Cegada de amor - Capitulo 4
Y llego el día que conociera al que seria el amor de su vida, su cielo y su infierno, su perdición y su salvación. Karen habia aparecido en la vida de Fernanda.
DAWN, me da gusto que sea de tu agrado…
LLUPPINNA: La historia apenas comienza, espero te siga gustando…
HOMBREFX – Esperemos la serie vaya mejor
Gracias por sus comentarios de verdad, si gustan darme alguna sugerencia para mejorar o cualquier comentario pueden hacerlo también a través de mi e-mail danae.ugalde85 @gmail.com
Capítulo 4
Ya habían pasado 5 meses desde mi llegada, era un jueves lo recuerdo bien, estaba sentada en el jardín leyendo el libro del psicoanalista de John Katzenbach en lo que llegaba mi clase, cuando escuche a un grupo de chicos discutir, anteriormente ya los había visto pero no les prestaba mucha atención, Robert y Maggy me habían dicho que eran de 3er grado y que eran los populares de la Uni, por ende eran prepotentes y engreídos. Ese día no pude evitar verlos ya que sus gritos eran muy fuertes, hasta que llego una chica a ellos y los empezó a calmar, me pareció increíble como una chica había hecho que aquellos gritos bajaran de intensidad, seguí observando la escena y la chica le empezó a decir muchas cosas que no alcanzaba a escuchar, al final se calmaron, se sentaron en el pasto y ella vi como se acostó, dejando caer su cuerpo sin preocupación,
Después se paró, acomodo su cabello el cual era negro, un negro azabache y muy lacio, llevaba unos lentes de sol algo grandes, se levantó del lugar y se dirigía hacia donde yo estaba, por alguna extraña razón yo no dejaba de observarla, era delgada, no muy alta 1.65cm para ser exactos, mi misma estatura, morena clara, una sonrisa hermosa, su barba partida, una caderas espectaculares que se mostraban bajo sus jeans ajustados y lo que podía apreciar bajo su camisa rosa a cuadros, unos pechos bien definidos. Seguía observándola cuando paso a lado mío y solo sentí su mirada de costado, sin ponerme mucha atención, definitivamente el tiempo paso volando ya mi clase había iniciado y no podría entrar. La seguí con la mirada hasta que la perdi de vista, esa mujer era hermosa, realmente hermosa y por alguna extraña razón ahí estaba yo como una boba sin quitarle la mirada de encima.
Así pasaron los días y era muy curioso como la veía a diario después de ese día, me la encontraba en los pasillos, entrando a algún salón, no sabía qué carrera estudiaba y tampoco había investigado mucho, lo que si sabía era que ella me gustaba, aunque no sabía ni su nombre, pero no podía decírselo a nadie, ya que Maggy ni mis demás amigos no sabían sobre mis gustos, y temía que si les decía se perdiera esa confianza que teníamos, así que decidí que por el momento no le diría nada.
Un día llegue a la cafetería y me forme para que me dieran mi desayuno, y no me decidía en que paquete comprar, cuando escuche una voz de una chica atrás de mi.
Chica: Hey, te recuerdo que estamos esperando mas en la fila. Y tenemos prisa.
Voltee a ver quién me decía eso y cuando me di cuenta era ella, si la chica que me gustaba y que hacía ya hace un tiempo observaba, sentí que mi cara se ponía roja o blanca no lo se, pero me dio mucha pena su comentario. Pude observar su mirada, sus ojos grandes, cafés claros y unas pestañas hermosas, sin esos lentes aun era mas hermosa. Y estaba dirigiéndose a mi, no con las palabras mas bellas, pero al fin de cuentas había captado su atención.
Fer: Disculpa, si gustas te puedes adelantar no me decido.
Chica: Mmm, no gracias, - Dele el paquete 2 – Diciéndole a la sra que servía la comida.
Fer: ¿Como? ¿O sea que decides por mi? –Pero que poder de decisión pénse.
Chica: Si no puedes decidir tu, lo haré yo y así no atrasas la fila.
Apenas iba a decirle algo más cuando me pusieron en la charola lo que correspondía al paquete 2, que eran dos papas al horno, un par de salchichas, jugo de naranja y un café.
Chica: Deme también el paquete dos, vez así no te sientes tan sola. –Sonriendo hermosamente -
Fer: Gracias, Bye. - ¿Qué había hecho?. Era la chica que me gusta y no pude decirle más, me quede sin palabras y lo peor es que me había gustado su actitud.
