Cegada de Amor - Capitulo 7

Después del viaje a casa de Karen, Fernanda suponía que su relación mejoraría, aun con la limitantes de ambas, una confesión estaba por suceder. Una vez mas la fuerza de voluntad de Fernanda se pondría a prueba.

Estimados lectores, una disculpa por haber tardado en escribir el capitulo 7...espero sus comentarios, ya sea en este medio o a traves de mi e-mail, me da mucho gusto recibir sus e-mail y saber que la historia les gusta, se aceptan sugerencia. Lindo dia.


Fernanda había conocido el hogar donde Karen había crecido, se percató como le agradaba regresar a su casa y amaba a su familia, sin embargo se había dado cuenta que la relación entre Karen y su madre no era muy buena, en Karen había un resentimiento que le hacía según ella no creer en el amor, no obstante Fernanda no se daría por vencida, ella amaba a Karen y pese a todo deseaba estar a su lado.


Después de la visita a San Francisco, el regreso ocurrió sin novedad alguna, viajamos nuevamente por 6 horas, la mayor parte manejo Karen, y solo pasamos por agua a una tienda de carretera, ya que Jon nos preparó comida para el camino. Karen se veía pensativa y sonreía de vez en cuando, la música sonó poco esa vez, sin embargo veníamos platicando anécdotas que habíamos vivido en nuestra secundaria o preparatoria. Me encantaba escuchar a Karen, quería saber más de ella y cada detalle para mí era muy importante. Llegamos casi a las 10pm a la universidad, aún estaba muy solo el lugar ya que muchos regresarían hasta el lunes.

Karen: Nos vemos mañana Fer, estoy muy cansada y solo quiero dormir.

Fer: Si amor, nos vemos mañana, descansa….

Karen: Gracias, tú también descansa linda.

Karen se fue a su apartamento y yo me fui al mío, sus palabras habían sido tan cortas, la verdad no esperaba más, bueno en realidad si esperaba pero sabía que ese día no obtendría más, ahora mismo ni yo sabía que éramos, después de esa platica que tuvimos, no sabía que esperar.

Llegue tire mi maleta a lado y me avente a la cama boca arriba, me sentía muy cansada pero aun feliz por el gran fin de semana que había pasado, aun en mi cabecita seguían revoloteando algunas cosas, pero que sabía que no tenía que juzgar a una familia que no era la mía, pero si era la familia de la mujer de la cual estaba enamorada, no podía quitar de mi cabeza esa pelea entre Karen y su mamá, lo que Karen me había dicho, del cómo se sentía, que nunca había tenido la atención de su madre, pero sobre todo el que no se fuera de su lado. Me estaba quedando dormida cuando escuche que alguien abria la puerta.

Fer: Hola Maggy – Muy felizmente la salude.

Maggy : Hola, -Muy seria y no era para menos, ya había planeado ir con ella a su casa y le cancele de última hora por irme con Karen –

Fer: Te debo una disculpa, lo siento de verdad – Intentando arreglar algo –

Maggy: No te preocupes, yo entiendo. – Con la voz entrecortada –

Me levante y dirigí hacia ella, intente abrazarla pero Maggy se zafó, ella estaba más que molesta, la vi triste y entendí que cualquier cosa que le dijera no cambiaría sus sentimientos en ese momento.

Fer: Ok, se que lo que hice no estuvo bien…lo la.. - Maggy me interrumpió –

Maggy: No quiero hablar de verdad Fer, no ahora por favor.

En ese momento supe que nada cambiaria las cosas, había hecho algo que no estuvo bien, sin embargo tampoco me arrepentía, pero no se lo diría a Maggy. Me fui a mi cama, y me quede profundamente dormida.

Al siguiente día, me prepare para irme a clases, de cierta manera me sentía rara, ya que la última vez que estuve en la universidad y en clases, Karen solamente era un amor platónico, y ahora de una u otra manera había algo más. Cuando me desperté Maggy ya no estaba, estaba segura que se había ido antes para no encontrarse conmigo, pero ya habría tiempo para platicar.

Me dirigí a clases, pasaron las primeras horas del día y no me había encontrado a Karen por todo eso, no le había enviado mensaje a su celular pensando que no me quería ver hostigosa, así que deje pasar las horas, llego la hora del almuerzo y nada, terminaron las clases y no aguante más, le marque pero tal parecía que estaba apagado, así que fui a buscarla a su apartamento. Subí y toque la puerta, pero nadie respondió, volví a hacerlo pero un poco más fuerte y fue que salió Karen, no se veía nada bien, se notaba cansada, muy pálida y puedo decir que hasta enferma.

