piel y mis labios pegarse como ventosas a sus paredes para succionar en su punta y su cabeza con los labios apretados como si de un chupete se tratara.
Delicioso esa paleta de carne que me estaba sirviendo de cena de navidad en la misma cama donde Guille se pisaba a su mujer.- Bajé con mi boca hasta tomar sus huevos y meterme en la boca uno a uno y lamer ese escroto que los cubre y los vuelve un juguete para mi lengua.
Mi lengua en un momento de esos llegó al perineo y haciendo presión con la punta pude sentir el grosor de la verga de Guille que esconde dentro de su cuerpo, volví sobre terreno ya lamido, ya succionado hasta llegar a la punta de la verga para de un solo volverme a zampar ese garrote divino que tiene mi amigo.
A ratos acariciaba con mi mano sus pechos firmes y apretaba sus tetillas, a ratos subía por su abdomen y llegaba a succionar esas tetillas que tiene grandes y firmes y lamía su pezón con gula, en esos momentos nuestras vergas jugaban solas, besaba su cuello y volvía a bajar.
Con una mano tomé sus huevos y los jalé retirándolos del cuerpo y metiéndome esas bolas en la boca, los solté y vi como rebotaban contra su perineo y me gustó su rebote, con mi boca los volví a tomar mientras con una mano masturbaba su garrote y la otra me ayudaba a sostenerlos en la palma de mi mano y los estrujaba un poco, solo lo suficiente para que mi amigo Guille soltara un pequeño ssshh y luego volverlos a lamer.
Me acosté completamente boca abajo mientras saboreaba sus bolas y con mis manos le acariciaba y masturbaba su cincel.
En un movimiento de cabeza alcancé su ano, Guille sopló, mi boca volvió a sus bolas y mi mano izquierda las tomó.
Las bolas de Guille las levanté con la mano izquierda y con la otra lo masturbé, mi lengua jugó nuevamente con sus pelotas y mi dedo índice rozó su perineo para presionarlo y hacerle sentir ese punto G masculino desde afuera.
Guille volvió a soltar aire, abrió un poco las piernas como permitiéndome que le tocara su perineo y con mi boca le succioné esa parte bajo las bolas y arriba de su ano.
Mi lengua rectó hacia ese agujero que sabía nadie había tocado aún.
Con la punta de la lengua lo froté, pude sentir los pliegues apretados que forman ano y como solo unos poquitísimos pelos estaban a su alrededor, me parecieron sexys esos pocos pelos que custodiaban el trasero de su amo.
Inmediatamente Guille con su mano me separó de allí y obedecí, volví a su verga, la sentí mucho más dura que antes.
Su verga se me hiso necesaria, quería sentirla en lo hondo de mi laringe y así lo hice; la metí poco a poco lo más hondo que pude y mis labios rozaron junto con mi nariz su pubis.- Sostuve la verga de Guille hondo en mi garganta hasta sentir que me faltaba el aire, la deje salir y Guille soltó el aire que había retenido mientras Yo ejecutaba mi maniobra bucal.
Mi mano acariciaba su escroto y con mi boca besé sus muslos, estaba arrodillado entre sus piernas y acariciaba sus pantorrillas mientras lo succionaba en el pene, con mis manos acariciaba esas piernas y pantorrillas que son una delicia a la vista.
Luego me volví a tender en la cama entre sus piernas y mi lengua se fue a su perineo y lo succioné fuerte, con mi cara apretaba sus huevos en su escroto y mi boca se pegaba como ventosa a su perineo, movía mi cara como diciendo no, mi nariz resoplaba sobre sus bolas y mi boca volvió a tocar su ano.
Esta vez Guille tardó más en decirme con su mano que me retirara pero no hice caso, con la punta de la lengua empuje en el centro de ese agujero como queriendo entrar y su mano volvió intentando retirarme y escuche que me dijo “allí no”.
“No allí no” volvió a repetir pero no hice caso, volví a hacer mi intento, luego di unos lametones y con mi cara seguía apretujando sus bolas y con mi nariz resoplando para hacerle sentir cosas que se nunca nadie le habían hecho.
No volvió a decir nada, me dejó jugar; esta vez mi lengua intentaba entrar, lamia y volvía a intentar entrar, con uno de mis dedos lo toque, no dijo nada, lo volví a lamer, mis brazos se fueron bajo sus piernas como atrayéndolo hacia mi.
Mi boca estaba alrededor de su ano, mi lengua lamiendo su entrada, en una ocasión pude sentir como Guille aflojó la presión de sus piernas dejando de hacer fuerza y se soltó a lo que sentía, lo escuche emitir quejidos de gozo, estaba gozando el beso negro que le estaba dando; redoble mis esfuerzos para hacerlo gozar.
Guille subió una de sus piernas sobre mi hombro y me facilitó así mi tare porque sus caderas subían un poco más.
Me dije esta situación la voy a aprovechar y con mi otro brazo hice que subiera la otra pierna también y así al incorporarme un poco más forcé a sus caderas a subir y mi trabajo se realizaba más intensamente.
Ahora si mi lengua podía intentar hurgar ese hoyo sacro de todo hetero, u así fue, por fin pude traspasar esos pliegues primarios y sentir como su esfínter apretaba mi lengua que forzaba por entrar.
