Cegada de amor - Capitulo 11

La estancia en casa de Fer se había tornado muy complicada, su padre empezaba a sospechar del tipo de relación que tenía su hija con Karen. Por su parte Fer por primera vez había aceptado compartir los gustos de Karen y aquello no le había sido indiferente. -- Amigos he regresado despues de un año

Me quede pensativa, que diablos le respondería a Karen, después de algunos segundos decidí decirle la verdad, solo había sido un desayuno.

Fer: Fui a correr y me encontré a una amiga, que desde que me fui a San Diego no veía, estuvimos platicando un rato.

Karen: ¿Tanto?

Fer: Fuimos a desayunar.

Karen: ¿piensas que te voy a creer que la encontraste casualmente? Seguramente te quedaste de ver con ella.

Fer: ¡Claro que no!

Karen: ¿Y quién es tu “amiga”?

Karen no creía lo que le estaba diciendo, y estaba segura que al decirle que era Itzel, las cosas se pondrían peor.

Fer: No tiene caso que te diga, si no me crees.

Karen: Dime – muy seria y mirándome a los ojos -

Fer: No te voy a decir, además qué caso tiene.

Karen: Por un carajo dime, o no respondo.

Fer: ¿No respondes? – ¿Era acaso una amenaza?

Karen: Fernanda, no me hagas salir de mis casillas

Fer: Si te pondrás en ese plan, lo mejor será que no te diga – Me di la media vuelta y me dispuse a salir.

Me jalo del brazo muy fuerte haciéndome girar hacia donde ella estaba.

Fer: ¡Oye que te pasa! – tocando mi brazo con dolor.

Karen; Me pasa que a mí nadie me ve la cara de tonta, y ahora mismo me vas a decir quién es la estúpida con quien según tú fuiste a desayunar.

Fer: Veo que no confías, solo fue un desayuno, no lo planee.

Karen: Me importa un carajo lo que haya sido, y si lo planeaste o no, si no me quieres decir con quien fuiste seguramente debe ser tu ex novia, de otra manera no te costara tanto decirme.

Fer: Si si fue ella, y ¿sabes? Ella si sabe tratarme, ella si demuestra interés por mí, y ella no me presiona tanto como lo haces tú.

Karen: Si eso crees entonces quédate con ella, ¡me largo de aquí!

Karen salió furiosa, y sin querer se estampo con mi madre, quien noto la molestia de Karen.

Mamá: ¿Pero que pasa aquí?, ¿todo bien?

Karen: Pregúnteselo a su hija, anda Fernanda, dile con quien estabas.

Cuando Karen dijo eso, sentí como la sangre recorría todo mi cuerpo, mis piernas empezaron a tambalear, no podría creer que Karen hubiera dicho eso a mi mamá, sabia la situación y parecía que eso no le importaba mucho, solo quería desquitar su coraje.

Mamá: ¿A qué se refiere Karen, Fernanda?

Me quede callada, las palabras no salían de mi boca, sentía mucho coraje,  mi mirada hacia Karen por primera vez era de odio.

Mamá: Ahora nadie hablara. Fernanda me explicas que está pasando, a quien viste, y porque estaban discutiendo.

Karen: Me voy de aquí, que le explique Fernanda – Mientras se iba, me había dejado con el problema, la discusión era entre ella y yo, y ahora estaba yo ahí frente a mi madre sin saber que decir.

Fer: No pasa nada mamá, Karen se molestó porque me fui a correr sin ella.

Mamá: Esa discusión se escuchaba muy fuerte, ¿Por qué molestarse que fuiste a correr sin ella? ¿Por qué pelean así? ¿a quién viste? No entiendo porque tu amiga te gritaba de esa manera.

Ahí estaban nuevamente sus interrogantes, y sabía que la había ocasionado, estaba segura que Karen no sabía la magnitud del problema en el que estaba. No le iba a responder a mi madre lo que preguntaba y lo mejor sería fingir demencia o eso se haría mayor,

Fer: A nadie mamá, solo lo dijo porque estaba molesta, ahora me voy a mi habitación necesito bañarme.

Mamá: No me evadas Fernanda, algo está pasando y no me quieres decir. – su voz enérgica como pocas veces la había escuchado -

Fer: Mamá, en serio no pasa nada.