Empecé a buscar con la mirada a Maggy o a Roberto pero ninguno de los dos estaba, por lo que me senté sola y me dispuse a desayunar, cuando escucho la misma voz.
Chica: ¿Puedo sentarme?
Fer: Mmm, si claro – Oh Dios mio!!, estaba ahí en mi mesa, ella vino. ¿Qué hago que hago? –
Chica: Disculpa por lo que hice hace un momento, pero es que soy un poco desesperada.
Fer: No te preocupes y yo un poco indecisa. –Le sonreí, siempre me han dicho que mi sonrisa hermosa -
Chica: Jaja ya vi, pero no puedes ir por la vida sin saber que hacer.
Fer: Si quizás tengas razón. – Por alguna razón comi mas rápido de lo normal y termine – Me tengo que ir, mi clase esta a punto de iniciar. Mucho gusto.
Chica : El gusto fue mío. Lindo día.
Sali de la cafetería, mis piernas temblaban y sentía que de un momento a otro me caería. En eso vi a Maggy y Robert que venían hacia la cafetería.
Fer: Oh hasta ahorita se les ocurre venir, cuando los necesitaba no estaba, y me fui molesta – Ellos se quedaron con cara de ¿Whats?, sin entender que había pasado.
Estaba realmente intranquila, esa voz no salía de mi mente, ella había elegido mi desayuno y no supe ni que decir, se sentó en mi mesa y lo único que hice fue irme a prisa de ir, - que tonta Fer, que tonta, era tu oportunidad pensaba– bueno en realidad no sabía si lo era ya que no sabía si le gustaba o no las niñas, lo único que sabía era que me encantaba, era realmente hermosa, esos ojos me cautivaron, su voz, su manera de ser, había algo que me llamaba mucho la atención en ella y yo sin saber que hacer.
Los días transcurrían y durante un par de días no la vi por todo eso, no sabía si vivía ahí mismo, pero lo que si sabía era que la extrañaba, si la extrañaba aunque cuando nos encontrábamos al solo me decía ¡Hi!, al menos ya me hablaba.
Era lunes y era tarde, -
Fer – Maldita sea, es tarde, el examen es hoy y me quede dormida. –Yo muy desesperada -
Maggy: Tranquila aun faltan 20 min, en menos de 5 min estarás en el salón – se escuchaba tan despreocupada y yo tan estresada -
Salí corriendo del edificio, y preferí irme por en medio de los demás edificios a ir por el camino que llevaba directo a los salones, no me importo pisar el pasto, era realmente tarde. Cuando por mis prisas no me di cuenta choque fuertemente con alguien, haciéndome que cayera de lado, y mi mochila rodara por unas escaleras.
Fer: Solo esto me faltaba, ashhhh, - estaba enfadada –
Voz : Si tan solo caminaras con cuidado, esto no te pasaría – Voltea ver y era ella, no podía ser, era lo peor que me podía pasar, chocar con la niña que me gusta -
Chica: Mucha prisa, - Mientras recogía su bolsa y su celular que habían salido volando.
Fer: Ops, discúlpame de verdad discúlpame, tengo un examen y voy tarde.
Chica: Si te levantaras más temprano
Fer: Lo se, discúlpame de verdad, pero voy tarde – Baje las escaleras y me fui por mi mochila, ella seguía parada sin moverse.
Chica: Solo puedes decir ¿discúlpame”?
Fer: ¿que quieres que haga? – Sentí que estaba en problemas.
Chica: Nada, pasa tu examen
Salí corriendo de ahí si saber que mas decir, solo decía en mi cabeza, - Fer que torpe eres, solo esto tenia que pasarte y otra vez con ella, maldita sea.
Llegue al examen 5 minutos tarde, lo termine rápidamente y me fui a la cafetería, y oh sorpresa ahí estaba ella nuevamente, - estaba decidida a hacer algo – Pedí dos cafés, y me dirigía hacia donde estaba sentada ella.
Fer: Después de tremendo choque, espero me aceptes este café – Intente sonar natural y sin nervios.
Chica: Vaya quien llego – Su voz era un tanto burlona –
Fer: ¿puedo sentarme?
Chica: Si pero no me vayas a tirar mi café – rio- Tenía una sonrisa hermosa, y con su barba partida aún más.
