Celebrando con mi tia

Mi tia me acompaña a adquirir mi licencia de conducir, y nos vamos a celebrar a otra ciudad.

Hola amigos de todorelatos. Hoy les contare una historia que me ocurrió hace un par de meses con mi tía en algún lugar de Chile. Para entonces yo ya había cumplido 18 años; mis ansias de tener esa edad, más que nada, era para obtener mi licencia de conducir. De hecho, tan solo 4 días luego de cumplir la mayoría de edad, ella me acompaño a adquirirla. No hice cursos de conducción ni nada por el estilo, solo fui a dar la prueba acompañado por la suerte. Así, logre sacar por fin el anhelado documento. Como vivíamos tan solo nosotros dos, yo por motivos universitarios y ella por ser madre soltera cuya hija vive con su padre, decidimos ir a celebrar a otra ciudad del país, viaje en el cual, por supuesto, conduciría yo.

Fuimos a la casa a tomar una ducha, arreglar las maletas y juntar las cosas que llevaríamos, y en menos de 1 hora, ya estábamos tomando el acceso principal a la autopista. Decidimos ir a Viña del Mar, una hermosa ciudad turística de Chile, la que, para mi gusto, es la más hermosa. Llegamos a un hotel maravilloso, con todas las comodidades que te puedas imaginar, amigo lector. Antes de continuar, déjame decirte que ella es dueña de una exitosa empresa de artículos médicos, por lo cual lo referente a lo económico no era problemas. Eso es lo mejor.

Así, una vez entramos a nuestra habitación, quedamos asombrados: Jacuzzi en su habitación y en el baño; dos camas de dos plazas (una en cada habitación), servicio automático, balcón con vista al mar, etc... Lo mejor de lo mejor. Nos instalamos y pedimos un rico almuerzo al servicio. Luego, descansamos un momento y bajamos a la playa, a disfrutar del agua y de las vistas (ese era yo jajajaja).

Estuvimos toda la tarde en la playa, y luego conduje a un restaurant cercano a comer comida mexicana. Así, llegamos al hotel cerca de las 12 de la noche, un poco “contentos” por el alcohol de la cena, que se trato de cuatro copas de vino por cada uno (con lo que la botella quedo vacía). Estábamos cansados, y decidimos irnos a dormir.

Al siguiente día me levante con una pequeña resaca (dolor de cabeza tras beber) y fui directo al baño a tomar una ducha, vistiendo solo mi bóxer creyendo que ella estaba dormida. Así, una vez llegue al baño, abrí la puerta y mi cara se lleno de vapor caliente. Ella estaba tomando una ducha, y tras la mampara de la misma logre divisar un fantástico cuerpo. Me escondí al lado de un mueble que había allí, el cual era mas alto que yo, y me quede viendo. Una figura preciosa a la que nunca había visto con detenimiento. Su cabello lacio, negro, se pegaba a su cuerpo producto del agua en el. Sus tetas desafiantes y grandes, con pezones rosados y erectos; un vientre plano que terminaba en una vagina depilada con los labios ligeramente grandes, y un trasero espectacular, casi de esos esculturales hechos a mano. No pude evitar tener una erección inmediata, la cual era algo difícil de ocultar. Estoy orgulloso de mi pene, que mide 19 cm y 4 de ancho. Aunque no me vendría nada mal un cm mas jajajaj.

Seguí observándola, aunque cada vez se me dificultaba mas, por el hecho del vapor, que ya dejaba de escapar por la parte de arriba, y se había pegado en el vidrio de la mampara. Lástima. Pero logre al menos eyacular con la hermosa vista que tenia de ella. Limpie cuanto pude y me retire de ahí. Unos minutos después del suceso, ella salía con una toalla cubriendo su cuerpo, momento que aproveche para tomar la ducha que mucha falta me hacía. Ese día nos quedamos en el hotel a disfrutar de la piscina y de las excelentes atenciones. Cerca de las 8 de la tarde, fuimos a una botillería a comprar un ron para beber esa noche en el hotel. Estabamos en el balcón, sentados en los comodos sillones, fumando y bebiendo, mientras conversábamos de lo entretenido del lugar y de cosa sin mucha importancia. Ella vestia un bikini negro del tipo colaless, y yo el mismo traje de baño que use en la piscina. Tras tres cuartos de la botella bebidos, nos comenzamos a desinhibir, y ella sintió ganas de hacer topless, sin importar que fuese de noche.

Yo le dije que por mi no se preocupara, que la observaría detenidamente y lameria sus pezones hasta sacar leche de ellos…O al menos eso me hubiera gustado decirle. Se quito la parte de arriba de su bikini, y mi pene reacciono mas rápido que yo, y fue algo evidente, pero ella solo se rio de mi y siguió bebiendo.

