Cegada por la luz negra del semáforo

aprovechaba el muy cabron, mis jugos vaginales productos de mi orgasmo para introducírmelo dentro de mi vagina y follarme hasta casi matarnos...

Cegada por la "luz negra" del semáforo

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Ante todo perdonarme pues esta nueva confesión aunque satisfactoria al menos para mi, es algo larga, pero no deseaba cortar o privarme de esos momentos tan satisfactorios.

Os voy a confesar lo que me ha ocurrido hace algo más de un mes, lo cierto es que no me debería de haber pasado más por mi futura boda, aunque la cierta verdad es que dicho ocurrido es la más que anunciación de unos planes de futuro a modificar, pues he notado que puedo aprovechar a estos como una fuente inagotable de sexo.

Os comento como bien sabéis soy de Sevilla por lo de ardiente Sevillana, bueno no me enrollo más os debo mentar que aunque llevábamos al menos dos semanas de intensas lluvias hubo al fin una tregua… lo malo es que cuando en Sevilla hay tregua de lluvias, no es respecto al sol el cual nos aprieta con cojones. Como es costumbre salgo desde mi piso hasta mi trabajo en coche aunque podría ir en metro a día de hoy, pero por su escaso recorrido no es de mi gusto. Bueno continúo, una vez en la oficina por ser viernes normalmente me toca quedarme a rellenar actas y demás papeleo, pero a falta de una documentación debía de acercarme a la Gerencia más al no encontrarse mi becaria. La gerencia de Urbanismo se encuentra en las caracolas en el interior de la Expo, por lo que cogí dirección hacía la calle Cardenal Bueno Monreal hasta el puente de las delicias para continuar la Avenida de Juan Pablo II hasta la carretera Muro de Defecar y acabar en la prolongación y acceso a la Avenida de Carlos III.

Pero como todos los trayectos no son tan rápidos como tanto deseamos más por los inoportunos semáforos, me tuve que detener en el semáforo que hay antes de entrar en la glorieta pasado el puente de las delicias (el que se encuentra antes de acceder a la calle Antonio Bienvenida) pues tuve la "fortuna" que me cogiera en rojo. Aunque estaba absorta recordando el satisfactorio día anterior, sobre todo la tarde/noche… uuummm. Os juro que no me percate de su presencia, pues se me acerco a mi vehiculo un hombre de color bastante entrado en años, barrigón y con bigotes con la intención de venderme un paquete de pañuelos de papel, tras mentarle tanto con movimientos de cabeza como con la mano que no quería, este se marcho.

Pero eso si, observe sin mucho a fan a otro hombre de color… un chico de color, el cual se encontraba en el lado opuesto a mi carril por el lado contrario, fijándome como aparte de vender pañuelos de papel, ofrecía su picaresca forma de gracia y esmero. Observe como daba más dedicación a las conductoras que a los conductores, fijándome que no solo les dedicaba una gran sonrisa sino por las caras de estas al marcharse… algo más, llegando yo a pensar que con algo de picardía debía de embriagar a estas para que les comprara algunos… me fije que este no solo se apoya su cuerpo contra el coche, sino que hasta aceptaba "caricias".

Tras una sonora pitada del coche de atrás me puse de nuevo en marcha, tras pasar la glorieta me tuve de nuevo que detener más por culpa de nuevo del semáforo. Cuando pasado solo ni un minuto se me acerco este chico de color, el cual me ofreció uno de estos paquetes de klenex a lo que rápidamente le comente que estaba servida mostrándole un paquete. Mientras este me comentaba que los suyos eran de buena calidad, me fije bien en el chico pues lo cierto es que estaba buenísimo. Se de buena tinta que algunas amigas me llamarían idiota por despreciar un chico como ese y no es que no me apetecía, ni era por el color de piel, pero eran otras cuestiones que no vienen al caso (bueno si, es mas relacionada por mi boda).

Sigo, una vez ya en la Gerencia hice una serie de tramitaciones en las cuales se me echo el tiempo encima, más si deseaba acercarme a otro lugar pero tras fijarme bien en la hora, me di cuenta que era tardísimo y sino me entretenía mucho tenía el tiempo suficiente para llegar y entregar la documentación. Pero obviamente no era mi día pues el inmenso tráfico dificultaba mi regreso a la oficina, aun más por que me tuve que detener en el semáforo de la glorieta acceso al puente de las delicias, en el cual me fije que aun estaba aquel chico. Tras mirar mi reloj me di cuenta que eran pasado las tres de la tarde y aunque la documentación tenia prisa ya era obvio que esta no llegaría a tiempo, por lo que no me importo recrearme la vista con aquel chico.