Fer: De verdad una disculpa, pero llevaba prisa, me había quedado dormida y solo quería llegar, no te vi y…. – me interrumpe –
Chica: ¿No me viste? Que curioso, pensé que me observabas todo el tiempo.
- Me puse roja, sentí mi cara caliente y no sabía que decirle como siempre, me dejaba sin palabras–
Chica: ¿Qué?. No piensas decir nada y quedarte callada como siempre.
Fer: Disculpa, pero no se a que te refieres – Trataba de disimular lo más que podía, pero siempre he sido mala mintiendo.
Chica: No sabes he? – sus palabras reflejaban arrogancia – Te he visto que no me quitas la mirada de encima, ¿Haber dime porque lo haces? ¿Acaso te gusto?
Sus palabras me dejaron sin armas ante ella, mis manos empezaban a sudar y mis rodillas a temblar y no salían palabras de mi. Ella tenia razón la observaba todo el tiempo y me gustaba, ¿pero como se lo decía?
Fer: No se de que me hablas, creo que alucinas, yo no te observo.
Chica: ¿Me estas diciendo loca?, entonces es mi imaginación.
Justo a tiempo entra Maggy y me grita, Fer, te he estado buscando por todo la Uni, ¿Cómo te fue en tu examen, si llegaste?, - Mientras observaba a mi acompañante de manera extraña.
Chica: Así que te llamas ¿Fer?.
Fer: Fernanda, Fernanda Santamarina, creo que lo mejor será irme, - Al menos algo había dicho, Me pare enseguida y tome del brazo a Maggy y me fui.
Maggy: ¿Qué hacías con ella?, no sabía que fueran amigas.
Fer: No somos amigas, en la mañana que iba a mi examen choque con ella y le tire sus cosas
Maggy : ¿Queeee? ¿Y que paso? Se que tiene un carácter horrible.
Fer: ¿Asi?, la conoces?
Maggy : Tanto asi como conocerla no, pero si la ubico, su grupo de amigos son esos de 3ro., ella va igual en 2º, pero como se lleva con ellos su actitud es “diferente”
Fer: ¿A que te refieres con diferente?
Maggy: Digamos que su forma de vida es con un poco de mas libertad
Fer: ¿Y vive aquí?
Maggy: ¡Claro!, en el último edificio, el contrario al nuestro jajaja. Es el edificio de los intocables, ya sabes, esos que se creen los mejores en todos, y creen que pueden humillar a quien quieren.
Fer: Ya recuerdo ahí fue donde choque con ella.
Maggy: tienes suerte de vivir jajajaja, pero vámonos ya, que hoy acaban temprano las clases y podremos ir a la playa.
Lo había olvidado, hoy teníamos el resto de la tarde libre y habría una fiesta en la playa, asi que nos fuimos, de mi cabeza no podía salir su mirada, pero sobre todo sus palabras, me había preguntado si me gustaba, se había dado cuenta que la observaba y eso era muy malo, tan obvia soy, me preguntaba.
Nos fuimos a la playa y ahí estábamos con Robert y sus amigos, como siempre con su hielera llena de cervezas y todos felices porque habíamos tenido la tarde libre, habían más personas de lo que acostumbraba haber así que el ambiente era realmente bueno y muy pesado. Me fui a caminar un poco sobre la playa sin poder sacarme de la mente lo que la chica de ojos lindos me había dicho y seguía con la pena.
Escuche la música que venia de una camioneta que estaba muy cerca de la orilla, segui caminando, cuando escuche una voz.
Chica: Pero mira nada mas quien está aquí. – dirigiéndose a sus amigos y señalándome –
Fer: Hola. – Tímidamente salude, eso era el colmo, había pasado un episodio realmente penoso con ella y la volvía a encontrar.
Chica: ¿Porque andas sola, y tus amigos?
Fer: Estan alla -señalando hacia donde estaban las carpas -
Chica: ¿Quieres una cerveza? - Dándomela.
Fer: Gracias. – La acepte, no quería hacer el ridículo nuevamente -
Chica: Regreso chicos, no tardo.- Dirigiéndose a sus amigos - y a mi me dijo: Vámonos de aquí, ¿quieres caminar conmigo?
Fer: Si, porque no – Tenerla cerca era lo único que quería
Chica: ¿Y que ya tienes respuesta a mis preguntas?
Fer: Sorry si te he observado, no ha sido mi intensión molestarte.