Fer: ¿Estas bien?

Karen: ¿Qué quieres? – molesta y sin ganas de hablar –

Fer: No te vi en clases, y ya que no respondiste el celular, decidí venir a buscarte.

Karen: ¿ahora piensas vigilarme?

Fer: No es eso, solo me preocupe por ti.

Karen; ¿Sabes? No hace falta lo hagas.

Fer: No hace falta te portes asi conmigo,

Karen: ¿Y cómo quieres que me comporte?

Fer: ¿Sabes qué? me voy, no pienso discutir contigo, no sé qué te pase, en buena onda te estoy preguntando que tienes y me respondes de muy mala manera.

Karen: Si mejor vete, no quiero ver a nadie ahorita, y menos a alguien que me reclama.

Fer: No te estoy reclamando, pero si así lo ves, está bien.  – Me di la media vuelta y me fui, sus palabras me habían dolido, pero tampoco permitiría que me tratara de esa manera, habíamos pasado unos días muy buenos y su actitud me desconcertaba, como casi todo lo que ella hacía. Me fui caminando hacia uno de los jardines y preferí sentarme, no supe en que momento mis lágrimas comenzaron a salir, no lograba entenderla y ya no estaba segura si quería hacerlo.

Senti como una mano tocaba mi hombre. Era Maggy.

Maggy: ¿Y ahora que paso?

Fer: Simplemente no la entiendo, pasamos un fin super, y hoy me dice que no me quiere ver.

Maggy: Ay Fer, esa chava es muy rara, no mereces que te trate así. Tu eres una chava super linda, y la cual esta ciegamente enamorada de ella, pero eso no le da derecho a que te haga eso. – Me abrazo –

Fer: No se Maggy, si la amo, pero me duele su actitud.

Maagy: Ven acá, te invito un café ¿Quieres?

Fer: Si, vamos.

Nos fuimos, dejamos nuestras cosas en el apartamento y tomamos un bus hacia una cafetería, era un lugar muy sencillo pero agradable. Estuvimos ahí conversando de lo que habíamos hecho durante el fin de semana, le platique a Maggy de la familia de Karen, Maggy empezaba a sacar conclusiones pero sin decirme mucho, me platico como se la paso en casa de sus papás, que todos preguntaban por mí y que realmente había hecho falta, me dio un jalón de orejas reclamándome porque no había ido con ella y siendo sincera llegue a pensar que quizás lo mejor hubiera sido irme con Maggy y no con Karen.

Durante los siguientes días no le marque a Karen y tampoco ella lo hizo, había días que me la encontraba en los pasillos pero no intercambiábamos ni un saludo, en un par de ocasiones me la encontré en la cafetería y tal parecía que éramos dos completas desconocidas, como si nunca hubiera pasado algo entre nosotras. No les negaré que por dentro me moría por hablarle pero no sabía cómo actuaria, ¿y si volvía a tener la misma actitud?, eso me dolería más, así que decir seguir, salía con Maggy y Robert, a veces íbamos al cine, o la playa, me había refugiado en la lectura, ya que el escuchar música me deprimía, el semestre estaba por terminar y con ello planeaba mi regreso a casa, después de un año volvería a México. Emilio me había ayudado a planear todo de tal manera que sin problema alguno viajara a casa el último día de clases.

El receso de clases iniciaría el jueves, ya que el viernes habían organizado una fiesta de fin de año, pero sinceramente yo no tenía ánimos de ir, lo más seguro es que Karen estuviera ahí y no quería verla, verla me dolía más de lo que imaginaban, así que intentaba poner distancia de por medio.  Mi vuelo era para el jueves a las 16:00 hrs así que con eso me aseguraba que no iría a esa fiesta. Maggy me había tratado de convencer por todos los medios que fuera a la fiesta pero le explique mis motivos y lo entendió, incluso le mostré mi boleto.

Era un miércoles y por ser el último día de clases varios maestros nos habías dejado salir temprano, ese día me fui a la biblioteca, ya que no tenía mucho que hacer, Maggy se había ido con Robert a una exposición y la verdad sentía que hacia mal tercio, era obvio que ellos se gustaban, ya habían tenido una relación, que aunque fugaz pero la habían tenido, así que lo mejor era dejarlos solos, venían las vacaciones y no regresaríamos hasta en un mes, así que mejor que se disfrutaran jajaja.