Mamá: Sea lo que sea espero me lo digas, no te obligare por ahora pero me lo dirás después.  – Mamá se escuchaba molesta.

Me subí a mi habitación, necesitaba hablar con Karen, las cosas no podían quedar así, tenía que entender que el hecho que yo hubiese ido a desayunar con Itzel, no significaba nada, y que lo que había hecho, solo me había ocasionado más problemas en casa, como es de suponerse Karen no quería hablar, así que decidí esperar hasta que saliera de su habitación.  Ese día estuve en mi cama, intentando leer. Tome mi celular y busque el número de Itzel y decidí enviarle un mensaje.

SMS Fer: Hola Itzel, este es mi número, saludos Fer.

SMS Itzel: Oh que agradable que me hayas escrito. Gracias. ¿Cómo te fue en casa?

SMS Fer: Mal, mi novia se molestó porque llegue tarde y porque desayune contigo.

SMS Itzel: No me digas eso bonita, no te quiero ocasionar problemas.

SMS Fer: El problema es que ella es algo celosa y no confía en mí.

SMS Itzel: Espero se solucionen las cosas entre ustedes, escríbeme pronto.

SMS Fer: Gracias Itzel, que tengas un buen día.

La puerta de mi habitación se abrió y era Karen, con la actitud que la caracterizaba, sarcástica e irónica.

Karen: Veo que no pierdes el tiempo, ya estás hablando con tu noviecita. Acercándose a mí y quitándome el celular. Acto seguido empezó a leer mi conversación con Itzel.

El silencio se adueñó de la habitación, hasta que el sonido de un golpe lo rompió, mi celular se partía en pedazos al caer sobre el piso. Me quede estupefacta, sin palabra alguna, el semblante de Karen era de rabia, su color empezó a cambiar a un color rojizo.

Fer: ¿Qué has hecho, que te pasa? ¿Te has vuelto loca?, Itzel solo es mi amiga.

Karen: ¡AMIGA! ¡AMIGA! ESA MUJER NUNCA LA HABIAS MENCIONADO COMO TU AMIGA (gritando) ES TU EX Y ESTAS MUY FELIZ DE VERLA.

Fer: No pienses así, no estoy feliz de verla,  solo coincidimos, tu sabes lo que paso con ella y como termino todo.

Karen: Por lo mismo, no pienso soportar que ella te aleje de mi lado.

Fer: ¿Alejarme de tu lado? No seas tonta, ella no te alejara, yo te amo, y eso nadie lo cambiara.

Karen: ¿Me amas? Demuéstramelo, quiero que le llames y le digas que no quieres saber nada de ella, que te deje en paz, y que me amas.

Fer: ¿Qué te pasa? Porque haría eso, ella nunca se portó mal conmigo.

Se empezó a acercar lentamente hacia a mí y solo pude sentí como me tomaba del brazo fuertemente, apretándome cada vez más y me grito.

Karen: Le vas a llamar, y le vas a decir lo que te estoy diciendo, o no respondo. – Su mirada era intensa, directa y llena de coraje – he de admitir que por primera vez tuve miedo.

Fer: No puedo hacerlo, ya que has roto mi celular. Te desconozco, solo fue un desayuno, no tengo nada que ver con ella - Mis lágrimas empezaban a brotar de mis ojos, la voz se me empezó a quebrar, y solo quería que aquello terminara –

Alguien toco a la puerta rompiendo aquel momento lleno de presión y coraje – Toc Toc

Mamá: ¿Fer estás ahí? Que está pasando ahí adentro, escucho gritos ¿estás bien?

Karen oprimió mi brazo más fuerte, haciendo que yo me quejara, y me abrazo fuertemente con sus dos brazos por atrás y susurro diciéndome – Contéstale a tu madre, dile que no pasa nada.  ¿Ok? – el calor de su aliento lo sentí en mi oreja derecha mientras sus brazos me lastimaban. Por mi mente pasaban mil cosas, si le decía mi madre lo que estaba mama se haría un escándalo, mi padre se enteraría y posiblemente me iría peor de lo que ya me estaba yendo.

Fer: No pasa nada mamá. – con mi voz cortada -

Mama: Pero escuche gritos, ¿estas llorando?, abre la puerta Fernanda.