Pronto se nos acabo la botella de ron, y estábamos bien mareados, pero no tanto como para caernos al caminar. Me pidió llamar al servicio del hotel y pedir unas cervezas, las que llegaron antes de que colgara el teléfono. Vaya servicio. Cuando volvi al balcón, quede atonito, ella estaba con una pierna levantada (de pie) sacándose su colaless, y vi por un momento su vagina. Me miro y dijo que le molestaba, pero que de inmediato se ponía otra cosa. Rapidamente le dije que se quedara asi, que yo también lo haría. Y me dijo que mi comentario había sido algo picaro, pero exitante. Exitante. Exitante. Esa palabra fue la que quedo en mi mente mientras me despojaba de mis prendas. Asi, en un momento saque mi bóxer y mi pene en erección quedo frente a ella (me preocupe de ese detalle, de desvestirme cerca y en frente de ella). Me sente en mi butaca y bebimos las cervezas.

En un momento, ella comento sobre el tamaño de mi pene, diciendo que lo encontraba grande para mi edad. El cobro vida nuevamente, poniéndose en erección casi al instante. Me puse de pie y me acerque a ella, pidiéndole que lo tomara con sus manos para que lo viera bien. No lo dudo. Lo agarro firmemente y lo sacudió un par de veces, y cada vez acercándose, hasta que sus hermosos labios lo tocaron. Abrio su boca y lo introdujo en ella, chupándolo lenta pero exquisitamente. Pasaba su lengua a lo largo de el y se lo introducía nuevamente, casi hasta los vellos púbicos. Solo sobraban como 6 cm. Siguio con su mamada, hasta que le avise de lo inminente. Pero ella ni se inmuto, y recibió todo mi semen en su boca, el que trago como si nada.

Luego, se puso de pie y puso mis manos en sus tetas, las que apreté y toque como mejor pude. Pase mi lengua por sus pezones, los mordí, succione, mordí sus tetas, y me centre entre ellas, para comenzar a bajar con mi lengua, por su vientre plano. Ella se recostó sobre la butaca y abrió sus piernas, regalándome su hermosa vagina. Me entretuve en su ombligo mientras la masturbaba, concentrándome en su clítoris, que estaba durísimo. Llegue a su vagina y la lami por todas partes; mordí su clítoris y le hice el mismo tratamiento que a sus pezones, mientras comenzaba a introducir un dedo. Llevaba cerca de 10 minutos chupando, y ya tenia tres dedos dentro de ella. Luego baje mi lengua hacia su orificio y la meti cuanto pude, cuando un feroz orgasmo me dilato las papilas gustativas. Lo trague todo cuanto pude.

Nos pusimos ambos de pie nuevamente, y me llevo tomado del pene hacia su cama. Se recostó en ella y me puse encima de ella, en los pies de la cama. Lentamente puse mi pene en su entrada y empuje tan fuerte como pude. Un grito callado salió de su boca, el que opaque con un beso muy largo, al compas de mi penetración. Sus paredes vaginales aprisionaban mi pene tratando de dejarlo en ella por el resto de su vida. Tenia que hacer muchos esfuerzos para continuar con la penetración normal. Luego ella se acosto en la cama boca abajo, con las piernas cerradas, y yo me acoste sobre ella con mis piernas abiertas al lado de las de ella, y meti mi pene con mucha mas dificultad, pero con mucha mas exitacion. Me encanto esa posición, porque mi pene entraba tan profundo como su longitud permitia. Sus gemidos eran maravillosos, y nuestras transpiraciones se confundían en una sola. Tuvo un orgasmo mientras yo seguía penetrándola, variando de intensidad a cada momento. Luego de su orgasmo, se puso en cuatro y la penetre nuevamente. Increiblemente para mi, alcanzo a tener un orgasmo nuevo antes de que yo acabara. El mio llego justo después del de ella, y llene su vagina de semen.

Nos acostamos uno al lado del otro, mojados y muy cansados, y nos besamos largamente hasta que nos quedamos dormidos. Al dia siguiente, sentí humedad en mi pene, y cuando abri mis ojos, encontré a mi tia desnuda chupándomelo, mientras esperaba a que me despertara. Cuando lo logro, se monto sobre mi y volvió a introducirse mi pene, hasta el fondo, y tuvimos un sexo espectacular de casi una hora.

El dia transcurrió normal, y pedimos que aumentaran la reservación por una semana mas, para seguir disfrutando del sexo en el hotel. Sin embargo, cuando llegamos a casa, nuestras aventuras siguieron dándose.

Hoy, tres años después, tenemos una hija hermosa, muy parecida a ella y con mi color de pelo. Nos amamos como cualquier pareja de casados, y no dudamos en hacerlo tampoco. Gracias a que solo tenemos 8 años de diferencia, no es la gran cosam y podemos ser tan bien vistos como cualquiera.

Qwertyxx.-