Llegue a la biblioteca la cual estaba prácticamente sola, me dispuse a leer “El Testamento, de John Grisham”, llevaba ya un tercio del libro, y me había enganchado, tanto como para decidir que lo terminaría incluso antes de llegar a casa.  Encendí mi ipod y me puse los audífonos puse la música que utilizaba para leer “ The Unaccompanied Cello Suites”.

En la mesa alguien había colocado un libro, era “Mensaje en una botella”, lo primero que hice fue voltear a ver a la persona que estaba parada justo enfrente.

Fer: ¿Qué haces aquí?

Karen: Pensé que te gustaría llevarlo de vacaciones

Fer: ¿Qué quieres Karen? – Con intriga

Karen: Parece ser que no te da gusto verme.

Fer: Jajajaja – Solte una risa llena de orgullo –

Karen: Porque la risa – completamente seria -

Fer: ¿Qué esperabas?, que después de como me trataste, no te tomaste la molestia de llamarme, ni de mandarme un mensaje, ni un saludo, ¿hoy crees que estaré aquí feliz esperándote?

Karen: Discúlpame, tenía problemas, no tenía por qué desquitarme contigo, pero sin embargo lo hice, no fue mi intensión.

Fer: No es tan fácil Karen, creo que sabes muy bien lo que sentía por ti y eso pareció no importarte.

Karen: ¿Sentías?, ósea ¿que ya no lo sientes?

Fer: No intentes cambiar el tema.

Karen: ¿Ya no me amas? ¿Tan rápido se te termino el amor por mí? – Con cara triste -

Fer: ¿no crees que es suficiente para terminar con el amor?, Bah se me olvidaba, tú no crees en el amor.  – Me empezaba a molestar y a la vez me dolía decirle eso, pero si no lo hacía ella seguiría lastimándome como acostumbraba a hacerlo –

Karen: No se trata de creer o no, tuve mis motivos.

Fer: No los suficientes para hacerme sentir como lo hiciste.

Karen: Lo siento, discúlpame. No sé qué hacer para remediar esto.

Fer: ¿Remediar?

Karen: Si remediar

Fer: ¿Qué quieres remediar?

Karen: Recuperar lo que tenemos.

Fer: ¿Lo que tenemos? Primero te preguntaría ¿Qué tenemos?, creo que eso nunca quedo definido. – Le alce un poco la voz.

Karen: Te equivocas, para mi si lo está.

Fer: No lo está, ni lo estaba Karen, no puedes con esto. Eres una persona que un día me demuestra que te importo y momento después me demuestras lo contrario.

Karen: ¿Qué quieres? ¿Que a todos les digamos que salimos, que somos algo más que amigas?

Fer: No te estoy pidiendo eso, solo te pido coherencia, muéstrate ante mi quien eres, no te pido que andemos por toda la universidad diciendo lo que somos, pero si te pido que cuando estés conmigo me demuestres lo que sientes.

Karen: Lo hago – Su voz era baja, casi un susurro, ella sabía que no era así –

Fer: No lo haces – Mi tono de voz empezaba a bajar –

Karen: Fer, por favor, que quieres que haga para que me creas.

Fer: no es lo que quiera, es lo que quieres hacer tú, que pretendes, cual es el fin de todo esto.

Karen: Volvamos a empezar – Su voz se escuchaba segura –

Fer: ¿Empezar que?

Karen: ¿Quieres ser mi novia?

Su propuesta hizo que me quedara callada, ¿Estaba Karen segura de lo que me estaba proponiendo? ¿lo que implicaba? Obvio su propuesta me ilusionaba, pero también me provocaba miedo, miedo a creer nuevamente en algo y que no fuera verdad.

Fer: ¿Qué implicaría eso?

Karen: Conocernos, estar más tiempo juntas, compartir mas cosas. Salir a divertirnos, ir al cine, todo eso que hacen los novios.

Fer: ¿Ignorarme?

Karen: No lo hare.

Fer: No se Karen, me es difícil creer en ello después de lo que ha pasado. Me da miedo que hoy estemos bien y al rato no sea asi, eres tan…tan cambiante.

Karen: Intentémoslo.

Fer: ¿Por qué me trataste así ese día que fui a buscarte a tu apartamento? ¿Qué te pasaba?

Karen: ¿Es necesario que te responda eso para que me digas que aceptes ser mi novia?

Fer: Solo necesito saber porque me trataste así, es todo. Entiéndeme.

Karen: ufff – Soltó un suspiro –

Fer: Si voy a ser tu novia, y queremos conocernos ¿debo saber o no?

Karen: ¿Puedo tomar eso como un si?

Fer: No has respondido mi pregunta.

Karen : Me sentía mal.

Fer: ¿Enferma?