Mientras pensaba que cuando llegara a casa me pondría cómoda, almorzaría y me conectaría con algunos… dejando mi mente volar al tiempo que sin darme cuenta realmente, deje caer mi mano de la palanca de marcha hasta dirigirla hacia mis muslos… hacia mi pubis. Comencé a deslizar la yema de mis dedos por mis muslos hasta mi monte de Venus y sentirlo sobre mis braguitas... uuummm. Comencé a pasarme muy despacio al tiempo que presionaba levemente sobre mis húmedas braguitas, sintiendo como me estremecía al tiempo que inconscientemente separaba mis muslos… significado obvio, que se me subía la falda hacia arriba dejando a la vista no solo mis piernas sino mis braguitas… y mi inocente mano. En eso que se me acerca el chico de color... joder, no me percate que este se había acercado para ofrecerme pañuelos de papel y algún que otro objeto, para poder llevar las tardes de sol más amenas.

La presencia de una sombra me hizo regresar de mi letargo de placer, dándome cuenta de que este chico de color se encontraba allí mismo siendo mi único espectador, rápidamente cerré mis piernas echando la falda hacia abajo… pues era más que evidente que me había visto lo que estaba haciendo. Como una cría me disculpe por tal comportamiento con mi rostro bajado ante tal bochorno y totalmente avergonzada (… aunque creo, que no debí haberme disculpado). Tras rechazar nuevamente sus ofrecimientos a que le comprara los dichosos pañuelos de papel, este comenzó a comentarme algunas gracias y aunque negaba tales ofrecimiento no pude evitar fijarme en un bulto en su pantalón baquero (atraía mi mirada como si se tratara de un imán), pero lo que mas me desconcertó más por no esperarlo fue lo que creí ver, pues su prenda estaba llena de cortes y de una de estas creí ver... mejor me callo.

El caso es que distraídamente mientras como es habitual negaba con la cabeza el ofrecimiento de este chico de color, mi mirada se dirigía una y otra vez a sus pantalones... a lo que mas debía de esconder, pues lo que aprecie fue un bulto bastante considerable. No es por ser pesada ni mucho menos, pero me di cuenta que mi mirada se me iba casi mecánicamente hacia aquel paquetón, el chico se giró para volver a su sitio y tras darme este la espalda puede apreciar su culito… uuummm. Empecé a darme cuenta de lo que me estaba pasando y no solo por el hecho de mis más que mojadas braguitas, sino que fui consciente de mi comportamiento y mi deseo por aquel chico de color… por aquel paquetón, lo peor es que recordé que mi novio no estaría esa noche en casa pues le toca guardia.

Os debo admitir que tantas miradas me delatarían, obviamente este se dio cuenta de que no le quitaba ojo de encima… pues me devolvió la sonrió. Lo cierto es la primera vez me sorprendió que se hubiera percatado (gilipolla que fui e ilusa), pero mecánicamente le sonreí arrancando de inmediato al darme cuenta que este había cambiado (no tendría mas de 20 años, de color negro y sus rasgos faciales… uuummm). Os debo admitir que di tal acelero que olía a goma quemada… pues cuando tonta de mí, que cuando acelere no me di cuenta del freno de mano echado (coño, suerte la mía que delante nadie había), lo hice por querer escapar de aquella tentación. Mientras me dirigía hacia casa, me di cuenta de que la visión de aquel paquete y de aquel culo tan precioso me había puesto muy excitada y no se me podía quitar de la mente, aquel gran bulto de carne apenas oculto por ese pantalón baquero del chico negro.

De repente, como movida por un impulso que no pude ni quise resistir di un volantazo y cambié de sentido al final del puente intercepción con la Avenida de la Raza. Os debo mentar que aunque a esa hora normalmente había mucho trafico, por suerte no ocurrió nada más que algunos pitos por conductores que venían en sentido contrario al mió, nada más continuar por el puente salí por la primera salida en dirección a la calle Antonio Bienvenida, continuando la glorieta hasta salir por dirección a la carretera de Esclusa. Enseguida lo vi, continuando hasta llegar al semáforo donde se encontraba apoyado este joven de color, a medida que fui acercándome fui disminuyendo mi velocidad con la intención de que me cogiera este.