Chica: No me molesta, solo que, es raro que una chica que observe tanto, por lo regular son los chicos quienes lo hacen.
Fer: Claro
Chica: ¿Y porque lo haces Fer? – Su mirada era intimidatoria y eso me ponía realmente nerviosa –
Fer: Porque me gustas – Así sin más salieron mis palabras, no podía seguir evadiéndola y se lo dije, lo que tuviera que pasar pasaría –
Chica: Oh lo supuse, ¿pero sabes? A mi no me gustan las mujeres, eres muy linda pero no estas dentro de mis prospectos. – Su sonrisa era de satisfacción, y eso me ponía nerviosa, y vulnerable a la vez –
Fer: No espero que me correspondas, me preguntaste algo y te lo estoy respondiendo. Creo que mejor me voy porque esto no llegara a ningún lado.
Chica: Claro que no llegara a ningún lado, lesbianita!!!
Esa última palabra se me clavo en mi corazón y sentí como mi pecho se oprimió, un fuerte dolor sentí dentro de mi, definitivamente era una niña hermosa, pero muy hiriente con sus palaras. Me fui corriendo lo más rápido que pude, tire la cerveza que me había dado, llegue donde estaba Maggy, Robert y sus amigos, y me puse a tomar con ellos, ese día habían comprado tequila y los shots estaban listos para ser tomados. Maggy me veía extrañada y se acercó a mi
Maggy: ¿Te pasa algo Fer, estas bien? ¿te noto Rara? ¿Estas llorando?
Fer: Me pasa, - con dificultad para hablar – que la niña que me gusta es el ser más despreciable que exista y lo peor es que creo que estoy enamorada de ella.
Maggy : ¿La niña que te gusta?
Fer: Si Maggy, la niña, me gustan las mujeres, perdón por no habértelo dicho – llorando.
Maggy: Oh Fer, ven aca pequeña, - Y me abrazo – Me imagino quien es, no vale la pena, ella no.
Fer: ¿Lo sabes?, Ella me encanta pero lo que me ha dicho hoy, a ella no le gustan las mujeres –
Maggy: Tranquila, no puede decir que no le gustan si no te ha conocido a ti.
Seguimos tomando, yo me abandone en el alcohol y en la música a todo volumen, ese día simplemente no llegamos a dormir a los apartamentos, todos nos quedamos en la playa tirados, empezaba el sol a dar sus primeros rayos, desperté y tenía una resaca brutal, mis ganas de vomitar eran evidentes y un dolor de cabeza marca infierno, nos fuimos a comer algo, mientras planeaban una ida a Tijuana, si Tijuana, esa ciudad de México en la que todos decían se podían divertir sin límites. Esa misma tarde nos fuimos, solo fuimos por ropa a los apartamentos y nos encontramos a la señorita Magale:
Señorita Magale: Muchachitas se puede saber que andan haciendo – Sonriendo –
Maggy: Hoy habrá fiesta en la playa, ¿gusta venir?
Señorita Magale: No niña, eso ya no es para mi, cuídense, eso de andar dos días de fiesta no es muy bueno heeee-
Fer: Si lo sabemos, gracias y nos vemos pronto – corriendo hacia dentro
La verdad la señorita Magale era más accesible de lo que se veía, pero ni locas le decíamos que salíamos de fin de semana y mucho menos a Tijuana. Nos bañamos rápido y metimos en nuestras mochilas un poco de ropa. Íbamos saliendo cuando me encontré a la persona de la cual me había enamorado en el pasillo.
Maggy: Alguien viene, ¿es ella verdad?
Fer: …..- Mi corazón latía de tal modo que pensaba se saldría de mi pecho y no pude responder a Maggy.
Maggy: ¿Viene a buscarte a ti?
Fer: No lo se, solo camina vámonos – solo quería salir de ahí, desaparecer en ese momento.
Chica: Hola ¿A dónde van?
Maggy: Es algo que no te importa creo – enojada -
Chica: Huy altanera la muchachita – Sonriendo irónicamente
Fer: No le hagas caso, esta nerviosa – Maggy me volteo a ver con cara de ¿Qué te pasa?, Maggy estaba echando a perder todo. Y yo solo podía tener la misma cara de idiota que siempre ponía al verla, y olvidar lo que había pasado.
Maggy: Fer, me adelanto, no tardes porque nos esperan. – disgustada -
Chica: ¿A dónde vas?
