Celda de Castigo (X)
Cuento carcelario. Narrado en primera persona por una prisionera. Novena entrega. Fani descubre que Armando y Alejandra tuvieron tormentosas relaciones en el pasado. Ahora los tres empiezan a tener una impredecible relación.
Celda de Castigo (X)
Alejandra y yo dormimos toda la tarde… De repente, nos despertó Armando. La puerta seguía abierta y yo con un tobillo encadenado a la cama.
- ¿Qué ha pasado aquí? -dijo.
Inmediatamente, Alejandra se levanta y se pone frente a él. Los dos con actitud de enfrentamiento. Se miran a los ojos, intentando estirarse hasta su estatura máxima… los dos medían más o menos lo mismo.
- ¿Estás aquí? -dice él.
- Sí… hice como tú, me cansé de perseguir chorizos -contesta ella.
- ¿Te conservas bien? -dice él, mirando de arriba a abajo su cuerpo desnudo.
- Tú no tanto -responde ella.
Siguen un rato en una especie de pulso verbal… Pero, curiosamente, van bajando el tono cada vez más. Se miran continuamente a los ojos. Cada vez más cerca… Ocurre lo inevitable… se enganchan en un profundo beso. Seguramente le ha metido la lengua hasta el fondo...
Abierta la veda ve como se besan alocadamente, se tocan, se arañan incluso se muerden. Ella lo desnuda con furia. Él le besa los pezones le toca las tetas, le mete mano hasta el fondo mientras la besa. Yo veo todo en silencio. Está claro que no pinto nada en esto… ellos tuvieron algo muy fuerte. Espera… ambos me han dicho que se divorciaron hace siete años… ¿Sí? No cabe duda, dos más dos son cuatro.
Después, el se pone de rodillas ante ella y comienza a acariciar con la lengua el clítoris de ella. ¡¡¡Ahhh!!! Me estoy excitando al verlos… ellos parecen totalmente ajenos a mi presencia. ¡¡¡Ahhh!!! Me gustaría que me la chuparas a mí también un poco…
De repente, él para y se conforma con mordisquearle un poco la barriga.
- Quiero acabar -dice ella.
- Yo también -dice él.
- Vale… fóllame -contesta.
- ¡¡¡Quiero un rabo dentro!!!… hace mucho que no tengo uno de esos - añade.
Ella se da la vuelta y se pone a cuatro patas… Él se acerca de rodillas y busca la bulba con su pene, desde atrás… “el caballito”. ¡¡¡Ahhh!!! Me sigue excitando verlo.
Es todo lo contrario al sexo que ha tenido conmigo… Empuja con fuerza… quiere dominarla, castigarla… Al coger ritmo la agarra por el pelo y continúa con fuerza hacia adelante agarrándose a su cabeza. Esto más que “caballito” es un rodeo. ¿Ella? ella, grita, insulta, desencaja la cara… pero sin duda disfruta… Incluso pide más… “Más fuerte, cabrón”... “Hoy quiero un hombre”...
Siguen un buen rato hasta que ella grita y se retuerce mucho más fuerte… Acaban cayendo por el suelo rendidos. En ese momento, se percatan de que yo estaba allí. Ambos recogen su ropa y se van… Por los sonidos parece que abren otra celda y se meten dentro. Yo quedo allí sola… me siento abandonada. ¿Ya ninguno querrá nada conmigo? ¿Me pasaré el resto del castigo sola y encadenada de pies y manos?
Por horas oigo como Alejandra y Armando se ponen al día… Ahora hablan suave… Sé que hablan pero no consigo entender. Me acabo durmiendo…
Despierto tarde… Los rayos de sol luchan por entrar. Creo que a estas horas normalmente ya estaba desayunada… Siento presión en la vejiga y eso me hace moverme ruidosamente en la cama.
En aquel momento entra Armando… Le digo que necesito mear. Él suelta el grillete de la cama pero lo pone en mi pie izquierdo… Desnuda y sudorosa voy al retrete y cumplo con la necesidad.
- Voy a buscarte algo de desayuno -dice.
- Vale, pero…. -contesto dudando.
- ¿Qué? -pregunta.
- Me encantaría que me pusieras a cuatro patas, como has hecho con tu ex -me lanzo al vacío… sí, aun estoy caliente.
Él no articula palabra… Empieza como siempre con un beso profundo… toquetea mis pezones… baja al sexo… lo toca.. está húmedo.
No hay más preámbulos… me coloca “en perrito” sobre la cama. Mis pies no pueden separarse mucho, espero que no importe…
Viene sobre mí… Se va desnudando a toda prisa. Recorre mi espalda con sus manos… suave… me mordisquea los hombros… suave… Con Alejandra fue brusco… yo agradezco la suavidad.
Noto su mano en el sexo… está buscando camino… ¡¡¡AAAhhhh!!! Me penetra… Despacio… abriendo camino. Comienza a moverse… delante… detrás… rítmicamente… Va subiendo la velocidad… suave pero firme… ¡¡¡AAAhhhh!!! ¡¡¡AAAhhhh!!! Sigue… sigue…. Le pido a gritos que siga… que no pare… Me obedece. ¡¡¡Ahhhh!!! Ya no pido nada… sólo cierro los ojos y me dejo subir al cielo. Mi cuerpo intenta estirar… ¡¡¡Ayyy!!! los grilletes siguen en mis tobillos. ¡¡¡Ayyy!!! noto el líquido cálido…
Él se retira y yo me doy la vuelta para descansar… Él me besa largamente y dice:
- Voy a buscar algo para el desayuno.
- Por favor, desayuna conmigo -le digo.
Sonríe y se va… Hacía mucho, mucho que no sentía esto… Esperar sobre la cama el desayuno… después de hacer el amor. ¿Fue hacer el amor o fue echar un polvo? En todo caso es una sensación placentera…
Eso de que haya cerrado y lo de mis pies encadenados… es lo de menos. ¿O no?
CONTINUARÁ...