Os debo de admitir que no supe como pretendía actuar, ni que iba a hacer pues ni lo pensé pues en mi mente solo estaba ese bulto, sobre todo el deseo de contemplarlo... al natural, esa idea me excitaba por momento. Cuando llegué de nuevo al semáforo el chico de color al acercarse no se percato de que era el mismo coche al que previamente se había acercado minutos antes. Recuerdo que mientras se dirigía hacia mi coche lo observaba embobada, como su cuerpo al andar se movía con una gracia natural y hasta elegantemente fijándome sobre todo ese péndulo el cual se movía al mismo compás... seguramente no llevaría ropa interior.

Cuando llegó a mi altura de mi ventanilla me ofreció nuevamente los kleenex, al mirarnos rápidamente me reconoció enseñando al momento su sonrisa, en la cual esta vez me pareció detectar cierta picardía. Observe que tenía el paquete de pañuelitos en la mano casi dentro de mi vehiculo, instintivamente gire mi cabeza hacia su cintura dándome cuenta como este con su otra mano se magreaba su miembro (joder, casi logro tener un orgasmo ante tal gesto).

Recuerdo que tuve que tragar saliva e incluso sentí de lo nerviosa que estaba, como si el corazón se me saliera de mi cuerpo. No supe que hacer por lo que mecánicamente introduje mi mano dentro del bolso y sin saber exactamente que cogí, rápidamente se lo entregue… "50 euros". Tras sonreírme el chico negro al tiempo que me comento en un mal español apenas legible que no tenía cambio, mientras me comentaba esto volvió a magrearse su miembro delante de mi… sin tan siquiera disimular. No os sabría decir que le comente, pero debí farfullar algo como "no importa, quédate con el cambio" (joder, menudo cambio) al tiempo que me volvía a sonreír.

Entonces el chico de color me comento que era mucho dinero y que debía de recompensarme de alguna forma... sin pensarlo por mi parte y siguiéndole el juego, le comente que me sugería. El chico de color nuevamente sonriéndome esta vez maliciosamente, me comento que si yo lo deseaba me podría enseñar unas cosillas que me iba a gustar... obviamente estaba deseando seguirle la corriente. Tras mover la cabeza afirmándole tal ofrecimiento al tiempo que le abría la puerta, este se montó en mi coche junto a mí.

Tras arrancar con rapidez, mientras sentía nuevamente mi corazón latir con tanta fuerza que hasta me dolía, como si fuera mi primera vez y bien sabía que no lo era. Mi primera intención era la de dirigirnos a los aparcamientos del Charco de la Pava más por conocerlo bastante bien, por lo que gire hacía la izquierda en la glorieta con el giro completo y salir hacia la avenida de Juan Pablo II sin esperar al menos que el chico me dijera a donde vamos. Recuerdo que aun me encontraba dentro de la glorieta cuando el chico me señalo por donde debía de continuar, tras hacerle caso salí al final por la salida de la carretera de la esclusa, el cual me comento que continuara hasta mentarme donde detenernos.

Os debo mentar que el chico de color que aparte del pantalón baquero todo rasgado, llevaba también una camiseta de color verde, un sombrero y un chubasquero... uf que calor pensé. Después de haber dejado atrás las siguientes glorieta y la entrada al puerto, el chico negro me comento si no me importaba que se quitara el chubasquero y la camiseta... pues tenia mucho calor… no me extraña hasta yo sentía calor con tan solo verlo. Os juro que solo moví la cabeza a modo de aprobación sin tiempo de esperar este mi contestación, se había despojado tales prendas (joder, de reojo pude ver el torso desnudo de este chico). No os mentiría si os digo que aquel chubasquero engaña muchísimo, pues bien que ocultaba ese musculado cuerpo, aquellos bíceps y esos pectorales que supongo que no han sido precisamente de gimnasio… y no por que no quisiera que vayan, sino por que estos no pueden por lo poco que da la venta.