Karen: Algo asi.

Fer: Sigues siendo hermética, y si así esto no funcionara, esto no llevara a ningún lado – Mi voz subió nuevamente y me di la media vuelta y dispuse a irme de ahí, no me gustaba esa sensación.

Karen: Consumo drogas – Grito de pronto a la vez que me detuvo sosteniendo mi brazo –

Me quede parada, lo que acababa de escuchar no lo esperaba, si me sorprendió mas no me espantaba, nunca lo había hecho, en alguna ocasión tuve algunos amigos que lo hacían. Me di la media vuelta dirigiéndome hacia ella.

Fer: ¿Por qué no me lo habías dicho?

Karen: No sabía cómo reaccionarias.

Fer: Ese día que fui a tu apartamento ¿habías consumido?

Karen: No, en realidad estaba mal porque no había consumido, no estaba mi amigo quien me la da y eso me tenía mal. No quería que me vieras en ese estado y por eso actué así contigo, quizás era lo mejor. – Su voz era suave y en un tono muy bajo, como arrepentida -

Fer: En tu casa, el día que tenías fiebre ¿Era lo mismo?

Karen: Humm si, tenía ya 4 días sin consumir nada, no quería hacerlo en casa de mis padres, pero tuve que hacerlo al final para sentirme mejor.

Fer: ¿Eres adicta?

Karen: ¡No!, no lo soy, solo consumo de vez en cuando, en realidad no lo hago mucho. – Su voz sonaba a la defensiva -  Hoy tiene 3 días que no lo hago y veme estoy bien.  –Mostrandose orgullosa y sonriendo, como extrañaba esa sonrisa –

Fer: Pero si no lo haces te pones mal.

Karen: Si un poco pero se me pasa rápido.

No era una experta en el tema, pero sabía que cuando alguien consume drogas de manera recurrente y de pronto no lo hace puede padecer ciertos síntomas.

Fer: Las drogas no son buenas, deberías intentar dejarlas.

Karen: SI lo sé, sé que puedo hacerlo, solo que a veces me siento mal y eso me hace sentir bien, como te digo no consumo mucho y se que lo puedo dejar.

Fer: Si, puede ser. Gracias por confiar en mi.

Karen: ¿Entonces ya somos novias?

Fer: Creo que si. – Enseguida se acercó a mí y me dio un pequeño beso en los labios, aprovechando que no había nadie ya en la biblioteca. Tenía muchas dudas, quería preguntarle muchas cosas pero consideraba que no era el momento.

Me sentí extraña pero feliz, ¡Tenia novia y esa era Karen! La niña que me había robado el corazón desde que la conocí, no les negaré que tenía miedo como ya lo exprese, por su manera de ser tan “rara” pero ahora con lo que me había dicho quizás todo tenía una razón, sabía que ahora más que nunca debía estar a su lado, no permitiría que se sintiera mal, decía que eso la hacía consumir drogas y quizás era por todos los problemas que tenía con su madre, el estar alejada de su familia, el no tener el hogar que ella quisiera, no lo sé, en mi cabeza revoloteaban tantas cosas que empezaba a dolerme.

Karen: ¿Te iras de vacaciones?

Fer: Si, de hecho mañana sale mi vuelo a México.

Karen: Te iras pronto, eso significa que no iras a la fiesta de fin de año. – Mostrando un poco tristeza –

Fer: No, no iré, por eso programe todo para irme mañana.

Karen : ¿Te das cuenta? No nos veremos durante más de un mes.

Fer: ¿Tu cuando te vas a casa? – No quería pensar en eso y menos ahora que si teníamos algo.

Karen: Aun no lo sé, quizás vengan mis padres el fin de semana, mamá quiere hacer algunas compras, no se aun su plan, no he hablado mucho con ellos.  ¿Nos vamos? ¿O tienes planes para ahora?

Fer: No, no tengo ningún plan. ¿A dónde quieres ir?

Karen: No sé, te invito a comer, te laten ¿Mariscos?

Fer: Vamos.

Salimos de la biblioteca, y nos dirigimos al estacionamiento, nos fuimos a la bahía de San Diego, durante el camino me miraba y sonreía, cada que podía me tocaba mi pierna apretándola un poco, y en dos altos me sorprendía con una caricia en mi mejilla, aquello me agradaba y no podía evitar el sentirme feliz y sonreír con cara de enamorada. Comimos, Karen pidió un Salmon al Eneldo, yo preferí una Lasagna de mariscos, ambas pedimos cerveza y entre risas y bromas, fue pasando el tiempo, pedimos al menos unas 3 cervezas más, y lo mejor era aquella Karen que  me sorprendía, era tan distinta a la que conocía, incluso de vez en cuando bromeaba con el mesero, se veía tan feliz y hermosa. Parecía no importarle lo que pasara a nuestro alrededor, y en cada oportunidad me robaba pequeños besos, realmente la gente que estaba en el restaurant no nos prestaba mucha atención, estuvimos ahí hasta cerca de las 10:00 pm.  Nos retiramos del lugar.