Fer: Me voy con mis amigos – trate de no mostrar mi nerviosismo por tenerla cerca.
Chica: Pregunte ¿A dónde vas? – Alzando la voz.
Fer: mmm creo que Maggy tiene razón es algo que no debería importarte – No podía creer que le dijera eso -
Chica: Ya veo, solo venía a disculparme por lo de anoche. No quise ofenderte, respeto tus preferencias, aunque no sean los míos, no debi decirte lo que dije y me siento mal por hacerlo. Espero me disculpes. En fin diviertete. – Se veía realmente sincera -
Se dio la vuelta y se fue, yo camine atrás de ella porque era la única salida. Abajo me esperaba ya Maggy, Roberto y sus amigos, vi claramente como ella me observaba, voltee a verla y solo se sonrió. – Cuando daría por quedarme con ella, por decirle que la disculpaba, abrazarla fuerte y quedarme pegada a ella, pero sabía que no debía, ella nunca me correspondería -
El viaje a Tijuana fue muy padre, realmente ahí podíamos hacer de todo, entramos a los bares. A unas cantinas, nos vendieron todo el alcohol que podíamos tomar y sin más ni menos podíamos andar en la calle, era bonito Tijuana, realmente me gustaba, regresamos el domingo por la tarde cansadísimos pero felices, tal parecía que nadie se había percatado que no habíamos estado y asi había sido, nadie se había percatado de ello, el ir y venir a Tijuana era muy fácil y podíamos conseguir casi todo, éramos tratados muy bien y lo mejor muy barato.
La siguiente semana paso sin grandes novedades, hubo un par de días que me encontré a la niña que robaba mis pensamientos, nuestras miradas no podían evitar cruzarse, cada vez que lo hacía, sentía como mi corazón se aceleraba y mis manos empezaban a sudar. Estuve a nada de hablarle pero algo en mi me detenía, y sabía que era lo que me había dicho, a ella no le gustaban las mujeres y pese que se había disculpado me quedaba claro su posición.
Una semana después al llegar a la uni vi mucho alboroto, había un grupo de chicos viendo las publicaciones que se hacen semanalmente, había una invitación a una fiesta de alberca la organizaba el grupo de 3ro. A su vez había muchos chicos entregando las invitaciones personales. Y ahí estaba nuevamente ella:
Chica: Hola, espero puedas ir – mientras me entregaba una invitación.
Fer: Gracias – Estaba muy nerviosa y no sabia ni que decirle.
Chica: Veo que te pongo nerviosa jajajaja – Mientras soltaba una risa muy burlona, ahí estaba de nuevo con esa arrogancia que la caracterizaba, pero que a mi me encantaba.
Fer: Para nada, y no creo que pueda ir a tu fiesta – Realmente me había molestado su actitud y a pesar de morir por ella no me parecía justo que ella me tratara de esa forma.
Chica: ¿Ya te enojaste?, sorry, y si te digo que vayas conmigo, ¿aceptarias?
Fer: ¿contigo? – Me sorprendía su propuesta, ¿ir con ella a la fiesta?
Chica: ¿Entonces Aceptas? Anda, no pasa nada. Podemos ser amigas si tú quieres claro.
Fer: … - No sabía que responder ante tal invitación, pero por dentro me moría por gritarle que si, que quería ir con ella y que preferia tenerla como amiga a estar lejos de ella - Ok, si está bien – Por fin habían salido mis palabras - no sabía porque había aceptado, conociéndola estaba segura que me podría salir con una sorpresa, pero me moría por estar cerca de ella.
Fer: Oye, ¿Cómo te llamas? Hemos hablado varias veces, y no se tu nombre – Ups me había atrevido a preguntar lo que tanto quería, ¿Qué nombre tenía la persona que me robaba todo, hasta mi voluntad?
Chica: Cierto, pensé que ya lo sabías, Hola, mi nombre es Karen, Karen Betancourt
Fer: Mucho gusto Karen – Estirando mi mano y esperando que ella estrechara mi mano -
Karen: Mucho gusto Fer - Acercándose y dándome un beso en la mejilla.
Al sentir rosar sus labios en mi mejilla, sentí como una chispa de electricidad corría por todo mi cuerpo y no se si fue mi impresión pero sentí que Karen algo similar le había pasado, ya que se separó inmediatamente tocando su mejilla.