Bueno continuo, seguimos avanzando por la carretera de la esclusa mientras seguía mirándole de reojo, entonces me di cuenta de que la cabeza de su miembro aparecía por una de las rotura de su pantalón, quizás fuera llevada por mi excitación o por lo caliente que estaba, pero me dio la sensación de que algo rosáceo asomaba… joder. Observe que se había quitado el cinturón de seguridad, note como este se movía y se restregaba en el asiento al tiempo que me comentaba, que se estaba poniendo cómodo pues estaba algo cansado después de tantas horas de pie al tiempo que separo sus piernas, pegando su pierna izquierda a la palanca de marcha (Joder, que tentador).

Sabéis no tenia la necesidad de cambiar de marcha más que íbamos bien en tercera la verdad, pero aquella pierna pegada a la palanca me tentaba… uuummm. Tras unos minutos me comento por la marcha en la cual íbamos por su insistencia pues me lo volvió a preguntar me hizo dudar, por lo que dirigí mi mano hacia la palanca y como algo instinto por mi parte, pose mi mano sobre ese muslo (Dios, sentí como un calambrazo que recorría mi medula). No os niego que no deseaba hacerlo pero el sentir ese muslo caliente a pesar de tela de su pantalón me hizo desear aun mas a ese chico, pero tuve que volver a la realidad más por culpa de una curva, que tuve que posar de nuevo mi mano sobre el volante.

Recuerdo la sonrisa malévola del chico de color tras mi rostro avergonzado por tal gesto. Comenzó este una conversación a modo de podernos conocer aun mejor algo que la cierta verdad no deseaba. Comenzó de nuevo a moverse en su asiento comentándome de nuevo o mejor dicho avisándome que se iba a desabotonar el pantalón, que lo cierto no eche cuenta más por ver que aquella carretera iba a su fin y este no me había avisado aun de donde debía de detenerme. Cuando me gire a este a comentarle donde debíamos de detenernos me quede petrificada más por ver como estaba el chico de color… ooohhh.

Os debo mentar que tras bajarse la cremallera salio un olor a miembro que impregno el interior de mi coche. Me entro nuevamente ese escalofrió al tiempo de un calor indescriptible, mas al ver desde yo estaba el posible grosor de ese miembro... tuve que tragar saliva y todo, se me seco hasta los labios en segundos y me entraron unas ganas terrible de beber. Sabéis por mi hubiera detenido el coche allí mismo y haberme tirado no precisamente a los brazos de este, pues este chico de color era toda una tentación difícil de eludir.

Tuve miedo hasta de cambiar de marcha y todo... realmente estaba toda nerviosa, pues me daba vergüenza hasta mirarlo... mejor dicho mirar eso. No tuve más remedio que cambiar de marcha y como una autómata aparte mi mano de la palanca, dirigiéndola hacia ese muslo que aun desprendía calor e incluso aun más. Sin mirar lo que estaba haciendo ascendí mi mano por su muslo hasta su bragueta y cuando la fui a retirar, sentí la fuerza de su mano sobre mi muñeca al tiempo que me la restregaba contra ese monstruo (dios, eso no podía ser real). No os niego que no deseaba eso, pero me hacia sentir una perra en celo… que lo soy, pensar que mi novio me ha pedido que vaya dejando de buscar relaciones y que piense mas en nuestra boda, no se que voy a hacer en el momento que me case.

Poco a poco fui notando como su mano dejaba de presionar la mía, siendo yo la que continuaba agarrando ese tronco negro, era yo quien la recorría desde la base de sus enormes cojones rasurados... si no tenia vello alguno. Continué hasta su grande el cual era enorme e impregnaba mis dedos de líquidos que salían por este. Os afirmo que en todo momento no deje de mirar hacia la carretera no hacia falta mirar pues por mi mente pasaba todo lo que estaba haciendo. Sin decirle palabra alguna tras sobresaltarme sentí la mano de este chico acariciar mi cuerpo, desde mi rostro el cual comenzó por introducir uno de sus dedos en mi boca, que no solo se lo chupe imaginando que era su polla sino bajar por mi cuerpo pasando por mis pechos y finalizar en mi entre pierna... notando la humedad de mis braguitas, teniendo que cerrar mis muslos ante tal estremecimiento.