Su piernas se apretaron a mi, mi lengua no se salió y comencé un leve mete y saca de su agujero y sentí como volvió a aflojar sus piernas, como emitía sonidos guturales de placer, sonidos roncos como solo un macho que nunca ha sido tocado allí, se encuentra en una cama, en la cama de su mujer con otro macho que lo está haciendo sentir sabroso con una lengua enterrada en su culito.
No me hice esperar, con el dedo índice y ayudado con la abundante saliva quité mi lengua y mi dedo tomó su lugar.
Mi dedo también encontró resistencia y mi boca cubrió su glande y mi dedo pujó por entrar y su cuerpo cedió, mi dedo entró.
Suavemente mi dedo entró hasta el primer nudillo y sentí la presión de su esfínter como un fuerte anillo que lo quería ahorcar.
Con mi boca le succionaba la verga y mi dedo continuaba entrando en él.
Sus piernas colgaban abiertas cada una a mis lados y su cuerpo tenía las caderas algo levantadas, pero ya no era Yo, era Guille que las elevaba por mi.
Saqué mi dedo y tomando mi verga con mi mano, pasé la cabeza de mi verga por su raja y Guille bufó.
No
Le respondí que solo quería pasar la cabeza por allí para sentir rico y que él también lo iba a sentir igual, que no se la iba a meter, que solo lo iba a frotar.
Así fue, mientras lo mamaba, también estaba frotando mi verga en la puerta de su culo y por momentos la dejaba allí, solamente quieta en la puerta de su ano.
Yo seguí mamándolo, mi glande hacia presión en su culo pero como si no tuviera ganas de entrar.
Mi verga estaba más dura que nunca, su verga también.
Podía sentir el calor de la cabeza de su verga en mi lengua y podía sentir mi propio glande ardiendo en la entrada de aquel culo virgo que estaba así por mi.
Entonces sucedió algo, sería la suma de mi saliva tras tanto lengüetazo y la cantidad de liquido pre-seminal que salía de mi pene que el ano de Guille comenzó a dejarme entrar.
Si, el culo estaba cediendo; sentía como mi cabeza entraba en su culito apretadito y fruncido.
Que delicia, que delicia sentir como esa piel se va estirando y va acariciándote el gorro de la verga a medida tu vas entrando, que maravilloso sentir cuando traspasas el esfínter y pareja suspira por sentirte dentro de él.
Guille brinco, Sí, brinco cuando mi cabeza estuvo dentro de él, fue algo hermoso.
Entonces fue cuando sentí como sus piernas abrazaron mi cintura y sus talones se posesionaron arriba de mis nalgas.
Lo abracé y bese su cuello tiernamente mientras pujaba por entrar más.
Sus talones me forzaron a ir más allá.
Mi verga entró y Yo tenía toda mi verga dentro de mi amigo Guille, ese machín casado y fortachón que se había rendida a mi lengua y a mi verga.
No se cuanto tiempo pasó, podía sentir los pliegues del culo de Guille en el paso de mi verga aquello fue fabuloso, me lo estaba cogiendo allí en su propia cama.
Guille no decía nada y Yo por igual, no quería que con palabras se arruinara esa entrada triunfal.
Su año apretaba mi verga a medida le daba duro al entrar y sus piernas me apretaban más cuando quería salir y sus talones me apresuraban a que lo volviera a ensartar.
Fue delicioso, cambiábamos de posición, lo ponía en la esquina de cama boca arriba, de perrito, boca abajo con sus piernas colgando y no se cuantas formas más.
Pasaron unos largos minutos más y cuando tenía a Guille de cucharita a mi comencé a sentir que ya me venía y se lo hice saber y me dijo José sigue allí y termina dentro de mi.
Sus palabras me hicieron terminar, fueron uno, dos, tres y no se cuantos chorros más hasta llegar a llenar su interior con mi leche.
No quería salirme de él, podía sentir mi verga que seguía dura no quería finalizar y con mi mano aún con mi verga clavada en él tomé su verga y la comencé a pajear, estaba dura y mojada y seguí subiendo y bajando, subiendo y bajando sin parar hasta que sentí que el cuerpo de Guille se calentó un poco más, su respiración se entre corto y en mi mano pude sentir la leche fluir.
Mi mano quedó empapada de su leche y las sábanas también.
Su ano en cada chorro de esperma apretujaron mi verga como queriéndola ahorcar y al final que Guille terminó pude sentir mi propia verga ceder y comenzar a bajar su tamaño en aquella tierna prisión que el culito de Guille me regaló.
Mi verga salió sola, en mi mano tenía una buena cantidad de la leche de mi amigo de mi nuevo amor, llevé mi mano a mi boca y paladie su sabor aun caliente y me supo a gloria.
Descansamos un rato y luego nos duchamos juntos, miraba a Guille serio y al llegar al cuarto me dice: “De esto nada a nadie” y respondí: “A nadie” acto seguido así desnudos lo abracé el quiso rechazarme como arrepentido de lo que había hecho y lo tomé más fuerte aun y le dije: “esto queda entre nosotros y nadie más lo va ha saber y ahora somos amigos con mucho más cariño por dar”, él solo me miró fijo a los ojos por unos instantes para luego ceder dándome un abrazo también y recostando su cabeza en mi.
Luego nos vestimos y fuimos a la fiesta que estuvo fenomenal. Feliz Año Nuevo.
Ya saben amigos lo de los nombres y lugares como siempre.
LUDAVAGI
Piscis3ma66@hotmail.com