Fer: No mama, lo que pasa es que me golpee con la puerta del baño y me lastime.

Mama: Déjame entrar, ¿estas bien?

Fer: Mama, ya te dije que no me pasa nada, me acabo de bañar no puedes pasar.

Karen: Muy bien princesa, asi se hace, mientras me soltaba y me daba un beso en la mejilla.

Mama: ¿Segura?  ¿Dónde está Karen?

Fer: No se mama, no sé dónde esta.

Mama: Ok, te veo abajo, ya casi nos vamos.

Fer: Si mama.

Karen se sentó en la cama y me sonrió, yo no sabía qué hacer, quería salir de la habitación y llorar, no verla nunca más, nunca me había hecho sentir alguien ese miedo que por primera vez experimente.

Karen: Ven acá mi amor, tranquila, no pasa nada, discúlpame por ponerme así, pero entiéndeme te amo y tengo miedo que alguien te aparte de mi lado.

No quería acercarme, temía que algo pudiera hacerme. Al ver que yo no me movia, se paro y fue hacia mi, me abrazo y me empezo a besar mi mejilla, seco mis lágrimas con sus beso.

Karen: Perdóname mi amor, por favor perdóname, por favor, ya quita esa cara, solo entiéndeme. No volverá a pasar esto, te lo prometo.

Mi respiración empezó a bajar de intensidad, y me deje llevar por sus caricias, mi mente era un mar de confusión, y simplemente trate de aislar ese sentir, eso que me había hecho sentir tan mal, y preferí guardarlo en lo más profundo de mi corazón.  Fue Emilio quien interrumpio ese momento.

Emilio: Fer, apurate ya nos vamos, mis papas no esperaran mas.

Fer: Ya voy.

Me seque las lágrimas, me puse un poco de maquillaje para que no se notara que había estado llorando, y salí de la habitación. Karen salio atrás de mi, y bajamos al jardín donde ya estaban mis padres y Emi esperándonos.

Ese día fuimos a la hacienda de un amigo de mi papá, había una reunión de algunos socios y sus familias que entablarían un nuevo negocio, y en el cual habían estado trabajando durante los últimos meses. Karen fácilmente encajo en el grupo de amigos, y se convirtió en el centro de atención. Mis ánimos por todo lo que había sucedido unas horas antes, estaba por los suelos, me fui a caminar alrededor de la hacienda, Emilio me vio que me alejaba y se fue tras de mí.

Emi: Te acompaño preciosa.

Fer: Gracias, ¿Sabes que te amo?

Emi: Y yo a ti mi preciosa, sé qué te pasa algo, y no sé exactamente que, ¿tienes problemas con Karen cierto? Sé que no quieres hablar de ello, pero aquí estaré siempre, sabes que cuentas conmigo y sea lo que sea puedes decírmelo, siempre te voy a apoyar.

Emi me abrazo fuertemente y empecé a llorar en su pecho, mis lágrimas salían solas, sin que pudiera detenerlas y el solo me abrazaba cada vez mas fuerte y con sus manos acaricio mi cabello, me hizo sentir que nada malo y que con el a mi lado yo era invencible. Ese día transcurrió tranquilamente, al regresar a casa Karen me pidió perdón nuevamente y me dijo que era lo que más amaba y que no quería que nada ni nadie nos separara, que ella haría todo por que estuviéramos juntas toda la vida.

Los días transcurrieron sin novedades, no volví a tener noticias de Itzel, y daba gracias por ello, no quería volver a tener problemas con Karen.

Karen se volvió compañera de compras, de cocina, de salir a caminar al jardín con mi madre y sentí como empezaba a apreciarla, eso me daba gusto porque quería decir que las cosas estarían bien, no tuvimos ninguna discusión más durante nuestra estancia en casa de mis padres.

Llego el día que teníamos que regresar a la escuela, y nos preparamos para ello, hicimos nuestras maletas, mis papás y Emi nos llevaron al aeropuerto.

Mamá: Te voy a extrañar hija, cuídate mucho por favor, te amo.  Karen, un gusto enorme conocerte, eres una gran chica y una excelente compañía para mi niña, nunca había visto una amistad tan linda como la de ustedes.