Aun no habíamos comenzado a gozar plenamente el uno del otro, este ya me había echo experimentar mi primer orgasmo (ante su cara de satisfacción, le hice mención que era multiorgasmica). Dios estaba en la gloria pues mientras magreaba esa polla negra... la cual era aun mas negra que el resto de su cuerpo, su mano no dejaba de satisfacerme pues este había comenzado a masturbarme... haciéndome sentir las locuras de sus grandes dedos y juguetones. Como aprovechaba el muy cabron, mis jugos vaginales productos de mi orgasmo para introducírmelo dentro de mi vagina y follarme hasta casi matarnos... si casi matarnos, pues tuve la temeridad y el error de cerrar mis ojos ante tal placer, llegando a dar un volantazo que con rapidez y después de apartar mi mano de su pantalón, puse de nuevo nuestro rumbo.

En ese momento el chico de color me comento que me detuviera ya, pues debía de detenerme mi coche a la derecha junto a unas naves de una empresa de pesticida o algo parecido. Tras hacerle caso y detener mi coche me gire nuevamente hacia el chico que ahora mas tranquila y con el motor parado me envalentone, por lo que metí nuevamente mi mano en el interior de su pantalón. Os aseguró que era enorme, no os miento si os aseguro que mediría al menos 25 cm… quizás me quedara corta (hacerte en mi idea previa de que este no llevaba calzoncillos).

Le comente por dicha zona pues ignoraba si había gente o no, me comento que había estado varias veces y cree que esta abandonada o supuestamente lo creo, pues en las veces que ha estado nunca ha visto a nadie, esta se encuentra en la prolongación de la carretera de la esclusa hacía esta, antes de llegar a donde hacen y reparan embarcaciones. Una vez deje el coche estacionado aun lado el chico me comento que dejara mi coche lo mas alejado de la carretera más por no levantar sospechas a posibles mirones, lo cierto que no había coches algunos por allí y menos gente a la vista.

En cuanto detuve el coche, el chico de color me miró y tras sacar su lengua de la boca se la pasó por los labios, me sentía muy excitada... sentía como si el corazón se me fuera a salir. Tras bajar su mirada hacia su entre pierna me indicaba lo que debía de hacer imaginándome lo que este pretendía y deseaba, aunque algo dentro de mí me decía que no debería, pues en pocos meses sería una mujer casada y mi novio ya me ha comentado que debería de dejar ya mis relaciones esporádicas.

Me fui arrodillando hasta colocarme en cuclillas entre las piernas del chico negro, mientras este dejo caer su pantalón hasta quedar sobre sus pies en el suelo, apareciendo frente a mí ese pedazo de polla con el cual golpeo varias veces mi cabeza y tras mirarlo bien con claridad esa pedazo de manguera negra, franqueada por sus enormes genitales (joder, tuve que tragar saliva nuevamente). Desde mi posición con la cabeza alzada hacia arriba con su miembro colgando y balanceándose por mi rostro, me llegaba a mi nariz el olor indiscutible de su miembro una mezcla de orín, sudor y liquido preseminal aparte ese olor que tienen al haberse magreado o corrido (joder, olía a macho).

Recuerdo que lo primero que hice fue coger unas toallitas húmedas que siempre llevo en el coche y se la limpie dejándola brillante aun mas al ser esta negra. Tras la oportuna limpieza de sus bajos, abrí por fin mi boca con la idea de poder degustar de tal manjar. Tras golpear esta mis labios fui yo misma la que lo use como lápiz de labios de manera que esta se restregara por mis labios y me impregnara mis labios de sus líquidos. Continuando por pasarle la lengua por su grande y continuar por su tronco hasta llegar a sus genitales, los cuales no solo se los chupe y lamí sino que hice el esfuerzo por podérmelo introducir en la boca... uuummm (joder, que buenos).

Recuerdo que a pesar de comenzar a dolerme ya las comisuras de mi boca... abrí aun más la boca más por evitar rozarle con los dientes. Tras sentirla ya dentro como pude le di lengüetazas a medida que como bien podía no solo tragaba mi saliva sino sus líquidos preseminales, mientras este gemía y decía extrañas palabras que ignoro su significado.