Karen: ¿Y si te llevo a un hotel?

Fer: Jajajaja ¿Es en serio?

Karen: ¿Por qué no?

Fer: Lo dudo.

Karen: No me retes, que te lo cumpliré.

Fer: Cúmplelo – Le sonreí pícaramente –

Mientras se acercaba a mí y me recargaba sobre el coche, y me daba un beso lleno de pasión, sentir nuevamente su boca en la mía de esa manera, me hacía sentir nuevamente viva, sentí que ese algo regresaba a mí y ahí era feliz, pese a todo lo que sucediera. Nos subimos al coche, ella en el lugar del piloto y yo a su lado, las cosas empezaron a subir de tono, los besos se volvieron cada más intensos, como todo lo que vivía con ella, su manera de tocarme era tan única, me hacía sentir como nadie me había hecho sentir, sus dedos sobre mi piel provocaban una sensación de escalofríos y despertaban en mi un deseo incontrolable. Solo deseaba que aquel momento no terminara. Karen besaba mi cuello, suavemente, y se estacionaba succionando poco a poco mi piel, dolía un poco pero a mí en ese momento no me importaba, su manos empezaban a recorrer mi espalda y me presionaba sobre ella, sin que nuestros cuerpos quedaran del todo unidos ya que la palanca de velocidades nos estorbaba, eso parecía no impórtale a Karen y de pronto me jalo hacia ella, e hizo que me colocara encima de ella a horcadas, mis piernas rodearon su cintura y mi espalda chocaba con el volante, en un movimiento muy rápido paso su mano bajo su asiento y lo recorrió hacia atrás, mientras acariciaba suavemente mi espalda, sus labios empezaron a recorrer mi cuello y empezó a bajar hacia mis pechos, son su mano empezó a desabrochar los botones de mi blusa, quedando al descubierto un top, el cual Karen subió rápidamente para iniciar a besar mis pezones, primero beso uno y lo mordió, luego paso al otro besándolo y quedándose un rato en él, besaba alrededor de mis pechos, la mano que me acariciaba la espalda empezó a bajar hacia mis nalgas y las empezó a apretar con mucha desesperación, mientras su otra mano la metió bajo mi ropa interior, empecé a sentir como entraba en mí, mi cuerpo se estremeció y jadee no pudiendo ocultar un gemido.

Karen: Te extrañe tanto – Mientras seguía besándome y haciendo labor con sus manos en mi espalda y en mi interior, su respiración se escuchaba tan agitada, eso me excitaba aún más, aquello estaba en su momento máximo, que lo que pasara a nuestro alrededor salía sobrando, solo quería sentirla.

Le ayude un poco para terminar aquello que habíamos iniciado, y empecé a moverme suavemente mientras ella seguía introduciendo sus dedos cada vez más rápido en mi sexo, mientras con su dedo pulgar formaba círculos en mi clítoris, sentía como una ola de placer invadía mi cuerpo, no puede contenerme más y termine aferrándome a sus labios que sin querer los mordí fuertemente, mientras me sostenía del respaldo del asiento, había tenido un orgasmo lleno de adrenalina.

Karen: Auch!!! Eso dolió.

Fer: Sorry, tu tuviste la culpa.

Karen: ¿Así? No me importa, así me mordieras mil veces lo volvería hacer – Me beso tiernamente con un ligero quejido por la mordida que tenía en su labio inferior.

Me quite de encima de ella, volviendo al asiento del copiloto. Di un gran suspiro y voltee hacia ella.

Fer: Me haces tan feliz.

Karen: Tu a mí. ¿Nos vamos preciosa?

Fer: Si claro. Jajajaja.

Karen: ¿Por qué la risa?

Fer: Nunca había tenido sexo en un auto.

Karen: Siempre hay una primera vez, ¿te gusto?

Fer: ¿Tu qué crees? – mientras sonreía tímidamente.

Karen: Tu cuerpo me indico que si.

Fer: Jajajaja Ok, Si, me encanto, pensé por un momento que alguien nos encontraría.

Karen: No pasa nada, ya es tarde. Ahora vámonos que aún tenemos pendiente algo.