Karen: Gracias señora Ana, y créame que estaré al pendiente de su hija, a mi lado nada le pasara.

Papá : Cuídate Fernanda, te quiero mucho y solo quiero tu bienestar, y nos vemos pronto. Karen gracias por venir a nuestra casa a compartir un poco de nuestras vidas y de nuestra cultura, esperemos no sea la última vez que nos visitas.

Karen: Estaré eternamente agradecida por tan bella estancia, me han hecho sentir muy bien, sé que al inicio fue un poco difícil pero pude demostrarles lo que soy.

Emilio solo se limitó a abrazarme y a decirme que no olvidara lo que me había dicho, que le llamara si alguna vez lo necesitaba, y de Karen solo se despidió con un Chao. No cabe duda que Emilio sabía lo que pasaba pero sin embargo como siempre él dejaba que yo tomara mis propias decisiones.

Le di un abrazo a mamá, y a papá, por alguna extraña razón había algo en mí que quería quedarme en México, en mi hogar, pero no me atreví a decirlo.

Nos subimos al avión, y al sentarme empecé a llorar en silencio, tratando que Karen no se percatara de ello, pero fue imposible que no lo hiciera.

Karen: ¿Estas llorando? Ven aquí, estás conmigo y conmigo nada pasara, te amo, eres el amor de mi vida y luchare por ti, ahora estamos juntas y todo será diferente.

Me abrazo tan fuerte que sentí que mi respiración se entrecortaba, ahí estaba con la mujer que amaba y que me amaba, sin embargo aquel episodio donde me sentí lastimada no salía de mi mente.

Karen: Sé que no me has perdonado por lo que paso, pero te juro que no era yo, te juro que no sé qué paso, lo que te puedo asegurar es que nunca más sucederá, te demostrare que todo estará bien, que te amo y que jamás te hare daño.

Después de casi 4 horas de vuelo, llegamos a San Diego Ca, el clima era frio, el aire de invierno rosaba mi piel, mi cabello se alborotaba y sentía como el aire se deslizaba por mi cuello.

Llegamos a la universidad, apenas y había unos cuantos alumnos, los que habían regresado ese día de vacaciones de invierno, fuimos a nuestros dormitorios, Karen me acompaño hasta la puerta del mío, nos despedimos con un simple hasta mañana y vi cómo se alejaba lentamente por el pasillo. Ese día quise dormir, disfrutar de mi compañía, quería estar sola. Maggy aún no regresaba y supe que esa noche seria larga, pero mía solo mía.

Me puse a leer un poco, escuche música y por mi mente pasaban muchas cosas, desde el día que conoci a Karen, la manera en que se habían dado las cosas, su visita a México, y ahí estaba otra vez ese episodio el cual no quería recordar más, y el cual ya había decidido enterrar, pensé que quizás yo si había tenido la culpa por haber provocado los celos de Karen, y esa noche bloque ese mal momento, y jure que no afectaría lo que sentía por Karen, somos humanos y cometemos errores.

Escuche que alguien abría la puerta y desperté.

Maggy: Arriba flojita, que ha llegado tu mejor amiga, ven dame un fuerte abrazo, te extrañe tanto.

Aun somnolienta me levante y corrí a abrazarla, me sentí tan bien, en paz. Estaba ahí la persona que durante los últimos meses había sido mi cobijo y mi hombro cada que lo necesitaba. No me había percatado de la hora, eran casi las 13:00 hrs. y yo apenas estaba despertando.

Maggy: Eres una floja, ya es medio día y sigues durmiendo, anda arréglate y acompáñame a comprar algunas cosas que me hacen falta, las clases inician mañana y no hay más tiempo.

Había olvidado que las clases iniciaban al siguiente día, no había preparado nada.

Fer: Si vamos.

Maggy: Cuéntame como te fue en tu casa, ¿Qué te dijeron de Karen? Dime que no las descubrieron por favor.

Fer: Mas o menos, tuvimos algunos problemas, mis papás como que empezaban a sospechar, Emi nos vio besándonos, me encontré a mi ex, pufff, ya te contare a detalle.

Maggy: Wow, si que tuviste unas vacaciones muy intensas Fer. Yo descanse mucho, disfrute mucho a mi familia, hacia tanto tiempo que no lo hacía, y como extrañaba mucho a Robert decidi llamarle y me alcanzo.

