Celador

Ella 35 y yo 23,un culo grande y una cara de angelito

Trabajar de celador puede sonar, aburrido o lleno de adrenalina, puede que pensemos que no hay nada nuevo que contar y aunque en ocasiones puede ser así aquí les dejo mi anécdota, esta tuvo lugar en una cárcel federal en el estado de Tabasco, México. Pará quienes conocen el lugar saben que en esa zona del país hay grandes mujeres culonas, es que lo que les abunda es la rabadilla, un gran cabuz tamaño monumental es lo que suelen tener en esa localidad y me cogi a varias, en antros y puteros. Pero la historia que nos atañe es la de una becaria, la mujer se llama soledad y aunque no es oriunda de tabasco tenía un cuerpo delicioso, un gran culo blanco, hermoso cabello castaño hasta las caderas, de labios gruesos y rosas, ojos miel, nariz pequeña y afilada, preciosa la chaparrita, supercoqueta caminaba como partiendo plaza la desgraciada, de edad de 35 años, preciosisima la mujer y yo un inocente chamaco inexperto de 23 años. Me trajo como su pendejo por un mes, le compré cosas y le coopere pues a ella no le pagaban, me daba por satisfecho con el simple hecho de saber que podía salir con ella y presumir que andaba con alguien mayor a mi.

Una noche durante el relevo de las 2 am, resulta que llegaron tardaron en relevarla y ella viniendo de una de las torres tocó a mi puerta y me pidió entrar quesque necesitaba ir al baño, baje y le permití entrar, el baño estaba casi hasta arriba de la torre, fue al baño y luego subió a la cabina principal, yo estaba allí a mi me tocaba esa guardia, y de hecho era mi punto, yo ya venía de descansar de 10 a 2, así que ya estaba en modo alerta por decirlo así, ella subió, me dijo que se iba a quedar, si me incomodaba, claro que no solecito le dije con cariño, bueno me dijo, ante mi sorpresa se bajó el pantalón y luego la ropa interior, unas calzones horribles por cierto, aunque luego de ver ese tremendo monte de venus realmente se me olvido, resulta que se estaba depilando la panocha, uf, de un momento a otro se puso de pie se asomó a la ventana y paro el culo. ¡MADRE MIA¡ Me quería desmayar, blanco el culo, rosa la verija, sin pelos; era mi sueño, me toque por encima de la ropa y ella se inclino aún más, ella se giro y me dijo

Soledad— ¿Me harías el favor? Me come allá adentro. Exclamó la zorra en celo

Me levante de la silla y me desnude, yo quería sentir su piel con la mía y Talvez esta seria mi única oportunidad, me incline y le lami el culo, ese frío y delicioso culo le metí la lengua lo más profundo posible, le paseaba la lengua del ano a la vagina, una y otra vez, ella se reía, yo no cabía en mi emoción, me acerque a ella le tomé las caderas y le metí mi ñonga poco a poco podía saborear mi victoria, era mía, era mi puta,

¡Ay que rico papi¡ si así, me mata la ternura con la que me haces sentirme mujer¡

unas frías nalgas empapadas en su jugo me estaban recibiendo, le empecé a morder la espalda, a jalarle el cabello, giro la cabeza y la pude besar, le metí mis dedos en la boca y los comenzó a mamar, ah era una zorra en toda la extensión de la palabra, le comencé a jalar los brazos mientras ella gemia como una puta, sus labios gruesos de su vagina me hacían estremecer, comenzó a empujarme hacia afuera de tal manera que pensé que ya no quería sexo aunque gemia, así que me empecine en metersela más duro, en eso pude sentir un chorro de líquido que me aventaba, ahhhhh que delicia, no lo podía creer ese hermoso culo blanco se estaba viniendo giro la cabeza y me dijo

Sol— Acuéstate papito lindo me dijo tratando de seducirme

Alberto— No, le respondí secamente

Sol— anda mi amor, me dijo y comenzó a mover el culo en circulos

Alberto— ya te dije que no, ahora me esperas a que termine

Sol— quiero recompensar te papi, - nadie me ha hecho venir en más de tres años- te voy a dar el culo, me vas a romper el culo andale,

y me convenció la muy zorra, me acosté y ella sólita se empujó la verga en el culo, ¡ah! No podía creerlo estaba apretado, Uff, que sentónes se daba la zorra,

Alberto —dime que eres mi puta

Sol —ay, soy tu puta, si, me encanta la verga, si, metemela papu, se comenzó a frotar la vagina y me lleno de sus jugos, calientes, lechosos apestaban a zorra, cuando me di cuenta había una sombra frente a mi ella, Soledad se movía como una zorra, yo de la adrenalina ya ni la sentía, era mi comandante, ¡ese cabron es feo como su pura madre! Se sacó la verga y se empezó a mansturbar, se empezó a acercar, ella gemia como una loca, la agarre de la cintura y la comence a besar, le metí la verga en la cuca, le meti un dedo en el culo y otro en la boca gemia y se empezó a venir otra vez, mi comandante se coloco detras de ella y se la metió en el culo, ya éramos dos vergas en ese tremendo mujeron, mi comandante le empezó a apretar los senos ella cerró los ojos y gimió, el le mordia el cuello, yo le agarraba las nalgas. Mi comandante se levantó se puso de frente ella le mamo la verga, yo se la volví a meter por el culo, mi comandante se vino en su boca, se levantó el cierre, me miró y me dijo estamos pendientes oficial, asenti con la cabeza, ella y yo nos levantamos la puse en cuatro y le apoye la cabeza al piso, le escupi el culo y se lo metí de lado, ah que lindos barretasos le di, una y otra vez hasta que me vine, terminó tirada, yo me levante tire las luces de mi torre a cualquier lado.

Ella se quedó dormida, a las 5:40 sentí su lengua en mi pene, me la mamo hasta venirme, me dijo buenos días y se fue a su puesto, me ascendieron a supervisor un 25 de diciembre de hace ocho años.

Soledad fue mi novia, se la preste al comandante Matadamas, a Michua, a Reina, yo creo que no hubo quien no se la cogiera, yo ya soy comandante primero, y gano 30 al mes, estoy en las islas Marías y a que pinches cogidones me he puesto alli. Soledad anda de zorrita en Veracruz sigue de oficial.

Hasta luego