Karen: Bueno, nos vemos en la fiesta. – Alejándose rápidamente –
Aquello había sido extraño, pero ahora éramos “amigas” e iría con ella a esa fiesta de la que todos hablaban, ella era aquella persona que robaba todos mis pensamientos, y por la cual ese sentimiento que creí haber sentido por Itzel revivía, pero era muy diferente con Itzel, ella me había buscado en todo momento y con Karen, con Karen era complicado, estaba enamorada de alguien a quien no le gustaban las mujeres, de alguien arrogante y que un día me decía cosas hirientes y otro se portaba completamente distinta, enamorada de un imposible.
Llego el viernes, el día que sería la fiesta la cual era en casa de un chico amigo de Karen, quedaba como a 40 minutos de la universidad. Era ya la hora de la salida cuando la vi que venia con sus amigos. Se acerco a donde estaba con Maggy.
Karen: Hola Chicas, ¿ya listas para la fiesta?
Fer: Hola Karen,
Karen: Paso a las 8:00pm por ti Fer. Te veo debajo de tu apartamento.
Fer: Si, claro, te veo ahí – Mi voz sonaba algo nerviosa –
Maggy: ¿Es en serio Fer?, ¿Te iras con ella? – con cara de incredulidad – Roberto pasara por mi, puedes irte con nosotros, no tienes que irte con ella.
Fer: Me ire con ella Maggy, gracias. –
Maggy: Ok, es tu decisión.
Nos fuimos al apartamento, estaba nerviosa, iría con ella y aunque solo fuera como amigas eso me emocionaba. El tiempo se me pasaba lentamente y solo podía dar vueltas en mi cama, decidí salir y caminar un poco para calmar esa ansiedad que sentía, era un hueco que sentía en el estómago, es importante mencionarles que cuando tengo nervios, me empieza a doler mi estómago, si lo se es tonto pero eso mismo me pasaba ese día.
Regrese, prepare mi ropa, no sabría que ponerme, y pensé – Por Dios Fernanda, si solo es una albercada – me puse mi traje de baño por debajo de mi ropa los cuales eran unos jeans y una blusa negra. Llevaba mi pelo suelto, y me puse como siempre mi perfume tommy. Eran las 7:50pm, y empezaba mi interrogante ¿y si no llega? ¿y si me deja esperando?.
Maggy: Te puedes calmar ya. – Su voz sonaba un tanto molesta
Fer: Ashh no se que te molesta, ni siquiera la conoces.
Maggy: Porque la conozco, por eso te lo digo.
Fer: Contigo no se puede, nos vemos alla. Me voy.
Maggy: Alla nos vemos, te buscare al llegar, Robert pasará por mí a las 9:00pm.
Fer: Ok – Le dije diciéndole adiós y sonriéndole, queriendo que pensara que no me pasaría nada -
Baje lentamente las escaleras, faltaban solo 5 minutos para las 8, y ahí estaba otra vez esa presión en el pecho, el solo pensar en ella mi corazón daba un vuelco. Llegue a donde habíamos quedado y ella aun no llegaba, por lo que me senté en un pequeño muro que dividía el jardín del pasillo, observaba para todos lados esperando verla venir de algún lugar pero ella no aparecía, vi cómo iban saliendo uno a uno los chicos y chicas que iban a la fiesta, el reloj marcaba las 8:17pm y ella no aparecía, empecé a jugar con mi celular, pero en mi mente solo podía repetir ¿acaso no vendrá? Eran las 8:30pm, cuando vi una silueta se acercaba lentamente a donde estaba sentada. Intentaba identificar quien era, pero empezaba a oscurecer y era precisamente ese momento en que el día y la noche se encuentran y suele haber menos visión.
Karen: Sorry, casi acabo de llegar y apenas me dio tiempo.
Wow. Estaba radiante, realmente hermosa, creo que esa palabra se quedaba corta para definir como se veía. Llevaba unos pantalones cortos negros, blusa negra con un escote que dejaba muy poco a mi imaginación, y lo cual no evitaba que mirara ese par de pechos hermosos que lucían tan bien con la blusa que llevabas, además de ello lucias un escote que llegaba hasta tu espalda baja, el cual me permitió ver un tatuaje, no alcance a distinguirlo muy bien, solo alcance a ver unas alas que sobresalían.
Fer: No te preocupes, luces muy bien – Uff lo que estaba pensando se lo dije –
Karen: Gracias, tú también luces bien. ¿Nos vamos? Aca tengo mi coche.