La tarde transcurría tranquila, terminando las compras fuimos por un café, estábamos platicando de todo lo que había pasado en las vacaciones, cuando Maggy se percató que mi celular timbraba. Lo tome y era Karen.

Karen: ¿Me puedes decir donde te has metido? llevo toda la maldita tarde marcándote.

Mi corazón se aceleró y sentí un escalofrió por todo mi cuerpo, sentí como la sangre subio a mi cabeza.

Fer: No escuche mi celular, apenas Maggy lo escucho y…

Karen: Era de suponerse, ya andas con ella otra vez, ¿no se aburren de verse?

Fer: He es…te, estamos en Cups of Coffee.

Karen: Te veo en 20 min en el campus

Fer: Pero, apenas…

Karen: Bye

Maggy estaba completamente seria, me miro fijamente mientras yo no sabia que decir, estaba segura que no había escuchado a Karen, pero me conocía tan bien que era obvio sabia que algo pasaba.

Maggy: ¿Estas bien Fer?

Fer: Si, estoy bien, creo que tengo que irme

Maggy: Pero si vamos llegando.

Fer: Si pero recordé que tengo algo que hacer. – Me levante del lugar, tome mis cosas, me despedí con un beso de Maggy y sali de la cafetería.

Mis piernas temblaban, me invadia una extraña sensación y solo pensaba en Karen, en lo que me diría, mis manos estaban sudorosas, aun cuando hacia frio. Llegue al campus y fui directo a su apartamento, no estaba, y decidi ir al mio. Y la encontré ahí sentada en las escaleras.

Fer: Vengo de tu apartamento, pensé que estabas ahí.

Karen: Estaba, me vine a esperarte, ¿no puedo?

Fer: Claro, ¿pasa algo?

Karen: No amor, no pasa nada. Solo quería estar contigo. – Su actitud fue tan diferente a la llamada que me había hecho hace unos minutos, parecía que estaba con otra persona –

Fer: ¿A dónde vamos?

Karen: A tu cama.

Entramos a mi apartamento y ella me empezó a besar lentamente, sus manos empezaron a recorrer mis mejillas mientras me besaba, poco a poco me fue despojando de mi ropa, retirando una a una las prendas que llevaba. Dejo de besarme para poner seguro a la puerta, decía que no le gustaban las sorpresas. Se acercó a mí, beso mi cuello y empezó a succionar poco a poco mi cuello, no me agradaba dejara marcas, pero eso se le hacía costumbre cada día más, y dejaba que lo hiciera. Bajo mi pantalón dejándome solo con mi bikini que llevaba ese día.

Karen: ¿Podrías ponerte algo más sexy mi amor?, - Se volteo y saco de su bolso, una diminuta tanga color lila – Anda ponte esto ¿si? – No sabia porque se le había ocurrido pero me gustaba que ella me excitara de esa manera. Me la puse tal cual dijo y solo veía como me contemplaba – Estas verdaderamente hermosa.

Mi senos habían quedado al descubierto, y empezó a besarlos fuertemente, sentí que me lastimaba pero dije nada, no quería romper ese momento y que todo saliera mas, los empezó a succionar cada vez mas fuerte, hasta que no pude mas y grite de dolor.

Fer: Auchhh, eso duele, espera.