Nos dirigimos a un lugar fuera de la ciudad, supe inmediatamente no que íbamos a nuestra residencia, llegamos a un hotel que estaba un poco cerca del aeropuerto, estaciono el coche, nos bajamos de él y nos dirigimos a la habitación, la cual quedaba enfrente. El lugar era sencillo pero muy lindo, al menos más cómodo y privado que nuestro apartamento en la universidad.

Karen: No tardo – Entro al baño, y como me lo dijo no tardo y cuando regreso solo traía puesto un lindo conjunto de ropa interior, color negro, traía una tanga de encaje y sus sosten era del mismo material. Al verla no pude evitar verla y admirar lo hermosa que era, su cuerpo tan perfecto y apiñonado, y ese conjunto la hacía ver tan sexy.

Fer: Eres muy hermosa, y hoy estas aquí para mí. Te amo Karen – Mientras me acercaba a ella, para besarla tiernamente, tratando de no lastimarle el labio que hacía unos momentos acaba de lastimar. Empecé a acariciar su espalda con mis dedos y con mi otra mano intente desbrochar el sostén que llevaba, logre dar libertad a sus pechos, los cuales, eran hermosos, redondos, y los empecé a besar suavemente, toque su cuello, y baje con un solo dedo hasta su pezón, ella sonreía. Seguí besándola, amaba besarla, sentir sus labios, suaves y carnosos, su piel era tan suave que me perdía en ella, solo quería amarla, le quite la tanga, y baje mi mano hasta su sexo y empecé a acariciar su clítoris en forma de círculos, abrí sus piernas lo más que pude y baje para besar sus labios, fui introduciendo mi lengua, y podía sentir el sabor de sus fluidos, introduje mis dedos en su vagina, la cual estaba exageradamente mojada, le seguía lamiendo su clítoris, cada vez más rápido, de pronto sentí como me tomo del pelo e hizo que subiera hacia ella, me beso apasionadamente y se colocó sobre mí, coloco su entrepierna en mi pierna y empezó a moverse rápidamente,  tallando una y otra vez su sexo en mi pierna, mientras apretaba mis pechos fuertemente, aquello me estaba doliendo más de lo que podía soportar pero el verla ahí sobre mi extasiada en placer me hacía aguantar, pude sentir sobre mi pierna como se empezó a correr, su fluido era caliente, termino y cayó sobre mí, me beso y se puso de lado, su respiración era de cansancio pero tenía la cara que solo se puede tener cuando has tenido sexo. Se recuperó en unos minutos era ella la que llevaba el control y esa noche no fue la excepción, me hizo llegar al paraíso, ese que no creía existía, hacer el amor con Karen, era la mayor de las experiencias, me hacía sentirme suya, me empezaba a volver adicta a ella, esa noche se nos fue haciendo el amor, termine sobre ella abrazándola, y acariciando su barbilla, la cual me encantaba por ser levemente partida. Ambas cansadas pero con cara de satisfacción, que solo la pasión podía dar.

Fer: ¿Quieres ir conmigo a México? – No supe ni cómo fue que le dije eso, solo sé que no deseaba separarme de ella

Karen: ¿Me estas invitando a tu casa? – Un poco incrédula.

Fer: Así es, ¿Aceptas? – No sabía que haría si decía que si solo sabía que si lo hacía seria la mujer más feliz.

Karen: Pero ya tienes tu boleto para…en unas horas.

Fer: Puedo revisar si lo cancelo – Lo estaba considerando, eso me llenaba de emoción –

Karen: ¿Harías eso por mí?

Fer: Eso y más, por ti haría lo que sea.  Te amo Karen – La habitación se quedó en silencio, supe que había dicho lo que a Karen no le gustaba escuchar –

Karen: Si, quiero ir contigo.

Fer : ¿En serio?

Karen: Si, si ya conociste mi casa y mi familia, ahora es mi turno.

Fer: Perfecto, le llamare a Emilio que me ayude a cancelar mi boleto y a reprogramar el vuelo pero ahora con dos boletos. – Estaba llena de alegría, pero estaba nerviosa, ¿qué le diría a mis papás?, mejor aun ¿qué le diría a mi papá? ¿Me creería que era una amiga después de lo vivido con Itzel? Bueno ya había pasado un año, y durante ese tiempo no le había dado motivos que hicieran pensar a papá.

Karen: ¿A quién le llamaras, quien es Emilio?

Fer : Emilio es mi hermano mayor, y si le marcare en cuanto amanezca, tengo que apurarme o no podremos cancelar.

Karen : Ohh ya.