Recuerdo que más llevado por la satisfacción note sus manos colocarse a ambos lados de mi cabeza, si pensaba este que me iba a retirar se equivocaba el chico de color pero en ningún momento pensé que tras sujetarme por mi nuca iba a embestirme mi boca, pues este me dio tal golpe de pelvis que me introdujo gran parte de aquel miembro (coño, par ser exacta la mitad) alojarse en el interior de mi boca llegando incluso a sentir arcadas (Dios, que cabron). Chupe esa maravilla como podía llegando incluso yo misma por sujetarla bien fuerte por su tronco a modo de hacerme con tal diámetro e introducirla aun mas, pero al menos por mi parte no había manera. Lo cierto es que no quería defraudarlo pensando que no lo haría disfrutar a el y eso que he degustado pollas de todos los tamaños al menos hasta ese momento.

Cansada más de intentarlo que de chupar esa polla, note nuevamente sus manos rodear mi cabeza y tras sujetarme por la nuca volvió a insistir nuevamente con otro golpe de pelvis más, como pude quise hacerle entender que no podía tragar más e incluso con las manos quise apartarlo pero me fue inútil separarlo de mi. Tras darme un par de embestidas más a golpe de pelvis aun ignoro como, mi garganta cedió ante tal rabo y aunque más creí que me la había tragado parte de ese tronco... no solo por notarlo golpear mis amígdalas. Os juro que me sentí como un eunuco en sus manos más por la manera que me había tratado al introducir su vástago en mi boca... más me pareció que me había empalado, sobre todo ante tal miembro. Me sentí incluso algo mareada aparte de tener un tremendo dolor de boca, que posiblemente me la habría desencajado.

Recuerdo que continúe satisfacer al chico al menos lo intente desde esa posición el cual ya no tenía problema una vez que me lo sacaba para volvérmelo a alojar... aunque eso si, os digo que mis babas o saliva caían por las comisuras de mis labios al serme imposible tragármelas. Cuando más cansada me encontraba el chico de color me dijo que ahora me tocaba a mi disfrutar, nada más escuchar estas palabras me excite de nuevo y lo cierto es que hubiera echo cualquier cosa por tenerla dentro de mí... aunque por lo visto temía ese momento. El chico me pidió que me desnudara ayudándome el a desvestirme en cada una de mis prendas, la verdad que pensé que era una locura pues apenas unos metros estaba la carretera de la esclusa y al final de esta la esclusa y posibilidades de que alguien pasara eran muy elevadas. Comencé a quitarme el suéter acabando el por sacármelo por la cabeza, proseguí por la falda ayudándome el a quitármela, continúe por las braguitas y finalmente el sujetador quedándome con solo mis medias.

Os afirmo que estaba toda nerviosa y muy excitada, el chico de color me comento que me diera la vuelta y me apoyara sobre el capó del coche e hice lo que me ha había pedido. Cuando sentí su musculoso cuerpo rozar mi cuerpo casi me desvanezco, pues sentí tal escalofrío que deseaba su polla ya, entonces el chico poso su miembro entre mis muslos sintiendo su grande caliente. Comenzando a moverse de delante hacia atrás al tiempo que restregaba su miembro entre mis muslos. Entonces caí en la cuenta de que aquello si me entraba me podría partir en dos, le comente que tuviera cuidado que me podría reventar.

El chico me comentó "que no me preocupara... que no me iba a follar… aun, pues solo desea jugar antes conmigo… solo desea restregar su polla por mi entre pierna". Coño, tranquila me dejo el muy cabron… al menos me lo creí. Por lo que separe mis piernas para que este pudiera llegar con más facilidad hasta la zona más íntima de mi anatomía. Recuerdo que no me esperaba lo que me hizo el chico de color, pues note sus manos sujetarse a mis muslos y tras unos minutos interminables, este enterró su rostro entre mis glúteos comenzando a chuparme desde mi orificio vaginal hasta mi orificio anal.

El primer lengüetazo fue como un escalofrío, pues aquella lengua inspeccionaba y recorría mi más recóndito coñito, al tiempo que me hizo estremecerme… me hizo descubrir que tenía zonas erógenas que desconocía y que aun debo descubrir. El chico manejaba la lengua como un maestro e introducía su lengua por todo mi coñito… deslizándose tanto por mis labios vaginales superiores como los inferiores. Os juro que me hizo lograr un nuevo orgasmo, mientras deseaba en ese momento morir del placer que estaba siendo sometida... uuummm. Estuvo así un ratito, ni me di cuenta como el muy cabron había colocado la cabeza de su grande en mi orificio vaginal, aunque eso si comenzó a refregarse haciéndome gritar que me follara de una puta vez... ooohhh!!!, no pares por Dios.