Karen pareció que no me escucho y siguió haciéndolo, mientras yo intente separarme, sus manos me atrajeron hacia ella, me giro y empezó a besar suavemente toda mi espalda, sabía que eso a mí me mataba, llego a la parte baja del cuello donde inicio a dar pequeños mordiscos, y unos más fuertes en mis hombros, mientras su mano derecha empezaba a buscar mi vientre, eso aquello realmente me estaba excitando, sin avisar y sin esperarlo, siento de pronto sus dedos dentro de mí, los empezó a meter y sacar de una manera en que nunca lo había hecho, lo hacía fuerte, era una sensación de dolor y placer a la vez que no podía describirla en ese momento, me giro y me puso frente a ella, me aventó a la cama, y se colocó encima de mí, tomando mis manos haciéndolas hacia arriba, mientras me besaba intensamente, cuando de pronto sentí como me mordía mi labio inferior, el dolor se tornó insoportable y me queje, pero ella no dejaba de hacerlo, bajo lentamente a mis pechos para besarlos y así llego hasta mi pelvis, la cual se encontraba extremadamente húmeda, aquello que estaba experimentando era tan distinto pero me encantaba, quise acariciarla pero no lo permitió, me abrió las piernas y empezó a succionar mi clítoris de una manera que me estaba volviendo loca, estaba yo disfrutando de aquello cuando de pronto me voltea quedando yo boca abajo, jalo un poco mi pelvis hacia ella, dejando mis redondeadas nalgas a su placer, sentí como las palmas de sus manos las acariciaban suavemente, aquello me agradaba, empezaba a tener esa sensación de cosquilleos, cuando de pronto sentí una fuerte nalgada, que me hizo estremecer, el ardor recorrió cada espacio, cuando sentí nuevamente una nalgada del lado contrario, o Dios mío, que estaba pasando, fueron más de 5 nalgadas las que recibí y solo podía dar pequeños gemidos de dolor-placer, intente levantarme pero Karen me sostuvo del cuello y no lo permitió. Sentí como sus dedos me penetraban en esa posición, entraban y salían con tanta facilidad que sentía como escurría entre mis piernas aquello que solo ella estaba provocando. Ahí me tenía sostenida con una mano del cuello haciendo que no pudiera levantar mi espalda, y con la otra me penetraba de tal manera que solo me hacía decirle que no parara.

No tardó en llegar el orgasmo, el cual me hizo explotar lanzando un gemido de placer, ella seguía penetrándome, yo no podía más, sentía que podía desmayar. Mis piernas no tenían más fuerza, y mi cuerpo se estremecía, al fin me soltó lentamente y me beso la espalda, se separó no sin antes dar una fuerte mordida en mi espalda, misma que me hizo dar un grito y voltearme enseguida.

Karen: ¿Te gusto?

Fer: Me dolió esa mordida

Karen: Pero no negaras que te gusto – Me tengo que ir – Así tal cual te portaste me encantas, eres la mujer que deseo solo para mí, tienes todo lo que yo quiero.

Fer: ¿No te quedaras? Es temprano aun.

Karen: No mi amor, ya me voy. Te portaste increíble, así me gustas, modosita, sin que te quejes.

Se fue, y me quede pensando en lo que había pasado aquello que había hecho me había dejado sin palabras, sin poder describir la sensación que ello me causo, sentir el dolor hizo que mi placer aumentara, el sentirla a ella tan firme, dominante, me volvió loca, ella era la mujer con la que deseaba estar, solo ella me hacía sentir tantas emociones.

Estaba inmersa en mis pensamientos, cuando llego Maggy, entro sin tocar. ¿Por qué habría de hacerlo si era su apartamento también?

Maggy: Ups, veo que alguien tuvo sexo salvaje.

Yo muy apenada solo me limite a taparme con la sabana…trate de no entrar en detalle con ella, y le pedí me diera unos minutos, ese día me sentí muy cansada, como si hubiese hecho mucho ejercicio, me dolía el cuerpo y sabia el porqué de ello…las clases iniciarían al día siguiente y tenía que estar al 100%.

El regreso a clases transcurrió sin muchas sorpresas, tenía ahora 8 clases, de las cuales las únicas que me gustaban eran 2, pero no podía hacer más que aplicarme, siempre había sido de las personas que no necesitaban estudiar mucho, bastaba entrar a clases y presentar los exámenes.

Karen esta vez no le tocaron sus clases en el mismo campus, ahora estaba segura que no la vería en todo el día ya que mis horarios estaban muy pesados, era ya el 2º grado de mi carrera,  y las materias subían de dificultad.

Y tal cual lo pensé, paso una semana y no sabía nada de Karen, le había enviado varios mensajes de texto sin recibir respuesta alguna de su parte, fui a su apartamento pero no la encontré, y decidí esperar en la entrada del edificio. Estuve ahí más de dos horas y ella nunca llego, decidí irme a descansar.

Maggy: ¿Te pasa algo? Te veo triste ¿todo bien?

Fer: Si todo bien

Maggy: ¿segura? ¿Es por Karen verdad? ¿Hasta cuándo vas a permitir que tenga ese poder de hacerte sentir mal?