Dando las 6:00am, me levante de la cama, en México eran las 8:00am y busque mi celular, le marque a Emilio y le explique lo que necesitaba, le dije que había invitado a una amiga a pasar las vacaciones en casa, Emilio me dijo que antes de hacerlo debi haberles pedido autorización a mis padres, que recuerde que venían algunas celebraciones familiares, entre ellas mi cumpleaños y navidad. En todo tenía razón, asi que agarre valor y le marque a papá para decirle.

Estaba nerviosa, era llamar a mi papá, lo que había pasado aun estaba en mi mente.

Papá: Bueno Fer, ¿Ya lista para viajar?

Fer: Si papá, ya lista.

Papá: Perfecto, iremos con tu madre a recogerte al aeropuerto, ¿Llegas 6:00pm según mis cálculos, y por la diferencia de horario?

Fer: Papá, quiero decirte algo.

Papá: Dime, que esta pasando, ¿que quieres decirme?

Fer: Bueno,  lo que pasa es que invite a una amiga a pasar las vacaciones en México, en nuestra casa.

Papá: ¿Una amiga? Fernanda esas decisiones debes consultarlas antes,  ¿Qué ella no tiene familia con quien pasar estas fechas especiales o qué? – su tono de voz empezaba a sonar un poco molesto.

Fer: Lo se papá – tenía que convencerlo – Su familia no estará junta estos días, su mamá viajara a visitar a familia lejana y su papá tendrá que salir por trabajo – Karen me observo con cara extrañada, no entendiendo porque decía aquello, le hice señas que me dejara hablar, que yo arreglaría eso. – Me platico y la invite a casa, y asi conoce México

Papá: Fernanda, sabes que si esa chica viene es una gran responsabilidad, ¿sus padres saben que viajara contigo?, se que deben tener un permiso para viajar, tiene documentos en regla.

Fer: Papá, hoy mismo podemos revisar eso, por eso le pedi a Emilio que cancelara mi boleto y reserve los boletos para el sábado o el domingo. Hoy es jueves, podemos apurarnos en dos días.

Papá: Necesito hablar con los padres de esa chica que traeras.  – Uff había aceptado que Karen fuera a casa conmigo –

Fer: claro papá, cuenta con ello. ¿Entonces eso significa que aceptas que Karen vaya conmigo?

Papá: Esta bien Fer, solo espero que no tengamos problemas, te paso a Emilio para que se pongan de acuerdo y nos vemos el sábado o el domingo según consigan los boletos. Cuidate.

Hable con Emilio y me dijo que haría todo por arreglar los boletos para el fin de semana. Al colgar, corri a donde estaba Karen y la abrace fuertemente, dándole muchos besitos en toda su cara, estaba tan feliz.

Karen: Veo que tu papá no quería que fuera.

Fer : No es eso amor, solo es que está preocupado, tuve que decir algunas mentiritas piadosas sobre tus papás…por cierto mi papá quiere hablar con ellos, quiere estar seguro que tus padres te dejaran ir sin problema, también me pregunto de un permiso que tienes que obtener, no se de eso, en México solo nos piden pasaporte y visa.

Karen: No te preocupes por ello, hablare con papá en un rato y le diré, estoy segura que no habrá problema con él y le pediré me ayude con los tramites que tenga que hacer. Ahora ven, vamos a dormir un ratito mas y luego nos vamos al apartamento, para arreglar mis cosas.  ¡Oye! Podremos ir mañana a la fiesta,

Fer: Es verdad, en realidad no quería ir porque sabía que estarías en esa fiesta y me haría sentir mal que no nos hablábamos.

Karen : Pero hoy es distinto, iremos juntas. Y viajaremos a México. ¿Sabes? Estoy muy  contenta que viajaremos juntas, vamos a dormir si, un ratito mas.

Es día nos fuimos del hotel, llegamos al apartamento y Karen se dispuso a arreglar sus cosas, después le llamo a su papá, el cual me sorprendió que no tuvo objeción alguna en que Karen se fuera conmigo un mes, hable con el, le comente que mi papá quería hablar con el y le conte la pequeña mentira que les dije,  me pidió el numero telefónica de casa de mis padres y nos prometió el hablaría con el, al igual le dijo a Karen que le enviaría los documentos necesarios para que no tuviera problemas para viajar a México. Le agradecí enormemente el confiar en mí y le prometí cuidaría a Karen con mi propia vida.

