Cediendo a la tentación (2)
El placer continua.
Cediendo a la tentación 2
Nos miramos a los ojos, los dos sentíamos vergüenza Yo sabía que decir, sabía que hacer. Aún inmóvil con su polla dentro de mí sintiéndola aún dura me levanté, sentía como su polla iba saliendo. Le dije que su madre debía velar por él enseñarle todo lo que la vida le iba a exigir y que por eso había ocurrido aquello. Que lo había hecho por él, que era algo que nadie ni ningún amigo debía saber. Salió en silencio de la habitación y se dirigido al baño, yo me quede sentada allí al borde de la cama. Avergonzada confundida con la sensación de haber hecho algo horrible y de haber echado el polvo de mi vida
Enseguida fui consciente, que contra mi voluntad los pezones se habían puesto duros y notaba en mi vagina fluir líquidos, puede ser, me decía a mi misma, puede excitarme mi hijo. Y mi cuerpo respondía afirmativamente y mis pechos, cada vez estaban mas duros y cada vez estaba mas mojada. Mi hijo regreso del baño y se acostó a mi lado. Rezaba para que se separara de mi cuerpo y se fuese a su habitación, pero no lo hacía, se pegaba mas y más y sus manos estaban ya clavadas en mi raja y me abría con ellas el culo, separándome las nalgas Sentía su cara sobre mis pechos sentía su aliento entrecortado y deseaba que me los besase que me los comiera, una lucha interna se libraba en mí, cuerpo contra mente, deseo contra la represión cultural. Sentía como movía sus caderas y suavemente restregaba su pene en mi vientre sentía su calor en mi. Me notaba muy mojada notaba que pronto caerían por mis muslos los jugos de mi vagina Me repetía puede ser. Pero mi cuerpo respondía por mi, si si hazlo.
Cogí entre mis manos la cara de mi hijo le bese en la mejilla " ¿Estas bien cariño ¿Estas más tranquilo, el me contestaba que si y apretándome del culo se pegaba de nuevo a mi, no podía casi respirar, mi corazón latía alocadamente, mis tetas parecían reventar, notaba mis muslos mojados. Bajo su cabeza y me beso los pechos, un escalofrío recorrió mi cuerpo hasta terminar en mi vagina y de nuevo bajando la cabeza me los volvió a besar, pero esta vez en los pezones, Creo que era ahora yo la que me apretaba contra su verga, la deseaba con locura.
Notaba mis labios abiertos, notaba como caían mis jugos. Sentía calor por todo el cuerpo y deseo, sentía muchísimo deseo. Sentí que había abierto mis muslos para sentir su polla mas cerca de mi vagina Trataba de buscar justificación a aquella situación era una locura Le deseaba, deseaba sentir su polla entrar en mi deseaba ser follada por mi hijo Mis manos se agarraron al elástico del pantalón deseaba bajárselo ¡Siiiiii Tiré del él sin poder contenerme, se lo empece a bajar mientras apretaba mis pechos contra su cara, podía mirarlo a los ojos, se los bajé enseguida noté el calor de su polla en mi vientre¡ Ummmm que rico Que sensación más rica. Sentía la polla joven tiesa dura grande de aquel muchacho que era mi hijo La sentía clavarse en mi vientre mojármelo ¡Ummmm me estaba volviendo loca no pude más baje mi mano y lo cogí lo rodeé con mi mano sentía la fuerza de aquella polla la deseaba deseaba sentirla llenar mi vagina nuevamente, Como una zorra caliente lo empujé hasta la cama cayo de espaldas le terminé de bajar los pantalones miraba su polla levantada como un mástil gorda dura " ¡ Mama exclamo. Pero mama no podía pensar me arrodille sobre él con los muslos abiertos colocando mis labios mi vagina sobre aquel palo grande y duro y bajando fui bajando hasta que abriendo mis labios se fue clavando en mi ¡Ummmmm agggg. Sentí fuego en mi vagina me quemaba que placer sentir aquella polla llenarme entera ¡Ummmmmmm Empecé como una loca subía y bajaba por aquel mástil subía y bajaba y él me cogía y apretaba las tetas se agarraba a mis caderas gemía, pero yo no quería que acabara en mi vagina, quería que lo hiciera en mi ano
me arrodille, y tome su pija entre mis manos, y mi boca empezó a jugar con su puntita, dilatándola, me encantaba verla agrandarse hasta explotar, después mi boca, abarco su miembro entero, en esa posición pude sentir la sangre corriendo por las venas de su pija, lo sentía latir en mi boca, lo sentía agrandarse , lo miraba a los ojos, consciente del placer que le estaba dando, si esto era pecado yo seria la más grande de las pecadoras, el placer de lo prohibido me estimulaba cada vez más, solté su polla y con cara de lujuria le dije quiero tu polla en mi ano, su rostro de asombro me excito más y más, una voz cruel gritaba dentro de mi cabeza diciéndome: ¡Es tu hijo!, ¡No puedes!, ¡Prohibido y la voz de la pasión gritaba si, si penétrame.
Su pene se introdujo en mi ano sin dificultad alguna y empezó a moverse lentamente, paulatinamente sus movimientos se hicieron más rápidos, sentía el calor de su pene rozar las paredes de mi ano.
Se me ocurrió la idea de verme la cara de puta que debía tener, siendo follada por mi propio hijo y como teníamos el espejo del armario enfrente nuestro, lo hice, ver mis ojos desencajados y mi lengua recorriendo mis labios en actitud lujuriosa, me enardecía
Mi hijo movía sus caderas arriba y abajo siguiendo mis movimientos instintivamente. Realmente estábamos bien compenetrados. A cada embestida me clavaba su polla entera dándome una sensación de gusto y de placer como no había sentido nunca, mis gemidos y jadeos se entremezclaban con los de mi hijo, los dos en un goce incomparable Pero mi joven e inexperto hijo no podía soportar una follada como aquella por mucho tiempo. Su cuerpo empezó a temblar y su respiración se hizo más fuerte y jadeante. - ¡¡Mamá!!.... me corro.... me corro...
Moví fuertemente mis caderas hacia atrás, en el momento que mi hijo derramaba su semen en mi interior, regalándome un nuevo orgasmo, mi hijo dio un grito como nunca lo había escuchado. me di vuelta y mi hijo se inclinó hacia delante comenzamos a besarnos como locos.
Llevé mi mano a mi ano y se empapó con el semen de mi hijo, luego la llevé a mi nariz y aspire su olor. Era olor a hombre, olor a sexo, era semen recién sacado directamente de la polla de mi hijo, y ahora estaba en mi mano, un olor, que me tenía incestuosamente loca.
Me puse de pie, le acaricié la cara y le di un fuerte beso en la boca. - Ven, siéntate a mi lado - le dije -. Nos sentamos los dos en la cama. - ¿Te ha gustado? - le dije mientras le acariciaba el pelo, los hombros, la espalda- - Sí... me ha gustado mucho -contestó- - A mi también me ha gustado mucho.
A mi me agradaba , que mi hijo hubiera gozado lo que yo había gozado ,le acaricie y le dije que se quedara a dormir en mi cama .Plácidamente nos dormimos
Luego de ese día seguimos teniendo sexo y le gusta tomarme fotografías con su cámara digital en todas las posiciones imaginables y yo lo dejo hacerlo con mucho placer, creo que me estoy volviendo toda una exhibicionista.