Fer: No es por ella, ya!!

Maggy: Fer, yo sé que sí, dime que paso, ¿qué te hizo ahora?

Fer : Nada, no me hizo nada.

Maggy: ¿Entonces?

Fer: Déjame en paz ¿quieres? – Me salí del apartamento, era ya tarde pero no quería estar escuchando a Maggy decirme una y otra vez que Karen me hacía sentir mal, en realidad yo sabía que eso era verdad, pero ahora lo único que me importaba era saber si estaba bien, no era normal se ausentara asi.

Empecé a caminar por los jardines del campus, me encontré a varios compañeros, decidi salir para comprar cigarros, me sentía realmente mal, mientras caminaba pensaba en todo lo que había sucedido con Karen, tenía acaso razón Maggy, tenía ella el poder para hacerme sentir tan bien pero a la vez tan mal.  Solo deseaba verla, saber que estaba bien, la extrañaba mucho, y tal parecía que ella no sentía lo mismo, sus acciones demostraban otra cosa, no podía llegar y hacerme el amor como se le daba la gana y ausentarse durante días. Me sentía muy triste y mis ganas de llorar no se hicieron esperar. Llegue a la tienda donde compre los cigarros, regresaba al campus, cuando el ruido de las llantas de un coche me hicieron voltear a ver, era un grupo de chicos que traían su fiesta, la música era fuerte, vi como bajaban del auto, y cual fue mi sorpresa, de ese coche salio Karen. No dude en acercarme, ahí estaba la había estado buscando.

Cuando llegue frente a ella me di cuenta que estaba muy alcoholizada.

Fer: Karen, te he estado buscando.

Karen: Ya me encontraste jajajajaja – y todos los que estaban ahí hicieron lo mismo.

Fer: ¿Por qué no respondes mis mensajes?

Karen: ¿Estas reclamándome?

Fer: No, simplemente estaba preocupada por ti.

Karen: Mira Fer, cuando yo requiera te llamare ¿ok?, si no te llamo es porque todo esta bien. ¿OK?

Fer: Karen, ¿porque eres así conmigo?

Karen: ¿Así? ¿Cómo?, creo que desde un inicio dejamos las cosas claras, tú sabes como soy, quieres estar conmigo, entonces deberás seguirme el ritmo. ¿Puedes?

Fer: ¿Qué quieres que haga?

Karen: Fácil ven con nosotros.

Fer: Pero mañana tengo clases a las 7:00am.

Karen: Ok, entonces no te quejes.

Sus palabras me dejaban claro que si no iba con ella, no lo vería o solo la vería cuando ella quisiera, yo la necesitaba, necesitaba tenerla cerca, la extrañaba.

Ese día me fui con ella y sus amigos, fuimos a casa de uno de ellos, y ahí la fiesta siguió hasta el amanecer, recibí un mensaje de Maggy  preguntándome donde estaba, solo le dije estoy bien no te preocupes. Yo no quería tomar alcohol porque sabía que tenía que ir a clases, pero la insistencia de ellos y de la propia Karen me hizo hacerlo. Estaban planeando una salida para el fin de semana, a donde Karen aseguro que iríamos.  Eran las 6:30am y yo tenía que llegar al campus, por más que intente que Karen despertara fue imposible, no podía dejarla ahí, por lo que decidí no ir a clases, quizás llegaría más tarde. Era ya noche cuando al fin salimos de ahi, Karen aun iba mal por lo que preferí llevarla a mi apartamento, hable con Maggy y aunque de mala gana acepto que se quedara ahí.

Maggy: No fuiste a clases

Fer: No pude

Maggy: El maestro repartió los trabajos para el semestre, y los que no estuvieron, se quedaron sin asignación.

Fer: Mañana hablo con el-.

Maggy: Fer ¿dónde estabas?

Fer: Con Karen, ¿que no ves?

Maggy: ¿Por qué me respondes así?, solo me preocupo por ti.

Fer: Pues no lo hagas.

Maggy: Fer, ¿que estás haciendo?

Ese día no quise hablar mas con ella, y me acosté con Karen en mi cama. Al siguiente día la acompañe por sus cosas a su apartamento, ella se fue a sus clases y yo a las mías. Como pude convencí al maestro para que me asignara el trabajo del semestre. Ese dia al salir Karen estab ahí esperándome afuera de mi salón.