Caminamos hacia el estacionamiento. Y ahí estaba su coche, un civic honda rojo, si que iba contigo, nos subimos y sonaba la canción Where Is the love de los Black Eyed Peas, su coche tenía un olor muy peculiar, olia muy bien, era su aroma, pude percibirlo cuando te acercaste para indicarme donde estaba el cinturón de seguridad, olia realmente bien.
Karen: ¿Qué música te gusta?
Fer: No tengo una favorita pero me gusta mucho la pop, salsa.
Karen: ¿Entonces no hay problema de la música que llevamos verdad? – Mientras sonaba Can’t hold us down (C. Aguilera feat. Lil’ Kim).
Nos fuimos moviendo al ritmo de la música, y no hablamos mas. Intentaba verla cuando no me viera, pero en un par de ocasiones nuestras miradas se cruzaron, por lo que pude ver también me observaba, en el estero se escuchaba White Flag de Dido el ambiente se sentía realmente en paz, tu ibas al volante y manejabas tranquilamente, tal parecía que disfrutabas el momento y de mí que puedo decir, quería que se detuviera el tiempo y que ese momento se congelara. Abrio la ventana y veía muy bien como el viento acariciaba su cabello y haciendo que se posara en su cara, su perfil que puedo decir, era perfecto. Estaba en mis pensamientos cuando…
Karen: Hey, Fer, despierta, hemos llegado. Jajajajaja
Fer: Sorry me quede pensando en algo
Karen: ¿Se puede saber en que?
Fer: Mmm preferirás no saberlo – Y le sonreí coquetamente –
Karen: Ok, no preguntare mas pero lo averiguare – Me regreso la sonrisa coquetamente –
Estacionamos el coche y nos dirigimos hacia donde estaba la fiesta, era una casa enorme con un jardín hermoso, sonaba Somewhere I belong (Linkin Park) y ya había muchos chicos, Karen me pidió la espera en lo que iba por algo de tomar, regreso con dos vasos llenos de cerveza, y empezamos a recorrer la casa, si que era grande, fuimos hasta donde estaba la alberca y ahí estaban sus amigos.
Karen: Hola chicos, miren quien vino conmigo. – Señalandome – Todos me saludaron
Fer: Hola,
Joseph: Hola, excelente. La pasaras muy bien. Karen es excelente anfitriona. – Sonriendole a Karen
Fer: Ya lo creo.
Estuvimos un rato ahí, fui por dos vasos mas de cerveza adentro de la casa, al regresar Karen bailaba muy sensual a lado de la alberca, no podía evitar mirarla de la manera en que lo hacia, sus movimientos me empezaban a hacer un efecto en mi y solo quería ir y bailar con ella. Cuando alguien interrumpió mis pensamientos.
Maggy: Al fin te encontramos, te hemos buscado por todos lados.
Fer: ¿Ya la viste, a poco no es hermosa?
Maggy: Hay Fer, estas enamorada. – Se sonrio y se puso a bailar –
Ya pasaba la media noche y las cervezas empezaban a hacer su efecto, Karen se me acercaba más de lo normal y me empezó a bailar de la misma manera que lo hacía a lado de la alberca, tenía tantas ganas de tocarla, solo me limite a observarla estáticamente. Fue ella quien empezó tocarme cada vez que bailaba, sus manos tocaban mi cara, rosaba mis pechos, y eso me empezó realmente a excitar, y no me podía controlar, tenia tantas ganas de abrazarla y besarla ahí mismo.
Karen: Voy por mas cerveza, ¿vamos?
Fer: Si claro vamos.
Nos dirigimos adentro de la casa para servirnos mas cerveza, yo estaba sacándola del refri, cuando Karen me toma por sorpresa y me abraza por detrás, rodeando mi cintura con sus brazos, sentí nuevamente ese escalofrió que recorrida todo mi cuerpo, me gire y no puede más, y la bese, mis labios empezaron a tocar los suyos de una manera lenta y sensualmente, sentí claramente como ella me correspondía y no dude en meter mi lengua en su boca y a dar una pequeña mordida en su labio inferior, el beso estaba en un momento intenso, cuando de pronto sentí una fuerte bofetada en mi cara...
Karen: ¡que te pasa!, estas loca, no puedes besarme, somos amigas, te lo dije desde un inicio y tal parece que no lo entiendes.
Sus palabras fueron un puñal que atravesó mi corazón….
Continuara.....................