Más tarde recibí un mensaje de Emilio para decirme que ya tenía los boletos para el sábado a las 8:00am, wow eso era realmente temprano, y estaríamos muy desveladas por la fiesta a la que iríamos el viernes. Pero bueno ya habría tiempo de dormir.  La roommate de Karen ya se había ido, asi que me pidió me quedara con ella la noche de ese día y del viernes. Ella se quedo aun arreglando algunas cosas, por lo que me fui al Apartamento por ropa para dormir. Y ahí me encontré a Maggy.

Maggy: ¿Dónde estabas Fer? Pensé que ya te habías ido, pero vi tus maletas ¿no salía tu vuelo a las 4:00pm?

Fer: Si, pero cancele el boleto, me iré hasta el sábado.

Maggy: Wow, ¿de verdad? ¿Quiere decir que iras con nosotros a la fiesta?

Fer: Quizás – casi un murmullo -

Maggy: ¿Por qué te quedaste Fer?, te conozco y algo me dice que algo pasa.

Fer : Maggy, te voy a decir algo pero no quiero que… - Me interrumpió –

Maggy: ¿Tiene que ver con esa tipa verdad? – molesta -

Fer: no le digas asi por favor

Maggy: Por Dios Fer, ¿Qué tienes en la cabeza? No me digas que has estado con ella.

Fer: Maggy, déjame contarte lo que paso…

Maggy: Fer, de verdad que no entiendo, te trata como si no te conociera y ahora resulta que ya estas con ella de nuevo ¿Es en serio?

Fer: ¿Me quieres escuchar? Si regrese con Karen, me pidió que fuera su novia, y se ira conmigo a México de vacaciones.

Maggy: Escucha Fer, eso que dices no tiene sentido, ¿novias? ¿México? ¿Qué les dirás a tus padre? Hola, les presento a mi novia jajajaja – Su voz sonaba sarcástica y hasta cierto punto la entendía, que mejor que Maggy sabía lo que pasaba con Karen, pero tampoco le permitiría que se burlara de mi –

Fer: No veo razón por la que te burles de esa manera, es obvio que mis papás no saben que ella es mi novia, les llame y les dije que llevaría a una amiga, seremos discretas, de hecho eres la primera que se entera.

Maggy: Sentándose en la cama agarrándose la cabeza con las dos manos , Fer, no sé qué decirte, esa idea de llevarla a México no me agrada, no me da buena espina (confianza) Karen es una persona muy cambiante, sabes que ahorita está feliz y mañana ya no, no se.

Fer: Yo también tengo miedo pero quiero intentarlo, se que lo que me dices es verdad, porque la conozco, se lo que pasa con ella, pero también se que estará bien, y conmigo en México mejor.

Maggy: Fer, una vez mas te lo digo piensa las cosas. – Acto seguido me abrazo fuertemente –

Estuvimos conversando un rato mas, hasta que casi anocheció, le dije a Maggy que dormiría en el apartamento de Karen, y que la veía al siguiente día, que si convencía a Karen de ir con ellos a la fiesta lo haríamos, me retire y me dirigi al apartamento, Karen pensó que ya no iria puesto que ya me había tardado, le dije que había estado conversando con Maggy  y ya, ese noche estábamos muy cansadas, solo nos dimos unos besitos y nos dormimos. Llego el viernes, nos fuimos a desayunar, en la universidad el comedor ya lo habían cerrado asi que tuvimos al salir, al ir bajando las escaleras nos encontramos a la Señorita Margaret.

Margaret: ¿Y ustedes que hacen tan juntitas heeeeee?

Karen: Vamos a desayunar Margaret, ¿quieres ir con nosotras?

Margaret: Humm algo no me huele bien aquí.

Fer: Debe ser Karen que no se baño jajajajajaja – Me tomo Karen de la mano y salimos corriendo de ahí entre risa y risa, Margaret no pudo evitar sonreir.

La mañana se paso super rápido, y cuando nos dimos cuenta ya eran las 3:00pm, la fiesta iniciaría a las 5:00pm, le dije a Karen si podíamos ir con Maggy y Robert a la fiesta, al inicio no le pareció mucho la idea pero después la convencí y accedió. Karen nos llevo en su coche. Le presente a Maggy y a Robert formalmente, ya que aunque se conocían nunca se habían presentado. El trato puedo decir que fue cordial aunque se notaba que entre Maggy y Karen no había mucha simpatía.

Llegamos a la fiesta y lo primero que vimos fue a su grupo de amigos de Karen quienes luego le hicieron señas para que fuera donde ellos estaban. Karen me pidió me quedara con Maggy y Roberto y que ella no tardaría, no me latió mucho la idea pero lo acepte...

C O N T I N U A R A ….