Karen: Anda, vámonos, que es tarde y ya nos esperan.

Fer: ¿A dónde vamos?

Karen: Vamos a México, de fin de semana, que ya no recuerdas.

Ese día nos fuimos, era muy raro que yo me fuera sin permiso de mis padres, pero tampoco podía decirles, metí en mi mochila algo de ropa y le deje una nota a Maggy.

“No te preocupes por mí, voy con Karen, te veo el domingo en la noche”

Después de una hora de viaje llegamos a México, nos fuimos en la camioneta de Nick, uno de los amigos de Karen, llegamos a Rosarito, era un lugar muy lindo, la playa era hermosa, el cielo azul al unirse con el color azul del agua del mar creaba un efecto maravillo, la brisa del mar tocaba mis mejillas y aquello se sentía realmente bien. Respiraba un olor a mar único, siempre he amado el mar, pero esa vez estaba ahí con ella, que más podía pedir, ahí mis padres no estaban, no había nadie que me limitara, no estaba en la escuela, no estaba Maggy, a ese momento le llame  LIBERTAD.

Nos fuimos a dejar las cosas al hotel, pasamos a la tienda por cervezas, algunas botellas de ron y whisky, y nos dirigimos a la playa. Había un camión instalado con unas bocinas enormes que se escuchaban a lo largo de toda la playa, buscamos un buen lugar y nos instalamos. En el grupo íbamos, Karen, Dany, Raquel y yo, y los chicos Nick, Julio y Oscar.

Karen se quitó el ligero vestido que llevaba, y dejó al descubierto ese cuerpo que me volvía loca, llevaba un bikini azul de dos piezas, no dejaba casi nada a la imaginación, vi como Nick la observaba, a lo que fui la abrace y le dio un beso apasionado, al cual ella respondió sin objeción alguna. A Nick debía quedarle claro que Karen era solo mía.

No tardamos en empezar a embriagarnos, yo en ese momento nada ni nadie me detenía, disfrutaba de aquello realmente, la música seguía sonando a todo lo que daba Flashdance- Deep Dish , empezaba a sentir el efecto del alcohol el cual me desinhibía completamente, Karen se acercó a mí y empezó a bailar tan sensual como solo ella sabía hacerlo, aquello me provocaba como no tienen una idea, la besaba cuanto podía, y tocaba, estábamos en pleno faje, cuando se acercó Julio.

Julio: Algo para subir su deseo chicas hermosas. – Mientras sacaba de su short un pequeño papel, Karen lo recibió y lo abrió. Era cocaína.  Tomo un poco con su uña del dedo meñique y la inhalo, tomo otro poco y me lo puse cerca de la nariz, esa vez ya no lo pensé, lo inhale de un solo jalon.

Julio: Bien chicas, así se hace par de hermosa.

Mi cabeza empezó a sentir una presión pero aquella sensación me agradaba, sentí como me elevaba un poco del piso, veía a Karen extasiada, a lo lejos vi como Nick se fue acercando hasta llegar a Karen, la tomo de la cintura y empezó a bailar con ella, mientras ella se movía de espaldas a él muy sensualmente, y a mí me miraba de manera seductora, vi como Nick quiso besarla pero ella lo evadió sutilmente mientras me decía que me acercara. Yo no permitiría que Nick besara a mi novia. Me acerque y la tome de la cintura, Nick no hizo el mínimo esfuerzo por quitarse, a Karen aquello parecía excitarla y nos empezó a bailar a ambos, mientras me besaba, entonces Nick la volteo y la beso, yo no sabía qué hacer, y solo sentí las manos de Karen tocándome y llevando mi mano hacia la espalda de Nick, empezaba a entender el juego, Nick dejo de besar a Karen y me giro hacia él, me beso de la misma manera en que hizo con Karen, era tan extraño volver a sentir los labios de un hombre, menos suaves, una boca más grande y la fuerza con la que lo hacía era tan distinta, sin embargo aquello me estaba agradando….

C O N T I N U A R A…

Agradezco la espera tan larga para este capítulo, ha pasado ya un año desde mi última publicación, espero les siga agradando la historia y continuamos….

Merchy