De repente, sin que pudiera hacer nada, el chico dio un golpe de pelvis y me enterró la mitad de su miembro en mi coñito. Coño, aquello no lo esperaba aunque si os lo reconozco que lo pedí a gritos… pero el muy hijo de puta, me pillo por sorpresa. Me dio tal embestida que mientras al principio chille de dolor, mientras me comentaba que no me resistiera y que colaborara, pues disfrutaría al tiempo que comenzó a llamarme su putita. Recuerdo que continuo por comentarme que me dolería solo al principio, pues a medida que me valla relajando comenzaría a gozar… si es cierto, pues mientras me relajaba sentía como esa barra negra de carne me hacia gozar como nunca… ni mi novio.

Recuerdo que en cada una de sus embestidas me hacia moverme hacia delante como nadie, jadeaba y mientras me penetraba me acariciaba y me masturbaba mi vulva al tiempo que jadeaba de placer y satisfacción. Nuevamente sin esperarlo me dio una nueva embestida tan brutal como la anterior, sintiendo sus genitales golpear mis nalgas y sentir como mi vientre era golpeado una y otra vez… llegando a pensar que este lograría dejarme embarazada. Os aseguro que en cada una de sus embestidas me hacia temblar y temer su dureza… aunque que carajo lo deseaba, el chico de color continuaba con sus penetraciones mientras me besaba o babeaba mi cuello al tiempo que una de sus manos magreaba mis pechos e incluso penetraba mi orificio anal.

Recuerdo que el chico de color comenzó a penetrarme cada vez con más fuerza al tiempo que jadeaba. Sus embestidas eran dolorosas pero al mismo tiempo satisfactorias… no se como os la puedo describir, me gustaba como y de la manera que me penetraba. Recuerdo que sin esperarlo al igual que sus penetraciones, me retiro con fuerza sintiendo el dolor de habérmela sacado en plan bestia (joder, llegue a pesar que me había desgarrado), mientras una de sus manos se posaba sobre mis hombros empujándome hacia abajo hasta acabar delante de su miembro en cuclillas, notando como su primer trallazo de sus semen acabar sobre mis pechos. Pero tras poner la cabeza de su grande en mi boca apenas pude tragármela mas por la cantidad de leche que salía de este, sentía sus líquidos caliente y viscoso.

Cuando terminó, sacó su miembro chorreante de semen de mi boca... estaba aún erecto, recuerdo que apenas sin decir palabras pues tal gesto entendí lo que deseaba, pues tras cogerse su miembro por la base me la restregó por mis labios. Tras abrir la boca nuevamente al tiempo que dirigís mis manos a su negro tronco, el cual me las aparto por lo que me tuve que sujetar a sus piernas, comencé a tragarme ese pedazo de carne dura, limpiando con la lengua los restos de semen viscosos y tragando al tiempo que este me manoseaba mis cabellos y me comentaba la buena follada que me había dado. No os miento que me gustaba ese sabor de esa polla... aunque he probado muchas esta era diferente. Lo cierto es que no quise que aquel momento detenerme más por el sonido de mi móvil sonando... al tiempo que de este salía el sonido de quien me llamaba... "oficina, oficina". Comencé a rechupetearla con glotonería, rebañando aquellos restos de semen y tragándomelos sin pudor. Cuando terminé de limpiarle la polla, que ya empezaba a estar morcillona, el chico de color me sonrió y me comentó si deseaba continuar un poco más… al tiempo que le conteste mientras me vestía y con mis labios pringosos... no me tientes cabron. Bueno aquí finaliza esta nueva confesión, pero os puedo adelantar que he vuelto a estar con el.

Ante todo perdonarme por que quizás no me exprese adecuadamente o no plasme lo que realmente me han hecho sentir o me han hecho hacer, pues aunque lo intento una infinidad de veces que las mismas ansias por plasmar lo sucedido, no me doy cuenta y cuando lo leo más tarde… me doy cuenta que me he comido tanto palabras como símbolos (interrogaciones o exclamaciones). Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil.

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